jueves, 31 de julio de 2025

Cinco libros para entender mejor nuestro mundo

Cada verano acostumbro a recomendar algunos libros que yo he leído antes y que me parecen de interés para comprender mejor la economía y nuestro mundo. En una sociedad de tuits y memes, falta dedicar tiempo a la lectura sosegada de libros que explican el trasfondo de los problemas y plantean alternativas, como los 5 libros que aquí recomiendo. Uno, del Nobel Stiglitz, es una crítica detallada del capitalismo neoliberal, que explota a consumidores, trabajadores y medio ambiente, proponiendo un capitalismo “progresista” (socialdemócrata). Otro libro aborda los paraísos fiscales y cómo los ricos esconden su dinero. El tercero reflexiona sobre el tiempo y su reparto, a propósito del recorte de la jornada de trabajo. El cuarto analiza las redes sociales y explica cómo han provocado polarización y derechización política, manipulando conductas y elecciones. Y el último libro explica claramente cómo funcionan los algoritmos y la inteligencia artificial, tan imprescindible como peligrosa. Miren a ver si alguno les interesa. ¡Buen verano¡


El primer libro, “Camino de libertad. La economía y la buena sociedad” es el último publicado por Josep E. Stiglitz, un divulgador economista estadounidense que ganó el Premio Nobel en 2001. Parte de analizar que la derecha se ha apropiado de la palabra “libertad, en EEUU y en el mundo (es la palabra favorita de la presidenta Ayuso) y que eso significa la defensa de un modelo económico y social que defiende la libertad de mercado para “explotar” a los consumidores, trabajadores y al medio ambiente”. Stiglitz analiza el concepto de libertad económica desde los economistas clásicos hasta los neoliberales actuales, para desvelar las consecuencias de las políticas “neoliberales” en EEUU y en el mundo, que han provocado explotación, desigualdad y un enorme poder de las grandes corporaciones, en perjuicio de la mayoría de la sociedad y del Planeta. Y llega a plantear que este tipo de economía pone en riesgo la propia democracia.

Lo interesante no es sólo que Stiglitz disecciona los males del capitalismo neoliberal actual y el poder incontrolado de las grandes plataformas de Internet sino que plantea alternativas, otro modelo económico, un “capitalismo progresista” (socialdemócrata), que ponga la economía al servicio de la sociedad y limite el poder de las grandes corporaciones, fomentando la competencia y una economía sostenible, con reglas, instituciones públicas potentes y una menor desigualdad, recuperando la libertad de verdad, pero la libertad de la mayoría frente a la concentración de poder de una minoría cada vez más rica y menos democrática. Y todo ello escrito antes de la 2ª llegada al poder de Trump, que este libro ayuda a entender mejor.

El segundo libro, “Donde se esconde el dinero. Cómo los ricos atracan al mundo”, es el fruto de una larga investigación de la periodista suiza-iraní-canadiense Atossa Araxia Abrahamian. El libro desvela un universo paralelo de estrategias empresariales y fiscales para que los millonarios y las grandes empresas desvíen su dinero a cerca de 6.000 paraísos fiscales que dibujan una “geografía oculta”, un mundo paralelo donde las acrobacias legales y la contabilidad creativa permite la opacidad de los poderosos. El libro sigue una ruta, desde Ginebra a los puertos francos y ciudades y zonas libres de impuestos, deteniéndose en Luxemburgo, Singapur y sobre todo Dubái, el mayor paraíso fiscal donde radican hoy múltiples empresas y sociedades financieras de todo el mundo.

En paralelo a todos esos paises que están al margen de la fiscalidad “normal”, el libro aborda otros componentes de este “mundo paralelo, como los paises donde se registran la mayoría de los barcos mercantes (Liberia, Panamá, Bahamas), los paises que acogen fábricas (o presos) de terceros paises y las ciudades que se construyen sólo para absorber el juego, la prostitución o el contrabando de paises vecinos (como en la frontera de Laos con China). Se trata de una investigación sin precedentes, que descubre un mundo paralelo al que conocemos, construido y moldeado por las grandes fortunas, empresas, multinacionales para escapar de los impuestos y comportarse sin apenas normas ni regulación. Asusta.


El tercer libro, “La política del tiempo”, lo ha escrito el profesor británico Guy Standing, famoso por su defensa de “la renta básica universal”. Aquí, el economista analiza el papel del tiempo de trabajo en la historia, desde la antigüedad (los griegos distinguían entre “laborar” y trabajar) a la Edad Media y al tiempo en la era industrial, el primer periodo de la historia donde el capitalismo controló férreamente el horario de los trabajadores. Y posteriormente, el uso del tiempo en la sociedad modera, dominada por los servicios, donde los trabajadores dedican su jornada a realizar múltiples actividades, dentro y fuera de su jornada laboral. Standing es muy crítico sobre la imposición del tiempo de trabajo y la escasez de tiempo de ocio que no se dedique al consumismo y a las redes sociales e Internet.

