jueves, 23 de octubre de 2025

Los seguros, cada vez más caros

Casi todos hemos visto cómo subía el último recibo de los seguros, sobre todo del coche pero también el seguro médico y el del hogar. Los seguros han subido un +8.8% el último año y un +34,3% desde la pandemia. Estas fuertes subidas explican, junto al aumento del negocio (las primas de seguros han crecido un +13,6% este año) y el ajuste de costes, que las aseguradoras estén ganando más dinero que nunca: sus beneficios crecen un +17,6% hasta junio, tras ganar 6.356 millones en 2024 (+16,5%). Los motores del negocio asegurador son los seguros médicos (los que más crecen y que tienen ya más de 14 millones de españoles) y los seguros de coches (con un récord de 34,5 millones de vehículos asegurados), aunque el mayor potencial está en los seguros del hogar (21,6 millones de viviendas aseguradas), cada vez con más servicios. Se espera que los seguros vuelvan a subir entre un 8 y un 10% en 2026, en medio de una engañosa guerra de tarifas. Conviene revisar nuestros seguros y coberturas.

                            Enrique Ortega

Las aseguradoras se recuperan con creces del bache que sufrieron con la pandemia y la subida de la inflación y los costes de 2022 y 2023. Así, en los 9 primeros meses de 2025 (enero-septiembre), las primas de seguros (facturación) fueron 64.422 millones de euros, +13,6% que en los nueve primeros meses de 2024, según los datos de la patronal UNESPA. Y aunque en 2024 cayó algo la facturación de los seguros (-1,56%), fue por la menor contratación de seguros de ahorro, por la bajada de tipos, porque el resto de seguros creció el año pasado, con un volumen de primas de 75.161 millones de euros, un +17,15% más de negocio que en 2019 (64.155 millones).

Lo que “tira” de los seguros este año (y en 2024) es el seguro de salud, cuyas primas (9.953 millones de enero a septiembre de 2025) son las que más crecen (+11,39%, casi el doble que en 2024), tras haberse superado los 14 millones de españoles (14,29 millones) que tienen un seguro médico privado, según ICEA. Y también el seguro de automóviles, cuyas primas (10.674 millones en estos 9 primeros meses de 2025) crecieron un +8,58%. También fue muy bien el seguro de multirriesgo hogar, con primas contratadas por 7.868 millones de euros entre enero y septiembre, un +6,64% de aumento sobre las primas del primer semestre de 2024, según UNESPA. Con todo, los seguros más contratados este año son los seguros de vida, los que invierten los ahorros de los asegurados, cuyas primas han sido de 27.235 millones este año, las que más han crecido hasta septiembre (+22,4%), aprovechando la bajada de tipos oficiales (que siguen en el 2%). El resto de los seguros aumenta menos su contratación (+4,77% hasta septiembre), salvo el de decesos (entierro), que sigue creciendo.

Con este aumento de la facturación en 2025  y el mayor control de costes (por la menor inflación este año), las aseguradoras han mejorado otra vez sus beneficios este año: han tenido un beneficio neto de 3.599 millones entre enero y junio de 2025, un +17,66% que en el primer semestre de 2024, según datos de ICEA, lo que supone aumentar más los beneficios que en todo 2024 (ganaron 6.356 millones, +16,5% que en 2023). Otra vez, el primer responsable de esta histórica mejora de beneficios es el seguro de salud, cuyos beneficios netos (361 millones) aumentaron un 161% sobre el primer semestre de 2024. El seguro de automóviles reportó 350 millones de beneficio neto (+144%) y el de multirriesgo hogar aportó 491 millones (+7%), aunque el seguro más rentable fue el de vida (1.747 millones de beneficio neto, +7%) y otro ramos de no vida (que aportaron los 1.076 millones de beneficios restantes, +29% sobre el primer semestre de 2024).

En conjunto, si las aseguradoras mantienen estos beneficios el resto del año, podrían cerrar 2025 con un beneficio neto de 7.475 millones de euros, que supondría una subida del +58,7% sobre los beneficios que tuvieron antes de la pandemia (4.710 millones en 2019), muy por encima de la subida en estos años de la inflación ( +23,3%) y los sueldos (+18,88%). Una cifra histórica de beneficios, aunque queda lejos de los 34.000 millones que esperan ganar los 6 grandes bancos españoles en 2025 (han ganado 17.086 millones hasta junio).

