Enrique Ortega |
Este año 2023 ha empezado con un aluvión de turistas extranjeros, que suponen la mitad del negocio del turismo, y con un mayor repunte del turismo nacional. Entre enero y febrero, 6,2 millones de españoles han pernoctado en hoteles y establecimientos turísticos, un 14% más que en los dos primeros meses de 2022, según el INE. Y han visitado España 8.468.497 turistas extranjeros, un 49,1% más que en los dos primeros meses de 2022 y casi tantos como antes de la pandemia (8.577.065 turistas entre enero y febrero de 2019), según Frontur. Se ha recuperado la llegada de turistas británicos (1,52 millones, +61,9% que al inicio de 2022), franceses (1,12 millones, +30,2%), alemanes (988.142 visitantes, +47,2%) e italianos (520.423 turistas, +60,8%), pero sobre todo han llegado muchos más turistas de EEUU (273.174,+97, 9%), del resto de América (+73,1%) y del resto del mundo (+114%). Y los destinos que han atraído más turistas en enero y febrero han sido Madrid (+85%), Cataluña (+58,9%), Andalucía (+58,1%), Comunidad Valenciana y Canarias (+42,9%).
Lo importante no es sólo que se recupera el turismo, nacional y extranjero, sino que los turistas gastan ahora más, básicamente por la subida de la inflación. Sólo entre enero y febrero de 2023, los turistas extranjeros se han gastado en España 10.544 millones de euros, un 54,7% más que al inicio de 2022 y un 12,9% más que antes de la pandemia (el gasto fue de 9.357 millones entre enero y febrero de 2019), según Egatur. El mayor aumento del gasto lo han hecho los italianos (+54,9%), los británicos (+36,9%), los nórdicos (+48,3%) y los alemanes (+36,9%), siendo menor el aumento del gasto de los franceses (+22%) y mucho mayor el de los turistas que vienen de fuera de Europa (+68,6% de gasto). La duración media de su viaje es ahora de 7,6 días (1,1 días menos que hace un año), pero a cambio se gastan más cada día, una media de 163 euros (+19,2% que al inicio de 2022).
Con estos buenos datos turísticos de enero y febrero, la Semana Santa se presenta con muchas posibilidades de superar los turistas e ingresos de 2019, antes de la pandemia. A finales de marzo, las reservas hoteleras en España rondaban el 80%, lo que supera en un 10% las reservas de Semana Santa de 2022 y en un 12% las de 2019. Y todo apunta a que las buenas perspectivas meteorológicas habrán aumentado las reservas de última hora, a principios de abril, rozando el 90% de ocupación en muchos lugares y poniendo el cartel de “completo” en Madrid, Barcelona, Sevilla, Málaga, algunas zonas de costas e islas, además de muchas ciudades de interior. Y también han crecido los viajes al extranjero esta Semana Santa, sobre todo al Mediterráneo, el Caribe y Estados Unidos.
A pesar de la crisis motivada por la inflación y la guerra en Ucrania, la gente tiene fiebre por salir y viajar, “perderse” por unos días al precio que sea. Por un lado, el clima acompaña y el precio de los carburantes es mucho más bajo que hace un año: la semana pasada, la gasolina costaba un 10% menos que hace un año (1,627 frente a 1,811 euros/litro) y el gasóleo un 16,3% menos (1,545 frente a 1,847), lo que supone que llenar un depósito cuesta ahora entre 10 y 16,50 euros menos que en la Semana Santa de 2022. Por otro lado, hay más gente trabajando y eso permite más movimiento y más gasto: a finales de marzo de 2023 había 20,38 millones afiliados a la Seguridad Social, 550.000 ocupados más que en marzo de 2022 (19,83 millones de afiliados). Y aunque su sueldo apenas ha subido (+2,89% hasta febrero), están dispuestos a gastar lo que haga falta en disfrutar unas días por Semana Santa, sabiendo que van a pagar más, porque los precios turísticos están disparados.
Los precios hoteleros llevan creciendo de forma continuada desde hace 21 meses, por encima del +10%, con un pico en la Semana Santa de 2022 (+29,5%). El último dato publicado por el INE, de febrero 2023, señalaba una subida anual de los hoteles del +18,2%, el triple de lo que subía el IPC general (+6%). Y la subida anual de los restaurantes era del +7%. En conjunto, el grupo “hoteles y restaurantes” sube un +7,9% anual, superándose esa subida en Canarias (+9,5%), Andalucía (+9,3%), la Rioja (9%), Comunidad Valenciana (+8,7%), Madrid y Galicia (+8%), las regiones con más subidas. Los vuelos internacionales suben un +10,8% anual, los nacionales un +0,7% (por la competencia del tren), los paquetes turísticos nacionales un +3,2% (se usan menos) y los internacionales un +8,4%), según el INE.
