jueves, 19 de septiembre de 2024

Inflación: el impacto de 3 años de subidas

Parece que la inflación ha dejado de ser un grave problema, ahora que los precios suben un +2,3% anual (agosto), lejos del +10,5% que subían hace 2 años. Pero ojo, los consumidores apenas lo notamos porque pagamos todo mucho más caro, al haberse acumulado las subidas de estos tres años (+16%) y superar la subida de los sueldos (+9,94%). Consecuencia: mucha gente sigue con problemas para llegar a fin de mes. Y los alimentos se han encarecido un +28,9% estos años, según el INE (+38%, según la OCU), lo que ha cambiado los hábitos de compra de las familias, que comen ahora menos carne, pescado, verduras y frutas. Los que han salido ganando de estos 3 años de hiperinflación son los grandes supermercados, que ganan cuota, sobre todo Mercadona (26,8%) y suben márgenes y beneficios, a costa del campo y de nuestro bolsillo. Ahora, se espera que la inflación repunte algo hasta fin de año, aunque dependerá del clima, las cosechas y la geopolítica. Veremos.

 
Enrique Ortega

Todo indica que lo peor de la grave crisis de inflación ha pasado. Hace sólo 4 años, en agosto de 2020, en medio de la pandemia y la consiguiente recesión, los precios caían, en España (-0,5%) y en el mundo. Tras la pandemia, en 2021, el pulso volvió a la economía, que no estaba preparada para una mayor demanda, mientras tardaban en recomponerse las cadenas mundiales de suministros. Y cambiaron las tornas: los precios empezaron a subir, del 0% en febrero 2021 al +3,3% en agosto, cerrando 2021 con una inflación del +6,5%. Era un salto tremendo para nuestros bolsillos. Pero quedaba lo peor: el 24 de febrero de 2022, Rusia invadió Ucrania y eso disparó los precios de la energía y las materias primas, que ya llevaban meses subiendo. En marzo de 2022, los precios ya subían un +9,8% en España (+7,8% en la UE-27). Y así hasta julio de 2022, cuando la inflación alcanza su máximo, en España (+10,8%) y luego en Europa (+11,5% en octubre 2022).

Los gobiernos aprueban medidas y ayudas para frenar los precios de la energía, materias primas y alimentos y la inflación empieza a bajar, pero lentamente: en España llega al +3,3% en febrero de 2023 (en la UE baja después, al +3,6% en octubre de 2023). Y todavía hay que esperar a este verano para que la inflación baje del 3%: +2,3% en España y +2,4% en la UE-27 en agosto de 2024.

Un largo viaje, un carrusel de subidas y bajadas de precios que hemos sufrido todos en nuestros bolsillos. Ahora nos dicen  que la inflación está “controlada”, pero nosotros apenas lo notamos cuando vamos a comprar. La razón es simple: los precios han subido mes a mes durante 3 años y ahora pagamos todo mucho más caro. Porque aunque la inflación ahora sólo suba un 2,3%, lo que compramos ha ido acumulando subidas y nos cuesta mucho más caro. Y eso es lo que notamos. Veamos las cifras: los precios han subido un 16% acumulado en los últimos 3 años, entre agosto de 2021 y agosto de 2024, según el INE. Esa es “la herencia” que nos deja la hiperinflación: los precios no bajan, suben menos y, a pesar de ello, todo nos cuesta un 16% más que antes. Y eso es lo que notamos cada día.

Esa es la media de todos los productos, según el INE. Pero las subidas “han ido por barrios”, han sido desiguales según los productos y servicios. La mayor subida se ha dado en los alimentos (que se llevan el 18% del presupuesto familiar y hasta un tercio en las familias con menos recursos): han subido un +28,9% entre agosto de 2021 y agosto 2024, según el INE. Y los alimentos que más se han encarecido estos 3 años son aceites (+126,4%), azúcar (+62,54%), patatas (+52%), leche (+43,32%), arroz (+39,02%), harinas y cereales (+39,62%), huevos (+39,35%), chocolate (+36,95%), frutas (+38,35%), cerdo (+29,74%), yogurt (+27,63%), café (+26,37%), vacuno (+26,37%), legumbres (+23,95%), pan (+23,65%), agua embotellada (+23,54%), pan (+23,26%) y pollo (+21,31%), según el INE.