El libro analiza cómo la pandemia ha sido un punto de inflexión en la valoración del tiempo, porque mucha gente ha reflexionado sobre su trabajo y su vida. Y Standing propone otra concepción del trabajo y del tiempo, analizando las propuestas de reducción de jornada (a 4 días semanales de trabajo) y defendiendo una sociedad más “emancipada del tiempo”, que vuelva a distinguir entre trabajar y hacer cosas (como los griegos), participar en actividades comunales y formativas, en un ocio creativo. En lugar de buscar un crecimiento sin límite del PIB y del consumo, el autor defiende que el Estado promueva “un tiempo lento”, la democracia deliberativa y la actividad comunal como trabajos “des mercantilizado”. Al final, más que un libro sobre el tiempo es una reflexión sobre la vida que llevamos.


El cuarto libro, “Las redes del caos”, es una impresionante investigación sobre la evolución de las redes sociales, escrito por Max Fisher, periodista del New York Times. Un análisis detallado del funcionamiento de las redes sociales, omnipresentes en el mundo (Facebook tiene 3.000 millones de seguidores, YouTube 2.540, Instagram 2.000 millones y WhatsApp otros 2.000 millones) y cómo provocan violencia social, creciente polarización, radicalización y que han gestado el auge de la extrema derecha en todo el mundo. El autor hace un seguimiento a las principales redes (sobre todo a Facebook) y explica cómo han ido cambiando la sociedad, apoyados por unos algoritmos que buscan y promueven los comentarios más extremos para tener más seguidores y ganar más dinero con la publicidad.

Lo más interesante del libro es que sigue paso a paso la evolución de las redes, desde su inicio (2008) hasta hoy y explica todo lo que han hecho para captar más seguidores y conseguir más negocio, aunque eso suponga promover una guerra civil en Birmania (ayudando al exterminio de los rohinyás), en Sri Lanka, la India, Indonesia, Alemania o Estados Unidos, donde han promovido conflictos y muertes. Y, sobre todo, explica que todo esto no es casualidad, sino que se debe al algoritmo de las redes, que promociona las opiniones más extremas para conseguir más clics (y más ingresos). Es clave su análisis de cómo las redes han fomentado a la extrema derecha en todo el mundo y cómo han aupado a Trump, promoviendo el ataque al Capitolio y poniendo en peligro la democracia. Como reflexión, el autor revela que todo esto se podría cambiar, modificando el algoritmo. Pero eso recortaría el negocio y el poder de las grandes tecnológicas que están detrás de las redes. Y que manipulan el mundo.

El quinto libro, “Esclavos del algoritmo. Manual de resistencia en la era de IA”, escrito por la periodista española Laura González de Rivera, analiza también las redes sociales pero va más allá, profundizando en la Inteligencia Artificial (IA) y su evolución en los últimos años, con un lenguaje sencillo y comprensible. Analiza sobre todo el papel de los algoritmos, esas instrucciones que están detrás de las redes sociales y la IA y que son “peligrosos”, porque en muchos casos fomentan los bulos y la desinformación o la violencia, el machismo y la xenofobia) o sesgos varios si se utiliza la IA  para contratar a alguien, conceder un crédito o decidir una vigilancia policial o una libertad provisional. Y explica el nefasto papel de los algoritmos en algunos comportamientos (forzando a internautas a atentar contra la reina de Inglaterra, por ejemplo, o a suicidarse) , en la derechización de los paises y en el auge de la extrema derecha o en la llegada al poder de Trump y Bolsonaro.

La autora defiende la Inteligencia Artificial (IA) si se utilizan los algoritmos y la tecnología para beneficiar a los ciudadanos (y no a las grandes tecnológicas), lo que exige atacar los monopolios actuales (disgregando empresas: Facebook, Instagram y WhatsApp son propiedad de Meta), intentando “democratizar la IA”, algo que ahora no sucede porque su logística, sus bases de datos y sus algoritmos son inaccesibles para Gobiernos y expertos y los controlan un reducido grupo de oligarcas tecnológicos (blancos y superricos) a los que les molesta la democracia (y por eso financian y apoyan a autócratas como Trump). Hace falta también una legislación que controle la IA (como la ha aprobado Europa), educar a la población (para conocer los riesgos) y una “ética” en la configuración y control de los algoritmos (las plataformas no pueden ser éticas, porque sólo buscan el beneficio). Al final, el libro aporta una sentencia clave: lo que puede ser verdaderamente peligroso no es la IA ni los algoritmos sino las personas que hay detrás. Por eso hay que controlarlas.

Bueno, espero que alguno de estos 5 libros te interese. ¡Buen verano y hasta septiembre¡

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