domingo, 24 de junio de 2012

El turismo flojea y el Gobierno racanea


Era lo único que iba bien a pesar de la crisis: las exportaciones y el turismo, gracias a los extranjeros que nos compran y nos visitan. Pero las exportaciones se han desinflado este año y el turismo también flojea: crece la tercera parte que en 2011, un año récord . El sector alerta que las reservas de este verano están flojas y perderemos dos millones de turistas, por la recesión en Europa (afecta sobre todo al turismo británico) y la recuperación de Túnez y Egipto, que en 2011 nos “prestaron” dos millones de turistas. Tampoco ayudan la subida de las tasas aeroportuarias, las nuevas tasas autonómicas, la lentitud en los visados y los recortes presupuestarios: un 30% menos en promoción y modernización turística. El Gobierno acaba de aprobar un Plan con 28 medidas para reanimar el turismo, que puede ayudar pero con muy poco dinero: 438 millones al año, sólo un euro por cada cien que ingresa el turismo en España. Tacaños.  

El turismo, la primera industria española, se recuperó en 2011, tras las caídas de 2009 y 2010: 56.694.300 turistas (+7,6%), el cuarto mejor año de nuestra historia turística, gracias a dos factores excepcionales: la Jornada de la Juventud (agosto) y, sobre todo, la crisis del Norte de África (Egipto y Túnez), que nos desvió 2 millones de turistas (la mitad de los 4 millones ganados). Además, los turistas gastaron más (en 2011 no había recesión en Europa) y hubo un récord histórico de ingresos en divisas: 43.026 millones (30.611 netos, tras descontar el gasto fuera de los españoles), más de lo que costó la factura del petróleo (43.843 millones).

Pero en 2012, el turismo va más flojo : pinchó en abril (-1,7%), con la primera caída en 13 meses, aunque mejoró en mayo (+5,8%), para crecer un 2,4% en estos cinco meses, la mitad que en ese mismo periodo de 2011. La Semana Santa fue mala, como el puente de mayo (el tiempo no ayudó) y la mayoría de empresas turísticas reconocen haber vendido menos estos meses, por dos razones. La más directa, la recuperación de los mercados del Norte de África, que están quitando reservas en Canarias, Baleares y la costa andaluza y levantina. Y la otra, la recesión en Europa, de donde proceden 9 de cada 10 turistas: afecta más a británicos y nórdicos, aunque crecen franceses, alemanes y rusos (+30% este año, tras +50% en 2011).

Para este verano, el sector augura una caída de reservas del 6% y perder 1,9 millones de turistas en la temporada alta. Su preocupación son los turistas británicos (1 de cada 4 que vinieron a España en 2011), con un país en recesión y el incentivo de los Juegos Olímpicos para no salir este verano, además de la tentación de destinos que están tirando precios: Túnez, Egipto, Turquía y los intervenidos Grecia y Portugal, urgidos de divisas. También temen por el turismo nórdico (7% turistas) e italiano (6,6%). Pero Turespaña confía en Alemania (16% turistas), Francia (15%) y mucho en Rusia: sus reservas pueden crecer un 35% y gastan un 50% más que otros países. Pero hay que agilizarles los visados (como a China y otros paises), como ha empezado a hacerse.

Con todo, los mayores nubarrones de este verano se esperan en el turismo nacional, la otra mitad del mercado: la recesión se ha agravado, hay más paro y menos ingresos. Las reservas van mal, con muchos españoles esperando ofertas de última hora y optando por el turismo más barato, 80% al margen de los hoteles: campings, apartamentos y sobre todo, casas de amigos o familiares. Esta caída del turismo español la sufrirán más la cornisa cantábrica, el interior y Andalucía.

Con el verano así, el sector cree que el turismo (PIB turístico) caerá un -0,3% en 2012, mucho menos del -1,7% que caerá toda la economía (en 2011 creció un 2,6%, cuatro veces el 0,7% del PIB general). Con ello, el empleo se estancará (ocupa a 1.958.329 personas) o caerá algo, tras subir en 2011 (+10.000 empleos). Y el paro turístico aumentó en 2012 en todas las autonomías, salvo Canarias.

El pinchazo del turismo no es sólo por la recesión europea y la recuperación del norte de África. También hay problemas internos. El primero, un doble aumento de tasas, después de que Rajoy  no cumpliera su promesa electoral (otra más) de aplicarles un IVA superreducido (bajándolo del 8 al 4 %). Por un lado, el 1 de julio suben las tasas aeroportuarias, una media del 10,2% (2,10 € por asiento), pero mucho más en los 7 grandes aeropuertos por donde entran 3 de cada 5 turistas que vienen a España: Madrid (subida tasa 50,3%, tras subir otro 24% en 2011), Barcelona (+53,6% este año y 15% el pasado), Palma, Málaga. Gran Canaria. Alicante y Tenerife sur (+12,5%). Una subida que costará 100 millones al turismo sólo  este verano y que agravará  la caída del tráfico aéreo en 2012     (-1,8% hasta abril), incluso en vuelos low cost.


Por otro, Cataluña aplicará desde el 1 de noviembre una nueva tasa turística (de 0,50 a 2,50€ por noche en campings, hoteles y cruceros) y Andalucía la está estudiando, mientras Canarias se ha librado por los pelos, aunque el 1 de julio sube el IVA canario (IGIC), aumentando para los hoteles del 5 al 7% (la puntilla para un archipiélago que teme perder 2 millones de turistas este año). Y todo el sector tiembla ante la anunciada subida del IVA.

El otro mazazo son los recortes del Presupuesto 2012 (y los de autonomías y Ayuntamientos), de los que no se libra el turismo: hay un 30% menos para promoción exterior (sólo 438 millones), un 36% menos para Turespaña y menos ayudas para modernización (-33% para el Plan Qualifica de la Costa del Sol).


Una carga de profundidad para el sector, que recibe con esperanza el Plan Nacional de Turismo , aprobado el 22 de junio, con 28 medidas para los próximos 4 años: nuevo Plan de marketing para vender la marca España, campañas para promover el turismo nacional ("Veranee en España"), planes de reconversión de destinos maduros, créditos (pocos) para renovar infraestructuras y para jóvenes emprendedores, apoyo a municipios turísticos y a la internacionalización de nuestras empresas y privatización parcial de Turespaña. Un Plan que daría más frutos si no fuera tan tacaño : 1.800 millones en cuatro años (438 millones en 2012), sólo un euro de apoyo por cada 100 € que ingresa el turismo a España. Pobre apuesta para una potencia turistica mundial.


España tiene que renovar su oferta, insistir en un turismo diversificado y de calidad, que no compita sólo por precio, y buscar nuevos mercados fuera de Europa. Con todo, la clave para el turismo español está en Bruselas, en cambiar la política de recortes y reanimar la economía europea y española: con recesión, se viaja poco y se gasta menos. Y el turismo es clave, no sólo por sus divisas, sino por el empleo, sobre todo en Canarias, Andalucía, Baleares y Comunidad Valenciana, las regiones donde tiene más peso y donde hay también más paro. Es urgente destinar más recursos (incluso europeos) para reanimar al sector. Poner los parches que haga falta para que no se desinfle.

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