Otro verano récord y caro
Este verano, España volverá a estar repleta de
turistas extranjeros y españoles, sobre todo en costas, islas y
algunas zonas del norte. A pesar de la incertidumbre económica internacional,
los europeos no renunciamos a viajar, anteponiendo este gasto a los
demás. Pero ojo: un tercio de los españoles (y el 27% de europeos) no
pueden cogerse una semana de vacaciones, más en la mitad sur de España. Sin embargo, se esperan 34 millones de
visitantes extranjeros entre julio, agosto y septiembre, 2,5 millones
más que el verano pasado, que ya fue récord. Eso sí, dada la fuerte
subida de precios en España (los hoteles han subido este año un 30% y los
vuelos nacionales un 22,5%), muchos turistas han reducido los días
de vacaciones, aunque el gasto turístico será también récord. Y con
ello, España espera alcanzar los 100 millones de turistas extranjeros este
año. Una cifra inmanejable, que provoca una incómoda saturación
turística en muchos destinos. Urge planificar el futuro turístico de
España, para no “morir de éxito”.

Enrique Ortega
Los europeos priorizan ahora los viajes y las
vacaciones sobre el resto de los gastos, un cambio que se ha producido
tras la pandemia. Así lo revela una reciente Encuesta
sobre expectativas de consumo realizada por el BCE: el
52% de los europeos aseguraba en abril que planeaba hacer un gasto
importante en vacaciones este año (un 15% más que en 2019), mientras sólo el
20% pensaba cambiar un electrodoméstico o arreglar su casa y sólo el 10% planeaba
cambiar de coche. Y otro informe, de
BBVA Research, confirma que los españoles han aumentado su gasto en hoteles,
restaurantes y ocio, superando ya en 2024 los niveles de gasto en viajes y ocio
de 2019.
Pero ojo, esta fiebre
por salir y viajar no puede hacernos olvidar en estas fechas
que mucha gente no puede tomarse vacaciones, según
Eurostat: un 27% de los europeos no pueden cogerse ni una semana de
vacaciones, por falta de recursos, alcanzando al 58,6% de la población en
Rumania, al 46% en Grecia o al 38,2% en Portugal. En España, una de cada
3 familias (el 33,4%, igual porcentaje que en 2019) no puede tomarse esa semana de vacaciones,
un porcentaje más alto que el de Italia (31,4% no pueden tomar vacaciones),
Francia (22%) o Alemania (20,8%). Y dentro de España, según
el INE, se supera el tercio de personas que no cogen una semana de vacaciones
en Andalucía (44,9%), Canarias (45,3%), Murcia (40,2%), Comunidad Valenciana
(38,1%) y Extremadura (36,6%), mientras baja mucho el porcentaje de los que no
toman vacaciones en País Vasco (sólo el 17,7% no puede), Madrid (23,1%),
Navarra (25,3%) y Baleares (25,8%).
Volviendo a esos dos tercios de españoles que sí cogen
vacaciones (y a tres de cada cuatro europeos), la previsión es que este
verano aumenten los turistas en España, tras un año 2024
récord. De momento, hasta
mayo, habían llegado a España 35.019.731 visitantes, un 5,5% más que en los
5 primeros meses de 2024 (+1,8 millones). De continuar esta tendencia al alza
de turistas (+5,5%) este verano, podríamos recibir 34 millones de turistas
entre julio, agosto y septiembre, lo que supondría 2,54 millones más de
visitantes que en el verano de 2024, que fue récord de ocupación. Con todo,
habrá que ver las reservas de última hora, porque aunque el turismo extranjero
sigue creciendo, crece menos que en 2024, por la incertidumbre internacional, la revalorización del euro y las olas de calor en España.
La previsión
de los empresarios turísticos (Exceltur) es que sus ventas crezcan
este verano un 2,7%, algo menos de la mitad de lo que crecieron el verano de
2024, por una menor fortaleza de los turistas europeos (alemanes y franceses),
norteamericanos y de Latinoamérica, así como por el turismo nacional, que
crecerá pero más en los viajes al extranjero. La patronal turística espera un
mayor tirón de ingresos en el alquiler de coches (+6,9%) y en el transporte
de viajeros (+4,9%) y un menor incremento de ventas en alojamientos(+1,4% los
hoteles de playa y +3,2% los hoteles urbanos), las agencias de viaje y el gasto
en ocio (+2,4%). Y anticipan que el mayor aumento de ingresos turísticos lo
tendrán las empresas de Navarra (+5,7%), Cantabria (+4,4%), la
Rioja (+3,9%), Madrid (+3,8%), Baleares (+3,7%) y Canarias
(+2,8%), mientras crecerá manos el negocio turístico este verano en Aragón
(+1,3%), Galicia y Castilla la Mancha (+1,4%), Comunidad Valenciana (+1,5%),
Murcia (+1,9%), Cataluña (+1,9%), Asturias y Andalucía (+2,2%).
Los empresarios turísticos son optimistas
respecto a la ocupación y los ingresos este verano, pero “con
moderación”, según Exceltur, por la incertidumbre económica
internacional (que podría retraer al turismo
de EEUU, de Alemania y Francia) y por otras tres razones que explicarían
un menor crecimiento turístico este verano: el fuerte aumento de precios,
la masificación de algunos destinos y el
clima, las olas de calor que se esperan en España y que tienen dos
consecuencias: hay turistas del norte de Europa que se quedan en su país o
viajan a otros paises del norte, con buen clima y menos calor.
