jueves, 22 de febrero de 2018

Poco gasto cultural, por educación y renta


La recuperación tampoco llega a la Cultura: el consumo cultural de las familias ha caído un tercio desde 2007, si contamos la inflación. Y el Estado, autonomías y ayuntamientos se gastan en cultura un 33% menos que antes de la crisis. El resultado es desolador: el 40% de españoles no leen nunca, el 60% no pisa un museo, el 77% no va al teatro, el 75% no asiste a un concierto y el 46% no va al cine. Eso sí, estamos enganchados al móvil y a Internet y somos los europeos que vemos más TV, tras Italia: 4 horas diarias. Los que no consumen cultura dicen que no es porque sea cara, sino porque “no tienen interés”. La clave es la educación más que la renta: los que más consumen cultura son los españoles con más estudios. Por eso, los expertos insisten en promover la cultura desde el colegio y gastar más desde la Administración. Porque un país más culto es también un país más próspero


enrique ortega

La crisis hizo caer drásticamente el consumo de los hogares españoles, al desplomarse sus ingresos, que ahora, con la recuperación, todavía son menores que antes de la crisis: 28.200 euros por familia en 2016, aún por debajo de los 32.000 euros de 2007, según el INE. Una caída del 11,8% en el gasto, que no se ha repartido por igual, sino que ha habido partidas donde las familias han restringido más su gasto. Entre ellas, el gasto en cultura: si el récord se dio en 2007, con 374 euros por español, bajó hasta un mínimo de 260,10 euros en 2014, se mantuvo en 2015 y subió hasta 306,70 euros de gasto cultural en 2016 (último año con datos oficiales), una caída del 18,12%, que sitúa el gasto en cultura de los españoles al nivel de 2011. Y si tenemos en cuenta la inflación de estos años (+14,5% entre 2007 y 2016), resulta que el gasto real de los españoles en cultura ha caído casi un 33% en estos diez años.

Pero además, este es un dato “engañoso”. Porque el INE, en la Encuesta de Presupuestos Familiares, incluye en consumo cultural gastos que poco tienen que ver con la cultura. Así, en 2016, casi la mitad de ese “gasto cultural” (el 48%) es gasto en equipos audiovisuales, ordenadores y tabletas, móviles y cuotas de teléfono e Internet, en total 147,18 euros anuales por persona. Otro 22,2% son libros y publicaciones, pero aquí se incluye el gasto en libros de texto, periódicos y revistas, con lo que el gasto en libros no de texto es de 24,30 euros al año por español. Y entrando en lo que se puede considerar “cultura cultura”, quedan dos partidas de gasto: 38,10 euros al año por persona en cine, teatro y otros espectáculos culturales y 3,82 euros anuales en museos, bibliotecas, parques y similares.

En total, 42 euros al año por persona en gastos claramente culturales. El doble de lo que nos gastamos en comprar agua mineral (23,5 euros) o cerveza (27,62 euros), la tercera parte del gasto en fumar (124 euros), menos que lo que gastamos en juegos de azar (60.67 euros) y la séptima parte de lo que gastamos en comer o cenar en restaurantes (281,80 euros anuales), según la Encuesta de Presupuestos Familias del INE (2016). Penoso.

Con este gasto cultural tan bajo, no deberían extrañarnos los datos de hábitos culturales de los españoles, publicados por el INE y el Ministerio de Educación y Cultura que, año tras año, revelan que “pasamos” de la cultura. Vean si no: en el último año (2015, últimos datos oficiales), sólo un 39,4% de españoles fueron a un museo, un 42,8% visitaron un monumento, un 25,6% fueron a una biblioteca, un 62% leyeron, un 23,2% fueron al teatro, un 2,6% a la ópera, un 7% al ballet, un 8,6% a conciertos de música clásica, un 24,5% a un concierto de música actual y un 54% al cine… En todos los casos, curiosamente, acuden más a actos culturales los jóvenes y personas de mediana edad, más las mujeres que los hombres. Y en todas los actividades culturales, la asistencia es mayor en las autonomías más ricas (Madrid, Navarra y País Vasco, más la excepción de Asturias) y entre los que tienen un mayor nivel de estudios. Y consumen también más cultura los que trabajan que los parados y jubilados, sobre todo los que ganan más de 2.000 euros y viven en grandes ciudades.

