domingo, 31 de marzo de 2013

Hablar idiomas, la eterna asignatura pendiente


Casi una de cada tres ofertas de empleo exige dominar el inglés. Y pronto hará falta para trabajar hablar dos idiomas, como hace ya uno de cada cuatro europeos. Pero hoy por hoy, España suspende en idiomas, a pesar de que la mayoría ha estudiado inglés muchos años. Hace falta reformar la enseñanza de los idiomas, desde primaria a la Universidad, invirtiendo más en formar profesores de idiomas y no recortando en docentes, plazas  y becas para estudiar en el extranjero, como ha hecho el Gobierno Rajoy. Y hace falta un ambicioso plan de reciclaje en idiomas, para los parados y los que trabajan. Más medios y una enseñanza más oral, para aprender a hablar en uno o dos idiomas. Es la asignatura pendiente de España y de nuestras empresas para aprovechar algún día la recuperación.
enrique ortega

España está a la cola de Europa en hablar idiomas. Somos el cuarto país europeo donde menos adultos hablan idiomas (sólo por delante de Hungría, Italia y Portugal), a pesar de que el porcentaje de alumnos que estudian lenguas (86%) es similar a la media europea. Concretamente, un 46% de españoles dice que puede mantener una conversación en otra lengua (22% inglés), frente al 54% de los europeos (38% inglés). Y sólo un 18% habla dos lenguas, frente a una media de 25% de europeos, según el Eurobarómetro 2012.

El inglés es el idioma que ha estudiado el 81% de los españoles (57% estudió francés), muchos no sólo en el bachillerato y la Universidad, sino que la mitad lo ha estudiado después en clases particulares. Y a pesar de eso, sólo 1 de cada 10 dice tener un nivel avanzado de inglés, según una encuesta de la OCU, que confirma otro estudio de Cambridge University Press: sólo el 13% de españoles dice tener un nivel alto o muy alto de inglés y el 71% se declara poco satisfecho o nada con su nivel. Y las pruebas europeas hechas a los jóvenes que acaban la ESO (14 años) indican que sólo el 24% de los estudiantes españoles habla y entiende inglés con soltura, frente a un 45% de jóvenes en Europa.

España ocupa el puesto 18 en la lista de 54 países que hablan mejor inglés, con un nivel medio, por detrás de 13 países europeos (Portugal, Francia e Italia están peor en este ranking), Singapur, Malasia, India y Pakistán, según el EF English Proficiency Index. Pero este puesto esconde las profundas diferencias dentro de España: el País Vasco tiene un nivel alto de inglés, seguido por Navarra, Galicia, Madrid y Barcelona (nivel medio), pero hay regiones con un nivel muy bajo (Extremadura) o bajo (Murcia, Castilla la Mancha, Andalucía, Castilla y León y Comunidad Valenciana), precisamente las más atrasadas y con más paro.

¿Por qué los españoles tenemos tantos problemas para hablar idiomas? Para empezar, hay una causa lingüística: el inglés es un sistema de 12 vocales y el español tiene cinco, lo que obliga a pelearnos con 7 sonidos nuevos. Los escandinavos y alemanes, por ejemplo, son lenguas con más raíces comunes con el inglés y los portugueses lo tienen también más fácil por su sistema más complejo de vocales. Pero hay más. El español es la tercera lengua más hablada del mundo (500 millones frente a 1.300 el chino y 1.750 el inglés), lo que nos retrae más a aprender otro idioma. Y no ayuda que las películas en España, en el cine y sobre todo en televisión, se vean dobladas. En Portugal (o en Polonia), los niños ven los dibujos animados en inglés (con subtítulos) y eso educa su oído.