Este fuerte aumento de beneficios de las aseguradoras se debe sobre todo al aumento del negocio (crecimiento de los seguros médicos, de automóviles y hogar), propiciado por la mayor actividad comercial de los bancos, que llevan un par de años volcados en vender seguros en sus oficinas, para ingresar más comisiones. Y también ha sido clave el control de costes de las aseguradoras, sobre todo en el seguro de automóviles y de salud, negociando duramente con talleres, hospitales y médicos para reducir pagos. Pero la razón fundamental de los mayores beneficios es la subida de tarifas, en 2025, 2024 y 2023, tras menores subidas en los recibos de 2020 y 2021 (por la pandemia) y 2022 (por la inflación).

Los datos son claros: las primas de seguros han subido este año un +8,8% anual, hasta agosto, según el INE, tras subir +9,1% en 2024 y +6,9% en 2023 (fuertes subidas tras el 2% de media que subieron en 2022, el 3,3% en 2021, el 1,5% en 2020 y el 2,7% en 2019). Eso significa que los seguros han subido un +34,3% desde antes de la pandemia, más que la inflación media (+23,3%) y que los sueldos (+18,88%). En cuanto a la subida este año (+8,8% anual), es mucho mayor en los seguros médicos (han subido una media del +10,4% hasta agosto), cuya factura ha subido un +49,9% desde 2019, según el INE, casi el doble de lo que han subido estos años los seguros de coches (+28,2%).

Los seguros de salud no paran de crecer (hasta septiembre han recaudado sólo 721 millones menos que el automóvil, que es un seguro obligatorio) y de subir año tras año, empujados por una demanda creciente de usuarios, hartos de las listas de espera de la sanidad pública para el especialista (105 días de media) y para operarse (126 días). De hecho, en junio de 2025 se estimaba que había 14,29 millones de españoles que pagaban un seguro médico privado (1 de cada 4 hogares), casi 4 millones más de los que pagaban un seguro privado antes de la pandemia (10,5 millones), siendo mayor el porcentaje de los que pagan este seguro médico en Madrid y Barcelona (un tercio de la población). De estos 14,29 millones de asegurados, 8,89 millones pagan una póliza individual y 5,4 millones son colectivos, ya sean funcionarios o pólizas de empresas.

Los seguros médicos crecen sin parar pero tienen varios problemas. El primero y fundamental, que los costes de la atención sanitaria no paran de crecer y la población está más envejecida (se piden más pruebas y más caras), con lo que la negociación entre aseguradoras, hospitales y médicos es cada vez más dura, en perjuicio de los asegurados, que pagan cuotas más altas: cada vez hay más especialistas y hospitales “que no trabajan con aseguradoras” o sólo con las más grandes, lo que favorece la concentración: actualmente, el 73,81% de las pólizas se concentran en las 5 grandes aseguradoras de salud, Adeslas-Mutua (30,75% de cuota), Sanitas (16,26%), Asisa (13,81%), DKV (7%) y Mapfre (6,62%). El otro problema grave es que la sanidad privada empieza a saturarse, porque aumenta el deterioro de la sanidad pública, y ya hay listas de espera (meses) en algunas especialidades y una masificación en algunos hospitales y servicios (dermatología, trauma, oftalmología…).

Toda esta situación acaba provocando subidas en las pólizas de salud, año tras año, y un deterioro de la atención de médicos y hospitales privados. Ahora, se espera que estos seguros médicos vuelvan a subir un 10% de media en 2026, especialmente las pólizas de los mayores de 60 años. El precio medio de una póliza familiar es muy variable, entre 120 y 500 euros al mes, según la cobertura y las edades de los asegurados. En paralelo, hay una “guerra comercial” de las aseguradoras por crecer, sobre todo entre los jóvenes, con “ofertas low cost, que ofrecen pólizas de 10 a 30 euros mensuales, con pocas coberturas y aprovechando el menor coste de la atención online. La estrategia es clara: los que tienen ya un seguro médico pagarán más cada año y los que piensan en contratar uno o cambiarse se encuentran con ofertas atractivas (que subirán después).

