jueves, 24 de julio de 2025

EPA junio 2025: 22 millones trabajando

Hoy se ha conocido un dato histórico: España tiene más de 22 millones de personas trabajando: 22.268.700 ocupados a finales de junio. Una cifra nunca vista en España: son 10 millones más trabajando que hace 60 años y 2,3 millones más que antes de la pandemia, gracias al fuerte crecimiento de la economía y a los efectos favorables de la reforma laboral (el 84,6% de los asalariados son ahora fijos). Además, el paro roza el 10% (10,29%), la tasa más baja desde 2008, aunque seguimos teniendo el doble de paro que en Europa y casi la mitad de los parados no cobran nada. Todo apunta a que la creación de empleo seguirá fuerte este año, pero podría “pinchar” a finales de año, por culpa de los aranceles de Trump y la crisis geopolítica. Por eso, urge estar vigilantes y preparar medidas para fortalecer el empleo si hay problemas. Y sobre todo, urge reformar las oficinas de empleo, porque están colapsadas y no recolocan a los parados.

                            Enrique Ortega

El 2º trimestre del año suele ser bueno para el empleo, por la Semana Santa (cayó en abril) y por los contratos previos al verano. Este año 2025, tras un primer trimestre donde cayó el empleo (-92.500), el 2º trimestre ha seguido la tradición y se han creado 503.000 nuevos empleos, según la EPA,  el 2º mayor aumento en este trimestre tras el de 2023 (+603.900 empleos). Con ello, se afianza  la recuperación del empleo iniciada en el verano de 2022, tras la pandemia, y la ocupación en España supera los 22 millones de personas: exactamente, 22.268.700 personas trabajando a finales de junio, la mayor cifra de ocupados de nuestra historia. Y 2.301.800 personas más trabajando que a finales de 2019.

Para valorar el carácter histórico de los 22 millones de ocupados basta hacer un repaso al empleo en los últimos 60 años: en 1965 había 12 millones de personas trabajando en España (12.024.150) y una cifra similar a la muerte de Franco (12.857.720 en 1975), para caer después a un mínimo histórico en 1985 (11.004.200 trabajando, por la reconversión industrial) y remontar a finales de siglo (14.689.830 ocupados en 1999). A partir de ahí, los ocupados crecen, hasta 16,6 millones en 2002, 18,9 millones en 2005 y se alcanza el máximo en septiembre de 2007 (20.753.500 ocupados). Con la crisis financiera, el empleo cae año tras año hasta alcanzar el mínimo en diciembre de 2013 (17.135.200 ocupados). Luego se recupera poco a poco, para cerrar 2019 con 19.966.900 trabajadores. Y la pandemia hunde el empleo a otro mínimo en 2020 (18.607.300 ocupados en junio). Pero a partir de este suelo, el empleo se recupera con fuerza y supera los 20 millones en marzo de 2022 (20.084.799) y los 21 millones en junio de 2023 (21.056.600), para superar ahora los 22 millones de trabajadores, 10 millones más de personas trabajando que hace 60 años.

En el 2º trimestre, el aumento del empleo ha sido gracias a los servicios (+364.800 empleos creados), sobre todo la hostelería (180.500 empleos) y el turismo, pero también han creado empleo la industria (+90.300), la construcción (+45.900) y la agricultura (+2.800 empleos).  El empleo se ha creado básicamente en el sector privado (+480.500 empleos) y poco (+22.900 empleos) en el sector público, por el fin de contratos en enseñanza y sanidad, según la EPA de junio. La creación de empleo se ha repartido casi por igual entre los hombres (+265.800 empleos) que entre las mujeres (+237.500). Y ha sido porcentualmente mayor la creación de empleo entre los menores de 25 años (+136.700 empleos) y entre los mayores de 55 años (+120.100 empleos). Esta vez, la mayoría del empleo creado ha sido para españoles (+356.300 empleos), creciendo menos entre los de doble nacionalidad (+31.500) y extranjeros (+115.600). Por autonomías, donde más creció porcentualmente el empleo fue en Baleares (+91.800), creciendo mucho en Cataluña (+91.800), Andalucía (+70.600) y Madrid (+65.400), cayendo sólo el empleo en Canarias (-2.200).

La importante mejora del empleo en el 2º trimestre (+503.000 empleos) no se traducido toda en una bajada similar del paro (-236.100 parados), porque en paralelo han aumentado los españoles activos, las personas que buscan trabajo ahora: los “activos” han aumentado en +267.200 personas, impidiendo bajar más las cifras del paro. Es un proceso que se ve trimestre a trimestre (hay 381.800 personas más buscando trabajo que hace un año). Y hay un récord histórico de adultos “activos” (trabajando y buscando trabajo): 24.821.800 activos, 1,66 millones más que antes de la pandemia (23.158.800 “activos” a finales de 2019). Todo apunta a que seguiremos así, con lo que en los próximos meses sucederá lo mismo que ahora: el paro bajará menos de lo que sube el empleo.

