Diciembre es el mes de los Planes de pensiones, con un bombardeo de ofertas para que contratemos un Plan
privado de jubilación. Pero la crisis,
el paro y la caída de ingresos provocan que muchos españoles no tengan
dinero para hacerse un Plan y otros tengan que rescatar anticipadamente el que
tienen, para sobrevivir: 100.000 parados
sin ingresos habrán rescatado su Plan en 2012 y serán más en 2013. Con todo
ello, caen los partícipes (medio millón menos con la crisis) y las aportaciones de los 8 millones de españoles que tienen un
Plan de pensiones privado. El problema es que la pensión pública de
jubilación (953 euros de media), se
va a recortar en el futuro. Y habrá que ahorrar como sea para complementarla con una pensión privada.
Sobre todo los que tienen ahora entre 30 y 45 años. No lo dejen.
enrique ortega |
Tras cuatro años
largos de crisis, los españoles no están para pagarse un Plan de pensiones:
se han perdido 3,2 millones de empleos y los que trabajan ganan
casi igual (convenios suben 1,24%) o
menos (un
tercio empresas han reducido o congelado salarios), con lo que una de cada cuatro familias no llega a fin
de mes (INE). Todo ello
está haciendo un roto a los Planes
de pensiones, sobre todo en 2012: caen
los partícipes
(10.328.083 a finales de septiembre, medio millón menos que antes de la
crisis), caen las aportaciones (-23%)
y crecen los pagos, porque muchas personas
en paro rescatan su Plan antes de jubilarse.
Este año, se estima que 100.000
parados han tirado de su Plan de
pensiones privado para
sobrevivir, cobrando unos 500 millones (5.000 € por parado). Son casi la tercera parte de los 300.000 parados que han rescatado sus Planes
desde 2007. Y la tendencia es que sean
más en 2013 y 2014, porque hay un
decalaje (se les exige llevar más de un año en paro y no cobrar ya el
desempleo) y llegarán los parados de 2011 y 2012, que tenían mejores contratos
y más Planes de pensiones que los
primeros parados (construcción y jóvenes).
En España hay unos 8
millones de personas con un Plan
privado de pensiones (algunos con más de un Plan, por eso salen 10,3 millones de partícipes). Es el doble que hace 10 años, pero estamos muy rezagados
frente a Europa: lo tienen un
26% de las personas en edad de trabajar, frente al 40% en la UE. Somos el sexto país europeo en Planes
privados, tras Gran Bretaña, Holanda, Suiza, Finlandia, Alemania y Dinamarca. Por
dos razones. Una, que las familias
dedican sólo el 3% de su renta a Planes,
frente al 10% en Europa. Y la otra, el retraso
en los Planes de empresa, que sólo tienen el 18% de los trabajadores,
cuando en otros países van del 25% al 50% (Gran Bretaña). Y de los 2,15
millones que tienen un Plan de empresa, unos 700.000 son funcionarios (Plan pensiones AGE,
gestionado por BBVA) , a los que el Gobierno Rajoy
ha congelado las aportaciones
del Estado en 2012 y 2013.
En 2013, la Seguridad Social nos mandará una carta para
informarnos de la pensión que nos quedaría
al jubilarnos, según los datos de cada uno. Será un buen revulsivo para
contratar Planes privados. Pero no hace falta esperarla: hoy, la pensión de
jubilación (contributiva) es de 953,70
euros al mes, un 63% de la
pensión media europea. Pero un
tercio de los jubilados cobra
menos de 600 euros y dos tercios menos de 1.000. Cara al futuro, sólo cabe esperar recortes. A corto plazo, porque la Seguridad
Social cerrará 2012 con 10.000 millones de déficit.
A medio plazo, porque la reforma
de las pensiones aprobada en 2011 supondrá un recorte del 20% para
2027. Y a largo plazo, porque no salen las cuentas: para 2050, los pensionistas se habrán duplicado (17
millones frente a 8,9
millones ahora) y haría falta duplicar el empleo actual (imposible) para
que hubiera dos
empleados por pensionista, como ahora (claramente insuficiente).
Si se recortan las
pensiones públicas y encima viviremos más años (hasta 20,
tras jubilarnos), habrá que pensar en
contratar una pensión privada,
que suponga un 30% de nuestros
ingresos cuando seamos viejos. Los Planes
de pensiones tienen una gran ventaja:
desgravan
mucho, hasta un 40%, permitiendo aportaciones de 10.000 euros anuales
(12.500 para mayores 50 años), lo que compensa
con creces su baja
rentabilidad ( +4,32% este año, +1,83% a 10 años y +4,11% a 20
años) y no poder disponer del dinero
hasta jubilarse (salvo incapacidad
permanente, enfermedad grave o paro). Para 2013, el Gobierno
ha prometido que también podrán
rescatar su Plan de pensiones los que lo necesiten para evitar un desahucio.
Si finalmente piensa en hacer un Plan de pensiones privado, cuatro consejos.
Primero, elija bien: busque una
entidad que le ofrezca Planes de varias gestoras (no sólo los suyos) y compare
Planes en un comparador independiente
(como Morningstar).
Segundo, valore todo y no sólo los regalos:
en qué invierte, su rentabilidad (comparada con otros) y las comisiones,
todas (cobran hasta el 2,4%, pero no
pague más del 1,5%).Tercero, diversifique
entre Planes, con más o menos riesgo, según la edad. Y cuarto, haga seguimiento: si uno o varios
Planes no van bien en unos años, cambie
de Plan o de banco (incluso cobrará un incentivo).
Lo importante es no dejarlo mucho, contratar el Plan a
los 40 años (y mejor a los 35), porque cuanto más tarde se hace más se
paga. Así, para
conseguir 250.000 euros al
jubilarse (unos 1.000 euros extras al mes durante 20 años), habría que pagar 4.251 euros al año (354 al mes) si se empieza
con 35 años, 8.073 (672 € mes) si se tiene 45
años y 13.000 (1.083 al mes) si
se contrata con 50 años. Lo ideal es
empezar con Planes de más riesgo (invierten
en renta variable, en Bolsa, donde
es más difícil perder a 20 años vista), seguir con Planes de renta fija (invierten en depósitos,
Letras o deuda pública) o mixtos
(variable y fija) y acabar con Planes
garantizados, los planes estrella
ahora: se garantiza lo aportado y una pequeña rentabilidad (a 5 o 10 años,
coincidiendo con la fecha de jubilarse).
En 2013 se va a revisar la normativa y fiscalidad de los
Planes de pensiones y el Gobierno ha prometido mejorarles
el trato. No queda más remedio si se recortan las pensiones públicas. Y
habría que promover los Planes de
empresa y de los funcionarios, cambiando moderación salarial por aportaciones. Pero, sobre todo, tenemos que
cambiar
de mentalidad: en lugar de ahorrar toda la vida para pagar la hipoteca,
habrá que pensar en vivir más de alquiler
y ahorrar para la jubilación. Es más sensato que hacerse viejo con casa propia y una pensión miserable. Sobre todo
si vivimos hasta los 82/87 años.
La paradoja es que
cuando más tendríamos que ahorrar para
la vejez, porque nos recortarán las pensiones públicas (sí o sí), la mayoría de españoles no pueda hacerlo. Pero los que pueden, no deben
retrasarlo más. Sobre todo, los que tienen entre 30 y 45 años. No lo dejen: luego sería tarde.
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