enrique ortega |
Está en marcha la quinta
reforma financiera en treinta meses (dos
de Zapatero, en junio 2010 y enero 2011 y tres
de Rajoy, en febrero, mayo y agosto de 2012), impuesta por Bruselas a cambio del rescate solicitado en junio. Y esta vez parece que va en serio. Quien paga, manda y la Comisión,
a cambio de sus 41.000 millones, ha impuesto un drástico
ajuste a Bankia (Caja Madrid, Bancaja, Insular Canarias,
Laietana, Ávila, Segovia y Rioja) y a otras siete Cajas (resultado de la
fusión de 18 Cajas) que recibirán
ayudas europeas: NovaGalicia Banco
(Caixa Galicia +Caixa Nova) , Catalunya
Banc (Caixa Catalunya, Tarragona y Manresa) , BMN Mare Nostrum (Caja Murcia, Caixa Penedés, Caja Granada y Sa
Nostra), Liberbank (Cajastur +CCM,
Caja Extremadura y Caja Cantabria), Ceiss
(Caja Duero y Caja España) y Caja 3
(Caja Ahorros Inmaculada, Caja Círculo y Caja Badajoz). También recibe ayudas
europeas el Banco
de Valencia, que se ha salvado de la liquidación porque el Gobierno
lo vendió el día antes a
la Caixa, por un euro y con 6.000 millones de ayudas públicas.
El ajuste impuesto por Bruselas a un 30% de nuestro sistema financiero
será drástico. Las entidades
recortarán un 60% su tamaño, transfiriendo
activos tóxicos (inmuebles y solares) al “banco
malo” (hasta 90.000 millones), vendiendo sus participaciones en
empresas y negocios, cerrando oficinas, dejando de dar préstamos a promotores,
abandonando las operaciones financieras al por mayor (pagarés,deuda pública y
tesorería) y dejando de operar fuera de su ámbito regional. O sea, se centrarán en su autonomía (salvo
Bankia, que será estatal) y en dar
préstamos sólo a pymes y particulares. Y eso sin endeudarse: cada euro que
presten deberá ser un euro que capten con depósitos. Con ello, más que Cajas van a ser cajitas… maniatadas.
Y en seis meses, el Banco de España debe vender
NovaGalicia Banco (NGB) y Catalunya Banc (CB). Además, Bruselas impondrá la nacionalización de dos Cajas más: BMN (Caja Murcia y tres más) y Ceiss (CajaDuero-Caja España), que iba a ser absorbida por Unicaja .
Con las ayudas españolas ya recibidas, la reconversión de
los cuatro bancos nacionalizados costará 67.000
millones de ayudas públicas: 36.000 para Bankia, 10.000 para NGB,
14.000 para CB y 7.000 para Banco de Valencia. Un dinero que se suma
a los 35.071 millones de ayudas públicas
inyectadas a otras cinco Cajas ya vendidas: 24.477 millones a la Caja de Ahorros del Mediterráneo
(vendida a Banco Sabadell), 5.500 millones a Unnim (Caja Sabadell, Terrasa y Manlleu, vendida a BBVA), 3.775 a Caja Castilla la Mancha (comprada por Cajastur),
977 a Banca Cívica (Caja Navarra,
Burgos y Canarias, vendida a la Caixa) y 392 millones a Cajasur (comprada por BBK). Se destinarán otros 3.790 millones (1.500 de Bruselas) en ayudas públicas a cuatro grupos de Cajas más: BMN (Caja Murcia y tres más), Ceiss (Caja-España-Caja Duero), Liberbank (Cajastur y tres más) y Caja 3 (CAI y dos más). Y hay que sumar otros 2.500 millones, de entrada, para
poner en marcha el “banco
malo”, la inmobiliaria mala
que acogerá a los “muertos inmobiliarios” de bancos y Cajas con ayudas.
En total, 108.361
millones en ayudas públicas, que serán más porque falta incluir el coste de
las dos nuevas Cajas a nacionalizar (BMN y Ceiss), las ayudas fiscales prometidas a las fusiones y al banco malo , así como las pérdidas que puedan aflorar en los bancos
vendidos (el Estado se
compromete a asumir una parte de los fallidos futuros). O sea que la factura podría llegar a 120.000 millones
(más 95.637 millones en avales del
Estado). ¿Cuánto se puede
recuperar? Poco: quizás algo de Bankia
(espera tener beneficios a partir de 2015) y de las Cajas que no se vendan,
pero no más de un 20% de lo aportado. O sea, que la reforma financiera nos costará finalmente 100.000 millones irrecuperables.
Pero no será su único
coste. Unos 15.000
empleados de Cajas (5.000 en Bankia) y bancos perderán su trabajo (tras
los 30.172 despedidos desde 2009) y al resto les bajarán el sueldo (hasta el 40%). Se cerrarán unas 2.300
oficinas (1.100 en Bankia), tras las 5.700 cerradas hasta ahora. Y
muchos pequeños ahorradores verán perder su dinero: un tercio de los
700.000 españoles que compraron preferentes a Cajas y bancos
(106.000 en Bankia, 43.000 en NCG y unos 30.000 en CB) perderán
entre un 30% y un 70% de su inversión. Y lo mismo, el medio
millón de accionistas de los
bancos nacionalizados (400.000 en Bankia). Además, todos los clientes de estas Cajas con ayudas acabarán pagando
más comisiones (Bankia ha anunciado que las subirá un 50%). Y miles de
personas dejarán de beneficiarse de la Obra
Social de las Cajas (1.125 millones en 2011). Además, España tendrá 41.000
millones más de deuda
pública para salvar a la banca, lo que eleva
nuestro déficit y perjudica
nuestras posibilidades de financiación en los mercados.
Un alto coste que
no se va a traducir de momento en más crédito, como reconocen
los propios bancos. Primero,
porque un tercio del sistema (las
Cajas con ayudas), tras el drástico recorte impuesto, van a funcionar al ralentí, con menos liquidez y más restricciones para prestar, sobre
todo a particulares (Bankia sólo prestará
un 15% a familias hasta 2015). Con ello, el recorte del crédito sólo
en las 3 cajas nacionalizadas podría ser del 30%. Y
el resto de bancos y Cajas, estarán bastante ocupados en digerir compras,
vender activos y reforzar capital como
para dar más créditos. De hecho, el crédito se ha
encarecido y ha
caído un 5,7% en 2012, el mayor
descenso en 50 años. El problema de
fondo es que no hay apenas demanda solvente:
hay recesión y ni empresas ni familias piensan en endeudarse más.
A final, España ha
hecho una costosa reforma financiera sin frutos hasta 2015 (o más), salvo
para los bancos, los únicos que salen ganando: se harán
con un 70% del mercado (tenían el 48%), comprando por un euro Cajas con ayudas
públicas. Y habrá una verdadera revolución en el mapa
bancario: de 10 bancos y 45 Cajas antes de la crisis pasaremos a 8 bancos
(2 grandes- Santander y BBVA- que controlarán
un 30% del mercado y 2 medianos, Sabadell y Popular
) y 7 Cajas (2 grandes, La
Caixa, ahora la primera entidad financiera, y Bankia, más 5 Cajas regionales). Y todos trabajarán con sus clientes “como
bancos”: todos sabemos lo que eso significa.
Había que sanear la
banca, está claro, pero se ha hecho
tan tarde y con tantos errores que va a salir carísimo, a costa de recortes
extras en inversiones, educación, sanidad y gastos sociales. Y se hará sin
que nadie
acabe en la cárcel, después de que muchos gestores
se hayan llevado más de 100 millones en finiquitos.
Así que no quieran que encima aplaudamos.
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