La asociación de consumidores OCU se preocupó de comparar los precios de 112 alimentos en los principales supermercados españoles entre finales de 2020 y diciembre de 2023. Su estudio revela que estos alimentos, la base de la cesta de la compra, subieron entre 2021 y 2023 un +38% de media, siendo estos 10 los alimentos que más subieron: aceite de oliva (+225%), azúcar (+91%), zumo de naranja (+81%), huevos (+67%), arroz (+66%), zanahorias (+65%), yogurt (+58%), salmón (+56%), macarrones (+55%), helados (+55%) y la leche entera (+53%). Además, su estudio revela que las frutas y verduras han subido un +20% de media estos 3 años y las pastas, carnes y pescados, entre un +34 y un +47%. Y además, esa subida media de los alimentos básicos que ha detectado la OCU (+38%) fue mayor en Carrefour (+45%) y Alcampo (+43%), similar en Mercadona (+38%) y menor en Día (+32%), Condis (+33%), Eroski (34%) y El Corte Inglés (+37%).

Pero no sólo han subido mucho los alimentos en estos 3 años de hiperinflación, según los datos del INE. A la subida acumulada de los alimentos (+28,9%) le sigue la de los hoteles, restaurantes y cafeterías (+19,7% acumulado), el ocio y cultura (+13,7%), el transporte (+11,5%), el menaje del hogar (12,6%), el vestido y calzado (+8,6%), los gastos de vivienda (+6,4%), la medicina (+5,3%) y las comunicaciones (+1,7%).

En definitiva, que todo es mucho más caro que hace 3 años, aunque ahora suba menos. De hecho, la OCU ha detectado que en el último año (entre mayo de 2023 y mayo de 2024), los precios de 238 productos (en 84 cadenas de supermercados) han seguido subiendo, un +3,5%. Y por eso, no notamos que la inflación se modere: seguimos pagando más por los productos y servicios y nos cuesta llegar a fin de mes como antes, porque los salarios han crecido menos que los precios . Los datos son reveladores: la inflación ha subido +16% entre agosto de 2021 y agosto de 2024 (INE) y los sueldos con convenio han subido sólo +9,94% en estos 3 años (+3,21% en 2022, +3,71% en 2023 y +3,02 este año 2024 hasta agosto), según Trabajo. Así, los españoles que trabajan (y tienen convenio, porque muchos no lo tienen y no les han subido apenas los sueldos) han perdido poder adquisitivo : compran a precios más caros y sus ingresos les suben menos. Por eso no llegan a fin de mes.

Estas subidas de precios han permitido a muchas empresas subir sus ventas y márgenes, compensando la subida de costes que ellas también han tenido. En el caso de los alimentos, el campo no ha podido resarcirse de los mayores costes, que han subido más que los precios que han recibido de los distribuidores y la industria alimentaria. Y ha pasado lo que antes: una parte del precio que pagamos en los supermercados no llega a los agricultores y ganaderos, se queda por el camino (intermediarios, industrias y súper). El dato lo aporta el IPOD que publica cada mes la organización agraria COAG, con la diferencia entre lo que ellos cobran por los alimentos y el precio que pagamosEn agosto de 2021, el precio de los alimentos en el super era 4,78 veces el que cobraban los agricultores y 3,14 veces el que cobraban los ganaderos. Y en agosto de 2024, la proporción sigue siendo 4,52 veces para los productos agrícolas y 3,03 veces para los ganaderos.

La cadena alimentaria que va del campo a los súper bajó sus márgenes en 2021, con la pandemia y la crisis, pero esos márgenes ya suben desde el 2º trimestre de 2023, según el Observatorio de Márgenes empresariales (Economía, Hacienda y el Banco de España). En la industria agroalimentaria también se recuperan márgenes desde principios de 2023, mientras en el comercio han seguido cayendo en 2023 y 2024. Pero a pesar de ello, como sus ventas han subido mucho (a costa del cierre de pequeñas tiendas), los grandes supermercados han aumentado sus beneficios, a costa de los bolsillos de los consumidores.

En 2023, todos los grandes supermercados han facturado mucho más, sobre todo Mercadona (32.861 millones de ventas, +28,8% sobre 2022, básicamente por la subida de precios), y Lidl (6.572 millones facturados, +27,8%), aunque también Alcampo (4.908,7 millones de ventas, +19%), Eroski (5.185 millones, +13,1%) y Carrefour (9.318 millones, +13,1%), cayendo sólo las ventas del Grupo Día (5.720 millones, -3%), por la venta a Alcampo de 223 tiendas. Y la mayoría ha aumentado también sus márgenes (3,7% sobre ventas en Mercadona), con lo que tuvieron más beneficios en 2023, “gracias a la inflación”: 1.009 millones Mercadona (+40,5%), 348 millones Carrefour (+20%), 109 millones Eroski (+70,3%), mientras cayó el beneficio de Alcampo (70 millones, -38%) y Lidl (182, -13%).

