Esta Navidad se multiplican
las ofertas de móviles, una nueva
batalla de la guerra de tarifas que dura ya año y medio. Pero ni con esas. El
número de móviles lleva nueve meses cayendo: hay 2 millones menos este año. Y también se gasta menos, a pesar de que el teléfono es lo único que ha bajado en el
IPC el último año. Con menos móviles y menos consumo, arreciará la guerra de los
móviles, aunque haya operadoras que se queden por el camino y otras ganen
menos. Al final, las cuentas no salen y si
tienen que invertir más, para que no
se bloquee Internet, saldrá de nosotros, los clientes. Sobre
todo de los que tienen smartphones, los que
acceden a Internet, datos y vídeos, que son los que pagan más con el móvil. Ojo a
las ofertas con mucha letra pequeña : nadie regala nada.
enrique ortega |
Hay más móviles que
españoles (53,7 millones) y aunque no nos separamos de ellos ni para dormir, también están en crisis. En febrero empezó a caer el número de líneas móviles y ya
son nueve meses continuados de pérdida de contratos : - 2.039.000 hasta octubre. Y sigue cayendo la venta
de móviles (-20% este año, tras -10% en 2010), por la crisis, las menores subvenciones de las operadoras y el aumento del tiempo exigido de permanencia (de 12 a 24 meses).
Además de haber menos
móviles y menos contratos, gastamos menos: el gasto en móviles se ha reducido un 25,4% en el último año
(de 33 a 30,3 euros al mes), según el último informe
TIC. Han caído sobre todo los SMS (por WhatsApp),
las tarjetas prepago (inmigrantes y
jóvenes) y los “pinchos”, porque la
gente aprovecha a conectarse en el trabajo o en casa. La crisis y la guerra de
tarifas han ayudado también a bajar precios:
las tarifas de teléfono son lo único que baja en el IPC en 2012 y se han reducido ya un
50% desde 2007. A ello ha ayudado la imposición de Bruselas para que
las operadoras reduzcan el coste de las llamadas
y acceso a Internet que se hacen desde o hacia el extranjero,
que bajaron
en julio (y bajarán más en 2013 y 2014).
Los usuarios
tratan de ajustar su factura del móvil y siguen cambiándose de
compañía (475.000 en octubre), volviendo al nivel de infidelidad de hace un año (500.000), aunque
desde junio las operadoras sólo tienen un
día para hacer contraofertas
(antes eran cuatro). La guerra de
precios, iniciada en junio de 2011, no
ha parado y aunque ahora se utiliza menos el gancho de regalar terminales para captar clientes (Movistar apenas lo hace y Vodafone, Orange y el resto, con menos ayudas y más exigencias), sigue la guerra
de ofertas low cost, ahora
centrada en paquetes todo incluido (móvil,
fijo y ADSL), un galimatías donde resulta
difícil comparar y donde hay demasiada letra
pequeña: cuota mensual fija, recarga mínima (tarjetas), límites de
llamadas o de teléfonos a llamar, consumo mínimo, compromisos de permanencia, alto
precio consumo extra de datos… Demasiadas
“trampas” y reclamaciones.
La guerra
de tarifas ha redibujado el mapa
del móvil, haciendo daño a los grandes, sobre todo a
Telefónica (Movistar ha perdido 4,8
millones de clientes, pasando del 45% de cuota
en 2007 al 36,77% actual),
pero también a Vodafone (-2
millones de clientes, pasando del 30,5% al 27,15%) y a Orange (de 22,5% en 2007 al 21,37% ahora), en beneficio de los nuevos operadores que entraron a partir
de 2006: Yoigo (de la sueca Telia
Sonera, que pasa del 1% al 6,19% de cuota) y los operadores móviles virtuales, que dan servicio apoyándose en la red
de los demás (Pepephone, MasMóvil, Simyo,
Lycamobile, Lebara, Carrefour, Día y muchos otros, que ya tienen casi 4,57 millones de clientes, un 8,52% de cuota). Y en el último año, han entrado con
fuerza Jazztel
y Ono.
La guerra de ofertas ha provocado ya una mayor rebaja en la factura del móvil (-18,50% en 2011 y otro
-10% este año) y debería bajar más en
2013, porque desde abril entra en vigor la rebaja
de tarifas mayoristas (que cobran los grandes operadores a las empresas
virtuales) impuesta por Bruselas: las tarifas pasarán de 4 céntimos minuto
(4,98 Yoigo) a 1,09 céntimos en julio, una
caída muy significativa, aunque los usuarios sólo se beneficiarán de un 20%
de la rebaja (0,6 céntimos sobre un precio medio de 8 céntimos minuto). Con
todo, queda mucha rebaja por hacer,
ya que las tarifas de móviles en España
son todavía un 50% más elevadas que en Europa (en 2011 eran un 60% más,
según Eurostat).
Pero no va a ser
fácil que la guerra de tarifas y las bajadas continúen mucho más. Primero,
porque están dañando
mucho las cuentas de las compañías:
una docena de operadores virtuales “han caído” en los dos últimos años e
incluso los grandes tienen problemas. A Telefónica
le ha caído un -12,9% el negocio móvil en España (sube en Alemania y Reino
Unido) y otro -14,2% a Vodafone España
(que está hablando de despidos,
tras haberle inyectado su matriz 12.460
millones desde 2009 para sanearla). Y segundo, porque las operadoras
necesitan hacer fuertes inversiones (150.000
millones hasta 2020 en Europa) para que no
se colapsen las redes (el tráfico en
Internet se va a multiplicar por 18 en cinco años, según Cisco)
y para instalar redes
4G que permitan ofrecer Internet
de alta
velocidad (+ 100 megas).
De momento, las operadoras
se dedican a hacer
caja vendiendo parte de su
capital (23% de Telefónica Alemania en
2012 y el 10/15% de Telefónica
Latinoamérica en 2013) o todo ( KPN ha vendido Symio a Orange y Telia
Sonera busca comprador para Yoigo),
además de pedir al Gobierno pagar
menos impuestos (tributar el 6,9% sobre facturación en vez del 10,8%
actual) y no financiar a RTVE (lo
tienen recurrido
ante el Tribunal europeo de Luxemburgo). Además, Telefónica y 40 operadoras
europeas han presentado una propuesta
a la Comisión donde piden que una parte de la inversión en redes la paguen
los grandes usuarios: Google,
Facebook, Twitter y Apple.
Pero entre tanto, los
que pagamos (aunque menos) somos los
usuarios, sobre todo los que utilizan el móvil para acceder a Internet
y usar servicios de datos, vídeos o
aplicaciones. De hecho, un 40% de los internautas acceden
a través del móvil y los teléfonos
inteligentes (smartphones)
son una “droga” que nos han
facilitado las operadoras para engancharnos al consumo más caro, el de datos, el único cuya factura crece: el pago
por banda ancha móvil ha pasado de 10,7 a 12,7 euros al mes de media. Y en Telefónica,
por ejemplo, los ingresos por datos (un tercio de su negocio móvil) son los que
más crecen este año, un 14,2%.
En resumen, pagamos menos por llamadas pero más por
acceder a Internet, sobre todo por los servicios más sofisticados de los smartphones. Los que debían
pagar más son las empresas y usuarios
profesionales, ya que el 80% de los internautas utilizan poco la red. Que paguen más los que más usan la autopista.
Pero es más fácil sacar un euro más a muchos millones que no
estudian su factura que a pocos con fuerza para negociar. Es también la ley del móvil.
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