Casi una de cada tres
ofertas de empleo exige dominar el inglés. Y pronto hará falta para
trabajar hablar dos idiomas, como hace ya uno
de cada cuatro europeos. Pero
hoy por hoy, España suspende en idiomas, a pesar de que la mayoría ha estudiado inglés muchos años. Hace
falta reformar la enseñanza de los
idiomas, desde primaria a la Universidad, invirtiendo
más en formar profesores de idiomas y no recortando en docentes,
plazas y becas para estudiar en el
extranjero, como ha hecho el Gobierno
Rajoy. Y hace falta un ambicioso plan de reciclaje en idiomas, para los parados y los que trabajan. Más medios y una enseñanza más
oral, para aprender a hablar en uno o dos idiomas. Es la asignatura pendiente de España y de nuestras
empresas para aprovechar algún día la recuperación.
enrique ortega |
España está a la cola
de Europa en hablar idiomas. Somos el cuarto país europeo donde menos
adultos hablan idiomas (sólo por delante de Hungría, Italia y Portugal), a
pesar de que el porcentaje de alumnos
que estudian lenguas (86%) es similar
a la media europea. Concretamente, un 46% de españoles dice que puede
mantener una conversación en otra lengua (22% inglés), frente al 54% de los
europeos (38% inglés). Y sólo un 18%
habla dos lenguas, frente a una media de 25% de europeos, según el Eurobarómetro 2012.
El inglés es el idioma que ha estudiado el 81% de los españoles
(57% estudió francés), muchos no sólo en el bachillerato y la Universidad, sino
que la mitad lo ha estudiado después en clases particulares. Y a pesar de eso, sólo 1 de cada 10 dice tener un nivel
avanzado de inglés, según una encuesta
de la OCU, que confirma otro estudio de Cambridge
University Press: sólo el 13% de
españoles dice tener un nivel alto o muy alto de inglés y el 71% se declara poco satisfecho o nada con su nivel. Y las pruebas
europeas hechas a los jóvenes que acaban la ESO (14 años) indican
que sólo
el 24% de los estudiantes españoles
habla y entiende inglés con soltura, frente a un 45% de jóvenes en Europa.
España ocupa el puesto
18 en la lista de 54 países
que hablan mejor inglés, con un nivel
medio, por detrás de 13 países europeos (Portugal, Francia e Italia están peor
en este ranking), Singapur, Malasia, India y Pakistán, según el EF
English Proficiency Index. Pero este puesto esconde las profundas
diferencias dentro de España: el País Vasco tiene un nivel alto de
inglés, seguido por Navarra, Galicia, Madrid y Barcelona (nivel medio), pero
hay regiones con un nivel muy bajo (Extremadura) o bajo
(Murcia, Castilla la Mancha, Andalucía, Castilla y León y Comunidad Valenciana),
precisamente las más atrasadas y con más
paro.
¿Por qué los españoles
tenemos tantos
problemas para hablar idiomas? Para empezar, hay una causa
lingüística: el inglés es un sistema de 12 vocales
y el español tiene cinco, lo que obliga a pelearnos con 7 sonidos nuevos. Los
escandinavos y alemanes, por ejemplo, son lenguas con más raíces comunes con el
inglés y los portugueses lo tienen también más fácil por su sistema más
complejo de vocales. Pero hay más. El español
es la tercera lengua más hablada del mundo (500 millones frente a 1.300 el
chino y 1.750 el inglés), lo que nos retrae más a aprender otro idioma. Y no
ayuda que las películas en España,
en el cine y sobre todo en televisión, se
vean dobladas.
En Portugal (o en Polonia), los niños ven los dibujos animados
en inglés (con subtítulos) y eso educa su
oído.
