Vivimos en un mundo donde reina el bajo coste (low cost), desde el trabajo y los sueldos a los viajes, la cultura o los seguros. Y los juguetes no podían ser menos. Este año se han estabilizado las ventas de juguetes, pero los españoles compramos juguetes más pequeños y de menos precio. Es la crisis. Y también crecen las ventas de juguetes falsificados: el año pasado, un tercio de los juguetes investigados por la policía era falso. Se copia más a Bob Esponja que los bolsos o la ropa de marca. Y los consumidores lo compran, a sabiendas que son falsificaciones, por su precio. Y eso que tenemos una industria juguetera de las más dinámicas del mundo.Pero los buenos juguetes hay que pagarlos.
Navidad y Reyes concentran el 70% de las ventas de juguetes en España. Los fabricantes dicen que crecerán este año sólo un 1% y eso gracias al empacho de las campañas de publicidad y a que han bajado los precios un 4% (aunque los consumidores de Facua dicen que un 75% de los juguetes han subido este año) . Eso sí, los jugueteros van a salvar el año gracias a las exportaciones, que suponen un tercio de las ventas totales y van a crecer más del 12 %. España es el 7º fabricante mundial de juguetes y el tercer exportador europeo, tras Italia y Alemania. El juguete español, competitivo en precio, diseño y calidad, conquista a los niños del mundo, sobre todo de Europa (70% de las exportaciones, con ventas crecientes a Reino Unido, Italia y Francia), Estados Unidos, México y Rusia.
En España, el consumo de juguetes está estancado, en una media de 180 euros por familia. Esta Navidad, los juguetes más vendidos serán los electrónicos (juegos, ordenadores, libros interactivos…), seguidos de las muñecas (que comprarán el 33% de los padres), además de las mascotas interactivas. Y crecerán las ventas por Internet, que sólo suponen un 2%.
Pero sobre todo, lo que se vende es el juguete barato y pequeño:dos de cada tres juguetes comprados estas Navidades valían menos de 30 euros. Los jugueteros han aumentado la oferta de juguetes pequeños porque tienen menos costes de fabricación, transporte y distribución y, por tanto, se pueden vender más baratos.
Entre un 15 y un 20% de los juguetes que se compran en España son made in China, el país que fabrica el 75% de los juguetes del mundo. Pero esos son los legales. Muchos otros de los que se venden en mercadillos y tiendas son ilegales, copias, falsificaciones. El año pasado, un 32,3% de los juguetes investigados por la policía eran falsificaciones, siendo los juguetes falsos los artículos más decomisados en las Aduanas españolas. Dos datos muy llamativos, que responden a la enorme vigilancia que hay sobre el juguete, su seguridad y calidad, en España y en Europa. Pero también al hecho de que existe una gran demanda del juguete low cost, más con la crisis.
Para hacer frente a la competencia del juguete chino y el falsificado, los jugueteros españoles han hecho un gran esfuerzo en innovación: el 60% de la oferta anual de juguetes españoles se renueva cada año y las 219 empresas del sector invierten 25,2 millones de euros en investigación y tecnología (I+D+i), un 75 % más que el conjunto de las industrias españolas. Un gran esfuerzo que les permite aumentar ventas, más fuera de España que dentro. Falta que los padres españoles valoremos más nuestros juguetes. Y que nuestros bolsillos lo permitan.
Los juegos tradicionales como la peonza, la rayuela o las tabas ya quedan muy atrás para las nuevas generaciones. Es cierto que ha todos nos gustan en navidad lo regalos, y cuanto más grade sea el envoltorio más intriga tenemos por saber lo que hay dentro, ¿pero qué pasa?. Desde que comenzamos la crisis en España todo el mundo nos hemos tenido que abrochar un poco más el cinturón, en mi caso por ejemplo mi paga semanal se ha reducido y con ello a cambio de irme al cine con mis amigas, quedamos en casa de alguna y vemos la película en una casa, pero no me quiero ir por las ramas. Cada “x” meses van saliendo al mercado nuevos juguetes y los juguetes anteriores poco a poco se van desfasando. A un niño pequeño le compras el tractor de Playmobil, pero a los dos meses puede que ya esté desfasado porque ha salido un nuevo tractor de otro color con remolque, o que (es lo que más suele pasar) uno se canse del juguete. Por eso las familias optan por comprar juguetes más baratos porque a la larga le salen más rentables. El único peligro de comprar un juguete barato y/o pequeño es que sea peligroso para un niño, pero para eso esta el símbolo C.E.
ResponderEliminarIgual mi opinión no es del todo acertada, pero creo ciertos juguetero seguramente habrán hecho un gran esfuerzo de innovación, pero cuando voy a una juguetería, todos los juguetes me parecen copias de otras, que tan sólo le han cambiado un oso por un biberón, o un pulpo por un tiburón.
De todas maneras supongo que cuando la crisis se acabe, que a este paso a saber cuando se acaba porque poco a poco vamos sumando años de crisis, pues los Españoles podremos permitirnos el lujo de comprar juguetes de mas de 30€
Y aunque no tenga que ver con lo que es propiamente el articulo, he de decir que me gustan mucho las imágenes con las que se acompañan los artículos.
Alicia Lorente IES Jerónimo Zurita 1011B1D16