lunes, 29 de noviembre de 2021

COVID: más vacunas o restricciones en Navidad

Estamos de lleno en la 6ª ola de la pandemia, tras multiplicarse por más de 4 los contagios el último mes y medio, aunque somos el 2º país de Europa con menos incidencia, gracias a que están vacunados el 79,2% de españoles. Pero ahora, la vacunación va lenta y todavía hay 3,8 millones de personas sin las 2 dosis: 145.555 con más de 60 años (tienen 25 veces más riesgo de muerte que los vacunados) y sobre todo, entre 30 y 49 años (2.401.938), más en peligro porque les pueden contagiar sus hijos. Urge un Plan para “repescar” a los no vacunados, acelerar la 3ª dosis a los mayores de 60 años (sólo la tienen 4,5 de 12,2 millones) y vacunar ya a los niños de 5 a 12 años (3 millones), una garantía para sus padres y abuelos. Vacunar, vacunar y vacunar. Mascarillas y distancia social.  Sólo eso puede ayudarnos a “salvar la Navidad” .Y más con la nueva variante "ómicron". Si no, volverán las restricciones y se frenará la recuperación.

Enrique Ortega

La pandemia sigue en el mundo a velocidad de crucero, aunque los contagios llevan 4 semanas creciendo algo menos, 3,93 millones la última semana. Son ya 261,50 millones de personas contagiadas por COVID 19 en 193 paises, el 3,33% de la población mundial, según los datos de la Universidad John Hopkins. El continente más afectado sigue siendo América, con 96,52 millones de contagios, pero se le acerca Europa (85,40 millones) y les siguen de lejos el Sudeste asiático (44,49 millones), el Mediterráneo oriental (16,71), Pacífico (10,04) y África (6,25 millones de contagiados), según la OMS. Por paises, sigue liderando el ranking Estados Unidos (48,22 millones de contagiados, el 14,6% de su población), India (34,58) y Brasil (22,08), seguidos a distancia por Reino Unido (10,20 millones de contagios, el 15% de su población), Rusia (9,4 millones), Turquía (8,74), Francia (7,72), Irán (6,10), Alemania (5,80) Argentina (5,32), España (5,13 millones, el 10,8% de la población), Colombia (5,06), Italia (5) y México (3,88 millones de contagiados).

Los muertos por la pandemia son también elevados, pero también llevan 6 semanas bajando ligeramente, con 48.367 fallecidos en el mundo la última semana. Hoy se alcanzan los 5.199.920 muertos por COVID 19 (3,25 millones fallecidos este año 2021, el 63% del total), según la Universidad John Hopkins. Casi la mitad de los muertos se han producido en América (2.344.023), seguida a distancia por Europa (1.532.738 muertos) y Sudeste asiático (705.060), junto al Mediterráneo oriental (308.422), África (152.631) y el Pacífico (140.116 muertes), según la OMS. Por paises, destaca la alta mortalidad en EEUU (776.639), Brasil (614.278) e India (468.790), seguidos por México (293.897 muertos), Rusia (267.527), Perú (201.108), Reino Unido (145.218), Italia (133.647), Irán (129.629), Colombia (128.437), Francia (119.875), Argentina (116.529), Alemania (100.960), Ucrania (90.345) y España (87.955 muertos).

En Europa, los contagios se han disparado en noviembre, rondando una incidencia de 500 contagios por 100.000 habitantes, según el Centro Europeo de Prevención de Enfermedades (ECDC), que vaticina una subida en las próximas dos semanas, sobre todo en la Europa del norte y del este, menores en España, el 2º país con menos incidencia del COVID, con 171,68 contagios/100.000 habitantes (tras Suecia: 138). Estamos muy lejos de la incidencia del Reino Unido (862), Alemania (852), Francia (388), Portugal (300) e Italia (220) y sobre todo, del nivel de contagios de Austria (2.089 por 100.000 habitantes), Chequia (1.950), Bélgica (1.706) o Paises Bajos (1.592), según los últimos datos de Sanidad.

