lunes, 8 de febrero de 2021

Pandemia: muchos contagios y pocas vacunas


Hemos dejado atrás el pico de la 3ª ola (899,93 contagios el 27 de enero), pero seguimos con demasiados contagios (750), saturación en hospitales y UCIs y récord de muertes: 3.067 la última semana (438 muertos diarios). Estamos en una “meseta de contagios”, que tardarán meses en bajar de los 200 (el objetivo son 50), lo que supondrá miles de muertos más. Sobre todo si las autonomías “abren la mano”, como han hecho Madrid y Cataluña, o si intentan “salvar la Semana Santa”. Y tenemos 2 problemas que agravan la situación: Uno, el auge de la cepa británica, más contagiosa y mortal, que será dominante en España en marzo. El otro, el retraso en las vacunas, que hace imposible vacunar al 70% para septiembre. Y “salvar el verano” para el turismo. Todo esto ha provocado ya una caída de la economía europea y exige más ayudas a empresas, porque la recuperación se retrasa. Urge doblegar los contagios y vacunar a tope, para salvar vidas y empleos.

Enrique Ortega

La pandemia ha entrado en su 2º año con un nivel de contagios más bajo que a finales de 2020 (más de 700.000 contagios diarios) aunque todavía es elevado (534.589 el 4 de febrero), según los datos de la Universidad Johns Hopkins. Hasta hoy son ya 106.161.687 contagiados en 192 paises, destacando el alcance de la pandemia en América (46.913.216 contagiados) y Europa (35.481.004 contagiados), seguidos de lejos por el sudeste de Asia (13.033.797 contagiados), Mediterráneo y Oriente Medio (5.828.434), África (2.655.316 contagiados) y Pacífico (1.481.789), según los datos de la OMS. Por paises, los más afectados siguen siendo EEUU (27.006.413 contagiados), India (10.838.194) y Brasil (9.524.640), seguidos a distancia por Reino Unido (3.957.177), Rusia (3.923.461), Francia (3.395.981), España (2.941.990), Italia (2.636.738), Turquía (2.531.456), Alemania (2.291.673), Colombia (2.157.216), Argentina (1.980.347), México (1.932.145) y Polonia (1.550.255), según la Universidad Johns Hopkins.

Las muertes por COVID-19 también se han reducido, de más de 17.000 diarias en enero a 15.733 el 3 de febrero. Hoy son ya 2.317.211 fallecidos por la pandemia en todo el mundo, casi la mitad en América (1.092.521 muertos) y un tercio en Europa (780.934 muertes), según la OMS. Por paises, lidera el ranking Estados Unidos (463.470 muertes), seguido por Brasil (231.534), México (166.200), India (155.080) y Reino Unido (112.681 muertos), junto a Italia (91.273), Francia (79.111), Rusia (75.400), Alemania (61.708) y España (61.386), según la Universidad Johns Hopkins. La mayor mortalidad por habitante se da en Bélgica (185), Eslovenia (172) y Reino Unido (164), ocupando España el puesto 16º del ranking (con 130 muertos/100.000 habitantes). Y la mayor letalidad (muertos/contagiados) se da en México (8,5%), Irán (4%), Perú (3,6), Italia (3,5%), Bélgica (3%), Reino Unido (2,8%), Alemania y Polonia (2,5%), estando España (2,1%) por debajo de la letalidad de la mayoría de Europa, salvo Irlanda y Portugal (1,8%) o Paises Bajos (1,4%), según Sanidad.

En las últimas 2 semanas han bajado los contagios en casi toda Europa, tras las restricciones impuestas en la mayoría de paises. España también ha bajado el nivel de contagios, desde el pico de la 3ª ola (899,93 contagiados/100.000 habitantes) a los 750,77 del viernes 5 de febrero. Pero seguimos siendo el tercer país europeo con la mayor tasa de contagios, muy por delante de Alemania (191 contagios/100.000 habitantes), Italia (280,4), Francia (427,7) e incluso Reino Unido (523,4), también peor que Polonia (199), Austria (224), Bélgica (280) Paises Bajos (359), Irlanda (410) y Suecia (420). Sólo tienen más contagios  Portugal (1.493 contagios/100.000 habitantes) y Chequia (911), según Sanidad.

