Mañana 18 de julio vuelve a subir Movistar sus tarifas, después de aumentarlas Orange, Vodafone y Jazztel en febrero, abril y mayo. Es
la cuarta subida de Movistar este año y la
7ª en poco más de dos años, con un aumento de tarifas del +35%. Y todo apunta a que esta será la estrategia de las “telecos”: dos o
tres subidas al año, unos detrás de otros. Lo hacen porque
pueden, ya que ahora es un “triopolio” más fuerte, tras las fusiones. Y
porque
lo necesitan, para invertir en fibra y 4G, para comprar derechos de
fútbol (el motor de la TV de pago, su mayor apuesta comercial hoy) y para compensar la rebaja de ingresos por el fin del
“roaming”, que multiplicará por 4 las llamadas de los turistas este verano. Pero también nos suben las tarifas del móvil e Internet porque
estamos muy “enganchados”: somos el 5º país que pasa más tiempo
conectado al móvil, 2 horas y 11 minutos diarios. Las telecos lo saben y cada
vez nos ofrecen más datos y más velocidad. Y eso hay que pagarlo. Ojo al dedo.
enrique ortega
Hemos estado muchos
años mal acostumbrados, con
guerra de tarifas y bajadas de precios en el móvil e Internet entre 2009 y 2015 (-70% de media).
Pero ahora llevamos algo más de dos años
de subidas constantes. La última mañana
18 de julio: Movistar vuelve a subir sus tarifas de móvil
a 4,2 millones de abonados, entre 2 euros al mes (tarifa #6 y #20) y 3 euros
(tarifa #10), sin aumentarles datos a cambio. Es la cuarta subida de Movistar este año, ya que el 5 de febrero subió
5 euros al mes las ofertas del paquete Fusión (a cambio de ofrecer más datos),
en abril subió otros 5 euros las tarifas de Fusión Contigo y este 18 de junio subió el precio de los megas extras móviles (un 33%, de 1,5 a 2
céntimos por mega extra).
Orange, ahora la
segunda mayor teleco, subió también en febrero los precios de sus paquetes convergentes Love (que había lanzado en noviembre), entre
2 y 5 euros, y lanzó el 3 de abril dos nuevas familias de paquetes para el
móvil y el hogar, renovando también en junio las tarifas de sus móviles pre-pago (han subido un 25%). Y su filial y segunda marca, Jazztel, subió también el 1 de mayo en 2
euros el abono mensual a todos sus clientes, a cambio de más datos, más minutos
de llamada y más velocidad de conexión en fibra.
Y Vodafone, la
tercera gran teleco, implantó el 28 de abril una nueva subida de precios, de 2 euros al mes en sus tarifas
móviles y de entre 3 y 6 euros mensuales en sus paquetes convergentes, con la
contrapartida de más datos móviles, contenidos TV y el servicio de mensajes
Chat Zero. Además, Vodafone ha empezado a cobrar 2,5 euros a sus clientes por
atenderles diversas incidencias y gestiones por teléfono. Y todas las
telecos han subido este año el coste de establecimiento de llamada, a los clientes de móvil sin tarifa plana:
de 0,2178 a 0,25 euros, un “redondeo” que significa subirles un +14,78%.
Esta subida de
mañana es ya la séptima que hace Movistar en poco más de 2 años, ya que a las 4 subidas de este año hay que añadir las 3 subidas de mayo de 2015 (5 euros),
febrero 2016 (3 euros) y agosto de 2016 (de 2 a 5 euros), con lo que la
compañía de Telefónica ha subido ya a sus clientes entre 22 y 25 euros al mes, más
de un 35% de aumento de tarifas.
Y tanto Orange como Vodafone han hecho otras 4 subidas cada uno en estos dos
años, con un aumento en la factura que
supera el 20%.
