Teletrabajo, el último "gancho" laboral
Dicen que los lunes ya no hay tantos atascos de
tráfico en Madrid, Barcelona y otras grandes ciudades porque ahora bastante
gente teletrabaja viernes y lunes. Quizás mucha gente que sigue yendo a trabajar
todos los días no lo vea, pero el teletrabajo sigue creciendo,
aunque lentamente y con menor peso que en la mayoría de Europa,
porque muchas empresas evitan pagar parte de los costes o temen que sus
trabajadores “se escaqueen”. Pero también hay empresas, las más dinámicas,
que han comprobado que muchos trabajadores (sobre todo los jóvenes) ven el
teletrabajo como un incentivo y lo
ofrecen para captar talento o evitar fugas. Eso sí, los empleados
públicos apenas teletrabajan y la mayoría de sectores con más empleo
tampoco, porque no pueden (turismo, hostelería, comercio, construcción,
transporte …).Cara al futuro, es clave ir incluyendo el teletrabajo en
más convenios colectivos (hoy son la minoría), para facilitar la conciliación
laboral y el mayor reparto de hijos y tareas en el hogar entre hombres y mujeres. Trabajemos
más a golpe de click.
Enrique Ortega
La pandemia marcó un antes y un después en el teletrabajo,
que era marginal en 2009 (sólo trabajaban 1,12 millones de
trabajadores, el 5,9% de los ocupados) y poco significativo en 2019
(teletrabajaban 1,64 millones, el 8,3% de la mano de obra, según
el INE), para dar un tremendo salto en 2020, con el confinamiento
(3.015.200 trabajadores, 1 de cada 6, trabajaron desde casa entre abril y junio
de 2020, según la EPA), aunque perdió peso tras el final del estado de alarma y
al final del año (2,87 millones teletrabajaron de media en 2020, el 15% de los
ocupados en España . Y aunque se recuperó algo el porcentaje en
2021 (15,3%), cayó después en 2022
(13,7% ocupados teletrabajaron) y 2023 (14,1%), al querer recuperar la
normalidad y el lugar de trabajo. Pero en 2024, el teletrabajo ha vuelto
a subir en España y más de 3,3 millones de empleados teletrabajaron, el
15,4% del total.
A pesar de esta lenta recuperación del
teletrabajo, el porcentaje en España es muy inferior a los
que teletrabajan en el resto de Europa, donde lo hacen el 22,6% de los ocupados, según
la última estadística de Eurostat (datos 2024), un porcentaje mayor que antes
de la pandemia (teletrabajaban el 14,4% de los europeos en 2019) y que en 2020
(20,7%), aunque algo inferior al de 2021, el año récord en Europa (24%
teletrabajaron). Actualmente, hay
grandes diferencias en el teletrabajo por paises. En cabeza
están los Paises Bajos (52% de los ocupados teletrabajan) y los
paises nórdicos (Suecia, con el 45,6% de teletrabajo, Noruega con el 42,5%,
Dinamarca con el 41,1% y Finlandia con el 39,4% teletrabajando), seguidos de
cerca por Irlanda (36,5%), Bélgica (36%) y Francia (33,9%). Y están en cabeza,
pero más rezagados Austria (28,1%) y Alemania (24% teletrabajan). España
(15,4%) está en un grupo retrasado, con Portugal (20,8%),
Eslovenia (19%), Chequia (16,5%), Polonia (15,3%), Eslovaquia (13,6%) y Croacia
(13,3%), aunque no estamos en el vagón de cola, donde están Italia (10,3% teletrabajan), Hungría (9%),
Grecia (7,8%), Rumanía(3,5%) y Bulgaria (3%).
Lo llamativo en Europa, es que el teletrabajo ocasional
(uno o varios días a la semana) sigue ganando terreno al teletrabajo habitual,
según los datos de Eurostat. En 2024, el 13,7% de los empleados teletrabajaba
ocasionalmente y sólo el 8,9% de los
ocupados lo
hacían habitualmente, algo que también pasa en la mayoría de paises con más
peso del teletrabajo, como Paises Bajos (el 39,8% trabajan
ocasionalmente y sólo el 12,2% habitualmente), Suecia (32,2 ocasionalmente y
11,34% habitual), Finlandia (19,8% ocasionalmente y 19,6% habitual) o Francia
(22,8% ocasionalmente y 11,1% habitual). El caso de España es una excepción, ya que teletrabajan
más ocupados de forma habitual (el 7,8%) que ocasionalmente
(7,6%), algo sólo pasa en Irlanda (20,6% habitualmente y
15,9% ocasionalmente) y en Alemania (12,9% habitual y 11,3%
ocasional).
Así que en España vamos rezagados en teletrabajo,
pero en el modelo “híbrido” que funciona en toda Europa se impone el
teletrabajo habitual, aunque crecen tanto el ocasional como el habitual.
