Llegó el lobo de
los 6 millones de parados (a falta
de 34.600, que habrán caido este mes). La dramática factura de cinco
años de crisis, donde más de 4
millones de españoles han perdido su empleo. De ellos, 1,4 millones son “la cosecha de los recortes”, sembrados
desde mayo de 2010. Y el paro todavía
crecerá este año, en medio millón más.
Lo más grave es que la mitad de los parados no cobra nada y
que más de la mitad llevan más de un año
en paro, con lo que tienen más difícil recolocarse. Por eso, habría que aumentar las ayudas al desempleo y dedicar más recursos a formar y reciclar parados,
porque más de la mitad tienen escasa
formación. Pero el Gobierno Rajoy hace lo contrario: recortó en 2012 las ayudas a los parados (aunque prorrogue los 400 euros) y desmantela
las políticas activas de empleo, con un Servicio Público de Empleo que no funciona. Así, condenan a la mitad
de los parados a no volver a trabajar nunca.
enrique ortega |
La cifra de los 6
millones, como casi todo lo malo, vino primero de Bruselas: Eurostat informó, dos días después de Reyes, que España había
superado los 6 millones de parados en octubre, alcanzando en noviembre los 6.157.000 parados, el 26,6% de
españoles en edad de trabajar. Uno de
cada cuatro parados europeos (26 millones) es español. Y tenemos la mayor tasa de paro de los 27, más del doble de la media (11,8%) y cinco
veces la de Alemania (5,4%).
Esta semana, la Encuesta de Población Activa (EPA) confirmó a la baja la estimación europea, por el aumento de “desanimados”, personas que ya ni
buscan trabajo (sobre todo, jóvenes que vuelven a estudiar o se van
fuera): 5.965.400 parados a finales de
2012, una tasa de paro del 26,02%.
El paro se ha triplicado con la crisis (1.927.600
parados a finales
de 2007), que se ha llevado por
delante el empleo de 3,5 millones de españoles. De ellos, 1.400.000 se han perdido con los recortes, iniciados por Zapatero en
mayo de 2010 y acrecentados por Rajoy desde diciembre de 2011. Y queda ver un aumento del paro en 2013, otro año de recesión en el que la Comisión
Europea estima que España perderá 457.000 empleos más,
llevando el paro a los 6,5 millones.
En la maraña de datos
dramáticos del paro, destaco dos
especialmente preocupantes: la mitad de
los parados no cobra nada (49,70%) y más de la mitad (55,14%) llevan sin trabajo un año o más.
A finales de 2012, sólo
3.001.078 parados registrados (SEPE) cobraban algún subsidio: casi la mitad
(1.411.729), el seguro de paro que
les corresponde por haber cotizado (862,20 euros al mes de media) y el resto subsidios por tener más de 45 años o
cargas familiares (426 euros mensuales). Y estos que cobran, cobrarán
menos en 2013, porque en julio el Gobierno les recortó las
prestaciones (del 60 al 50% de la base imponible a partir del sexto mes),
que además se les acaban este año a muchos, con lo que, en unos meses, serán ya más de la
mitad los parados que no cobran. Ya hoy, hay siete autonomías donde
hay más parados que no cobran de los que cobran: Murcia (60,09 % parados EPA no
cobran), Ceuta (56,04%), Canarias (55,53%), Comunidad Valenciana (55,36%), Madrid
(53,89%),Castilla la Mancha (51,83%)
y Cataluña (50,10%).
El otro dato dramático es que más de la mitad de los parados (55,14%) llevan sin encontrar trabajo un año o más: son 3.289.400
parados, la mayoría con más de dos años en paro (1.924.100) y los
demás (1.365.300) entre uno y dos años. Este paro
de larga duración se ha multiplicado
por 7,5 veces con la crisis (eran 437.300, un 22,6% de los parados a
finales de 2007). Y España es el país europeo con más porcentaje de paro
de larga duración (53%), tras Eslovaquia, muy por delante de la media
europea (43%). El problema es que cuanto más tiempo se lleva en paro, menos
posibilidades hay de encontrar
empleo: del 54,5% de probabilidades a los 3 meses se pasa al 19,5%
al año y a sólo el 11,7% pasados dos años. O sea, que los parados largo tiempo tienen casi imposible encontrar trabajo.