Todos ellos argumentan que “cobran más por más”, que
han subido las tarifas pero también sus datos y la velocidad de conexión, con
más servicios (como la TV de pago). Pero las asociaciones de consumidores se quejan de que son subidas “impuestas”, sin que el
cliente pida ni necesite más servicios, y que han subido contratos que se
habían ofrecido a precios “inamovibles”. Por todo ello, las telecos han sido denunciadas a los Tribunales por distintas asociaciones de consumidores. E incluso
han sido multadas
por “publicidad engañosa” y “cláusulas abusivas” por la Junta de Andalucía (6,3 millones) y la
Comunidad de Madrid (30.000 euros). La Comisión de la Competencia (CNMC) ha dicho que vigila estas subidas (“a cambio de mejoras que el cliente no ha
pedido”), mientras la Ley de Defensa de Consumidores y Usuarios
de 2007 es muy clara: “la imposición al
consumidor o usuario de bienes o servicios complementarios o accesorios no
solicitados tiene la consideración de cláusula abusiva”.
Pero las subidas ahí están y los clientes lo único que pueden hacer es darse de baja sin ser penalizados. El problema es dónde van, porque todas
las telecos funcionan igual y suben los
precios de forma “coordinada”, algo teóricamente prohibido por las normas de competencia. Así que aunque suben
precios, no pierden apenas clientes
porque lo hacen todas. Y ahora son más fuertes para imponer condiciones,
tras las fusiones producidas en 2014 y 2015 (Vodafone y Ono, Telefónica con
Digital + y Orange con Jazztel). Así, las tres grandes telecos (Movistar,
Orange y Vodafone) son ahora un
auténtico “triopolio”, que monopoliza el mercado: controlan el 84,3% del negocio de
móviles y el 93,91% del negocio de acceso a internet, según los últimos datos de la CNMC. Y con el
lanzamiento de los paquetes convergentes
(teléfono fijo y móvil, Internet y TV “todo en uno”), que tienen el 75% de los clientes, se han quitado de en medio a la
mayoría de operadores virtuales (OMV)
que competían con ellos por los móviles pero que no tienen red para ofrecer
paquetes. Sólo queda fuera MasMóvil,
que ha crecido mucho pero que básicamente compite en ofertas low cost.
Las tres grandes
telecos suben las tarifas porque pueden (ahora son más fuertes) y porque lo
necesitan. Por un lado, para cubrir las enormes inversiones que han hecho en redes (fibra óptica) y en nuevas tecnologías (4G y 5G), unos 11.200 millones de euros invertidos entre 2012 y 2015, compras y fusiones aparte.
Y por otro, para hacer frente a los
crecientes costes que les acarrea seguir creciendo en el mercado de la TV de pago, su principal apuesta
hoy: han tenido que pagar 1.573 millones esta temporada a los Clubs de fútbol por los derechos de
televisión y muchos millones más en la compra de series y películas. Y aún tendrán que pagar más por la próxima
Champions y Liga. Todo esto hay que “rentabilizarlo” y para ello necesitan
aumentar sus ingresos, cobrando más por cada cliente.
Hay un factor más que obliga
a las telecos a conseguir más ingresos de sus clientes: el final del "roaming", el
recargo por navegar o llamar con el móvil en otro país, que ha desaparecido el
15 de junio por mandato de Bruselas. Al dejar de cobrar este recargo, todas las
telecos
europeas verán reducidos sus ingresos, en 2017 y sobre todo en 2018 y después. La
CNMC estimó que un megabyte le cuesta a
una operadora 1,11 euros y ahora la Comisión Europea les ha fijado a las
telecos un precio mayorista de 0,75 céntimos en 2017 y menos en los años
siguientes (hasta los 0,24 céntimos en 2022). Con ello, la patronal europea
Etno calcula que el roaming reducirá
los ingresos de las telecos europeas en 7.000 millones de euros entre 2015 y
2020, una cifra que la Comisión Europa rebaja a 1.200 millones y el regulador
Berec la deja en 4.700 millones.
Sean 7.000 o 1.200 millones, el hecho es que el roaming reducirá los ingresos de las
telecos, sobre todo de las españolas, porque somos el segundo país de Europa con más turistas,
tras Francia: 75 millones en 2016 (frente a 16 millones en Holanda, por
ejemplo), una pesada carga para Movistar, Orange y Vodafone, que no sólo ingresarán ahora menos por estos extranjeros sino que tendrán que invertir más en
reforzar sus infraestructuras en las costas e islas, para que no se produzcan
colapsos en julio y agosto, meses en los que el uso del móvil por los extranjeros podría multiplicarse por cuatro este verano, según Orange. ¿Quién pagará todo esto y les compensará de los
menores ingresos? La respuesta es clara: el resto de sus clientes, con las subidas que ya se han hecho este año y las
que vendrán. Así que el fin del roaming es una buena
noticia, pero lo pagaremos por otro lado (como el bono social eléctrico).