Un inciso sobre la lectura, al hilo del recientemente publicado Barómetro de la lectura 2017. Ahí se indica que un 65,8% de españoles han leído un libro en el último trimestre, pero hay que restar un 6% que sólo leen por trabajo, con lo que queda un 59,8% de españoles “lectores (que han leído un libro en los últimos 3 meses). O sea que, un 40% de españoles no lee, frente a un 30% de no lectores en Europa. Si contamos los que han leído un libro la última semana, bajamos al 47,7% de los españoles. Y lo peor: han bajado los que leen diariamente o casi todos los días: si en 2012 eran el 31,2%, ahora son el 29,9%. Y aunque globalmente hay más lectores, se compran menos libros (de 10,9 a 9,4 de media). Y ha caído también el préstamo de libros en las bibliotecas, que sólo pisan el 25,6% de españoles. Otra vez, los más lectores son los jóvenes menores de 25 años y las mujeres. Y algo muy llamativo: cuando se pregunta por qué no leen, los españoles contestan que por falta de tiempo (47,7%) y porque “no le gusta/no le interesa leer” (35,1%) o prefiere hacer otras cosas (18,7%). Sólo un 0,7% de los encuestados dice que no lee “porque los libros son caros”.

Los españoles no van a museos, a bibliotecas, a conciertos, al teatro o al cine, pero pasan muchas horas diarias enganchados al móvil y a Internet. Y ahí, acceden a otro tipo de “cultura online”, aunque la mayor parte del tiempo están subiendo fotos (71,6%), viendo aplicaciones (67,23%), leyendo prensa digital (66,2%) más que viendo contenidos audiovisuales(películas, series, vídeos y música, el 59,5%), libros electrónicos (23,5% internautas), videojuegos (23,3%), cursos de formación (20,3%) o generando contenidos (19,8%), según la última encuesta 2017 del Observatorio de las telecomunicaciones y la Sociedad de la Información (ONTSI). Eso sí, la mayoría de estos contenidos no los pagan: el 80% de las películas que ven, el 89% de la música, el 89,4 % de los libros electrónicos, el 91% de los videojuegos y el 92,4% de la formación. Cada día hay más piratería.

Y además de al móvil y a Internet, los españoles están enganchados a la televisión: 240 minutos de media (4 horas diarias), según  el balance 2017 de Barlovento TV, lo que nos convierte en el segundo país europeo que más ve la tele, tras Italia (4 horas y 45 minutos), según el informe IHD Markit 2016. Es la tercera actividad a la que dedicamos más tiempo al año (2 meses), sólo por detrás de dormir y trabajar o estudiar. Y lo más llamativo es que el 73,4% de españoles mayores de 4 años ve la TV cada día: eso son 32,7 millones de españoles de audiencia media diaria.

La mezcla de menos consumo cultural y más piratería ha hundido a las empresas culturales, una industria que facturó 27.030 millones en 2015 (el 2,5% del PIB), 4.223 millones menos que en 2008, según las cuentas de Cultura. Por el camino han aumentado las empresas (hay 114.099, 2.500 más que en 2008) pero se han perdido 46.500 empleos (había 544.700 empleos en la industria cultural española en 2016, un 3% del empleo total).

Las Administraciones públicas no han ayudado a la cultura en estos años de crisis, sino que han hecho recortes muy drásticos que han agravado la situación. Así, si en 2008, el gasto público en Cultura era de 7.111 millones de euros, cayó a 5.779,2 millones en 2011 y a 4.770,6 millones en 2015, último año con datos oficiales. Eso supone una caída del gasto público en Cultura del -33%, la mayor  por detrás de Grecia (-40%) en Europa, donde el gasto cultural cayó de media un 2% durante la crisis, aunque subió en Francia y Alemania. Con los últimos datos disponibles (2014), España es uno de los países con menos gasto público en cultura: 91,74 euros por habitante frente a 113,54 euros en la UE-28 o los 123,74 euros en la zona euro. Y muy alejados del gasto público en Cultura de la Europa del norte (256 euros/habitante en Dinamarca, 200 euros en Suecia o 162 euros en Finlandia). Y en 2015, este gasto público cultural suponía el 0,4% del PIB en España, más que Reino Unido (0,3%), igual que en Alemania o Italia y menos que en Francia (0,7%) o Suecia (0,5% del PIB).

El menor recorte en Cultura lo han hecho los Ayuntamientos, aunque al ingresar menos por el “ladrillo” también gastan ahora menos en actos culturales: de gastar 3.907 millones en 2008 han pasado a gastar 2.654 millones en 2015 (-32%), según los datos del Ministerio de Cultura. Pero esta cifra es engañosa: la mayor partida de “gasto cultural” de los Ayuntamientos (611,5 millones en 2015) es para “fiestas populares y festejos”. O sea que destinan a encierros y verbenas más del doble de lo que gastan en bibliotecas (307,3 millones) y museos (372 millones)… El mayor recorte en Cultura (-49%) lo han hecho las autonomías (de 2.129 millones en 2008 a 1.080,93 en 2015), donde las que más gastan son Navarra (51,5 euros por habitante), País Vasco (49,6) y Extremadura (43 euros) y las que menos Canarias (7,3 euros por habitante), Aragón (12,5) y Madrid (12,8). Y el Estado central ha pasado de gastar 1.075 millones (2008) en Cultura a 672 millones en 2015 (-37,4%).

