Les propongo cuatro
libros para leer este verano y
poder entender mejor la crisis y el mundo
en que vivimos. Cuatro libros de expertos
que no repiten las tesis oficiales y
que nos ayudan a comprender mejor las
causas de la crisis, sus antecedentes,
lo que tienen en común con otras crisis
anteriores (en España y en el mundo) y, sobre todo, que proponen soluciones, para conseguir un
nuevo orden mundial, con un mayor papel
del Estado y de las normas, tras varias décadas sin regulación y con un poder absoluto de los mercados y las
finanzas. Cuatro libros que tratan sobre los orígenes de la crisis financiera en EEUU, sobre las crisis económicas en España desde el año 1300, sobre los desmanes
de la globalización y sobre el futuro de Internet, entre el gratis
total y la descapitalización. Lean y
reflexionen.
enrique ortega |
El primer libro es
para recomendarlo a los que repiten que “la
crisis ha venido porque todos hemos vivido por encima de nuestras posibilidades”.
Se llama “La
gran apuesta”, del norteamericano Michael
Lewis, que ya escribió un libro memorable sobre la especulación bursátil en
los 80 (“El
póker del mentiroso”). Es como una novela policíaca donde el muerto somos nosotros (La Gran recesión). El autor
sigue la pista de ocho personajes reales, analistas e inversores de Wall Street, que
hacen durante varios años una arriesgada
apuesta: jugar a que el mercado
hipotecario norteamericano se va a ir al garete y apostar en su contra para
hacerse multimillonarios (80 a 1). Jugar contra la banca y ganar.Y de paso, nos cuenta la locura de unos bancos de inversión prestigiosos (Goldman
Sachs, Merry Linch, Morgan Stanley, Lehman Brothers…) que convierten la Bolsa en un casino a costa
de transformar millones de hipotecas basura en “papelitos” para inversores codiciosos.
La historia parece increíble pero es real: una banca
norteamericana (y luego mundial) lanzada a dar
hipotecas sin control, para convertirlas en bonos sobre los que especular,
con comisiones millonarias. Una pelota imparable, asentada en
ejemplos como una stripper de Las Vegas
con 5 hipotecas sobre su casa o un mejicano recolector de fruta al que le dan
una hipoteca para comprar una casa de 750.000 dólares. Y como cuenta Lewis, con
pelos y señales, una operativa increíble
y sin control alguno: hipotecas
sin freno que se empaquetan en bonos y luego se reempaquetan en CDO
(inversiones a partir de hipotecas basura) y cuando ya no hay
más que ofrecer a los inversores… se crean préstamos falsos. Y todo, con la
bendición (calificaciones triple A) de las agencias
de calificación (Moodys, Standard&Poors, Finch), a cambio de
millonarias comisiones (ver la oscarizada película Inside Job).
Y mientras, los protagonistas del libro, comprando seguros (permutas
de impago crediticio) por las que cobrarían
millones si todo se iba al garete, algo que parecía imposible (salvo para
ellos). Y el mundo, desde EEUU a
Asia pasando por Europa, invirtiendo en
bonos hipotecarios que daban el oro y el moro. Hasta que las hipotecas basura se dejaron de pagar y el tinglado se vino abajo, hundiendo a
bancos, inversores, empresas y familias. Pero no a los que habían convertido el mundo en un casino, que recibieron más de un billón de dólares en
ayudas públicas en EEUU (y 1,6 billones de euros en Europa), sin que nadie fuera a la cárcel. Y todo ello, por la liberalización
financiera de los años 80 y 90, con la que los Gobiernos dejaron las manos
libres a bancos e inversores para especular a nuestra costa. Sin pudor: léanlo.
Esta crisis, la
Gran Recesión, es una más (la más grave) en la historia de España, la número 28 en los últimos cuatro siglos,
según el libro “Crisis
económicas en España 1.300-2012”, elaborado por 15 profesores universitarios, que
destacan como las dos anteriores más graves la crisis que coincide con la Guerra de la Independencia (1808-1840) y
la crisis entre 1929 y 1955, un
cuarto de siglo en que bajó la renta per cápita en España.