En definitiva, que hemos de acostumbrarnos a que las subidas de móviles e Internet seguirán,
dos o tres veces al año, con las
telecos buscando que los clientes contraten más datos y más servicios, para que
paguen más cada mes. Y en paralelo, no descuidan las tarifas “low cost”, para afrontar la
competencia de Más Móvil y sus
marcas Yoigo y Pepephone. Así, Orange ha lanzado en junio sus ofertas baratas de móvil e Internet a través de Amena, tras haberlas lanzado en mayo
Vodafone, a través de su marca low cost Lowi.
Y lo mismo va a hacer Movistar con Tuenti.
El riesgo es que, con la subida de
las tarifas “normales” y “Premium”, se produzca un cierto trasvase de clientes a las tarifas “low cost”, pero las telecos no pueden descuidar este flanco de clientes con menos poder adquisitivo , y
más con la presión de Más Móvil y sus marcas comiéndole terreno.
Pero el centro del negocio está en los clientes de medio y alto gasto, ese 75% que tienen contratados paquetes
(fijo, móvil, Internet y TV de pago), a los que tratarán de ofrecer más datos,
más velocidad y más servicios, para subir
su mensualidad. Hoy por hoy, la batalla comercial está en dos frentes:
ampliar los hogares con fibra óptica
(cuanto más mejore la autopista de entrada, más servicios a ofrecer y cobrar) y
ampliar los hogares con TV de pago.
En fibra óptica, España es líder en Europa, con 23 millones de hogares
conectados, más que Francia, Alemania, Italia y Reino Unido juntos, sólo por
detrás de Japón y Corea. Pero muchas
familias siguen accediendo a Internet en casa con ADSL (6,6 millones) y
cable (1,7 millones) y todavía no han contratado fibra óptica
(sólo 5,85 millones de hogares), aunque lo tengan a la entrada de su edificio.
Por eso, las telecos y sobre todo Movistar (la que tiene más fibra: llega a 17
millones de hogares) están empeñados en que sus clientes la contraten,
para poder ofrecerles más servicios (pack
de televigilancia y conexión de
aparatos en el hogar y juegos) y
cobrarles más por ellos. Incluso Movistar
ha hecho este año algo inaudito: ha firmado un acuerdo con su competidor Vodafone para que pueda acceder a su red de fibra y
ofrecérsela a sus clientes. Mejor que pague Vodafone por subcontratar la red que tenerla sin
usar. Pero el acuerdo va a acelerar la
agresividad comercial de las telecos por ofrecer fibra.
La otra oferta de este año será la TV del pago, con el gancho del
fútbol y las series. Sólo se lleva ofertando unos pocos años y ya son 6.062.364
los españoles que la tienen contratada, casi una cuarta parte de los
clientes de las telecos: 3,6 millones de Movistar, 1,2 millones de Vodafone y
493.000 de Orange, según los datos de la CNMC (2016). De hecho, los
ingresos de la TV de pago son uno de los motores de la recuperación económica de las telecos, que
ingresaron por esta parte de su negocio 1.873,5 millones de euros en 2016, casi
tanto como las televisiones en abierto (1.879 millones, ingresados por Atresmedia
y Mediaset sobre todo). El problema es que para conseguir esos ingresos (un 8% de su negocio) han de invertir
mucho en comprar series y sobre todo fútbol, cuyos derechos se
han disparado. Y costarán más la próxima temporada, en que la UEFA ya ha vendido la Champions 2018 a Mediapro por 1.100 millones. Ahora toca renegociar esos derechos más los de las Ligas
2019-2022.
