jueves, 28 de septiembre de 2023

La vivienda se desinfla pero no baja

La venta de viviendas fue como un tiro en 2021 y 2022, tras superarse el bache de la pandemia. Pero “ha pinchado” este año, con una caída de ventas del -18,3%. La culpa es de las 10 subidas de tipos, que han aumentado drásticamente el coste de una hipoteca media: de 532 euros al mes hace dos años a 883 euros ahora (+66%). Eso ha desplomado las peticiones y la concesión de hipotecas este año, un -14%. Lo curioso es que a pesar de la caída de ventas, el precio de la vivienda sigue subiendo este año, un +6% anual, tras aumentar un +39,8% desde 2014. ¿Porqué los pisos no bajan? Porque hay poca oferta (80.000 viviendas nuevas al año, la tercera parte de la demanda), hay más personas con empleo y sigue alta la demanda de extranjeros, Fondos e inversores, para especular con el ladrillo y los alquileres. Los expertos creen que la vivienda todavía seguirá subiendo (menos) este año y el que viene. Algo muy preocupante.

                                          Enrique Ortega

La venta de pisos en España lleva cayendo casi todo este año 2023, desde febrero (en enero subió un +6,5%). En realidad, empezó a caer en diciembre de 2022 (-9,9%), el primer descenso de ventas en 24 meses, tras el paréntesis de caída de ventas por la pandemia (de marzo a octubre de 2020), según el INE. Ahora, en los 7 primeros meses del año se han vendido 364.086 viviendas, un -18,3% menos que en ese periodo de 2022. La mayor caída de ventas se ha dado en la vivienda de 2ª mano (el 80% de las ventas) y sobre todo en Galicia, Canarias, Navarra y Madrid, subiendo sólo las ventas en Extremadura, Asturias y Murcia. 

Estos 6 meses consecutivos de caída de ventas rompen una tendencia de 9 años de subidas continuadas de compraventas (salvo el paréntesis de la pandemia), tras la crisis inmobiliaria iniciada en 2008 y que llevó a un desplome de ventas, hasta el mínimo histórico de 312.500 viviendas vendidas en 2013. A partir de 2014, con la drástica caída de precios, remontaron las ventas de vivienda, superando ya las 500.000 ventas en 2018 y alcanzando un máximo en 2022: 650.265 viviendas vendidas, cerca ya del récord histórico de ventas, las 775.300 viviendas vendidas en España en 2007. 

La causa principal de este “pinchazo” en la venta de pisos la tienen las 10 subidas de los tipos de interés oficiales que ha aprobado el Banco Central Europeo (BCE) desde julio de 2022 a septiembre de 2023: del 0% al 4,50% actual, el precio del dinero más alto desde 2001. Con ella, el precio de las hipotecas (para los 4 millones de familias que tienen una y para los que piensen en comprar un piso) se ha disparado: la mensualidad de una hipoteca media (150.000 euros a 25 años, con el Euribor+1%) ha saltado de 532 euros en agosto de 2021 a 654 euros en agosto de 2022 y 883 euros con el Euribor de agosto de 2023 (4,073%). Muchos  hipotecados han sufrido ya dos subidas anuales en su cuota mensual, pagando ahora 229 euros al mes más que hace dos años (+66%), lo que hunde sus economías, ya deterioradas por la alta inflación. Y ya muchas familias tienen que destinar el 40% de sus ingresos a pagar la hipoteca, lo que disuade a los jóvenes y familias que pensaban pedir una. 

La consecuencia es que también han caído la solicitud y concesión de hipotecas, principal causa de que hayan bajado las ventas de viviendas (junto a los altos precios). La concesión de hipotecas lleva cayendo también desde febrero de 2023, con un total de 232.669 hipotecas concedidas en los 7 primeros meses del año, un -14,6% de caída, según el INE. Y esa caída la explica la subida del tipo de interés de las nuevas hipotecas, por las que se pagaba en julio un 3,24% de media, frente al 1,92% de coste un año antes, lo que se ha traducido en que las hipotecas que se piden ahora son de menos importe (143.412 euros en julio frente a 147.200 que se concedían hace sólo un año). También esta caída rompe una tendencia, la del alza de las hipotecas concedidas, desde el mínimo de 2013 (199.703) a más del doble en 2022 (463.614), aún muy lejos de las 1.238.890 hipotecas concedidas en 2007, en el cénit de la burbuja inmobiliaria en España. 