En España, la bajada en los contagios dura ya 11 días (empezó el jueves 28 de enero) pero es lenta (la incidencia acumulada en los últimos 14 días ha bajado de 899,9 a 750,7). Y sigue siendo muy desigual por autonomías. Todavía hay 5 regiones que superan o rozan los 1.000 contagios recientes por 100.000 habitantes, según Sanidad: Comunidad Valenciana (1.190 contagios), Castilla y León (1.117), La Rioja (1.078), Castilla la Mancha (916) y Melilla (910). Y otras 9 autonomías tienen una incidencia muy alta, por encima de los 500 contagios: Madrid (860), Murcia (771), Andalucía (751), Galicia (699), Extremadura (698), Aragón (665), Asturias (644), Ceuta (566) y País Vasco (532). Sólo están por debajo de 500 contagios Navarra (465), Cataluña (463), Baleares (423), Cantabria (350) y Canarias (169), la única región española que no está “en riesgo extremo (más de 250 contagios/100.000 habitantes), según los baremos de Sanidad (está en riesgo “alto”: de 150 a 250).

A pesar de la bajada de contagios, han aumentado las hospitalizaciones en las últimas dos semanas (de 2.462 hospitalizados el 22 de enero a 28.586 el viernes 5), aunque están bajando algo desde el martes 2 de febrero y Sanidad cree que hemos superado ya “el pico” de hospitalizaciones. Pero los hospitales siguen saturados, con un 22,2% de las camas ocupadas por enfermos COVID (más del 15% supone un riesgo “extremo, según los baremos de Sanidad), siendo peor la situación en la Comunidad Valenciana (34,3% camas ocupadas COVID), Castilla León (30,2%), la Rioja (29,6%) y Castilla la Mancha (28,6%).

Lo que también ha empeorado es la ocupación de camas UCI por enfermos de COVID: había 3.908 pacientes el 22 de enero y aumentó hasta 4.795 el viernes 5 de febrero, con una tasa de ocupación media del 43,86%, un nivel de riesgo “extremo” (+ del 25%) para los baremos de Sanidad. Y lo más preocupante es que 6 regiones tienen una tasa de ocupación de UCIs por enfermos COVID superior al 50%: La Rioja (67,8%), Comunidad Valenciana (58,96%), Castilla la Mancha (54,8%), Castilla y León (54%), Melilla (52,5%) y Madrid (52,4%). Y Sanidad estima que aún queda una o dos semanas de aumento de enfermos COVID en las UCIs, lo que está provocando el retraso de operaciones en la mayoría de hospitales.

Y queda lo peor del balance, las muertes, que se han disparado en el último mes: de 1.435 muertos en la semana del 8 al 15 de enero se pasó a 2.127 muertos en la siguiente (15 al 22 de enero), a 2.878 la siguiente y a 3.067 muertos esta última semana (29 de enero al 5 de febrero), una media de 438 muertes diarias (+528 el viernes). El mayor aumento de muertes se ha dado en la Comunidad Valenciana (+670 muertos la última semana), Andalucía (+497), Castilla la Mancha (+431), Madrid (+255), Castilla y León (+210), Galicia (+188), Murcia (+137), Extremadura (+125), País Vasco (+124), Cataluña (119)  y Aragón (+102). Tras un año de contagios, España acumula 61.382 muertes por COVID 19, la mitad de ellas causadas en residencias de ancianos (29.757 muertes). Y lo más llamativo es que casi la cuarta parte de todas las muertes son consecuencia de la Navidad: 5.768 muertes en diciembre y 8.249 en enero (14.017 en total). Ahora, Sanidad cree que seguiremos 2 semanas más con muchas muertes diarias (724 el martes 2 de febrero, el récord diario desde abril).