Pero en España, los contagios se han disparado desde el suelo de la 5ª ola (40,52 contagios el 14 de octubre) y podemos hablar de una 6ª ola de la pandemia, con los contagios creciendo cada día con más fuerza (se han cuadruplicado en mes y medio). Y otra vez, la incidencia es muy desigual por autonomías. Sanidad ha cambiado el semáforo de colores que indica el peligro según el nivel de contagios, debido a la alta vacunación, con lo que ahora hay que tener el doble de contagios para cada nivel de riesgo. Tenemos 2 autonomías en riesgo “alto” (incidencia de 300 a 500): Navarra (499,25) y el País Vasco (387,66). Otras 14 regiones están en riesgo “medio” (incidencia de 100 a 300), donde está la media de España (171,68): Aragón (292), Cataluña (223), Baleares (217), Castilla y León (204), Murcia (184), La Rioja (184), Comunidad Valenciana (176), Canarias (157), Galicia (148), Melilla (134), Cantabria (130), Madrid (126), Asturias (124) y Castilla la Mancha (100,53). Y sólo están en riesgo “bajo” (incidencia de 50 a 100) las 3 regiones restantes: Andalucía (89), Ceuta (83) y Extremadura (72).

Ahora se hacen más pruebas (test y PCR) que antes (770.000 la última semana frente a unas 500.000 a principios de octubre), lo que permite detectar más contagiados, con un porcentaje de 6,08% contagiados en las pruebas, el doble que a principios de noviembre (2,79%).Es importante analizar en qué edades se concentran los contagios, según Sanidad: las mayores tasas se dan entre los niños menores de 11 años (274 contagios por 100.000 frente a 171,68 de media), todavía sin vacunar, y entre sus padres, los que tienen de 40 a 45 años (204 contagios) y los de 30 a 39 años (174 contagios), siendo también mayor que la media los contagios entre 60 y 69 años (¿sus abuelos?), 173 por 100.000, aunque son más bajos entre 70 y 79 años (145) y los mayores de 80 años (103). Pero curiosamente, el nivel más bajo de contagios se da entre los adolescentes (89,90 contagios), gracias a su alta vacunación (84,2% con las 2 dosis, el porcentaje más alto entre los menores de 40 años).

El aumento de contagios ha supuesto también un aumento de las hospitalizaciones: había 3.385 enfermos de COVID en hospitales (frente a 1.730 a finales de octubre), un 2,73% de las camas hospitalarias, aunque el porcentaje es más alto en País Vasco (3,07%), según Sanidad. También aumentan los enfermos en UCIs: 597 el viernes, cuando sólo había 435 a finales de octubre. Ocupan el 6,50% de las camas UCI, aunque el porcentaje es más preocupante en Cataluña (7,80%), Madrid (7,71%), La Rioja (7,55%) y Comunidad Valenciana (6,99%). De los que acaban en las UCIs, la gran mayoría son pacientes sin vacunar (10 de 11 en la Comunidad Valenciana, todos en Murcia y Navarra) y en algunos casos, mayores de 60 años sin la 3ª dosis y con patologías previas.

La mortalidad sube algo respecto a las últimas semanas, aunque es menor que en septiembre y octubre: han muerto por COVID en España 145 personas la última semana (viernes 19-viernes 26 noviembre), según Sanidad, algo más que en la semana anterior (137 muertes) y la 2ª de noviembre (136 muertos), aunque menos que en la 1ª semana de este mes (169 muertes) y que en la última semana de octubre (158 muertes). Como  indica Sanidad, las personas no vacunadas de entre 60 y 80 años (todavía 145.838) tienen 25 veces más riesgo de muerte por COVID que las que tienen la pauta completa. En las residencias, donde todavía hay personal y visitas no inmunizadas, los contagios se han disparado: 249 contagios por COVID hace dos semanas, frente a 88 y 59 en las dos primeras semanas de noviembre, aunque hubo sólo 6 muertes, según los datos del IMSERSO.

Ahora, de cara al final de año, preocupa el mayor contacto entre las personas, primero este puente de diciembre y luego la Navidad, dos factores que podrían disparar los contagios y  superar los 400 contagios por 100.000 habitantes a finales de año, porque crecen exponencialmente (se duplican en semanas), como se está viendo ya en Europa. Tampoco ayuda el invierno (el frío dificulta la ventilación de locales, colegios y trabajos) y la esperada epidemia de gripe, que podría ser más virulenta al no haberse desarrollado apenas el invierno pasado. Y luego están las mutaciones del virus, la última descubierta en Sudáfrica (la variante “ómicron”, muy contagiosa y más peligrosa) y detectada ya en Bélgica, Paises Bajos, Alemania, Italia, Portugal, Dinamarca y Reino Unido, provocando que Europa cierre todos los vuelos con 7 paises del sur de África.

