La esperanza de la recuperación
mundial está puesta ahora en Estados
Unidos, que crece y crea empleo
(poco) frente a una Europa en
recesión, un Japón que languidece a
un año del tsunami y una China y países emergentes que crecen
menos, aunque mucho. EEUU ha creado 3,9
millones de empleos en dos años, gracias a las políticas de estímulo de Obama, que se juega la relección en
noviembre con la carta del empleo.
La crisis del euro, la fortaleza del dólar y el temor a un repunte del petróleo son los grandes riesgos de la
recuperación norteamericana, débil hasta 2014. España se juega mucho en el despegue de EEUU: es nuestro sexto país
comprador, sus turistas son los que más gastan y es el
segundo destino inversor de nuestras empresas fuera de Europa. ¡Good luck ¡
enrique ortega |
En agosto de 2011,
Estados Unidos parecía al borde del precipicio,
en medio de la batalla política por la
elevación del límite de la deuda que llevó a S&P a quitarle su histórica
triple A. Pero ahora, ocho meses después, los ojos están puestos en la primera economía del mundo, que crece
más (en torno al 2%) y ha creado
3,9 millones de empleos
en los últimos dos años, 734.000 en los últimos tres meses (el mejor dato desde principios de 2006),
bajando el paro
al 8,3%, el nivel más bajo en
tres años.
Con el empleo, ha mejorado algo el consumo, se venden más coches, mejoran
los beneficios empresariales y las Bolsas
están por encima de antes de la crisis. Y hay dos problemas que originaron la
actual recesión que están corrigiéndose: los precios
de la vivienda han vuelto a niveles de 2003 (aunque no hay demanda) y
se ha reducido mucho la deuda privada. De hecho, los
norteamericanos están desendeudándose
desde 2008, lo que no han hecho los europeos, según un informe
de McKinsey.
Este crecimiento USA
no es casual: es fruto de las políticas
de estímulo de la Administración Obama, que inyectó 825.000 millones de
dólares a poco de tomar posesión y que
en septiembre 2011 aprobó otro Plan
de estímulos de 447.000 millones, con inversiones en infraestructuras, ayudas a los Gobiernos
estatales y locales (muchos quebrados) y la extensión a 2012 de las ayudas a parados y rebajas fiscales sobre
las nóminas, que había heredado y mantenido de Bush. Además, la Reserva
Federal (el banco central USA) ha hecho dos grandes inyecciones de liquidez (2,32 billones de dólares), con el dinero gratis (al tipo 0-0,25 %
desde 2008 hasta 2014), mientras el BCE
subía los tipos europeos al 1,5 % en
2011. Gasto público, rebajas fiscales y
dinero barato y abundante son la gasolina
que ha reanimado la economía USA, frente a los duros recortes europeos que nos han llevado a la recesión.
El crecimiento
norteamericano es “insuficiente, débil
y vulnerable”, según el equipo Obama, que apuesta por crecer este año un 2,2-2,7%, frente al 1,8-2,5%
que vaticinan el FMI, la OCDE y el BM. Haría
falta crecer por encima del 3% para crear empleo suficiente y eso no se
espera hasta 2014, siempre que no pinche la recuperación. La mayor preocupación de la Administración Obama
es el contagio de la crisis europea,
por lo que exigen
a Bruselas que duplique el
cortafuegos del Fondo europeo de
rescate y suavice
los ajustes, ya que la recesión europea (y el menor crecimiento de
China) reduce las exportaciones y el crecimiento norteamericano. La otra gran
preocupación es el petróleo,
ya que si dispara su precio por la crisis
de Irán, abortaría la
recuperación USA (y del mundo).
A nivel interno,
la clave es la pelea política entre
demócratas y republicanos por el Presupuesto 2012-2013, que Obama presentó en
febrero.
Su prioridad es seguir creciendo y a
la vez recortar el déficit (9,6% PIB
en 2011) en 4 billones de dólares los próximos diez años. Para conseguir ambos objetivos, la receta Obama es subir
impuestos a los más ricos (pagan menos que sus secretarias), más inversiones en infraestructuras y
educación y recortes en gastos militares y en el costoso modelo de asistencia sanitaria y
social. Al final, todo va a depender de las elecciones de noviembre, donde se juegan dos
modelos: seguir reanimando la economía bajando el déficit o
recortar gastos más drásticamente, como en Europa, lo que frenaría la
recuperación y el empleo.
Nosotros no votamos, pero España se juega mucho en que EEUU despegue. Es el 6º país al que
más exportamos
(7.889 millones € en 2011) y donde más crecen nuestras ventas, salvo China,
Rusia o el norte de Europa. Recibimos 1.148.186 turistas
norteamericanos, que gastan más del doble que los europeos (2.064 € por
persona). Y EEUU es el segundo destino
inversor de nuestras empresas fuera de Europa, con 32.700 millones de
euros invertidos, siendo España el país
europeo con mayor crecimiento inversor en USA. En los últimos años, las empresas españolas han ganado un
centenar de concursos en EEUU (10.000 millones €) y tenemos fuerte presencia en
energías renovables, infraestructuras,
telecomunicaciones, alta velocidad, tecnología médica, gestión del agua y
alimentación. Y si gana Obama y
se aumentan las inversiones en infraestructuras, se beneficiarán nuestras
empresas.
La clave de la
recuperación norteamericana está en mantener
los estímulos al crecimiento y recuperar
la competitividad de su industria, frente a China
y los emergentes. Con todo, Obama se
juega la reelección en el empleo: a los norteamericanos les preocupa más el paro que el déficit
(y a la Reserva Federal, al contrario que al BCE).
Hay 13 millones de desempleados, un
45% que llevan más de 6 meses en paro. Y le va a resultar difícil bajarlo del 8 % en noviembre, más alto que se lo encontró
(7,8% enero 2009). Pero muchos norteamericanos saben que con los recortes que defienden los republicanos (y que han aplicado
muchos Gobiernos federales y locales), habría
más paro. Por eso puede volver a ganar Obama. Si la economía no le falla. Por nuestro bien, esperemos que no.
No hay comentarios:
Publicar un comentario