A la vista de este balance, que baja los contagios pero sigue con un nivel muy elevado de hospitalizaciones, enfermos en UCIs y muertes, algunas autonomías han aprovechado para “bajar la guardia” y suavizar restricciones a la movilidad, la hostelería y el comercio, en especial Cataluña (hay elecciones) y Madrid. Esto es un enorme riesgo, porque “abrir la mano” puede ralentizar la bajada de contagios, hospitalizaciones y muertes. Recordemos que estamos en un nivel de contagios elevadísimo, que duplica al de muchos paises europeos y triplica el nivel de contagios considerado “extremo (más de 250/100.000 habitantes). Y que, aún con la bajada de los últimos 11 días (de 899 a 750), estamos muy por encima del pico de contagios de la 2ª ola: 529 (9 de noviembre).

Si se abre la mano en las restricciones de las autonomías, tardaremos meses en bajar el nivel de incidencia actual (750) por debajo de 500 y sobre todo de 200 (el nivel 150 a 250 se considera “alto), que estaría muy por debajo del objetivo deseable (que el Gobierno fijó en 50). Y ya hay quien habla de salvar la Semana Santa (a principios de abril), lo que podría provocar otro retroceso y entrar en una 4ª ola de contagios. Además, hay que seguir restringiendo la movilidad y la actividad comercial y de ocio porque tenemos 2 problemas que nos van a complicar la lucha contra el virus en los próximos meses.

El primer problema son las mutaciones del virus, 3 detectadas hasta la fecha: la variante británica, la sudafricana y la brasileña. La variante británica apareció en septiembre y se ha detectado ya en 73 países, entre ellos España, donde supone ya el 10% de contagios (y más de un 25% en Madrid, Andalucía y Baleares). Y Fernando Simón, desde Sanidad, ya ha advertido que será “dominante” en España a finales de febrero o principios de marzo, lo que preocupa especialmente porque la cepa británica es más contagiosa (+70%) y más letal (+30%). Aún es peor la cepa sudafricana (detectada en Vigo y Cataluña) y se teme por la cepa brasileña, que no parece habernos llegado todavía, mientras el Gobierno español y los europeos han prohibido los vuelos desde Sudáfrica y Brasil.

El segundo problema son los retrasos en la vacunación, por un doble motivo: se van a recibir menos vacunas de AstraZeneca (la mitad de las previstas) y la vacunación va con retraso, por falta de medios y planificación (el dato del 4 de febrero indicaba que se habían vacunado 1.988.160 españoles con 1 dosis y sólo 586.122 con las dos dosis. Y además, hay otro problema de última hora que obliga a cambiar todo el Plan de vacunación: la vacuna de AstraZeneca, que empezó a llegar el fin de semana a España, no se debe aplicar a los mayores de 55 años (según Sanidad), lo que retrasa su vacunación. De hecho, Fernando Simón ha reconocido que los mayores de 80 años (los más vulnerables) “empezarán a vacunarse a finales de marzo”.

De momento, al día de hoy, están vacunados casi todos los mayores en residencias y algunos sanitarios, a los que deben seguir ahora el resto de sanitarios, los grandes dependientes y personal de segunda línea e imprescindibles (a los que irá la vacuna de AstraZeneca). La previsión de la Comisión Europea es tener vacunados al 20% de los europeos (sanitarios y mayores de 65 años) en mayo, lo que supondría en España vacunar a 9,4 millones de personas. Faltan 8,1 millones en menos de 4 meses, 16,2 millones de pinchazos en 100 días, una media de 162.000 vacunaciones diarias, 2,3 veces las hechas hasta ahora . Se puede, pero exige organizar un ejército de enfermeras y voluntarios que vacunen muchas horas diarias. Más difícil es alcanzar el siguiente objetivo: vacunar el 70% de los europeos para finales de septiembre. Eso obligaría a vacunar al 50% de españoles (23,5 millones) entre junio y septiembre. Son 47 millones de pinchazos en 120 días, a una media de 400.000 vacunaciones diarias (5,8 veces las hechas hasta ahora), en pleno verano. Y eso si no falla el ritmo de llegada de las vacunas y no hay problemas con las mutaciones.