El riesgo de un mayor repunte del COVID 19 es muy evidente y deberían tomarse mayores restricciones (como están haciendo Austria, Alemania, Francia y casi todos los demás paises europeos),  además de reiterar la necesidad de higiene de manos, distancia y mascarilla, que debería ser obligatoria en exteriores. Una vez más, Sanidad y las autonomías han sido incapaces de acordar restricciones comunes y cada región va a su aire, tomando medidas unilaterales con permiso o no de sus jueces. En el País Vasco, el Tribunal autonómico (ideológicamente muy señalado) ha vuelto a negarles una restricción: exigir el pasaporte COVID en la hostelería y locales de ocio. Pero los Tribunales sí lo han autorizado en Navarra, Cataluña, Baleares, Galicia y Murcia, estando a la espera Aragón, Canarias y la Comunidad Valenciana. Y las demás autonomías, con Madrid a la cabeza, no creen que haya que exigir el pasaporte COVID (defienden “la libertad”… de los no vacunados a contagiarnos) ni restringir más horarios ni aforos en hostelería y ocio.

Las restricciones podrían ayudarnos a “salvar la Navidad”, pero lo más efectivo es acelerar la vacunación, que se ha ralentizado en los últimos dos meses. Buceando en los datos de Sanidad (25 noviembre), se ve que había 4.853.904 adultos sin vacunar el 23 de septiembre y el viernes seguía habiendo 3.850.369 adultos sin vacunar: sólo 1 millón menos sin vacunar en 2 meses. Es urgente aprobar un “Plan de repesca”, para facilitar la vacunación completa de esos 3,8 millones de españoles adultos. Sobre todo de tres grupos: los mayores de 60 años (los más vulnerables) que no han completado las 2 dosis (145.555 el viernes), los que tienen entre 40 y 49 años (982.048 todavía sin inmunizar) y los que tienen entre 30 y 39 años (1.419.890 sin las dos dosis todavía), dos grupos de edad que tienen también un alto riesgo, porque pueden tener hijos menores de 11 años, el colectivo donde más está atacando el virus. Además, hay que acelerar la 3ª dosis en los mayores de 60 años, que también va retrasada: la han recibido 4,5 millones de un total de 12,2 millones. Y urge empezar a vacunar a los menores de 11 años (3 millones), ahora que se ha autorizado la vacuna de Pfizer. Sería una garantía para salvar el curso y preservar el contagio de padres y abuelos.

Pero todo este reto de mayores vacunaciones  no es posible si no se refuerza la sanidad pública, en especial los Centros de salud, que están colapsados: no pueden atender a los enfermos no COVID y no dan abasto para vacunar. El problema se va a agravar con las fiestas de Navidad (habrá menos personal) y, sobre todo, a partir del 31 de diciembre, porque la mayoría de las autonomías van a despedir al personal sanitario que contrataron extra en 2020, por la emergencia del COVID: casi 28.000 sanitarios que se incorporaron como refuerzo por la pandemia, un 40% de los contratados, serán despedidos antes de final de año, según el sondeo que ha hecho la Cadena Ser. Sólo se mantendrán las plantillas en Cataluña, la Rioja y Castilla y León. Y eso a pesar de que las autonomías dispondrán de más recursos que nunca en 2022: 112.213 millones (+6,3%) de adelantos a cuenta, destinados básicamente a financiar la sanidad, la educación y las prestaciones sociales.

Y por supuesto, a medio plazo, el gran reto del mundo es vacunar a los paises más pobres, porque aunque Europa o EEUU tengan al 70% de su población vacunada, en  los paises pobres sólo esta vacunada el 3% de su población , en África el 7% , en la India el 30%, en Indonesia un 34% y en Rusia un 38% (ver mapa) . Y así, el riesgo del COVID 19 se fortalecerá en los paises en desarrollo y  acabará llegando a Occidente, poniendo a prueba sus vacunas y su salud, como ha pasado con la variable Delta de la India o la ómicron de Sudáfrica. O ayudamos a vacunar a todo el mundo (iniciativa COVAX) o no acabaremos de salvarnos de esta pandemia, como insiste la OMS.

En definitiva, urge hacer frente con todos los medios a esta 6ª ola, que podría dispararse en Navidad, como ya vimos el año pasado. Eso supondría más enfermos y más muertos, pero también pondría en peligro la recuperación de la economía, que está siendo más débil de lo previsto en España, por la tremenda subida de los precios y el atasco en el comercio mundial, que afecta a muchas empresas. Y ahora, si Europa se hunde en una grave ola de COVID (que podría causar 500.000 muertos de aquí a marzo, según la OMS), la recuperación europea también pinchará y eso nos afectará mucho. Así que hay que vacunar más (en España y en todo el mundo) y restringir contactos lo que haga falta. Por salud y economía. 

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