Al volver de vacaciones, los vecinos de Madrid y otros 215 municipios españoles nos hemos encontrado con una carta del Catastro en la que nos anunciaban que nuestro piso valía más, que nos habían subido su valor catastral más de un 70%. Y que en 2012 vamos a pagar más IBI, el principal impuesto municipal. Y también más basuras, transmisiones patrimoniales, renta y quizás, más en patrimonio. El año que viene, serán muchos más los municipios que revisarán el catastro, ya que la mayoría no lo ha hecho en los últimos 10 años. Pero ahora lo necesitan, porque las arcas municipales están vacías.
enrique ortega |
La revisión ha subido el valor catastral de las viviendas por encima del 70% sobre el valor de hace 10 años, debido al boom de precios del periodo 2001-2007, ya que en los últimos tres años los pisos han bajado casi un 20%. En Madrid, la revisión media ha sido del 74% y los propietarios de viviendas pagarán un 5,7% más al año de IBI (impuesto de bienes inmuebles), lo que supone entre 24 y 60 euros más por recibo (y 127 millones de ingresos extras al Ayuntamiento). En el resto de España, la subida será similar, aunque hay Ayuntamientos (como Ciudad Real y Marbella) que prometen compensar la revisión bajando el IBI.
Con esta actualización, el valor catastral se acerca al 40% del valor de mercado. Por Ley, no puede superar el 50% y si algún propietario está disconforme con la nueva valoración, tiene un mes para reclamar ante el Catastro o ante el Tribunal Económico Administrativo, pero sólo un 5% de los propietarios lo hacen. Eso sí, el recurso no le libra de pagar el nuevo recibo del IBI, que le llegará en 2012.
La revisión del catastro no supone sólo pagar más en el IBI. Es la base para otros impuestos locales, autonómicos y estatales. Empezando por la tasa de basuras, que se calcula sobre el valor catastral (0,136% en Madrid) y que también subirá en 2012. Lo mismo el impuesto municipal sobre el incremento del valor de los terrenos, cuya base imponible se calcula como un porcentaje del valor catastral. O el impuesto sobre transmisiones patrimoniales, que paga el vendedor de un piso a las autonomías, que lo calculan a partir del valor catastral. Y en el IRPF, se imputa como ingreso el 2% del valor de la vivienda. Por último, la revisión también puede afectar a la próxima declaración del patrimonio, para rentas medias y altas.
El IBI es el principal impuesto municipal, ya que aporta unos 10.000 millones de euros, el 18% de los ingresos locales. Y su recaudación ha crecido un 22,8% desde 2007, a pesar de la crisis. El impuesto se calcula aplicando un tipo al valor catastral, que va de un 0,4% mínimo a un máximo del 1,1%.Pero luego, muchos Ayuntamientos aplican recargos y contribuciones especiales. Y así, se producen muchas diferencias, siendo la Comunidad Valenciana, Andalucía, Cataluña y Baleares las comunidades con más presión fiscal del IBI (cuota/PIB) y el País Vasco, Galicia y Aragón las que tienen menos. Por ciudades, las capitales con el IBI más alto son Valencia (0,97%, unos 86 euros por recibo), Sevilla (0,75%, 102 euros por hogar) y Barcelona (0,75%, 91 €), aunque el ranking lo encabezan Huelva (1.06%) y Cádiz (1,01%). En la cola están San Sebastián (0.18%), Vitoria (0,22%) y Pamplona (0,35%), mientras Madrid (0,58%) se mantiene en la media.
El valor catastral se revisa teóricamente cada 10 años, pero la mayoría de municipios no lo han hecho: de los 7.589 municipios españoles, un 58 % (4.387) no han revisado los valores en los últimos 10 años, según el Catastro. En Cataluña, por ejemplo, el 73% de los municipios no han revisado el catastro en los últimos 10 años. Y lo mismo el 60% de los municipios de la Comunidad Valenciana, incluidos Valencia (1998), Alicante y Castellón (1996). La razón es que no les hacía falta: el boom inmobiliario llenaba las arcas municipales (54% ingresos venían del ladrillo) sin tener que revisar el catastro. Pero ahora, con la crisis, la situación cambia y se espera un aluvión de revisiones. En 2010 y 2011 no ha habido muchas, por las elecciones municipales, que daban mala imagen a la revisión (de hecho, Oviedo y Tarrasa, que estaban en la lista de revisiones de este año, pidieron al Catastro que se pospusiera). Pero todo apunta a que se multiplicarán las revisiones catastrales en 2012, con subidas para 2013.
Con los Ayuntamientos en bancarrota, revisar el catastro y subir el IBI va a ser un hecho en los próximos años. Como el parque de viviendas apenas crece (las viviendas iniciadas han caído un 90% en los últimos tres años), la única solución es cobrar más impuestos a los 21 millones de propietarios de inmuebles urbanos (33,4 millones) y rústicos (40,6 millones). Un pastel que vale 1,45 billones de euros y sobre el que van a seguir picando los Ayuntamientos, aunque nuestras casas valgan menos cada año. Pero lo más fácil es sacar impuestos de las casas, algo sencillo de cobrar y controlar. Algún día habrá que empezar a cambiar el esquema de impuestos municipales y pagar por lo que se usa, no por lo que se tiene.
No hay comentarios:
Publicar un comentario