Por todos lados nos bombardean para que cambiemos de seguro del coche: dos por uno, descuentos del 50%, le devolvemos su dinero si lo encuentra más barato… Las aseguradoras están lanzadas a una guerra de precios, con enormes gastos en publicidad, para intentar crecer en un mercado estancado, donde hay 3 millones menos de coches asegurados que hace cinco años. De momento, las compañías aguantan el envite porque hay menos siniestros y reducen costes vendiendo seguros por Internet. Pero todo apunta a que se ha tocado suelo en esta guerra de precios y en 2012 podrían subir los seguros de coches. Con todo, ojo a mirar sólo el precio del seguro: no todos venden lo mismo y, muchas veces, lo barato es caro.
enrique ortega |
Con menos mercado y una dura competencia, las aseguradoras llevan ya seis años de bajadas de precios: la prima media ha bajado un 13% desde 2004, pasando de 459 a 403 euros en 2010. Eso ha sido posible por la bajada de los siniestros (menos accidentes y menos pagos por daños) y por el recorte de costes que supone vender más seguros por teléfono y por Internet. De hecho, la venta directa de seguros supone ya el 18% de las primas, con lo que España es ya el cuarto país en venta directa de pólizas, tras Reino Unido, Holanda y Alemania.
Precisamente, Internet ha servido para azuzar la competencia en la venta de seguros, gracias a los comparadores de precios, que ya utilizan un 70% de clientes. La publicidad de seguros de coches ha crecido este año un 93% (un 117% en Internet) y todas las compañías se han lanzado a vender seguros por la red, con ofertas escaparate y descuentos del 30 al 50%. Y con ello, los conductores se dedican a comparar precios y cambiar de compañía, una media del 20% de clientes (7 de cada 10, de compañías tradicionales).
Pero ojo, no todos los seguros de coches están bajando. Los mayores descuentos se dan en el seguro a todo riesgo con franquicia (para coches nuevos) y en el seguro a terceros ampliado (para coches viejos), pero sube el seguro a terceros básico (donde más pagan las compañías) y el todo riesgo sin franquicia, junto a lunas o asistencia. Además, lo importante es saber que no todas las ofertas son iguales: las coberturas son diferentes y una asistencia en viaje puede no valer para problemas en la ciudad o para coches de más de 10 años, por ejemplo. Hay que mirar bien lo que se contrata, la letra pequeña, no sólo la tarifa escaparate, el precio, la razón por la que un 60% de conductores se cambia de seguro.
Los expertos recomiendan contratar tres coberturas, además de la responsabilidad civil (obligatoria): asistencia en viaje (barata y muy útil), seguro del conductor (cuesta menos asegurar al conductor que al coche y la indemnización es elevada en caso de accidente) y la defensa jurídica (barata y muy importante). No aconsejan lunas (muy caro), defensa de multas o retirada del carnet (sólo para profesionales) ni el seguro a todo riesgo (salvo para coches nuevos y financiados), porque es muy caro y no cubre de verdad todos los riesgos. Y advierten del terceros ampliado (el que más ha crecido con la crisis) y lo que incluye de verdad.
La guerra de precios en los seguros de coches podría estar tocando suelo (como en los móviles) por el estrechamiento de márgenes: este año ya, la rentabilidad técnica es negativa (por cada 100 euros que ingresa en primas pierde 1,5), por el aumento de siniestros, los mayores costes y los menores ingresos, por la guerra de precios y el contagio a los propios asegurados, que piden rebajas para no irse. Por eso, hay expertos que apuestan por subidas del seguro de coches en 2012. Y más en 2013, debido a una serie de factores nuevos que subirán costes: reforma del baremo de indemnizaciones (un herido o un muerto cuesta a las aseguradoras hasta diez veces menos que en el resto de Europa), subida de los seguros a las mujeres en enero de 2013 y bajada a los hombres (ahora, ellas pagan menos y la UE lo considera “discriminación”) y mayores exigencias de solvencia (7.000 millones más de capital) por la Directiva europea Solvencia II (2014).
Con todo, la duda es quien empieza a subirlos y se arriesga a perder cuota. Por eso, lo que puede pasar es que siga la pelea de precios y las compañías lo compensen “por detrás”, con menos coberturas, peor servicio, reducción de bonificaciones y nuevas exigencias (como contratar un seguro de hogar para conseguir un seguro de coche barato). Y mientras, ganan los asegurados nuevos (en precio) y pagan los antiguos, al recibir un peor servicio. En esta guerra, habrá fusiones y cierres de aseguradoras y sobrevivirán las más solventes y las que puedan reducir costes, con innovación y tecnología. Nosotros, como usuarios, tenemos que fijarnos en las coberturas, en el servicio, no sólo en el precio. Nadie da duros a peseta.
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