Y hay datos de alguna ETT, como
InfoJobs, que sitúan ya el teletrabajo en el 25% de los trabajadores
ocupados, aunque en su estudio ganan los que trabajan en remoto uno o dos días
a la semana (el 19%) sobre los que teletrabajan totalmente. La sensación que
tienen los expertos en recursos humanos es que está creciendo sobre todo el
modelo “híbrido”, que apuesta por permitir el teletrabajo un día a la semana
(viernes o lunes) o dos (viernes y lunes), lo que se notaría ya en menores
atascos estos dos días de la semana, que siempre han sido “negros” para
el tráfico en las grandes ciudades.
Todo indica que sigue habiendo muchas empresas reticentes
al teletrabajo, sobre todo a teletrabajar más de 1 o dos días a la semana,
porque no quieren superar el 30% del trabajo en remoto, el
porcentaje que, según la Ley que
regula el Teletrabajo (que entró en vigor el 13 de octubre de 2021), las
obliga a dotar a sus empleados del personal necesarios para teletrabajar y
pagarles los
gastos acarreados (equipos, wifi, electricidad), gastos que son menores y
se pueden pactar en caso de teletrabajo ocasional. Además, el teletrabajo se ha
convertido en una fuente de recursos
y demandas de empleados ante los Tribunales de lo social, lo que
disuade a muchas empresas a seguir por ese camino. Y otras, simplemente, no
quieren que sus trabajadores teletrabajen porque piensan que es difícil “controlarlos”
y porque puede bajar su productividad (hay una cultura de
“presentismo en el trabajo”), así como dificultarse el trabajo en
equipo.
A pesar de todas estas reticencias, el mayor problema para
el teletrabajo es que hay muchas empresas y trabajadores que no pueden
teletrabajar, sencillamente, por la actividad y el trabajo que realizan. Y
esto es especialmente importante en España, donde hay un gran peso de empleos
en actividades y servicios que no permiten el teletrabajo: gran parte del turismo
y la hostelería, el campo y la ganadería, la construcción, los cuidados y el
servicio doméstico, sanidad, comercio al por menor, transporte, logística, la
mayoría de la industria, actividades
artísticas y recreativas. En realidad, nuestra estructura económica sólo permite
teletrabajar a 1 de cada 3 ocupados, como mucho, según
este estudio de CaixaBank Research.
Las últimas estadísticas del INE sobre
teletrabajo (noviembre de 2024) señalan que un 15,1% de los
trabajadores preguntados habían teletrabajado en la semana anterior a la
entrevista. Y el 17,6% de los ocupados han teletrabajado, más
mujeres (18,1%) que hombres, sobre todo las personas de 25 a 54
años (las que más teletrabajaron,
un 16,5% fueron los empleados de 35 a 44 años) y especialmente los trabajadores
con estudios universitarios (el 33,4% trabajaron, frente al 12,4%
de los que sólo terminaron Secundaria), los autónomos (19,8%) más
que los asalariados (17,5%) y más los que trabajan con contrato indefinido y a jornada
completa (18,7% teletrabajaron) y los que ganan más (entre los
que tienen de 2.500 a 3.000 euros de sueldo, teletrabajaron el 27,1% de los encuestados,
y de los que ganan más de 3.000 euros, lo hizo la tercera parte). Y
teletrabajan mucho más los ocupados en Melilla (26,7% empleados), Madrid (26,7%) y Cataluña (21,5%) que los de Ceuta (1%), Murcia (5%), Castilla la
Mancha (6,3%), Extremadura (7,3%), Asturias (8,1%), Canarias (9,1%) y La Rioja
(9,7%).
Cuando el
INE les pregunta a los trabajadores cuyo empleo les permite hacerlo por
qué no teletrabajan, más de la mitad (58,5%) responden que porque
prefieren el trabajo “presencial”, mientras otros responden que no
teletrabajan porque su empresa “no tiene voluntad de implantarlo” (dicen
el 35,8% de los trabajadores encuestados) o “no dispone de los medios
disponibles” (otro 16,5%) o el domicilio del trabajador no está preparado
(10,8% respuestas). Las personas que sí han teletrabajado lo han hecho una
media de 3,5 días a la semana y lo valoran muy positivamente, con 8,7 puntos
sobre 10. Ventajas
que señalan: poder autogestionar el tiempo de trabajo (el 87,3%), conciliación
de la vida laboral y familiar (87,2%), ahorro de tiempo (86,6%) y de
dinero(68,7%), pero sobre todo “evitar desplazamientos” (la principal ventaja
para el 95,4% de los encuestados). Como desventajas:
falta de contacto con los compañeros (para el 82,2%), desconexión laboral
(60,8%), sobrecarga laboral (47%)y falta de recursos técnicos (28,8%) e
incomodidad de trabajar en casa (24%).
