En enero, notaremos nuevas subidas de impuestos municipales, desde el IBI o la tasa de vehículos
a los parquímetros, las basuras o el billete del metro o autobús. La
mayoría de Ayuntamientos están en quiebra
y para sobrevivir subirán tasas e
impuestos, además de recortar de
todo, especialmente en inversiones,
gastos sociales, ayudas a familias y personal,
con reducción de concejales y empleados (hasta 50.000 contratados). Y siguen dejando facturas sin pagar. El Gobierno dice que la mitad de los Ayuntamientos no
son viables y va a imponer un drástico
ajuste, fusionando los pequeños y recortando sus servicios, sobre todo en sanidad,
educación, cultura y gastos sociales. Otro
camino, menos traumático, sería dotar
de más recursos a los Ayuntamientos, más cercanos al ciudadano, quitándoselos a las autonomías y al Estado.
No podemos pagar tres veces por menos.
enrique ortega |
Con el Presupuesto
2013, los Ayuntamientos afrontan
el tercer ajuste en un año, tras los
Presupuestos 2012 y el recorte impuesto en abril
por Hacienda para concederles un crédito de 9.584 millones, con el que pagar
facturas atrasadas a 180.000 empresas. Pero ahora, el recorte es
mayor porque el Gobierno obliga a los Ayuntamientos a no
tener déficit en 2013, lo que supondrá un ajuste de 3.000 millones de euros
(el triple que en 2012), la mitad por recorte
de gastos y la otra mitad por aumento
de ingresos.
Los Ayuntamientos, medio
en quiebra por la caída de ingresos del ladrillo (suponían el 54 %), han aprobado para 2013 unos
Presupuestos
de subsistencia, centrados en pagar al personal, la deuda y los
servicios básicos, donde se va el
85% del gasto. Los recortes van del -2,2 al -12,4% (-7,6% Madrid,
-3,68% Bilbao,
-8% Málaga, -2,2% Zaragoza, -4% Las
Palmas, -12,4% Vitoria),
aunque algunos gastarán más (+1,4% Barcelona,
+2,2% Valencia
o +5,77% A
Coruña).
La principal partida del gasto municipal es el capítulo de personal (40%), donde se congelan sueldos (Madrid, Málaga,
Valencia, Las Palmas), reducen
gratificaciones, horas extras y días libres, aumentan horarios de trabajo y
amortizan bajas por jubilación. Y en 2013 se esperan muchos despidos
en los Ayuntamientos, ya que entre los 646.627 empleados municipales hay
384.273 que son personal
laboral, “carne de ERE”
con las facilidades de despido que da la reforma laboral.
La otra vía de recorte son la supresión de inversiones: no habrá un euro para reparaciones de
calles, parques, equipamientos y nuevas obras (las inversiones caen -44% en Madrid,
-50% en Málaga o -11% en Bilbao). Se recortan también las subvenciones a las familias
(alquileres, exenciones y bonificaciones), a
empresas (para fomento del empleo), a partidos y sindicatos. Y las ayudas sociales (ONGs y Dependencia), para
educación y guarderías (suben mucho), ancianos,
sanidad y consumo, cultura (bibliotecas y museos), deporte (Clubs y
polideportivos). Recortarán
de todo, salvo para pagar la deuda y los gastos financieros, que se
llevan ya más Presupuesto que las
inversiones: 1.030 millones en Madrid (24% gasto), 120 en Valencia (16,4%),
70 en Zaragoza (11%), 54,5 en Málaga (8%)…
Por el lado de los ingresos,
nos van a brear a subidas de impuestos y tasas. Empezando
por el
IBI, el impuesto sobre viviendas y locales, que sube entre el 7% (Madrid) y
el 10% (Valencia), por la nueva tarifa aprobada por el Gobierno para 2012 y
2013 más la actualización del catastro en
la mayoría de las ciudades (en
2013, se actualiza a 2,5 millones de propietarios de 200 ciudades, entre ellas
Oviedo, Guadalajara y Zaragoza).También sube el impuesto
de plusvalías (+50% en Madrid), el impuesto de actividades económicas (IAE, un 2%) y la mayoría de las tasas y servicios: basuras, agua, terrazas, parquímetros,
talleres y escuelas municipales, polideportivos, grúa y multas. Y los transportes
(metro y autobús).