Con todo, donde ciertamente hemos notado más una subida este año es en los seguros de automóviles, que son el seguro más utilizado (es obligatorio) y el que ha batido récord de asegurados: en septiembre de 2025 había 34.584.416 vehículos asegurados, según el fichero FIVA de Unespa, un 2,03% más que el trimestre  y el mayor aumento en los últimos 6 años. En este seguro, que se ha encarecido un +14% este año,  lo que más sube es el seguro a todo riesgo, que sube un +20% (en torno a 1.000 euros de cuota anual), subiendo menos el seguro a terceros (+12,5%, 516 euros de media) y más los seguros a jóvenes y el seguro que pagan los conductores en grandes ciudades (puede variar hasta 500 euros sobre una ciudad pequeña o pueblo, por el mayor riesgo de siniestralidad).

Todo apunta a que los seguros de automóviles seguirán subiendo en 2026, entre un 7 y un 12%, lo que justifican las aseguradoras por el aumento de la siniestralidad (hay más coches circulando, viajamos más y circulan más coches VTC y de reparto en las grandes ciudades) y el encarecimiento de las piezas, talleres y reparaciones (los coches modernos y eléctricos son más costosos de reparar). Así que las compañías han suavizado su “guerra de precios”, que las llevaba en muchos casos a perder dinero con algunas pólizas, y no dudan en subir precios a medida que les suben la siniestralidad y los costes. Estas subidas continuadas están provocando que cada vez más conductores se apunten al “renting”, donde por el pago de una mensualidad no hay que pagar seguros ni mantenimiento ni averías. De hecho, ya hay 947.000 coches en renting y esperan cerrar 2025 con más de 1 millón de coches en renting, una modalidad que antes utilizaban las empresas y ahora muchos particulares.

Otro seguro que también sube, aunque algo menos, es el de hogar, que sigue creciendo año tras año, especialmente por el aumento de hogares, alquileres y compraventas, así como por  los fenómenos climáticos extremos (lluvias, incendios…), aunque todavía hay muchas viviendas sin asegurar, sobre todo viviendas vacías y en zonas rurales: se estima que hay 21,6 millones de viviendas aseguradas, de las 26,6 millones de viviendas censadas (INE). La novedad de este seguro de hogar es que cada vez cubre más riesgos (se llama “multirriesgo hogar”) y ofrece más servicios (pequeñas reparaciones, ayuda de “manitas” a domicilio, asistencia jurídica…), sobre todo dos coberturas muy publicitadas: el seguro de impago de alquiler y el “seguro antiocupación” (que se ha popularizado por la publicidad de empresas de alarmas y las campañas políticas de PP y Vox, aunque sólo se ocupan el 0,06% de las viviendas, según los datos oficiales de Interior…). Los precios de estos seguros de hogar varían mucho según la cobertura y los servicios, costando entre 165 y 400 euros de media.

Cara al futuro, todo apunta a que los seguros seguirán subiendo (entre el 8 y el 10%), mucho más que el IPC, sobre todo para los clientes actuales, aunque continuará la “guerra de precios” de las aseguradoras para animar al cambio de compañía (con precios más bajos, que luego suben) y la oferta de seguros low cost, que tienen bajas coberturas y mucha “letra pequeña”. En cualquier caso, si sumamos todos los seguros que tenemos (coche, casa, salud, vida y decesos), es probable que la factura sea ya importante, con lo es el momento de revisar facturas y agrupar seguros. Y sobre todo, revisar coberturas que no necesitamos o que encarecen el seguro (por ejemplo, una franquicia baja mucho el seguro del coche). Y en otros casos (salud, hogar), quizás necesitemos ampliar las coberturas. 

Así que hay que analizar los seguros que tenemos y comparar precios y coberturas, porque las subidas van a continuar año tras año. Podemos tener una ayuda si acudimos a una Correduría de seguros, unos profesionales que pueden analizar nuestras pólizas y aconsejarnos gratuitamente si debemos cambiar o no de cobertura y de compañía: nosotros no les pagamos a ellos por su asesoramiento, son las aseguradoras las que les pagan una comisión si contratamos un seguro a través de su mediación que, insisto, es gratuita. Un servicio poco conocido (ver Web Corredores de seguros) y que puede ayudarnos a gestionar mejor nuestros seguros. Un gasto obligado, pero no a cualquier precio.

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