Autonomías y
Ayuntamientos ultiman sus Presupuestos para 2014. Y aunque la
noticia ha sido que Madrid y algunas autonomías bajarán impuestos, la realidad es que los Gobiernos regionales y
locales tendrán que hacer otro ajuste de caballo, prometido a Bruselas,
en 2014 y también en 2015, año de elecciones. Serán 17.471 millones, que saldrán la mitad de recortes (otra vez sanidad, educación, gastos sociales y
personal) y la otra mitad de subidas de impuestos, sobre todo los que menos “se ven”: tasas y precios públicos. Y eso suponiendo que no metan la tijera otra vez este año, porque cinco autonomías no van a cumplirán con el déficit
exigido por Bruselas (y quizás tampoco el Estado). Nos espera más de
lo mismo: nuevos recortes y subidas
de impuestos en ciudades y autonomías, tras 3 años de austeridad. Una política que pone en peligro la incipiente recuperación
y torpedea la creación de empleo. Cambien.
Enrique Ortega
Autonomías y
Ayuntamientos las están pasando
canutas para presentar sus cuentas para
2014. Por un lado, el Gobierno Rajoy va a transferir 3.324
millones menos a las autonomías (la
Comunidad
Valenciana, por ejemplo, recibirá 305 millones menos que este año) y 16 millones menos a los Ayuntamientos. Por otro, les está cayendo
la recaudación por la crisis (un 2% en 2013) y no esperan que remonte
mucho en 2014. Pero, sobre todo, el Gobierno
Rajoy carga en autonomías y Ayuntamientos la bajada del déficit en 2014 y
2015, con lo que les obliga a ajustar
sus Presupuestos en 17.471 millones, según acaba de prometer
a Bruselas. Una exigencia que
les supone volver a recortar gastos y
aumentar ingresos, sobre todo en
2015 (9.871 millones de ajuste), un año complicado para meter la tijera porque hay elecciones
municipales y autonómicas (mayo).Así que hay alcaldes y autonomías que trinan.
Las autonomías
tienen que hacer la mitad del ajuste
total: 8.631 millones entre 2014 (4.069) y 2015 (4.562 millones). Lo
harán por dos vías. Una (el 48%), recortando gastos: personal (habrá más despidos y congelación salarial), sanidad
(se reducirán otros 1.500 millones entre la factura farmacéutica, la
revisión a la baja de la cartera
de servicios y los copagos, con lo que el gasto
sanitario caerá al nivel de 2006), educación
y servicios sociales. La otra (el 52% del ajuste) será el aumento de
ingresos, sacando más dinero de los impuestos que “menos se ven”: transmisiones patrimoniales (+854
millones), carburantes (+427
millones), tasas (Cataluña creará 30 nuevas) y
otros tributos (+2.333 millones). O sea, recortarán más el Estado
del Bienestar (donde está su gasto) y nos subirán la mayoría de impuestos.
Sin embargo, algunas
autonomías tratan de engañar a sus ciudadanos con el espejismo de que van a bajarles
los impuestos en 2014. Madrid
ha aprobado una rebaja en el IRPF que es cierta pero tiene truco. Dos. Uno, que bajan lo mismo (0,4
puntos) a las rentas bajas que a las altas, con lo que una familia modesta se ahorrará 55 euros en la renta 2014 y una
familia con altos ingresos se ahorrará 2.000 euros y más. El otro, que los
madrileños pagarán en 2014 muchos más “impuestos de los que no se notan”: las tasas (40 creadas nuevas en 2013 como
el pago del libro de familia o algunas pruebas deportivas), que volverán a
subir (universitarios, guarderías…) o el transporte
(con 3 subidas, un +16% en 2013). Galicia
también bajará medio punto el recargo autonómico del IRPF (apenas se notará),
pero a cambio los gallegos pagarán más
caros los carburantes: 3,6 céntimos litro el gasóleo y 2,4 céntimos la gasolina,
al subir al máximo el céntimo sanitario. Extremadura
también rebaja el tramo autonómico del IRPF, pero sólo medio punto, unos 23
euros por contribuyente. Cantabria,
la cuarta que baja, lo hace bien: menos IRPF para ingresos bajos y más a
los altos. Con todo, pagaremos más o menos IRPF según donde vivamos.