En 2013, los
Ayuntamientos tendrán que ajustar gastos
a ingresos o hacer nuevos recortes y
subidas, porque Hacienda no les
dejará usar dos vías de escape del pasado: ni tener déficit ni endeudarse
más (los Ayuntamientos
deben 36.6173 millones). Eso sí, de momento usan una tercera: no pagar a proveedores. A
finales de 2012, los Ayuntamientos deben unos 2.000 millones sólo a
empresas de limpieza y recogida de basuras y siguen pagando con retraso (6
meses en Madrid, cuando la Ley de Morosidad marca 50 días). Claro que a ellos
también les deben, 800
millones las autonomías, por lo que han pedido cobrar en 2013 con cargo a
los 23.000 millones del nuevo
Fondo de rescate autonómico.
Así las cosas, el Gobierno ultima una drástica reforma de los Ayuntamientos, cuyo primer borrador ha sido rechazado
por muchos alcaldes del PP y la propia Federación de Municipios (FEMP).La idea
de Hacienda es que 4.000 de los 8.116 Ayuntamientos son inviables, porque no tienen
población suficiente para pagar los servicios. Y por eso proponen tres medidas. Una, reducir
el número de Ayuntamientos (el 85% tienen menos de 5.000
habitantes), con fusiones y pasando servicios a las Diputaciones y
Mancomunidades. Dos, reducir su tamaño,
quitando concejales (se habló del 30%), reduciendo sueldos de alcaldes (la mayoría no cobran nada, pero el de Barcelona gana 109.939 euros brutos, la de
Madrid, 101.987 y sus concejales, 94.000, más que los 78.185 euros que gana Rajoy),
cerrando
organismos (1.751) y empresas municipales
(1.751) y recortando
plantilla de personal municipal no funcionario (426.629 entre interinos y
contratados). Y tres, recortar servicios:
un 25%
del gasto de los Ayuntamientos (10.000 millones de gasto) son servicios
“impropios”, que no están obligados a prestar y cuya demanda ha crecido
con la crisis: sanidad, educación, vivienda, cultura y deporte, servicios
sociales, seguridad y protección civil…
El problema es que si
los Ayuntamientos dejan de dar estos servicios, nadie lo hará. Los
Ayuntamientos (FEMP)
quieren seguir dándolos, pero que se lo
paguen las autonomías, que
tienen esas competencias. Y aquí llegamos al tema de fondo: los Ayuntamientos
tienen muchos servicios y pocos ingresos. España es el país europeo con menos peso del gasto local,
un 13% del gasto total (51% el Estado y 36% las autonomías), frente al 15% de
media en Europa, el 14,2% en Alemania, el 17,8% en Francia o el 27,7% en Reino
Unido. Y ellos, los municipios europeos, con más ingresos, tienen así más peso que los españoles en los gastos de
protección social (28% media UE frente al 8% en España) o en educación (21% media en UE, 31% en
Reino Unido o 16% en Alemania frente al 3% en España).
En definitiva, frente
a desmantelar los Ayuntamientos, hay
otra opción, la europea: dotarles
de más recursos, para que presten los actuales servicios y más, porque es
la administración más próxima al ciudadano. Pero para eso, necesitan más ingresos
y no pueden salir de asfixiarnos con más tasas e impuestos,
sino de que reciban más recursos de las autonomías y el Estado. Más poder municipal y menos autonómico y
central. Esa es la pelea que ahora
está en juego y que seguro perderán los Ayuntamientos. Y nosotros. Porque seguiremos pagando por triplicado (más
en 2013) y perderemos servicios.
Mal negocio.
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