Rajoy presume de que somos el país europeo que más crece (incierto: fuimos el 8º en 2016) pero no
dice que estamos más lejos de Europa que
antes de la crisis. Si en 2007 teníamos una renta por habitante que superaba la europea (el 103%), luego ha bajado y en 2015 teníamos el 90% de la renta europea. Somos
el país 14º en el ranking UE de riqueza por habitante, aunque seamos el 4º
país que más produce. Estamos más lejos
de Europa y de forma desigual. Hay 4 regiones con una renta superior a la
europea: Madrid, País Vasco, Navarra y Cataluña. Y 7 que no llegan al 75% de la
renta europea: Extremadura, Andalucía, Castilla la Mancha, Murcia, Canarias,
Ceuta y Melilla. Sigue habiendo dos
Españas, más desiguales entre sí que antes de la crisis. Y además, son las mismas que en 2008 y en 1983. Tenemos un doble problema de fondo: hay
españoles y europeos de primera y de segunda. Y llevamos décadas así.
enrique ortega |
España creció un 3,2% en 2016, el
tercer año de la recuperación, el 8º
mayor crecimiento en la Unión Europea, tras Rumanía (+4,9%), Irlanda (+4,3%), Malta
(+4%), Luxemburgo (+3,8%), Eslovaquia, Bulgaria y Suecia (+3,3% cada uno). Pero
este crecimiento fue muy desigual por
autonomías. Así, crecieron por encima
de la media Baleares (+3,8%), Madrid (+3,7%), Canarias y Cataluña (+3,5%),
Galicia (+3,4%), Comunidad Valenciana, Ceuta y Castilla y León (+3,3% las tres).
El resto crecieron menos y en especial la Rioja (+1,5%), Asturias (+1,9%),
Extremadura (+2%) y Cantabria (+2,3%), según el INE. Antes, en la primera Legislatura de Rajoy (2012-2015),
España decreció un -2,2% (PIB) y sólo dos regiones aumentaron su producción (Madrid y
Cataluña), dos la estabilizaron (Canarias y Extremadura) y las 15 restantes
empeoraron (cayó su PIB), en especial Cantabria, Melilla, Asturias y Castilla y
León.
Tras estos ocho años de crisis, España produce todavía algo menos que en 2008: 23.970 euros por habitante
(2016), un 1,3% menos de los 24.274 euros por español que se generaron en 2008,
según los últimos datos del INE. Pero hay 5 autonomías que ya han
salido de la crisis y produjeron en 2015
más que en 2008: Madrid, País Vasco, Cataluña, Castilla y León y Galicia.
Las otras 12 autonomías, más Ceuta y Melilla, siguen todavía sin recuperar su
producción anterior a la crisis, siendo Andalucía, Melilla, Castilla la Mancha,
Murcia y Canarias las regiones que están
más lejos de hacerlo.
Con todo, hay 7
regiones que conforman la lista de la España rica, por su mayor producción (PIB) por habitante en 2016,
según acaba de publicar el INE: Madrid (32.723
euros/habitante), País Vasco
(31.805), Navarra (29.807), Cataluña (28.590), Aragón (26.328), La Rioja
(25.692) y Baleares (24.870
euros/habitante). Y otras 7 regiones
que están a la cola de la producción por habitante, que configuran la España pobre: Extremadura (16.369 euros/habitante), Andalucía (17.651), Melilla
(17.686), Castilla la Mancha
(18.591), Murcia (19.411), Ceuta (19.446) y Canarias (19.867 euros/habitante). Lo más preocupante es que antes de la crisis, en 2008, las 7 regiones más ricas eran exactamente las mismas que en 2016 y
en el mismo orden. Y las 7 regiones
más pobres de hoy son exactamente las mismas que en 2008. Eso sí: la desigualdad ha aumentado. Si en
2008, el PIB por habitante de Madrid era 1,93 veces el de Extremadura, en 2016 ha sido de 1,99 veces. Pero hay
más. Si miramos las estadísticas de 1983,
antes de que España ingresara en Europa (1986), las regiones ricas y pobres eran las mismas que hoy. Tres décadas perdidas.
Esta mayor o menor
producción por habitante de las regiones españolas durante la crisis
explica que unas tengan más o menos
empleo y más o menos parados. En principio, de los 1.372.900 empleos creados en España entre 2014 y 2016 se han beneficiado sobre todo Andalucía
(274.300 nuevos empleos), Cataluña (+203.900), Madrid (194.400) y la Comunidad
Valenciana (180.300). Pero esto no indica mucho, porque son las autonomías con
más población y trabajadores. Lo importante es ver qué regiones tienen más empleo, dónde
trabaja más gente. Y así resulta que, a finales de 2016(EPA), en España trabajaban el 61,05 por 100 de los adultos (16-64 años), pero había 7 autonomías donde trabajaba un mayor
porcentaje de gente: la Rioja (68,02%), Navarra (67,92%), Madrid (67,26%),
Aragón (66,87%), Cataluña (66,78%), Baleares (66,52%) y País Vasco (66,265),
una lista que coincide exactamente con la de las 7 autonomías más ricas. Y al
contrario. Las 7 autonomías con menos
personas trabajando son Extremadura (50,86 de los adultos), Andalucía
(51,2%), Canarias (55,26%), Castilla la Mancha (57,87%), Asturias (59,46%),
Murcia (59,05%) y Ceuta (50,35%), exactamente las 7 regiones más pobres.