Los expertos laborales aseguran que cada vez son más
las empresas que ofrecen teletrabajar en sus ofertas de empleo : el 12%
de todas las ofertas de empleo hechas entre enero y agosto de 2025 ofrecían
teletrabajar, según
InfoJobs, un porcentaje mucho mayor que en 2019 (sólo el 2% de las
ofertas), inferior al de 2022 y 2023 (del 18 al 19% de las ofertas) y algo
menor al de 2024 (14% ofertas). Pero sobre todo, según un estudio de InfoJobs siguen
aumentando las empresas que permiten teletrabajar: en 2025, son
el 46% de las empresas que buscan empleados (11% teletrabajo trabajo remoto
y 25% teletrabajo híbrido). Y el
sindicato UGT señala que en los convenios firmados en 2024, un 20%
incluían cláusulas de teletrabajo, aún pocas pero 5 veces más que en los
convenios de 2019 (sólo el 4% con teletrabajo).
La realidad es que aunque todavía son una minoría las
empresas que ofrecen y permiten teletrabajar, depende mucho del tipo de
empresa, su tamaño y, sobre todo del sector. Así, hay tres sectores
donde más de la mitad de los
anuncios de empleo que ponen en InfoJobs
permiten teletrabajar: informática y telecomunicaciones
(lo ofrecían el 68% de los anuncios publicados en agosto), Legal (58% de
las ofertas para abogados) y finanzas y banca (52%). Y también destacan las
ofertas hechas en educación (39% incluyen poder teletrabajar) y recursos humanos
(27%), quedando por encima de la media del total de anuncios que incluyen el teletrabajo (el 12%) las ofertas de empleos
para comercial y ventas (16% anuncios lo permiten), ingenieros y técnicos
(14%), atención al cliente (14%), calidad, producción e I+D (14%) y marketing y
consumo (13%). A la cola del teletrabajo están los anuncios de empleo en turismo
y restauración (sólo el 1% incluyen teletrabajar), profesiones, artes y
oficios (1%), sanidad y salud (1%), venta al detalle (2%), logística
y almacén (2%).
Una novedad en los últimos años es que muchas empresas,
sobre todo grandes y dinámicas, están utilizando el teletrabajo como “un
gancho” para atraer trabajadores, como un incentivo para captar
talento, en España e incluso
en el extranjero (permite vivir en un país con un buen clima, alta calidad
de vida, relativamente barato y con y excelentes comunicaciones). Eso coincide
con una generación de jóvenes que cada vez valoran más el tiempo libre y la
libertad para organizarse, por encima incluso de su sueldo. De ahí que, en
muchos casos, ofrecer teletrabajar dos días a la semana (o incluso tres) o
uno o dos meses al año es una oferta imbatible que permite captar nuevos
empleados y evitar que otros se vayan. De hecho, cuando
el INE pregunta a los que teletrabajan, el 43% responde que buscarían
otro empleo si su empresa vuelve al trabajo 100% presencial. Otro 30%
seguirían pero “desmotivados” y el 27% seguirían "pidiendo más sueldo"…
Así que el teletrabajo se ha convertido ya en un
incentivo para atraer trabajadores y tener más contentos y motivados a los
que ya tienes. Esto es algo que deberían comprender también los
gestores públicos, porque los funcionarios y empleados de las distintas
Administraciones se
quejan de que no pueden teletrabajar, aunque a muchos se les obligó
durante la pandemia y algo después, suprimiendo esta posibilidad actualmente en
la mayoría de los trabajos públicos, desde la Administración central a las
autonomías y Ayuntamientos, donde cada una va a su aire, peleando y negociando
con sus trabajadores. Las estadísticas oficiales dicen que la
mitad de los funcionarios teletrabajan, pero se refiere sólo a los
funcionarios y cuando lo hacen es normalmente un día o algunas horas.
Precisamente, los sindicatos de la Administración llevan 5 años
pidiendo una norma que desarrolle el teletrabajo en todo el sector
público, conciliando la atención al público con el teletrabajo que ofrecen
muchas empresas privadas.
En otra década más, el teletrabajo revolucionará el
trabajo en España y en toda Europa, por el auge de la digitalización y
la inteligencia artificial, empujado
por unas nuevas generaciones que se han formado en Internet y que valoran
poder teletrabajar tanto o más que el sueldo. Además, puede ser una forma
de recuperar el interés por el trabajo de unas nuevas
generaciones poco motivadas por contratos precarios, sueldos
mileuristas y una organización del trabajo todavía bastante asentada en el “ordeno
y mando”. Y encima, el teletrabajo puede ayudar a las mujeres en la equiparación en el hogar: dicen que los hombres teletrabajadores ponen más lavadoras y recogen más a los niños... Pero hace falta preparar al país y a las empresas para un mayor
aumento del teletrabajo, con Planes específicos, ayudas e inversiones,
para que aumente la productividad y el teletrabajo no sólo sea más cómodo
sino más eficaz. Hay que apostar de verdad, en el sector privado y público, por trabajar más a golpe de click.
No hay comentarios:
Publicar un comentario