El mayor atractivo de
este libro es que analiza las crisis
económicas en España durante los últimos 800 años desde una doble perspectiva. Por sectores (crisis de población, agrarias, industriales,
comerciales, bancarias, de deuda pública, inflacionarias y burbujas
especulativas) y globales, destacando
12 grandes crisis desde 1850, la
peor la crisis de la postguerra civil.
Y en todas ellas, se ven muchos elementos comunes, que incluso se repiten
ahora: errores en las políticas de los Gobiernos, falta de regulación, exceso
de impuestos, mayor o menor apertura exterior, crisis bancarias, euforia y
caída de las Bolsas, burbujas especulativas (como la del ferrocarril en 1.864, muy parecida a la reciente burbuja del ladrillo).
Destaca en el análisis histórico el retraso secular de España en incorporarse a la industrialización y
a la globalización comercial, su aislamiento, que se vuelve a
repetir con la autarquía de los años 50 y 60, incluyendo un completo análisis
sobre los errores económicos del
franquismo y sus consecuencias. Y resulta muy interesante y novedoso el análisis
que hace este libro sobre el negativo
papel económico de las guerras en la historia de España: ocho en el siglo
XVIII, 17 guerras en el XIX (entre 1808 y 1840 no hubo un año sin guerra) y
tres guerras más en el reciente siglo XX.
Volviendo a la crisis
actual, si algo ha dejado claro es el fracaso de los mercados, a pesar
de que siguen rigiendo nuestra vida, al presionar a la política
fundamentalista de recortes de
Bruselas y Rajoy. “La
paradoja de la globalización”, del economista norteamericano Dani Rodrik, hace un análisis crítico de la globalización
financiera y comercial, resaltando que la imposición de una política
liberal para todos los países (salvo castigo en forma de fuga de capitales,
altos tipos de interés y duros ajustes) ha servido para impedir el desarrollo de países del tercer mundo y a la vez para
imponer unas duras condiciones salariales, laborales y bajos impuestos a las
empresas en los países ricos, mientras multinacionales,
bancos e inversores controlan la economía mundial y producen donde hay
menos costes, sin apenas control de los Estados, que se ven forzados a unas políticas estabilizadoras.
Para Rodrik, el
dilema del mundo está entre la hiperglobalización
impuesta por los tecnócratas, las multinacionales, bancos e inversores y
unos Estados democráticos que tienen
que fijar nuevas reglas para
conseguir crecer y crear empleo. Nuevas reglas que pasan por más autonomía en la política económica y
comercial de los países (sobre todo los pobres), más controles y
restricciones a las finanzas, más libertad de movimiento de la mano de obra y
una nueva negociación con China,
para reducir su tremendo superávit comercial,
que puede estar en el origen de la próxima
gran crisis mundial.
Y el cuarto libro, “Parásitos”,
del periodista norteamericano Robert
Levine, un lúcido análisis de
Internet, que también sufre una
crisis: la de definir su modelo, si opta por los sistemas abiertos y gratuitos (como defiende Google) o por las plataformas cerradas o de pago como
Apple. Un debate que está hundiendo la industria de contenidos, desde la
música y el cine a la
prensa, y que corre el riesgo de descapitalizar Internet: si los creadores
y las empresas de contenidos no cobran por su trabajo, se devaluarán los contenidos
y con ello Internet. Un serio problema, al que no es ajeno Google,
el potente mundipolio (la puerta de
Internet para el 98% de los internautas españoles), cuyo comportamiento
interesado (controla el 50% de la
publicidad online) en defensa de “la libertad en Internet” analiza con gran
rigor este libro.
Espero que estos libros les interesen y les aclaren lo que pasa.
¡Buen verano y hasta septiembre¡
¡Buen verano y hasta septiembre¡
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