Y lo mismo pasa con el
paro. Las tasas de desempleo más
altas se dan en las regiones más
pobres, según
la EPA 2016: Extremadura (28,31%), Andalucía (28,25%), Melilla (27,38%),
Canarias (24,90%), Ceuta (22,39) Castilla la Mancha (22,14%), muy alejadas de
la tasa media de paro española (18,63%). Y las regiones con menos paro son también las más ricas: Navarra (10,01%
de paro), la Rioja (10,90%), País vasco (12,27%), Cantabria (12,89%), Aragón
(13,53%), Baleares (13,89%), Madrid (14,60%) y Cataluña (14,65%).
Una buena parte de esta desigualdad regional en el empleo y
el paro, que luego se traduce en las diferencias de producción (PIB por habitante) se deben
al distinto modelo económico de las autonomías, donde ganan las que tienen más industria,
más inversión y más exportación, junto a mayor tecnología
y formación . Y luego está el papel del
Estado, que tiene una serie de mecanismos para intentar reducir las diferencias entre las regiones y sus ciudadanos.
La principal son los
impuestos, haciendo que paguen más los que menos tienen. El problema en
estos años de crisis ha sido que las mayores subidas de impuestos se han dado en los impuestos indirectos (IVA, carburantes, tasas), que se pagan igual se gane
lo que se gane y no ayudan a redistribuir la riqueza. Lo mismo ha pasado con
las prestaciones sociales, desde el paro a las pensiones, becas y ayudas familiares y
sociales: se han recortado drásticamente (-30.000 millones desde 2010) y eso ha
perjudicado a los que menos tienen y a las regiones más pobres. Y también se han recortado
las inversiones públicas (a la
mitad),que reparten infraestructuras y empleo, “tirando” de las
regiones más deprimidas.
Al final, el cocktail
del distinto modelo económico, la
crisis, los impuestos y los recortes, más un desigual sistema de financiación
autonómica, han agravado las desigualdades durante la crisis, no sólo entre
españoles sino también entre regiones, según los datos del INE. La renta media por persona ha caído en toda España un 2,96% en estos 8 años:
de 10.737 euros en 2008 a 10.419 en 2016. Pero esa caída de la renta también ha sido desigual. Hay 7 regiones que ya tenían en 2016 una renta
por habitante superior a la de antes de la crisis: Aragón (+8,2%), Galicia
(+7,7%), Ceuta (5,7%), Extremadura (+4,5%), la Rioja (+1,97%), Castilla y León
(+0,78%) y Madrid (+0,3%). Y las 12 regiones restantes todavía tienen una
renta por persona inferior a la de 2008. Pero el mapa no ha cambiado, según los últimos datos del INE.
Las 6 regiones con más renta por habitante en 2016, las 6 más ricas, son País
Vasco (13.836 euros/habitante), Navarra
(13.300), Madrid (12.534), Aragón (12.427), Cataluña (12.283) y Asturias
(11.427), exactamente las mismas que en
2008. Y las 7 más pobres, con
menos renta por habitante, son Murcia
(7.924 euros), Andalucía (7.942), Extremadura (8.469), Castilla la Mancha (8.498), Ceuta (8.512), Canarias (8.640) y la Comunidad
Valenciana (9.098), también las mismas que en 2008. Y lo peor: se han agravado las diferencias. Si
en 2008, un vasco tenía 1,73 veces
la renta de un extremeño (los más pobres), en 2016 tiene 1,75 veces la renta de un murciano (los más pobres hoy).
Así que sigue
habiendo 2 Españas, con enormes diferencias de producción, empleo, paro
y renta. Y las regiones ricas y
pobres son las mismas que antes de la crisis e incluso que antes de entrar
en Europa. Además, no sólo se han
agravado las diferencias dentro de España sino también con Europa, por mucho que ahora crezcamos más que la mayoría. Los
datos son claros. España entró en la Unión Europea, en 1986, con un 72% de la renta media comunitaria (PIB/habitante)
y en 2002 alcanzó el 100%.Vivimos igual que la media de europeos hasta 2004 e
incluso en 2007 superamos la renta media europea (103%).
Pero a partir de ahí, con la crisis, empezamos a caer y ya en 2010 perdimos la media europea (bajamos al 96% de la renta UE-28) para
seguir bajando al 93% (2011), al 91% en 2012 y al 90% en 2015, el dato recién publicado por Eurostat. Eso significa que hemos hecho un camino de ida y vuelta al nivel de vida europeo y que ahora estamos como hace 15 años.