Sobre todo los mayores de 45 años, las mujeres y los jóvenes sin experiencia (hay un 55% de paro juvenil).
¿Qué se puede hacer?
Primero, acabar con los recortes, reanimar la economía y poner
a España a trabajar, lo contrario de lo que defienden Bruselas y Rajoy y que nos ha
llevado a los 6 millones de parados. Y entre
tanto, tomar dos medidas urgentes: aumentar la ayuda a los parados
(para que no caigan en la pobreza y la desesperación) y ayudarles más activamente a formarse y
reciclarse, para que encuentren trabajo cuando empiece a haberlo (a partir de 2014). Pues bien, el
Gobierno Rajoy hace justamente lo contrario: recortó en julio de 2012 las ayudas a los parados (aunque ahora prorrogue los 400 euros del Plan
Prepara) y lleva dos años con fuertes
recortes a las políticas activas de empleo
(formación, reciclaje e incentivos a la contratación). Así nos va.
Para 2013, España
se gastará 32.566 millones en los
parados, 7.500 millones menos que en
2011 (con 1,3 millones de parados más). De ellos, 8 de cada 10 euros se
gastarán en pagar subsidios y sólo 2
en formar y ayudar a los parados a encontrar trabajo. El Gobierno Rajoy ha
recortado 3.000 millones en el seguro de desempleo entre 2012 y 2013, pero ha
recortado más, 4.000 millones, en políticas
activas de empleo: sólo va a gastar este año 3.771 millones
(-34,6%) y otros 1.802 millones en formación (un gasto cuatro años estancado).
Cuando el paro destroza a 6 millones
de españoles, el Gobierno sólo dedica 5.573 millones a reciclarles,
formarles e incentivar su contratación (la quinta parte del dinero público para salvar a Bankia). Un suicidio económico y social.
Y hay más. Los recortes llegan también al Servicio Público de Empleo, el SEPE
(antiguo INEM): en diciembre se ha despedido a 1.500 de los 3.000 promotores contratados
para tutelar a los parados a encontrar empleo. Y eso que tenemos la tercera parte de personal en las oficinas públicas de
empleo que en Europa (1 funcionario por cada 190 parados frente a 1 por 59 en
la UE). Con menos Presupuesto y menos personal, resulta difícil
conseguir que el SEPE funcione: sólo encuentra trabajo a un 3% de parados. Y
más si tiene un catálogo de cursos
demasiado largos (un tercio duran más de 200 horas) y obsoleto. Y si las pocas empresas que contratan, utilizan sus
contactos y las ETTs privadas, no el SEPE.
Hay que cambiar drásticamente los servicios públicos
de empleo, con ayuda de las empresas y ETTs privadas, que ya
colaboran con el SEPE. Pero hacen falta más recursos y más medios, del
Estado y de las autonomías, que
prestan este servicio en medio de drásticos
recortes. Y lo primero es
apostar por la formación: casi 3 de cada 4 nuevos parados desde 2008 tienen sólo estudios primarios o
secundaria incompleta. Más de la mitad de los parados no
tienen formación y así es doblemente difícil que encuentren trabajo cuando
llegue la recuperación. Hay que reciclarles y formarles en
lo que las empresas van a necesitar. A los jóvenes, ayudarles a coger
experiencia con contratos de aprendizaje. Y a los
que tienen formación, hay que tutelarles
como un head hunter privado desde
el SEPE. Además, hay que bajar cotizaciones e impuestos a las empresas que
contraten, fomentando el autoempleo.
Con 6 millones de parados, hay que gastar lo que haga falta en formarles y ayudarles activamente a encontrar empleo, mejor que en pagarles sólo un
subsidio para que subsistan (y que hace falta mantener). Es el dinero mejor
gastado. Aquí no puede haber recortes, si no queremos condenar a 3 millones de españoles a no volver a trabajar nunca más.
Recapaciten.
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