Sin duda, el supermercado más beneficiado por estos 3 años de hiperinflación ha sido Mercadona: su cuota de mercado es del 26,8% (julio 2024), con una ganancia del +2,2% sobre su cuota en diciembre de 2021 (24,6%), según Kantar World Panel . Y le siguen, a enorme distancia, Carrefour (10% de cuota,+0,8% que en 2021), Lidl (6,6%, +1,1%), grupo Eroski (4,2% cuota, -0,2%), grupo Día (3,6%, -0,9%) y Alcampo (3,2% de cuota, -0,1% que en 2021). Lo llamativo no es sólo que Mercadona venda más de la cuarta parte del total, sino que ya factura más (casi 1.000 millones más) que los demás grandes supermercados juntos. Y aunque este crecimiento es menor en 2024, sigue ganando cuota y lanzando ofertas (como la bajada del aceite en julio), siendo sus mayores retos crecer en el norte de España (tiene poca presencia) y hacer frente a los supermercados regionales, imparables (tienen un  17,7% de cuota global  y son líderes en sus zonas: Coviran, Gadisa Retail Condis, AhorraMas, Bon Preu, HD Covalco, Uvesco, Froiz, Dinosol y Alimerka, Consum, BM, Gadis, grupo IFA…).

La hiperinflación de los últimos 3 años ha cambiado los hábitos de compra de los consumidores, según la consultora Kantar. Por un lado, ahora vamos menos veces de compra al súper, tras varios años en que comprábamos con más frecuencia para aprovechar las ofertas y descuentos puntuales que se ofrecían temporalmente. Por otro, compramos en menos sitios, ya que hemos concentrado el grueso de la compra en el super que nos da más confianza, ahora que no tenemos que hacer "una ronda" para buscar ofertas. Eso hace que algunas cadenas pierdan clientes y todas busquen fidelizar a los compradores, con tarjetas que acumulan puntos por compras para recibir futuros descuentos. Además, otra novedad es que ahora salimos más a comer y cenar fuera de casa, lo que frena las ventas en los súper. Y por último, crecen menos las marcas blancas (el 2% de media en 2024, hasta el 44,4% de todas las ventas, según Kantar), aunque las marcas propias siguen siendo la clave (el 76% de todas las ventas) en los super que más crecen, como Mercadona, Lidl o Aldi. Con todo, España es líder europeo en marcas blancas, con un 10% más de peso que en  toda Europa. 

Ahora, todo apunta a que la inflación seguirá estable, aunque podría subir algo de aquí a fin de año, sobre todo los alimentos, según cómo evolucione la climatología y las cosechas (en aceite, se espera superar otra vez el millón de toneladas de producción y que sigan bajando los precios), además de la demanda (Navidad). En el resto del IPC, lo normal es que repunten los precios de la luz y de la energía, ligeramente, y se mantengan altos los precios de los servicios, en especial turismo y hostelería (con tarifas disparadas este verano). Así que el 2,3% de inflación de agosto podría remontar un poco, hasta el 2,5-2,7%, con lo que la inflación media de 2024 cerraría en torno al 3% anual (fue del 3,4% en 2023).

La clave ahora de la inflación es que no haya más “sustos” en la geopolítica internacional (nuevos conflictos o el agravamiento de los de Ucrania y Palestina) o en los mercados internacionales de la energía (donde el petróleo ha recuperado los 73 dólares, tras caer a 68, y el precio del gas está estable) y que la meteorología ayude (con temperaturas no muy bajas este invierno, lluvias y viento). Y también es importante que el Gobierno siga vigilando los precios de los alimentos y manteniendo las ayudas (IVA alimentos y electricidad, si hace falta). Pero la clave para que los consumidores estén menos agobiados con los precios es que suban algo más los salarios, porque lo que suben (+3,02% hasta agosto ) se lo come la inflación (+3,1% subida media anual hasta agosto). Y así, muchas familias seguirán con problemas para llegar a fin de mes y no podrán aumentar su consumo, uno de los tres motores del crecimiento (junto a inversiones y exportaciones).

En resumen, bien porque la inflación suba menos, pero lo que ha subido en estos 3 años está ahí y hace que todo nos cueste mucho más (+16%, según el INE  y +28,9% los alimentos). Y como los salarios crecen menos, nos cuesta llegar a fin de mes. Por eso, si queremos reanimar la economía, que crece menos (un +0,6% en el tercer trimestre frente al +0,8% de enero a junio, según el Banco de España), y seguir creando empleo, hace falta reanimar el consumo con una mayor subida de los salarios, del 3 al 4% al menos, aunque a cambio debe mejorar la productividad. Pero no puede ser que los salarios apenas crezcan realmente mientras crecen mucho los beneficios de muchos sectores y empresas. Eso es lo que se llama un Pacto de rentas: que si la economía española está creciendo y los precios bajan, los salarios se lleven algo más del pastel. Por el bien de todos, también de los empresarios y sus ventas futuras.

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