Eso era en febrero, pero todo apunta a que los precios han seguido subiendo en marzo y sobre todo en abril, donde los propios hosteleros hablan de una subida media de los hoteles del +12,2% (y más del 15% en Madrid, Cataluña, País Vasco y Canarias) y del +7,5% en los restaurantes. Pero los portales de reserva hablan de subidas de los hoteles y apartamentos del +22% para esta Semana Santa, según eBooking.com. Y si se comparan los precios hoteleros de ahora con los de la Semana Santa de 2022, la subida puede llegar al +40% en las ciudades y zonas de costa más con más turismo. Y muchos bares y restaurantes (repletos) han subido su carta más de un 20% en el último año. Lo mismo puede decirse de las empresas de alquiler de coches y los lugares de ocio y entretenimiento que giran alrededor de las zonas más turísticas.
Tras esta Semana Santa récord, el sector turístico espera un buen mes de mayo, con dos puentes (1 de Mayo y el 15 fiesta en Madrid) y otro buen mes de junio, para afrontar un verano que también se espera excepcional, después de que las compañías aéreas hayan ampliado sus vuelos a España, los aeropuertos se vayan descongestionando (por el aumento de personal en los controles) y haya aumentado la oferta ferroviaria, con la competencia de trenes de alta velocidad gestionados por franceses (Ouigo) e italianos (Iryo). El sector turístico apuesta por otro verano récord, apoyado por una serie de factores a favor, según la patronal Exceltur: vuelta del turismo asiático (sobre todo de China), recuperación del turismo británico y europeo y aumento del turismo de calidad del norte de Europa y USA, apoyado por una esperada depreciación del euro (que, aunque se ha apreciado en los últimos 6 meses, cotiza un 5% más bajo que la media de los últimos 5 años frente al dólar).
Pero también hay nubarrones en el horizonte turístico, según advierte Exceltur: la incertidumbre geopolítica y la guerra de Ucrania, los elevados costes y precios, el encarecimiento del petróleo (recortan producción desde mayo la OPEP, Rusia y otros paises) , el riesgo de que la subida de tipos provoque una recesión en Europa, el menor dinamismo de los viajes de negocio por el auge del teletrabajo y, sobre todo, el efecto negativo de la subida de los precios turísticos. La patronal Exceltur advierte de la creciente competencia para España de otros paises mediterráneos, en especial Turquía y Egipto, que son ahora mucho más atractivos para el turismo tras la devaluación de sus monedas (la lira turca, por ejemplo, se ha devaluado un -70% frente a la libra y el euro, lo que “tira” sus precios). Y en España, otro riesgo que señalan es el exceso de apartamentos turísticos, que provoca una concentración de turismo masivo (que retrae) en algunas zonas (Baleares, Cataluña, costas).
Con este panorama, el sector turístico espera que 2023 sea el año de la recuperación definitiva del turismo, ya iniciada en 2022. Y que la actividad turística genere una facturación de 168.453 millones de euros, un PIB turístico mayor que el de 2019 (+7,1%). Y que las empresas turísticas, a pesar del aumento de costes, aumentarán su beneficio en 8.964 millones de euros (+5,6%), aumentando también el empleo. Y que la recuperación turística de 2023 se va a notar sobre todo en Madrid y Barcelona, en las islas y en algunas zonas de interior (como Navarra, Extremadura, Galicia, Castilla y León y Aragón), creciendo menos la España verde, Andalucía y la Comunidad Valenciana.
Otro año más, habría que aprovechar esta recuperación del turismo (extranjero y nacional) para reconvertir a fondo el sector, la primera industria del país, con medidas que llevan años pidiéndose y que se pueden acelerar con los Fondos europeos: una mayor digitalización de la oferta, una reestructuración y modernización de los destinos de sol y playa, una mayor formación de los trabajadores y una mejora en la calidad del servicio, una decidida diversificación por fechas, paises, ofertas y destinos (para no depender tanto del verano y el turismo masivo de sol y playa) y, sobre todo, defender a toda costa un turismo sostenible, que no destroce el medio ambiente y la convivencia en las zonas más saturadas. Urge avanzar en grandes acuerdos entre los próximos Gobiernos autonómicos y locales (tras el 28-M) y el futuro Gobierno central, para apostar por un turismo sostenible y de calidad, que siga siendo clave para el crecimiento del país. Hay que cuidar más “la gallina de los huevos de oro”.
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