Vuelve la publicidad de los Planes de pensiones privados, como siempre en diciembre. Pero esta
vez, bancos
y aseguradoras casi no tienen que hacer
campaña: se la hace el Gobierno. Por un lado, con la nueva reforma de las pensiones, que se
aprueba este mes: va a recortar las
pensiones iniciales de los que se jubilen a partir de 2019 (entre -5,8
y -23,2%), además de revisarlas poco o nada. Por otro, rebaja las comisiones de los Planes de pensiones para que sean
más atractivos. Y la OCDE echa otra mano: acaba de decir que las pensiones futuras serán peores y
que hay que hacerse un Plan privado. Así que el miedo está servido y
empujará a hacerse más Planes, aunque
este año tienen menos aportaciones por la crisis. El problema es que hay que dedicarles entre 300 y 500 euros al
mes y muchas familias no saben de dónde sacarlos. Pero no va a quedar más remedio, aunque no nos guste.
enrique ortega |
Los Planes de pensiones privados baten este año todos sus
récords de dinero invertido. Hasta septiembre, había 8 millones de españoles con un Plan
de pensiones (4,6 millones con Plan individual y el resto con Planes de
empresa o de funcionarios,
700.000) y tenían un patrimonio de 89.632,2 millones de euros, una cifra
histórica, gracias al tirón de la Bolsa,
ya que las aportaciones han bajado este año (3.909 en los últimos 12 meses hasta
septiembre, frente a 4.485 millones el
año anterior), porque hay más parados y
menos ingresos como para hacerse Planes. La otra factura de la crisis
es que aumentan un 78% los que rescatan
su Plan antes de jubilarse,
porque están
en paro prolongado (enfermedad grave o desahucio): en 2013 serán unas 180.000 personas (500 al día), que
recuperarán 500 millones (2.780 euros por parado o enfermo), según datos de INVERCO.
Bancos y aseguradoras
esperan relanzar sus flojas ventas de Planes de pensiones este mes, con unas campañas agresivas (regalos) y
sobre todo, aprovechando el miedo que se
ha inoculado a los españoles sobre sus pensiones futuras. Ha sido muy
“oportuno” el reciente informe de la OCDE sobre
pensiones, con tres ideas: las futuras pensiones
serán más bajas que las actuales, los que tienen salarios medios lo sufrirán
más y hay que hacerse Planes de pensiones privados. Clarito. Pero la mejor campaña la hace este mes el Gobierno
Rajoy. Por un lado, aprobando la segunda
reforma de pensiones, con dos
medidas: recorte de
la pensión inicial (entre el 5,8%
y el 23,2%) a los que se jubilen a partir de 2019. Y por otro, revalorizando las pensiones poco
(0,25%-0,50%) o nada desde enero. Con esto y la reforma
de Zapatero (en vigor desde enero 2013), las pensiones futuras se recortarán entre un 20 y un 40% sobre las actuales, más cuanto
más tarde nos jubilemos. Por otro, el
Gobierno rebajará este mes las comisiones que cobran los
Planes, para hacerlos más atractivos,
aunque la medida tiene truco: baja
la comisión máxima de gestión del
2% al 1,4%, aunque pocas gestoras cobraban el máximo (la media es el 1,39%,
según Seguros). La otra comisión, la de depósito, que sí se cobra íntegra, baja
del 0,5 al 0,25%. Serán, pues, más
baratos.
Con estas “ayudas”
se busca que España se ponga al día en
Planes de pensiones privados, porque
estamos rezagados frente a Europa: los
tienen el 26% de las personas en
edad de trabajar, frente al 40% en
la UE. Y eso, por dos razones. Una,
que en España hay pocos Planes de empresa:
sólo los tienen el 18% de los trabajadores, mientras en otros países van del 25
al 50% (Gran Bretaña). Y la otra, más importante, porque los españoles siempre han confiado en su pensión pública y han ahorrado para comprar
una casa (83% españoles son propietarios frente al 60% en la UE y
el 44% en Alemania) o para invertir
en depósitos (49% del ahorro hoy), Bolsa (20%), seguros (9%), Fondos (6,8%)
y sólo un 5,2% en Planes.
