Al final, el recorte
en I+D+i para 2012 no han sido los 600 millones que se temían en diciembre,
sino 2.192 millones, un tijeretazo del 25%, el mayor en la
historia de nuestra ciencia y uno de los mayores recortes del Presupuesto 2012. Lo peor es que ya van
3 años de recortes en investigación,
lo que paraliza proyectos y lleva al paro a miles de investigadores, que se
irán a otros países. Y encima, uno de
cada tres euros del Presupuesto no
se gasta, en parte porque las empresas
también recortan sus inversiones en I+D+i. Y todo ello cuando Europa gasta más en investigación, lo
que agrava nuestra brecha tecnológica.
Es urgente reconsiderar los recortes en
investigación en España. Y conseguir que Bruselas apoye los esperados planes
de crecimiento europeo en programas
de I+D+i.
enrique ortega |
El gasto total de
los Ministerios en I+D+i (civil y militar) será de 6.397 millones en 2012, un 25,52%
menos que en 2011, según el estudio de COSCE,
un recorte superior al del Presupuesto
2012 (-16,9%). Se trata del mayor
recorte en ciencia desde que existen los Planes de I+D+i (1.988) y un tijeretazo que se suma a los recortes
del Gobierno ZP en 2010 y 2011 (-13%).
Con ello, el presupuesto en I+D+i se coloca en términos reales (descontando la
inflación) por debajo del de 2005 y muy
próximo al de 2004. O sea que España
va a gastar en investigación lo que gastaba hace 8 años.
Pero eso no es lo único grave. Lo peor es que no vamos a gastar esos 6.397 millones presupuestados
en I+D+i, sino mucho menos. Porque
más de la mitad del Presupuesto son créditos
(3.761 millones), destinados a empresas y no
se utilizan: en 2011, un 52% de estos créditos no se gastaron y quedó un remanente de 3.016 millones sin gastar
que han vuelto al Tesoro. Y lo mismo pasará este año, lo que enmascara que 2.181 millones en
créditos, un 34% del Presupuesto 2012,
no se van a gastar. Doble recorte.
Esto es más grave en España
porque la financiación pública de la
investigación tiene un mayor peso que en Europa: Bruselas fijó como objetivo
que dos tercios de la I+D+i fueran
financiados con fondos privados en
2010 y en España no llegan al 43,8%, frente al 55% en la UE y el 70% en
Alemania, por ejemplo. Y además de aportar menos, las empresas invierten cada vez menos en I+D+i, por la crisis:
3.568 empresas han dejado de
innovar entre 2008 y 2010 y han recortado su inversión en tecnología (-9%),
sobre todo las pymes (-17%). Y de cada 100 empresas, 34 desaprovechan
las ayudas a la investigación.
En resumen, recortes
drásticos en las subvenciones y préstamos que no se gastan, en el
Presupuesto del Estado, más ajustes en
las autonomías y Universidades, que suponen un 60% del gasto en I+D+i. El
resultado, tras tres años de tijera,
son proyectos que no se pueden
terminar y, sobre todo, contratos de
investigadores que no se pueden renovar y puestos que no se cubren, provocando
una fuga de cerebros, difíciles de
recuperar en el futuro.
Los últimos recortes
agravan la brecha tecnológica con
Europa: en 2011 gastamos en I+D+i el 1,35% del PIB, frente al 2,3% de media
de UE-27
y muy por debajo de los países punteros, como Suecia (3,5%), Alemania (2,9%),
Francia (2,25%). Precisamente, los países
que menos gastan en investigación son
los que peor han aguantado la crisis: Grecia, Portugal, Irlanda, Italia y
España. Y ahora, mientras el Gobierno Rajoy agrava los recortes a la
investigación, otros aumentan su
inversión: Alemania un 5%, Francia +33.000 millones en 2012 y la Comisión Europea dotando 80.000
millones para 2014-2020.
Reducir esta brecha
en I+D+i con Europa obligaría a invertir
10.000 millones extras en investigación, porque al ritmo inversor actual tardaríamos
30 años en igualarnos y salir del pelotón
de cola: estamos en el puesto 18 de
27 en el ranking
europeo de innovación. Miles de investigadores han enviado una carta
al Gobierno pidiendo que la inversión
en I+D+i sea una prioridad a medio plazo, para impulsar un cambio en el modelo de crecimiento español,
basado en el ladrillo y el turismo. La investigación
debería estar blindada y al margen de
los ciclos económicos y de los cambios políticos, con presupuestos estables
y crecientes, como defiende la Ley
de la Ciencia, aprobada en mayo de 2011 por el 99% de los grupos
políticos. Pero la realidad es que la
I+D+i ha sufrido más los recortes, mientras el Gobierno Rajoy apoyaba con subvenciones
al ladrillo (8.000 millones para desgravaciones e IVA reducido), a salvar
las autopistas o a sanear bancos y Cajas, por ejemplo.
Ahora se abre una
puerta para intentar reparar el daño causado con los recortes en I+D+i: los esperados planes
europeos de crecimiento, forzados por Hollande y varios países, para
reanimar unas economías en recesión. Planes que girarán sobre inversiones
en infraestructuras, energía e investigación. España debe procurar no perder
este tren y conseguir una parte del futuro
pastel inversor en I+D+i (al menos un 8%, frente al 4,5% de ayudas
europeas que conseguimos ahora), para lo que necesitamos no desmantelar
centros de investigación, equipos y proyectos, paralizando al menos la aplicación de los recortes.
En paralelo, es urgente
montar la Agencia Estatal de
Investigación y aprobar el Plan
nacional de I+D+i 2012-2015, que marque las prioridades y coordine mejor
los esfuerzos públicos (17 autonomías,
17 políticas de investigación) y privados, ayudando a las empresas a utilizar mejor ayudas y créditos que hoy se pierden. Hay
que pactar un Plan de futuro para la investigación y la innovación, la mejor palanca para salir de la crisis y
crear empleo. No es casual que País
Vasco, Navarra y la Rioja, que invierten en I+D+i como la media europea,
crezcan más y tengan la mitad de paro que el resto
de España. Hay que salvar a la ciencia
de los recortes y ponerla como referencia del futuro. Con hechos, no con palabras.
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