Bajan las hipotecas y bajan las ventas, por el hachazo de los tipos de interés, pero ojo: no bajan los precios de la vivienda en España. Al contrario: siguen subiendo año tras año, desde 2014. En la primera mitad de 2023, a pesar de la caída de ventas, los precios de la vivienda han subido una media del +6%, según los tasadores. Y eso se suma a la subida de precios del +7,4% en 2022, según los datos del INE, la mayor subida anual desde 2007 (+9,8%). Con ello, la vivienda en España subió un +39.8% entre 2014 y 2022, más del doble de lo que han subido el IPC general (+17,7%) y de lo que han subido los salarios en convenio (+14,17%) en estos 9 años. Aún así, todavía el precio de la vivienda no se ha recuperado del desplome de precios tras la crisis inmobiliaria: entre 2008 y 2013, los precios de la vivienda en España cayeron un -41,9%, según el INE. 

Pero ahora, la subida de la vivienda es tremenda (recordemos: +39,8% en 9 años) y muy desigual, agravándose en las grandes ciudades. Así, según otra estadística de precios, la del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agencia Urbana, los precios de tasación de la vivienda (no los precios de venta) subieron un +24% entre el tercer trimestre de 2014 y el 2º trimestre de 2023 en toda España. Pero hay 4 ciudades donde los precios de tasación de los pisos han subido más del +50%: Palma de Mallorca (+79,2%), Málaga (+75,1%), Valencia (+61,1%) y Madrid (+57,1%). Y otras 7 ciudades donde ha subido más del +35%: Barcelona (+49,7%), Alicante (+42,6%), Pamplona (+39,6%), Santa Cruz de Tenerife (+38,3%), Guadalajara (+38,2%), A Coruña (+37,9%) y Girona (+35,6%). 

Con estas impresionantes subidas, el precio de comprar un piso se ha puesto por las nubes, en toda España, pero sobre todo en las grandes ciudades, donde hay más demanda y menos viviendas. Así, en Madrid, el precio medio de tasación de una vivienda es de 3.727 euros por metro cuadrado (372.700 euros por un piso de 100 m2) y en Barcelona 3.600 euros por m2 (360.000 euros piso 100 m2), según el Ministerio de Transportes, mientras han casi duplicado su precio los pisos en Palma (de 1.466 a 2.626 euros m2) o Málaga (de 1.264 a 2.213 euros m2), en ambos casos por el boom de los pisos para alquiler turístico. 

La consecuencia combinada de esta drástica subida de precios de la vivienda y de la subida de tipos no es sólo que haya menos familias pidiendo una hipoteca y comprando piso, sino que los que acaban hipotecándose pagan más por pisos peores, más pequeños (con una habitación o un baño menos) y alejados del centro, según algunos estudios. De hecho, en los últimos 2 años, ha bajado la superficie media de las viviendas vendidas, de 119 a 110 metros cuadrados, según los datos de la tasadora UVE valoraciones. Y se han trasladado las ventas a las zonas periféricas, a más de una hora del centro (donde los precios son entre un 20 y un 40% inferiores, aunque son ahora los que más suben). 

¿Por qué si bajan las ventas y las hipotecas sigue subiendo la vivienda? Hay varias razones que explican este “contrasentido” económico, pero la principal es que faltan viviendas, hay menos oferta que demanda. Sobre todo de vivienda nueva, que sube más (+7,9% en 2022) que la vivienda de 2ª mano (+7,3%). De hecho, hay un déficit de viviendas de 327.000 pisos en España, sobre todo en las grandes ciudades, según la tasadora Uve Valoraciones. Y ello se debe a la caída drástica en la construcción de viviendas: en 2022 se terminaron en España 79.935 viviendas “libres (además de las protegidas), una cifra que dobla las viviendas terminadas en 2014 (35.382) pero que contrasta con las 356.555 viviendas terminadas en 2009 y con el récord de 597.000 nuevas viviendas de 2006. 