Siendo realistas, lo normal es que el ritmo de vacunación se retrase y no se consiga vacunar al 70% de los españoles hasta octubre, noviembre o diciembre, retrasando así la vuelta a la normalidad (siempre condicionada a que avance la vacuna en el resto del mundo). Así que no podemos bajar la guardia, aunque llevemos 11 días con menos contagios. La propia Comisión Europea acaba de pedir a los paises endurecer las restricciones de movimiento para “aislar” a las regiones con más de 500 contagios, una zona señalada “en rojo oscuro y donde está toda España salvo Canarias, Baleares, Cataluña, Navarra y Cantabria. Además, las autoridades europeas proponen en esas zonas “que los ciudadanos se queden en casa, el cierre temporal de empresas y negocios y fortalecer las pruebas de rastreo, con una mayor vigilancia y secuenciación de los casos”. Medidas que España aplica a medias.

No tomar medidas drásticas para cortar los contagios  nos llevó a la 3ª ola (11 diciembre -27 enero), que no sólo ha disparado los contagios (+1.174.618 contagiados, el 41,6% del total) y las muertes (+14.017 muertos, el 23% del total), sino que frena la recuperación económica. El dato europeo es impactante: la 3ª ola provocó una caída de la economía en el 4º trimestre de 2020 en Europa (-0,5% PIB UE-27) y la zona euro (-0,7%), así como en Italia (-2,6%), Francia (-1,3%) y Austria (-4,3%). Y el resto de paises crecieron poco (+04% España o Portugal) o casi nada (+0,1% Alemania), según Eurostat. Ahora, el temor es que el alto nivel de contagios y las restricciones, junto a la falta de perspectivas, mantenga la economía europea al ralentí, que apenas crezca o incluso caiga este primer trimestre y el segundo.

Ante este panorama, la Comisión Europea, el BCE y muchos expertos insisten en mantener las ayudas a empresas, trabajadores y familias e incluso aumentarlas, para evitar quiebras y cierres de empresas esta primavera. En España, la principal petición de nuevas ayudas procede del sector turístico, la hostelería y el comercio, los negocios más afectados por la pandemia. El Gobierno responde que ya les ha ampliado los ERTEs (40.000 millones de gasto anual) y los créditos ICO con aval del Estado (ampliados hasta 140.000 millones), además de haber prorrogado las exenciones fiscales (1.227 millones no ingresados por Hacienda hasta noviembre) y la reducción de cuotas a la Seguridad Social (otros 9.225 millones de coste en 2020). Y que no puede dar ayudas directas al turismo y la hostelería, porque tendría que autorizarlas Bruselas (y eso las retrasaría). Por eso defiende que estas ayudas directas las concedan las autonomías, a las que el Gobierno ha transferido este año 8.000 millones del Fondo Europeo REACT-EU, que pueden financiar ayudas al turismo y la hostelería. Pero de momento, sólo han aprobado ayudas 4 autonomías (Comunidad Valenciana, Baleares, Andalucía y Cataluña), además de anunciarlas Canarias.

Con o sin ayudas, la economía no tira con la pandemia y las familias restringen su consumo y gastan al mínimo, con casi 4 millones de parados. Es el coste de no haber tomado medidas drásticas en septiembre o en noviembre, de permitir una 3ª ola y no clarificar el futuro con las vacunas. Ahora, otra vez más, se evitarán medidas drásticas y nos mantendremos en “una meseta de contagios”, con un nivel elevado de enfermos, hospitalizados y muertos. Y con una economía que así no puede recuperarse, al menos hasta el verano. Y entonces, si no están la mayoría de europeos vacunados, tampoco podremos “salvar al turismo”. Y se retrasará la recuperación hasta el otoño, junto a los contagios y los muertos. Tras casi un año de pandemia, debíamos haber aprendido de los errores. Pero no es así: bajan los contagios, se abre la mano, se piensa en “salvar la Semana Santa”, en “salvar el verano”… Y mientras, sigue un goteo interminable de enfermos, hospitalizados y muertos. Y más empresas en apuros y más parados. Seamos sensatos, al menos los ciudadanos: quédate en casa.

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