Pero la razón básica es la
educación. De entrada, en España no
se ha enseñado inglés en el bachillerato hasta los años setenta y tanto mi generación como la de mis padres
estudiamos francés. Y hasta 1.996 no empezaron
a funcionar los primeros 43 centros
públicos bilingües. Con ello, los
padres de más de 50 años no han sabido inglés para ayudar a sus hijos y los
que tienen entre 30 y 50 apenas lo estudiaron en
la Universidad. Y la mayoría de los que lo han estudiado, saben vocabulario y gramática, pero no
conversación: no se atreven a hablar, por miedo
al ridículo, otra peculiaridad
española que nos inhabilita para aprender lenguas. Y otro elemento clave: hay pocos
profesores suficientemente
preparados para enseñar
inglés (sólo 1 de cada 10 lo hablaba de pequeño).
La crisis y los recortes han deteriorado aún más
la enseñanza de inglés. Por un lado, se
han recortado medios y profesorado,
bajando el listón: hay profesores que están dando bilingüismo con nivel B2
(incluso B1), en lugar del C1 exigido. Se aumentan
los alumnos por clase, lo que dificulta conseguir resultados. Se han
recortado las becas
europeas Erasmus y el Gobierno Rajoy ha
suprimido en 2013 las becas para cursos de idiomas en el extranjero
(había 51 millones en 2011 y 24,5 en 2012). Además, se han recortado plazas (mientras aumenta la demanda) en las 308 Escuelas
Oficiales de Idiomas (500.000 alumnos), se les quitan profesores (para
trasvasarlos a la enseñanza pública) y se han subido drásticamente las tasas
(más del doble en Madrid).
En definitiva, se
recorta y deteriora la enseñanza de idiomas, cuando la crisis y el paro han hecho que sean imprescindibles para encontrar
trabajo. Así, el 28,8% de las
ofertas de empleo exigen conocer un
idioma extranjero, según un análisis de 750.000 ofertas realizado por Adecco e Infoempleo.
Y a los licenciados, se les exige idiomas en el 58% de ofertas, sube al
65% en ejecutivos intermedios y al 100% para alta dirección, según otro estudio
de Randstad. El más solicitado es el inglés (86%), seguido por el francés (9,1%), aunque hay un tirón del alemán (4,96%) y ha
bajado la demanda de otras lenguas (chino o árabe).
Los expertos advierten que las empresas piden cada vez más dos
idiomas, además del propio, un
objetivo que Bruselas se
ha fijado, a medio plazo, para Europa, donde ya hay ocho países en los que una mayoría hablan dos lenguas además
de la suya: Luxemburgo, Holanda, Dinamarca, Malta, Eslovenia, Estonia, Letonia
y Lituania. Los europeos quieren que sus hijos hablen inglés (79%), francés
(20%), alemán (20%), español (16%) y chino (14%), según el Eurobarómetro,
aunque los españoles somos distintos: creemos que nuestros hijos deben aprender inglés (92%) y chino (24%), seguidos de francés (19%) y alemán (15%).
España tiene que replantearse seriamente la enseñanza de
idiomas, sobre todo inglés, lo que pasa por coordinar
mejor los planes de bilingüismo de
las autonomías (cada una a lo suyo) y dedicar más
recursos a formar profesores españoles de inglés, con reciclaje en el
extranjero. Y promover, con becas y ayudas, las prácticas fuera de España. Pero no basta con enseñar mejor en inglés. Hay que lanzar
un ambicioso programa de reciclaje para
adultos, sobre todo para los 6
millones de parados (también
se les han recortado
los cursos de idiomas) y para los empleados,
con ayudas fiscales a las empresas que
promuevan cursos. Y promocionar la
exhibición de películas sin doblar (con subtítulos en inglés), sobre todo en televisiones públicas y canales TDT. Y
aprovechar Internet como una potente
herramienta de formación audiovisual para aprender idiomas.
La recuperación,
cuando llegue, será
lenta y las empresas exigirán
trabajadores más formados y que hablen más idiomas, sobre todo porque nuestro
mercado es ya el mundo. Hay que poner en marcha un ambicioso plan de formación
para jóvenes y adultos, en inglés y otras lenguas, para que España
apruebe de una vez esta asignatura
pendiente. Let’s go ¡
Muchas gracias por el artículo! Un saludo, Mónica
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