La falta de oferta es clara: se terminan menos de 80.000 viviendas al año (en 2023 van 19.085 terminadas en el primer trimestre) y la demanda anual, por nuevas familias y jóvenes es de 240.000 viviendas, cuatro veces más. Y encima, donde hay más demanda (las grandes ciudades y algunas provincias) es donde se promueven menos viviendas. Resultado: se disparan los precios, aunque caiga la demanda y suban las hipotecas. 

La segunda razón de que no bajen los precios de la vivienda es que la demanda se ha sostenido más de lo esperado por la mejora del empleo: hay +588.700 españoles más con trabajo en el último año (junio 2023-junio 2022) y +1.385.000 ocupados más que hace dos años, según la EPA. Y además, muchos trabajadores han visto mejorar su contrato, de temporal a fijo, tras la reforma laboral, lo que les ha “animado” a comprar un piso, al sentir que sus ingresos ahora son “más seguros”. Sobre todo a la vista de que los alquileres han disparado sus precios, por encima de los 1.000 euros, con lo que cuesta más alquilar un piso que comprarlo (883 euros der hipoteca media), siempre que cuente con ayuda (o ahorros) para pagar el 20% que no cubre la hipoteca y otro 10% de gastos varios. Y siempre que su edad, su nómina y su solvencia le permitan conseguir una hipoteca, ahora más difícil. 

La tercera razón para explicar que los pisos no bajen de precio son las compras de extranjeros y de inversores, internacionales (Fondos) y españoles (ahorradores, que buscan rentabilidad en comprar y vender y en el alquiler). La compra de viviendas por extranjeros se ha disparado, alcanzando el 18,7% de las ventas totales, según Euroval, sobre todo británicos, alemanes y franceses que compran una residencia en Baleares, Canarias, Levante y la Costa del Sol.  Luego están las compras de Fondos e inmobiliarias o de inversores particulares, para invertir buscando plusvalías futuras (la vivienda ha subido menos en España estos años que en el centro y norte de Europa)  o la alta rentabilidad de los alquileres. Y también es un factor clave en la tensión de precios el auge de los pisos turísticos. En todos estos casos, los compradores de viviendas no se ven tan afectados por la subida de tipos, porque compran al contado, sin hacer una hipoteca. De hecho, en mayo de 2023, el 56% de las compras de viviendas se pagaron al contado y sólo el 44% con hipoteca, según el último dato del Consejo del Notariado, cuando en 2016 sólo se pagaban al contado un tercio de las compras.

Visto el panorama, los expertos auguran que los precios de la vivienda seguirán subiendo en España, aunque menos. CaixaBank estima que los precios subirán un +2,9% en 2023 y no bajarán hasta 2024, un -1,1%, debido a que el BCE va a mantener los tipos altos hasta septiembre de 2024 y el Euribor seguirá por encima del 4% el año próximo. Otros expertos, como el catedrático Josep Oliver, apuestan por una subida del 3% en 2023. Y la tasadora Euroval augura que los precios subirán un 6% entre 2023 y 2025 y no bajarán hasta 2026. En general, nadie augura una recuperación de la vivienda hasta el tercer trimestre de 2024, como pronto, lo que seguirá frenando la inversión y el empleo en la construcción. 

La situación es alarmante, porque la vivienda es una de las mayores preocupaciones de los españoles, que se topan con que no pueden comprar ni alquilar, lo que obliga a los jóvenes a vivir con sus padres hasta los 30,3 años de media, según el Consejo de la Juventud (sólo el 15,9% se emancipan, frente al 31,9% en Europa). Una vez más, el problema es la falta de oferta de viviendas: hay un déficit de 1,2 millones de viviendas en España de aquí a 2030. Eso debería obligar al futuro Gobierno a considerar la política de vivienda como una prioridad. Y alcanzar un Pacto entre el Ejecutivo central, autonomías y Ayuntamientos para liberar suelo público y financiación (pública y privada) para promover entre 120.000 y 150.000 viviendas nuevas al año, la mayoría destinadas al alquiler, lo que aumentaría drásticamente la oferta y reduciría los precios de venta y alquiler. No podemos seguir así, con la vivienda llevándose el 40% y más de los ingresos de los españoles y muchos viviendo hacinados o en casa de sus padres. La vivienda sí tiene enmienda: construir más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario