domingo, 4 de diciembre de 2011

La crisis frena los Planes de pensiones

Es diciembre y vuelven las campañas de bancos, cajas y aseguradoras para vendernos Planes de pensiones. Pero este año, con la crisis, han bajado las aportaciones a los Planes, las más bajas desde 2003. Y eso, a pesar de que está en marcha una reforma que va a recortar un 20% las pensiones a partir de 2027. España sigue siendo el país que menos ahorra en Planes de pensiones privados y donde hay menos Planes de empresas, algo que tendrá que cambiar si no queremos jubilarnos con 920 euros al mes, la pensión media hoy. Hay que separar algo cada mes para el Plan de pensiones y pagar así menos impuestos.


Hasta finales de septiembre, los 8.359.935 españoles con un Plan de pensiones individual sólo habían aportado 1.655 millones, la cifra más baja desde 2003. Ello se debe a la crisis, que impide ahorrar (una de cada cuatro familias tiene problemas para llegar a fin de mes) y a la baja rentabilidad de los Planes (pierden un 3,41% en el último año), con lo que el ahorro se ha desviado a depósitos y cuentas, más seguros y rentables, aunque no desgravan.
Con este panorama, bancos, Cajas y aseguradoras echan el resto en diciembre, para captar 3.000 millones en Planes, el 70% del año. Y como la crisis frena las aportaciones, van a robarse clientes de Planes, con regalos. Este año, los ahorradores buscan Planes conservadores, con poco riesgo, y piden sobre todo Planes garantizados (con un interés garantizado a 5 o 10 años), de renta fija (que invierten en deuda y fondos monetarios) y Planes de previsión asegurados (PPA), un mixto de seguro y Plan de pensiones que ofrece un interés fijo (sobre 3%) revisable trimestral o semestralmente. Y pocos Planes que inviertan en Bolsa.

Con los Planes al ralentí, España sigue rezagada del resto de Europa, donde las familias destinan un 10% de su renta a pagarse un complemento de jubilación privada (en España no llega al 3%). Aquí, hemos dedicado el ahorro a comprar la casa y no a pensar en nuestra jubilación: sólo el 23% de los españoles paga un Plan de pensiones privado, con una aportación media muy baja, 1.145 euros al año. Y esto sucede cuando se acaba de aprobar una reforma de pensiones que recortará un 20% la pensión de la Seguridad Social a partir de 2027, afectando sobre todo a los que tienen hoy menos de 49 años.

El año que viene, la Seguridad Social nos mandará un papel a casa con la pensión que nos corresponderá cuando nos jubilemos, según lo que cotizamos. Y entonces, más de uno se dará un buen susto, ya que la jubilación media está en 920,38 € al mes (y 2.497 € la máxima). Será la mejor “propaganda” para los Planes de pensiones y cada uno tendrá que echar cuentas de cuánto ha de ahorrar para poder jubilarse dignamente, con al menos el 70% del último sueldo. Ya hay herramientas en Internet con las que podemos calcularlo.

Lo fundamental es empezar pronto a ahorrar en un Plan de pensiones, con el que además nos ahorramos muchos impuestos (hasta el 45% de lo aportado, con un tope anual de inversión de 10.000 €, y 12.500€ para los mayores de 50 años). Lo ideal es empezar a los 40 años (o antes), aportando entre 300 y 500 euros al mes (con menos se consigue muy poco). Con ello conseguiríamos entre 1.000 y 1.600 euros de jubilación privada al mes durante 13 años, entre los 67 y los 80 años (esperanza de vida). Y las mujeres tendrían que aportar algo más, porque viven más años. Pero si retrasamos el Plan hasta los 50 años, habría que pagar al mes entre 475 y 800 euros para conseguir esa misma pensión complementaria.

Decidido que tenemos que hacernos un Plan, tres consejos sencillos. Uno, escoja una entidad que tenga Planes de distintas gestoras y no quiera sólo colocarle “los suyos”. Segundo, compare la comisión (media: 1%) y no sólo los regalos. Y tercero, vaya cambiando de Planes a lo largo de su vida: empiece con Planes más arriesgados, que invierten en Bolsa (los datos demuestran que a 20 años vista, en valores siempre se gana) y luego, a partir de los 50 años, pase a Planes de renta fija, garantizados y PPA (a 5 o 10 años), con vencimientos ligados a  la fecha de jubilación. Y piense no sólo en la rentabilidad, sino en lo que se ha ahorrado en impuestos. Otra vía es invertir por libre, en Fondos y Bolsa, o en depósitos, pero no desgrava. Eso sí, estas inversiones se pueden recuperar en cualquier momento y en  los Planes hay que esperar a la jubilación, salvo en tres supuestos: incapacidad permanente, enfermedad grave o desempleo de larga duración (más de 1 año).

El Gobierno de Rajoy ha prometido dar un mejor trato fiscal a los Planes de pensiones, para que paguen menos impuestos al cobrarse de una vez la jubilación (el 40% estaría exento de impuestos, cuando ahora se paga como si todo fueran rentas del trabajo). Un tema clave va a ser impulsar los Planes de empresa, que en España sólo tienen un 10% de los trabajadores (2,2 millones de personas) cuando hay países donde llegan al 25% y al 50% (Gran Bretaña). Sería una manera de complementar la pensión pública: más convenios con Planes de pensiones a cambio de moderación salarial.

En cualquier caso, tenemos que cambiar el chip y sobre todo los más jóvenes: si no queremos vivir mucho peor a partir de la jubilación, habrá que invertir en nuestra pensión y no en nuestra casa. Cambiar propiedad por alquiler y jubilación. Suena duro, pero hay que cambiar las prioridades porque las pensiones se van a recortar y vamos a vivir más años. No es algo que se pueda dejar para dentro de veinte años. Hay que prepararlo desde ahora. Empiece ya a ahorrar para su vejez.

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