Las telecos se quejan
de que los costes del fútbol son impagables y tratan de forzar a la baja a los Clubes y las subastas. Pero
saben que necesitan el fútbol para seguir creciendo, para conseguir que
más de la mitad de los clientes tengan TV de pago, como en otros paises (ahora son un 35%).De hecho, Movistar ha incorporado en julio la TV de pago a todas sus ofertas de Movistar Fusión, con objetivo de "universalizar la televisión de pago entre sus clientes" (en la práctica, quieran o no). Y por eso, Movistar y las demás telecos pagarán
millonadas por el futbol e invertirán en series y películas, aunque eso
obligue a subir tarifas y a que lo paguen los clientes de móvil e Internet: se
subvenciona al fútbol con el extracoste que pagan los internautas, denuncia la Asociación de Internautas.
Las telecos buscan además otras fuentes de ingresos, aprovechando los millones de clientes que tienen “pillados”, porque hay más contratos de móviles (51,1 millones) que españoles: 26, 8 millones de clientes tiene Movistar (17,1 millones de móviles y
9,78 millones de Internet), 19,7 millones Orange
(15,84 y 3,88), 17,5 millones de clientes Vodafone
(14,51 y 3,06) y 4,7 millones de clientes Más
Móvil (4,5 y 0,24). Lo penúltimo era ofrecerles pagos por móvil (Vodafone Wallet, Orange Cash o Samsung Pay) y servicios bancarios: Orange Bank quiere abrir en España en la segunda mitad de 2018, mientras Telefónica opera en Alemania
con O2 Banking. Y lo último es que Movistar ofrece créditos desde junio: sus clientes pueden solicitar un crédito
rápido (48 horas) de 600 hasta 3.000 euros, a través del móvil, a devolver en
1,2 o 3 años.
Al final, si las telecos nos suben los precios dos o tres
veces al año no sólo es porque pueden
(son un “triopolio”) y lo necesitan
(para aumentar ingresos, inversiones y beneficios) sino también porque nos dejamos, porque estamos “enganchados” al móvil e Internet y pagamos lo que nos digan.
España lidera el uso del Internet móvil en Europa: así se conectan a la Red un 93% de españoles, por delante de Holanda (88%) y Reino Unido (86%). Y somos el 5º país del mundo que más tiempo utiliza el móvil: 2 horas y
11 minutos de media, según Statista, sólo por detrás de Brasil (4h 48 minutos), China (3h 03
minutos), Estados Unidos (2h 37) e
Italia (2h 34), por delante de Corea del Sur y Canadá (2h 10), Reino Unido (2h
09), Alemania (1h 37) y Francia (1h 32). Y no sólo usamos el móvil e Internet mucho
tiempo, sino que cada vez gastamos más datos: el tráfico en las redes móviles se ha multiplicado por 6,6 entre 2012 (26.488
terabytes) y 2016 (172.477 terabytes). Incluso se han recuperado las llamadas por el móvil (91.361 millones de minutos en 2016, 10% más que
en 2015), 4 veces más que las llamadas de fijos (21.250 millones de minutos).
Con este mayor uso de
los móviles e Internet y las subidas de los dos últimos años, la factura de las telecos ha subido mucho.
Y el gasto
medio por cliente estaba en 74,7
euros al mes a finales de 2016 (+5% sobre 2015), según la CNMC. Una media que esconde
que un 20% de españoles gastan en teléfono e Internet más de 125 euros al mes y
otro 20% gasta menos de 40 euros. La media de los que tienen paquetes
cuádruples (fijo, móvil, Internet fijo y móvil) son 65,70 euros al mes y los que tienen paquete quíntuple (con TV de
pago) pagan de media 89,40 euros al
mes. En líneas generales, el coste del acceso a Internet en España está entre
el 5º y el 11º país más caro de Europa (según la velocidad), con datos de la Comisión Europea para 2016. Y somos el 22º país europeo más caro y el
35º del mundo en coste del acceso a internet móvil, según la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT).
En definitiva, no sabemos vivir sin el móvil e Internet
y esto nos cuesta cada año más y
seguirá subiendo en el futuro, porque las
telecos tienen la sartén por el mango
y nos tientan con más datos y servicios que después hay que pagar. Así que
o “vigilamos el dedo” o pronto pagaremos más
de 100 euros al mes. Es el coste de
vivir súperconectados.
Pregunta desde la ignorancia: ahora que no hay roaming qué nos impide contratar a una operadora de otro país europeo?
ResponderEliminarJoder que bueno!!!
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