La renta media
española, medida por PIB por
habitante en poder de compra (considerando la inflación) fue de 25.900 euros en 2015, un 90% de la media
europea (28.900 euros), según Eurostat. Y eso coloca a España en el puesto
nº 14 del ranking europeo de riqueza,
muy lejos del 4º puesto que nos corresponde en Europa por producción (PIB),
tras Alemania, Francia, Reino Unido e Italia. El pelotón de paises ricos europeos (por
PIB/habitante) lo encabezan Luxemburgo (76.200 euros por habitante, el 264% de
la media europea y el triple que España),
Irlanda (177% del PIB por habitante europeo), Austria y Holanda (128%),
Dinamarca (127%), Alemania y Suecia (124%), seguidos de Bélgica (119%),
Finlandia (109%), Reino Unido (108%), Francia (106%), Italia (96% PIB UE-28) y
Malta (93%), los 13 paises europeos más
ricos que España. Y al final de la lista quedan los 14 paises europeos más
pobres que España, encabezados por Bulgaria (47% del PIB/habitante
europeo), Rumanía (57%), Croacia (58%), Letonia (64%), Hungría y Grecia (68%).
Ya no es sólo que España se haya alejado de la renta media
europea y haya 13 paises más ricos, que tienen más renta por habitante (PIB). Es que sólo
4 regiones españolas tienen una renta
superior a la media europea (2015): Madrid
(123% del PIB/habitante europeo), País
Vasco (119%), Navarra (113%) y Cataluña (107%). Y hay 7 regiones españolas que están entre
las regiones más pobres de Europa, que no llegaban al 75% de la renta
media europea en 2015, según la reciente estadística de Eurostat: Extremadura (62% del PIB/habitante
europeo), Andalucía (66%), Melilla
(66%), Castilla la Mancha (70%), Canarias (74%), Murcia (73%) y Ceuta
(73%). Lo peor no es sólo eso, sino que en 1983, antes de entrar en Europa, había
también 7 regiones españolas que no llegaban al 75% de la renta por habitante
europea. Han pasado 34 años, hemos crecido, pero esas regiones españolas
siguen en el pelotón de las regiones
pobres europeas, liderado por la Europa del Este.
Es un porrón de
estadísticas que se resumen en dos
ideas. Sigue habiendo dos Españas
muy distanciadas y nos hemos alejado del nivel de vida de Europa. Vayamos a
las causas. La primera y
fundamental, porque tenemos un modelo económico que ha sufrido más la crisis, al decrecer más la economía y
perder más empleo que el resto de Europa (que ya se ha recuperado y nosotros
todavía no). La segunda, porque España ha sufrido una mayor devaluación de los salarios que el resto de Europa. La tercera, que aquí hemos
tenido más recortes (en ayudas y gastos sociales) y han aumentado más los impuestos (aún con la rebaja de 2015 y 2016, pagamos más impuestos que
en 2011), lo que ha provocado (junto al paro, la precariedad y los bajos
salarios) una caída más drástica de ingresos de las familias. Y con todo
ello, nos hemos quedado más rezagados de
Europa que antes de la crisis.
¿Qué se puede hacer? No hay una “receta milagro” para corregir
las desigualdades entre regiones y con Europa. Hay que actuar en varios
frentes, dentro y fuera de España. Aquí, las prioridades deben ser reformar el sistema de financiación de las autonomías, para que sea más justo y ayude a reducir desigualdades. Pero la receta
fundamental es la política fiscal, los
impuestos, conseguir más ingresos públicos (luchando contra el fraude y haciendo que paguen más
impuestos las grandes empresas, multinacionales y los más ricos) para
dedicarlos a ayudas contra la pobreza y la desigualdad, a promover inversiones públicas
y privadas en las regiones más atrasadas, en infraestructuras,
reindustrialización, exportaciones, tecnología (las más ricas, como el país Vasco,
Navarra o Madrid son las que más gastan en I+D+i), educación, formación y
digitalización. Y a nivel europeo, urge un Plan Marshall para ayudar al desarrollo de
la Europa del sur y las regiones más atrasadas, promoviendo
inversiones públicas y ayudas con más recursos europeos.
Son dos problemas muy de fondo, de los
que no hablan los políticos pero que lastran nuestro presente y nuestro futuro:
la desigualdad regional de España y nuestro retraso con Europa. Llevan más de 30 años ahí y no sólo no se corrigen sino que
se han agravado con la crisis. Pero
se pueden corregir en las próximas décadas, eso sí, con otras políticas en
España y en Europa, buscando no sólo crecer más sino crecer de otra manera, con más
igualdad. Se puede y se debe. Porque no
puede haber dos clases de europeos y de
españoles. Y menos que cada vez estén más alejados, que sean más desiguales.
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