domingo, 14 de octubre de 2012

La inflación se come los salarios


Los precios llevan tres meses disparados y la inflación ha llegado al 3,4%, el nivel más alto desde hace 16 meses. La subida del IVA en septiembre ha sido la puntilla, tras las alzas de carburantes, luz, alimentos y medicinas. Con ello, pensionistas, parados y trabajadores pierden poder adquisitivo, otro año más: la inflación les quita más de un euro al día. La culpa de las subidas no está en los salarios, que apenas suben, sino en el aumento de los márgenes empresariales y de los costes energéticos y de comercialización. Y en la falta de competencia en algunos sectores que tienen monopolio. Hace falta una cruzada contra la inflación, revisar márgenes y precios y forzar bajadas de precios. Porque recesión y paro con inflación es el peor de los mundos. Sobre todo para los que menos tienen : jubilados, parados y mileuristas.

Los precios rompieron en julio la racha de 9 meses de caídas (hasta el 1,9% en junio, desde el 3,1% en septiembre 2011) y en agosto subieron de nuevo por los carburantes, los alimentos, la luz y los medicamentos. Pero la puntilla fue la subida del IVA en septiembre, que hizo saltar 7 décimas más el IPC, hasta el 3,4% anual. Aunque se estima que sólo el 40% de las empresas han repercutido el IVA a sus clientes, la subida se ha notado en todos los sectores, (muchos por el redondeo) y sobre todo donde el IVA ha pasado del 8 al 21% (cines, teatros, peluquerías, TV digital, servicios funerarios, floristerías) y en la cesta de la compra: 9 de las 12 principales cadenas de supermercados han subido sus precios, un 7% según la OCU, sobre todo las marcas blancas.

La subida del IVA se va a seguir notando en los próximos meses, como otras subidas: enseñanza (guarderías, colegios, material escolar  y tasas universitarias), luz (baja un 2,29% en octubre, pero en los tres últimos recibos del año notaremos el prorrateo del 7% de subida de julio y el alza del IVA, con lo que pagaremos 6,90 euros más en cada recibo), carburantes (han bajado, pero con el invierno subirá el gasóleo) y  transportes, además de las subidas de tasas e impuestos estatales, autonómicos y municipales (otro catastrazo).

Se prevé que la inflación cierre el año cerca del 3,4% actual, quizás en el 3,3%. De ser así, los precios se comerán el poder adquisitivo de la mayoría de españoles. Empezando por  los  pensionistas: les subieron el 1% con lo que si no les revisan las pensiones en enero (costaría 4.600 millones), perderán unos 20 euros mensuales (2,3% en una pensión media de 831,64 €).Siguiendo con los parados, los 3 millones que cobran algo (la otra mitad no cobra nada): los 1.375.000 que reciben una pensión contributiva (864 € de media al mes) perderían unos 20 euros cada mes y los otros 1.600.000 parados que cobran una prestación asistencial (426 € de media) perderían unos 10 euros al mes. Y por último, los trabajadores: si el sueldo medio neto (2010, según el INE) es 1.345,44 euros y la subida media estará por debajo del 1%, perderán unos 30 euros por mes (420 euros al año).

Al final, la inflación se comerá un euro al día o más, sin que podamos hacer mucho para evitarlo. Este año, sólo un 30% de los convenios tienen clausula de revisión salarial y muchos trabajadores han visto reducir su salario o sus ingresos (menos horas y menos complementos), con lo que perderán aún más poder adquisitivo. De hecho, España es el tercer país europeo donde los salarios han perdido más poder adquisitivo entre 2010 y 2012: un 6%, tras Portugal (-10%) y Grecia (-20%), mientras crecía en Alemania (+1,5%).

Pero hay más: la inflación alta no sólo se come nuestros ingresos sino que empeora la recesión y agrava el paro: compramos menos, las empresas venden menos y no se invierte. Y las familias (las empresas y el Estado) con deudas ven como les crecen. Vienen menos turistas porque el país es más caro y tenemos más difícil exportar, porque nuestros productos son más caros: la inflación en la zona euro está en el 2,7% (y el 2% en la OCDE). Inflación con recesión (estanflacion), el peor de los mundos.

¿Quién tiene la culpa de esta alta inflación? Esta vez no son los salarios, que apenas crecen: los nuevos convenios 2012 suben un 0,87% (hasta agosto) y las revisiones un 1,47%. Y los costes laborales por hora trabajada suben un 0,5%, la menor subida de Europa (tras el +0,4% de Irlanda), muy por debajo de Italia (+1,1%), Reino Unido (+1,7%), Francia (+2%), Alemania (+2,5%) o la media UE-27 (+1,8%). Recordemos que el coste laboral en España es ya un 25,3% inferior a la zona euro: 20,6 euros por hora trabajada frente a 34,2 € en Francia, 30,1 € en Alemania o 26,8 € en Italia.

Lo que sí suben son los márgenes empresariales: crecen un 3,5% este año mientras la remuneración de los asalariados cae un 0,6% (INE). Y lo más clarificador: los márgenes empresariales aportan un 2 % a la inflación del primer semestre (deflactor del PIB), mientras los asalariados restan (-1,2%). En definitiva, que los márgenes que las empresas cargan en los precios suben a pesar de la crisis, mientras bajan los salarios reales. Márgenes que suben más en los sectores con menos competencia exterior o donde hay una situación de práctico monopolio: telecomunicaciones, energía y muchos servicios.

Otro factor inflacionista son los costes: energéticos (nuestras empresas pagan una tarifa eléctrica que es la sexta más cara de la UE), financieros (siguen subiendo las comisiones y los tipos de la escasa financiación a las empresas) y de transporte (en España, se transportan por camión el 83% de las mercancías, frente al 45% en UE-27). También están los costes de tener una extensa cadena de comercialización, sobre todo en alimentación. Y luego, el coste de tener un proceso de producción menos competitivo, en innovación y tecnología, producto, organización del trabajo y capacidad de venta y exportación.

Al final, si tenemos los precios más altos es porque nuestras empresas no consiguen producir más barato o si lo hacen, cargan más márgenes. La solución no es sencilla: exige modernizar nuestra economía y hacer que produzca a precios más competitivos. Pero mientras, hace falta un Plan de choque contra la inflación, que contenga costes y márgenes, fomente la competencia y quite privilegios a los monopolios. Una cruzada contra los otros culpables de la inflación, como en su día se hizo (injustamente) contra los salarios. Aunque levante ampollas. Si no, la inflación se comerá nuestros menguantes ingresos.  

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