Vayamos a los
Ayuntamientos, que cargan con la otra
mitad del ajuste: 8.839 millones, muy descompensados entre 2014 (3.530
millones) y 2015 (5.309 millones), el
año del tijeretazo, en plenas elecciones (mayo). Y aquí, la mayor parte del ajuste (el 85%) se hace
por el camino de los recortes de gastos (7.564
millones). Un hachazo que viene sobre
todo por la supresión de servicios
(-3.755 millones de “ahorro”) que hasta ahora prestan los municipios y que van
a dejar (sobre todo los de menos de 20.000 habitantes) a las Diputaciones o a
las autonomías, según les obliga la Ley
de reforma municipal que ha aprobado el Gobierno Rajoy: desde los servicios municipales habituales a sanidad, educación y servicios sociales.
Y también se espera un importante ahorro (1.400 millones) con el cierre
de empresas municipales (más despidos) y con la fusión y desaparición de pequeños Ayuntamientos (-1037 millones en
2015). El ajuste restante (15%) viene por subida de impuestos y tasas, junto al IBI,
que notaremos todos (+1.200 millones).
Como puede verse, la
tijera y las subidas
de impuestos de estos años en autonomías y Ayuntamientos van a
seguir dos años más, mal que les pese a alcaldes y políticos autonómicos, que no tienen otra opción: si
no cumplen con estas cuentas, el palo, no recibirán la zanahoria,
un nuevo
rescate en forma de Plan para pagar facturas pendientes, que alcanzan
ya los 19.341
millones de euros (15.324 millones las autonomías y 4.017 los
Ayuntamientos). Montoro los tiene bien “cogidos”:
este mes de noviembre le tienen que
enviar sus planes de ajuste (menos gastos y más ingresos) para 2014 y 2015
y sólo los que cumplan lo exigido
recibirán dinero para coger oxígeno y pagar sus facturas. Tras el anterior Plan
de proveedores (27.301 millones aportados en 2012 a autonomías y
Ayuntamientos para los primeros pagos de facturas atrasadas), Hacienda dedicará
otros 13.300 millones para atrasos (hasta mayo 2013),
que empezarán a recibir
en diciembre (los que cumplan). Y
aún quedarán
muchas facturas sin pagar (6.000 millones), que exigirán
otro Plan de ayuda en 2014.
Así que, si no quieren suspender pagos, autonomías y Ayuntamientos tendrán que pasar por el aro de nuevos ajustes en
2014 y 2015. Y algunas autonomías, incluso este año, porque no
cumplirán con el déficit exigido. Hay
5 autonomías que seguro no cumplen, a la vista de su déficit
hasta agosto: Madrid, Extremadura
(curiosamente, las dos prometen bajar impuestos en 2014), Aragón, Murcia y Navarra. Y otras cuatro dudosas: Andalucía, Castilla la Mancha, Galicia y Comunidad Valenciana.
A las que no cumplan, Montoro les
exigirá ajustes adicionales,
o sea recortes o subidas de impuestos extras. Y si el
Estado tampoco cumple con el déficit este año, como temen muchos expertos
y el Banco
de España, ajuste doble.
Al final, mucho se
habla de recuperación (algunos
incluso de bajadas de impuestos), pero el hecho cierto es que las cifras
del Gobierno Rajoy enviadas a Bruselas sólo nos aseguran más recortes y más
subidas de impuestos en 2014 y 2015. Unas decisiones que van a reducir aún más el consumo y la actividad,
poniendo en peligro las pocas décimas de crecimiento
previstas. Y torpedeando la posibilidad de crear
empleo en un país donde uno de cada cuatro españoles estará sin
trabajo hasta 2018. Más de lo mismo: austeridad
suicida. Y encima para no bajar el déficit lo prometido, ni en 2014 ni en 2015, como acaba de decir Bruselas. Porque recortes y subidas de impuestos bajan el crecimiento y la recaudación, menos el déficit. Es la trampa de la austeridad.
Hay que ir por otro
camino, negociar con Bruselas suavizar
el ajuste y poner en marcha un Plan
para acelerar la recuperación, basado en mayores ingresos fiscales (de los que no pagan: grandes
empresas, multinacionales, los
más ricos y el fraude), más ayudas
al desempleo, a la formación y al fomento del empleo, así como inversiones e incentivos dirigidos a
promover la innovación, la industria, la exportación, el turismo y los sectores
con futuro. Dejar de una vez las tijeras y gastar en la recuperación, en poner
al país en movimiento para crecer de verdad y crear ese empleo que
tanto nos urge. Ya.
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