El factor clave del menor crecimiento turístico este verano
en España (ojo, con cifras récord) es, para muchos expertos, los
altos precios, que pueden disuadir a muchos turistas a viajar a otros
destinos más baratos (Turquía, Grecia, Europa del este y paises mediterráneos)
o venir a España pero acortando su estancia. Los datos son muy reveladores: los
hoteles españoles llevan 4 años seguidos subiendo sus tarifas, con un
crecimiento acumulado del +55,4%, con lo que los hoteles han
triplicado sus ingresos por habitación disponible (de 26,4 euros en mayo de
2021 a 82,9 euros en mayo de 2025). Y sólo en lo que va de 2025, los hoteles
han subido un +30,1%, según
el IPC de junio (INE). Otro +10,7% ha subido el alojamiento en otros
establecimientos (apartamentos turísticos), Y los vuelos nacionales han
aumentado un +22,5%. Mientras, bajan los paquetes turísticos
internacionales (-4,1%), lo que hace que muchos españoles viajen ahora más al
extranjero.
Otro factor que encarece España como destino turístico este
verano es la fortaleza del euro frente al dólar, forzada por la loca política
económica y comercial de Trump, que asusta a los inversores y deprecia su
moneda. El dato es muy claro: el euro
cotiza a 1,1616 dólares, frente a 1,036 dólares que costaba un euro el 1 de
enero. Eso supone una revalorización de la moneda europea del +12.12%. O sea,
que viajar a España para un turista que no sea europeo y pague en dólares le cuesta
un 12,12% más caro.
Esta subida de los precios turísticos retrae a algunos
visitantes y provoca que otros estén menos días de vacaciones,
para compensar las subidas. En
mayo, la duración media del viaje de los turistas extranjeros fue de 6,2
días, con un gasto diario que ya era de 209 euros. Con todo, los
ingresos por turismo han sido de 46.586 millones de euros entre enero y mayo,
un +8,1% que el año pasado: han crecido más los gastos (+8,1%) que los
turistas (+5,5% hasta mayo), debido a la subida de precios en hoteles,
restaurantes y viajes.
Con otro verano récord de turistas extranjeros
(y más gasto de los nacionales), España podría cerrar el año 2025 con otro
récord de turistas, rozando
la cifra mítica de 100 millones de visitantes extranjeros (frente a 93.799.505
en 2024). Y lo más importante: se podrían gastar 136.500 millones de euros en
España (frente a los 126.282 millones gastados en 2024). Con ello, otro año
más, el PIB turístico crecerá más que la economía, aunque menos que en 2024, según
la previsión de la patronal Exceltur: +3,3% de crecimiento turístico en
2025 (frente al 6,5% que creció en 2024), más que el crecimiento de la economía
(+2,4% en 2025). Eso mantendrá al turismo este año como el gran
motor de la economía, junto al consumo de las familias y la inversión,
aportando más empleos (+55.559 hasta junio), que ahora son menos precarios (el
93,4% son fijos) y mejor pagados (+3,3% suben estos salarios).
A pesar del nuevo récord, de turistas extranjeros y de
ingresos, el
sector está preocupado por la saturación turística y la
masificación en algunos destinos, como Baleares, Canarias, Madrid, Barcelona y
algunos puntos de la costa levantina y andaluza. Saturación que empieza en los
aeropuertos, se traslada a las carreteras, continúa en los hoteles y playas y sigue
en los restaurantes y establecimientos de ocio. Incluso con algunas protestas
y manifestaciones de los españoles que viven en esos lugares,
por el “aluvión de turistas”, lo que está generalizando el cobro de tasas turísticas
en muchos pueblos y ciudades. Tasas que rechazan los empresarios turísticos,
que piden medidas contra la proliferación de alojamientos turísticos (hay
339.168 viviendas turísticas, más que hoteles, en las 25 grandes ciudades),muchos
ilegales, y un mayor gasto en promoción de destinos alternativos.
Al final, urge un Plan estratégico a medio plazo
que ordene el futuro del sector turístico en España, que no puede seguir
creciendo sin límites. La oportunidad para hacerlo debe ser la “Estrategia
de Turismo Sostenible 2030”, que debía haberse aprobado en el primer
trimestre de 2025 y que sigue pendiente. Ahí debería acordarse una “hoja
de ruta” para el turismo en lo que queda de década, planteando objetivos,
inversiones y medidas. Se trata por un lado de adaptar
la oferta, para seguir reconvirtiendo (con los Fondos europeos ya
adjudicados) los destinos de sol y playa (en colaboración con los
municipios turísticos afectados) y promoviendo los destinos alternativos
de turismo de interior, cultural, gastronómico y de ocio, junto al turismo
de negocios en las grandes ciudades. Y por otro, reorientar la
política de promoción y captación de demanda, para dirigirla a destinos
más lejanos (América, Asia), a turistas que gastan más y vienen todo el año.
No
se trata de batir el récord de turistas cada año, como si no
hubiera tope ni existieran problemas medioambientales y de saturación de
infraestructuras. Hay que buscar
un turismo de más calidad, no más turistas, que
sea compatible con la vida de los pueblos y ciudades donde llegan. Es un
difícil equilibrio que exige planificación, inversiones y medidas, pero
sobre todo acuerdos entre Administraciones. Hace falta un
gran Pacto por el futuro del turismo, para que sea sostenible a medio
plazo. Tras tantos récords y ante los 100 millones de visitantes, es hora
de parar, sentarse y repensar el futuro del turismo. Por este camino, acabaremos
teniendo que sacar ticket de reserva para viajar, ir a un
hotel o a un restaurante y bañarnos en la playa…y esperar hasta que haya hueco.
Así no compensa viajar.
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