Pero la razón básica es la educación. De entrada, en España no se ha enseñado inglés en el bachillerato hasta los años setenta y tanto mi generación como la de mis padres estudiamos francés. Y hasta 1.996 no empezaron a funcionar los primeros 43 centros públicos bilingües. Con ello, los padres de más de 50 años no han sabido inglés para ayudar a sus hijos y los que tienen entre 30 y 50 apenas lo estudiaron en la Universidad. Y la mayoría de los que lo han estudiado, saben vocabulario y gramática, pero no conversación: no se atreven a hablar, por miedo al ridículo, otra peculiaridad española que nos inhabilita para aprender lenguas. Y otro elemento clave: hay pocos profesores suficientemente preparados para enseñar inglés (sólo 1 de cada 10 lo hablaba de pequeño).

La crisis y los recortes han deteriorado aún más la enseñanza de inglés. Por un lado, se han recortado medios y profesorado, bajando el listón: hay profesores que están dando bilingüismo con nivel B2 (incluso B1), en lugar del C1 exigido. Se aumentan los alumnos por clase, lo que dificulta conseguir resultados. Se han recortado las becas europeas Erasmus y el Gobierno Rajoy ha suprimido en 2013 las becas para cursos de idiomas en el extranjero (había 51 millones en 2011 y 24,5 en 2012). Además, se han recortado plazas (mientras aumenta la demanda) en las 308 Escuelas Oficiales de Idiomas (500.000 alumnos), se les quitan profesores (para trasvasarlos a la enseñanza pública) y se han subido drásticamente las tasas (más del doble en Madrid).

En definitiva, se recorta y deteriora la enseñanza de idiomas, cuando la crisis y el paro han hecho que sean imprescindibles para encontrar trabajo. Así, el 28,8% de las ofertas de empleo exigen conocer un idioma extranjero, según un análisis de 750.000 ofertas realizado por Adecco e Infoempleo. Y a los licenciados, se les exige idiomas en el 58% de ofertas, sube al 65% en ejecutivos intermedios y al 100% para alta dirección, según otro estudio de Randstad. El más solicitado es el inglés (86%), seguido por el francés (9,1%), aunque hay un tirón del alemán (4,96%) y ha bajado la demanda de otras lenguas (chino o árabe).

Los expertos advierten que las empresas piden cada vez más dos idiomas, además del propio, un objetivo que Bruselas se ha fijado, a medio plazo, para Europa, donde ya hay ocho países en los que una mayoría hablan dos lenguas además de la suya: Luxemburgo, Holanda, Dinamarca, Malta, Eslovenia, Estonia, Letonia y Lituania. Los europeos quieren que sus hijos hablen inglés (79%), francés (20%), alemán (20%), español (16%) y chino (14%), según el Eurobarómetro, aunque los españoles somos distintos: creemos que nuestros hijos deben aprender inglés (92%) y chino (24%), seguidos de francés (19%) y alemán (15%).

España tiene que replantearse seriamente la enseñanza de idiomas, sobre todo inglés, lo que pasa por coordinar mejor los planes de bilingüismo de las autonomías (cada una a lo suyo) y dedicar más recursos a formar profesores españoles de inglés, con reciclaje en el extranjero. Y promover, con becas y ayudas, las prácticas fuera de España. Pero no basta con enseñar mejor en inglés. Hay que lanzar un ambicioso programa de reciclaje para adultos, sobre todo para los 6 millones de parados (también se les han recortado los cursos de idiomas) y para los empleados, con ayudas fiscales a las empresas que promuevan cursos. Y promocionar  la exhibición de películas sin doblar (con subtítulos en inglés), sobre todo en televisiones públicas y canales TDT. Y aprovechar Internet como una potente herramienta de formación audiovisual para aprender idiomas.

La recuperación, cuando llegue, será lenta y las empresas exigirán trabajadores más formados y que hablen más idiomas, sobre todo porque nuestro mercado es ya el mundo. Hay que poner en marcha un ambicioso plan de formación para jóvenes y adultos, en inglés y otras lenguas, para que España apruebe de una vez esta asignatura pendiente. Let’s go ¡      

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