Bueno, el panorama parece claro: somos un país poco interesado en la Cultura y las autoridades ayudan cada año menos. Algunos piden bajar el IVA y el coste de la cultura, pero no parece que esté ahí el problema. Cuando se pregunta a los españoles, en la Encuesta de hábitos culturales 2016, por qué no van al teatro, a los conciertos, a las bibliotecas, a los museos o al cine, la respuesta mayoritaria es que “no tienen interés”. Y la segunda, la falta de tiempo. Sólo en el cine, la respuesta más utilizada (28,9% de los encuestados) es “porque es muy caro”. Son unas respuestas muy evidentes.

Ahondando en esta razón primordial, la “falta de interés”, un reciente estudio del Observatorio de la Caixa revela que la clave para el consumo cultural no es el precio sino la educación. Profundizando en los datos del INE, el estudio revela que, para cualquier nivel de renta, son los individuos con más nivel de estudios los que asisten con más frecuencia a actividades culturales. Así, en los museos o bibliotecas, los que tienen sólo formación primaria acuden un 13,2%, los que tienen secundaria un 31,9% y los universitarios un 59,7%. Lo mismo en la asistencia a espectáculos, desde conciertos al teatro: 12,18%, 31,18% y 55,76% entre los universitarios. E incluso entre los que van al cine: acuden un 12,5% de los que tienen sólo educación primaria y el 68,41% de universitarios. En definitiva, señala el estudio, la renta cuenta para consumir más o menos cultura, pero cuenta mucho más el nivel educativo que tengan las personas. Es el factor más relevante para gastar en Cultura.

Estas conclusiones son decisivas para plantearse cómo aumentar la Cultura de los españoles: la clave es mejorar su formación. Promover el interés por la cultura desde la infancia, en el Colegio, el Instituto y la Universidad, con ayuda de las familias y educadores. Hacen falta planes para fomentar la lectura, el teatro, la música, la danza y el cine en la enseñanza, con ayuda de los medios públicos de comunicación (no hay programas de teatro ni de libros en TVE ni en las cadenas públicas autonómicas). Y en paralelo, aumentar los recursos públicos para fomentar la Cultura, sobre todo en los barrios y pueblos, trasvasando el dinero de festejos populares a "cultura de verdad" (algo a lo que no se atreven los alcaldes).

Otra vía de promoción de la Cultura es recabar apoyo de las empresas, con una Ley de Mecenazgo (prometida para 2013 y que ahora el Gobierno anuncia para antes de 2020) que facilite fiscalmente las inversiones culturales de empresas y particulares (como hace muy bien Francia). Y luchar más eficazmente contra la piratería (que afecta al 87% de los contenidos), mientras se aprueba un Estatuto del artista y creador, para estabilizar su trabajo (el 30% no tienen un sueldo fijo y sus ingresos son muy precarios). Y una mayor coordinación cultural entre el Estado, las autonomías y ayuntamientos, porque cada uno “va a su aire”.

También se puede pensar en bajar el IVA a la Cultura (que Rajoy subió en 2012 del 8% al 21%), porque es más alto en España que en la mayoría de Europa (5,5% en Francia, 7% en Alemania, 9% en Irlanda, Grecia y Finlandia, 12% en Italia, 13% en Portugal o 20% en Reino Unido). Pero ojo: recordemos que el precio no es la razón de que haya poco consumo cultural (salvo en el cine) y que bajar el IVA a todos beneficia más a los que más ganan, que son los que suelen tener más formación y más cultura consumen. Quizás sería mejor dedicar lo que íbamos a gastar en bajar el IVA cultural a fomentar la cultura en la educación. Y sobre todo, a fomentar la cultura online, con mejores contenidos, entre las generaciones jóvenes

Algo habrá que hacer, porque la caída del gasto en Cultura es un mal indicativo para todo y también para la economía: un país culto es un país más eficiente y con mejor nivel de vida. Debería intentarse un gran Pacto por la Cultura, entre el Estado, autonomías, Ayuntamientos, empresas, centros de enseñanza, telecos y empresas de Internet, políticos y familias, con más recursos públicos y con un Plan de acción a medio plazo. La Cultura es clave para mejorar nuestra vida.

1 comentario:

  1. Así nos va con el nivel cultural que tenemos. El mayor tesoro de un pueblo es la CULTURA y aquí de eso andamos muy escasos, y tu no pidas casi nada "hacer un Gran Pacto por la Cultura" cuando hay más de un partido político que justamente lo que menos quieren es cultura para el pueblo que luego se vuelve crítico y respondón, es mejor tener una buena manada de borregos a los que es más fácil manipular y estafar como ya lo están haciendo.

    ResponderEliminar