El problema ahora es que coincide la crisis de las pensiones públicas
con los menores
ingresos de las familias, por el paro y la crisis. Y así, el 65% de los españoles cree necesario
complementar la pensión pública, pero la
mayoría no lo hace por falta de recursos,
según una encuesta
reciente. Y los que tienen un Plan de pensiones, invierten muy poco: el 54% aportan 1.000 euros o menos al año (mileuristas también en Planes) y otro 27% entre 1.000 y 5.000 euros al año. Y
la mayoría invierte en Planes para pagar
menos a Hacienda, por
la desgravación, que beneficia sobre todo a los más ricos,
como ha denunciado incluso la Comisión
Europea en junio: a igual
aportación, los sueldos altos desgravan mucho más.
Y mientras en los sueldos de menos de 21.000 euros, sólo el 18% se desgravan
por Planes, entre los contribuyentes que ganan más de 60.000 euros, se
desgravan el 60%.
Con todo, parece claro que las pensiones públicas futuras se van a recortar: si hoy suponen el 81% del sueldo medio, puede
temerse que se queden entre el 60 y el
70% dentro de 20 ó 30 años. Así que si
no queremos vivir peor después de jubilarnos, parece realista buscar cómo
conseguir ese 30 o 40% de pensión
complementaria (si este Gobierno y la oposición han tirado la toalla
de conseguir más recursos públicos y más cotizaciones para las
pensiones públicas). Y tendremos que pensar
en hacernos
un Plan de pensiones.
¿Cuándo? Cuanto antes: lo mejor es a los 40 años (y mejor a los 35).
El tiempo es clave, porque cuanto más tarde se hace más hay que pagar para
conseguir algo que compense. ¿Cuánto hay
que pagar? Para conseguir, por ejemplo, 250.000 euros al jubilarse (1.000€
extras al mes durante 20 años), habría que pagar 4.251 euros año (354 € mes) si se empieza con 35 años, 8.073 €
con 45 años y 13.000 € al año
(1.083 € mes) si se contrata con 50 años.
¿Qué Planes? Depende de la edad. Lo ideal
es empezar con Planes de renta variable,
de más riesgo (invierten en Bolsa, donde es más difícil perder a 20 años
vista), seguir con Planes de renta fija
(invierten más seguro, en depósitos, Letras o deuda pública) o Planes mixtos (variable y fija) y acabar
con Planes garantizados o Planes de previsión asegurados (PPA), que aseguran una pequeña
rentabilidad (revisable o no) a un plazo (5, 10,20 años) que coincida con
nuestra jubilación. Lo mejor es repartir
la inversión entre distintos Planes y hacer
un seguimiento: si no van bien, nos podemos cambiar a otro sin perder la desgravación
y sin coste (incluso nos darán algo si cambiamos de entidad). Dos
consejos. Uno, no se fijen en los
regalos para elegir Plan, sino en lo que invierten (su rentabilidad
es pasada y no asegura que se mantenga en el futuro). Y dos, no compre su Plan a un banco, caja o aseguradora que sólo venda los
suyos: busque quien ofrezca Planes de muchas gestoras y elija.
El Gobierno Rajoy ha prometido a bancos y aseguradoras que 2014
va a ser el año de los Planes de pensiones, gracias a un paquete de
medidas que quiere aprobar, al hilo
de la reforma fiscal. Primera, mejorar su liquidez, ampliando las
circunstancias para poder rescatarlos. Segunda, obligar a las empresas (pymes
incluidas) a informar a sus
trabajadores de la inversión en Planes. Tercera, mejorar el trato fiscal a los
Planes, para que cuando uno se jubila o lo rescata no pague tanto a Hacienda:
podría volver la reducción del 40% que Zapatero quitó en 2006. Y, sobre todo,
podría decidirse en 2014 el envío de una carta de la Seguridad Social a los mayores de 50
años informándoles de la pensión que les va a quedar cuando se jubilen.
Será la mejor campaña puerta a puerta
para los Planes de pensiones.
El problema sigue
siendo el mismo: que las familias no tienen dinero para hacerlos,
que a 1 de cada 3 españoles no le queda un euro tras pagar los recibos obligatorios. Y así, resulta muy difícil guardar de 300 a 500 euros mensuales
para un Plan de pensiones. Por eso, para la mayoría de las familias, no es
una opción y la alternativa debería ser recaudar más impuestos a los que más ganan y
más cotizaciones a los que trabajan para no
recortar las pensiones públicas. Pero nuestros políticos no parecen estar por esa vía. Por eso, el que
pueda, tiene que mentalizarse de ahorrar como sea cada año para complementar su pensión. Aunque
no nos guste.
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