El  paro ha bajado en el 2º trimestre (-236.100 parados) gracias a los servicios (-178.500 parados), por el tirón en el turismo, la hostelería y el comercio, y a los que perdieron su primer empleo hace un año (-42.100 parados ahora), aunque sube el paro en la industria (+3.800) y entre los jóvenes que buscan su primer empleo (+3.700), según la EPA de junio. El desempleo baja más entre las personas de 25 a 54 años (- 202.400 parados) y sólo aumenta entre los menores de 19 años (+23.200 parados). Y baja algo más el paro entre las mujeres (-129.100) que entre los hombres (-107.000 parados), reduciéndose más entre españoles y con doble nacionalidad (-203.200) que entre extranjeros (-32.900 parados). Por autonomías, baja porcentualmente más en Balares (-44.500 parados), Madrid (-51.800) y Andalucía (-50.600), subiendo el paro sólo en Navarra y Castilla la Mancha (+2.000 parados cada una).

La cifra total de parados EPA roza los 2,5 millones  (2.553.100 parados a finales de junio 2025), un dato que no se veía desde septiembre de 2008 (2.598.800 parados). Y la tasa de paro baja al 10,29%, según la EPA, mucho más baja que antes de la pandemia (13,78% en 2019) y la menor tasa de paro desde junio de 2008 (10,36%). Eso sí, todavía duplicamos la tasa de paro europea (5,9% en la UE-27 en mayo) y cuadruplicamos la alemana (2,9% de paro), según Eurostat. También baja mucho este trimestre la tasa de paro de los jóvenes (menores 25 años), al 24,5% (14,4% en la UE-27).

Hay otros datos preocupantes del paro que también mejoran. El primero, que hay 796.000 hogares con todos sus miembros en paro (86.100 hogares menos que hace un año). El segundo, que seguimos con 8 regiones con más tasa de paro que la media (10,29%) : Melilla (25,91%), Ceuta (23,74%), Extremadura  (15,48%), Andalucía (14,85%),  Canarias (13,33%), Castilla la Mancha (13,23%), Murcia (11,61%) y Comunidad Valenciana (11,52%). Pero hay 11 autonomías con un paro del  8% o menos (7,13% en el País Vasco y 7,41% en Baleares. Y el tercero, que bajan los parados de larga duración, los que llevan más de 1 año sin trabajo: son 991.500, el  38,8 % de los parados (eran el 40% hace un año).

Esto provoca que a muchos parados se les acabe el desempleo y no cobren ya ningún subsidio, pasando a una situación de pobreza extrema. En mayo de 2025, último dato de Trabajo, cobraban alguna ayuda 1.455.261 desempleados: algo más de la mitad (52,5%) cobraban un subsidio contributivo (según lo cotizado) de 1.004,5 euros de media y el resto (47,5%) cobraban un subsidio asistencial de 480 euros. Así que sólo el 60,5% de los parados registrados en las oficinas de empleo (2.405.963 en junio) cobran algún subsidio. Pero en realidad, con los datos del paro estimado hoy (2.553.100 parados), sólo cobran alguna ayuda el  57% de los parados EPA. Eso significa que casi la mitad de los parados reales (47%%) no cobran ninguna ayuda pública, empeorando la cobertura de 2019 (no cobraban el 38,5%). Así que baja el paro, pero también los que reciben ayudas.

Con todo, lo más positivo sigue siendo la mejor calidad del empleo que se crea en España, tras la reforma laboral de 2022. Este primer semestre, el 42,67% de los contratos firmados fueron indefinidos, algo menos que hace un año (42,87% el primer trimestre de 2024) pero un porcentaje muy superior a los de 2023 (38,7%), 2021 (10,9%) y la media de 2014 a 2020 (sólo entre el 6 y el 8% de los contratos eran indefinidos). Con ello, ya hay 16.057.400 asalariados con contrato indefinido, el 84,6% del total, frente al 74,61% de trabajadores fijos a finales de 2021, antes de la reforma laboral). Lo que no mejora son los contratos a tiempo parcial (por horas o días), que aumentan (+151.300 en el último año) y superan los 3 millones de asalariados, sobre todo por las mujeres (el 73,16% de estos contratos), que trabajan a tiempo parcial porque no encuentran trabajos a jornada completa o para cuidar a hijos y mayores.

Ahora, en 2025, el Gobierno y los expertos creen que España seguirá creando empleo, más que el resto de Europa pero menos que en 2023 y 2024, porque creceremos algo menos (+2,6%, frente al +3,2% en 2024). La previsión enviada por el Gobierno a Bruselas, en octubre de 2024, apostaba por crear 1,6 millones de empleos entre 2024 (+556.132 empleos, aunque realmente se han creado +468.100), 2025  (548.645 empleos) y 2026 (494.878 empleos), con el objetivo de que España roce los 23 millones de ocupados (22.989.350 en 2026) y baje su tasa de paro del 10% en 2026 (ahora parece más factible).

Los datos indican que estamos en el buen camino para lograr ambos objetivos. Pero el Gobierno Sánchez no puede “lanzar las campanas al vuelo” con el empleo y el paro, por dos razones. Una, porque seguimos siendo el país de Europa y de la OCDE (36 paises) con la mayor tasa de paro: 10,29 % en España frente al 5,9% en la UE-27 y el 4,9% en la OCDE. Y la otra, porque la tasa de empleo en España es mucho más baja que en Europa: a finales de 2024 trabajaban el 71,4% de los que tienen entre 20 y 64 años, frente al 75,8% que trabajaban en Europa, el 75,1% en Francia o el 81,3% en Alemania, según Eurostat. A lo claro :que España tiene todavía 1,08 millones de personas menos trabajando que las que deberíamos tener si fuéramos como la media europea. Y que trabajan 2,4 millones de españoles menos de los que deberían  trabajar si tuviéramos la tasa de empleo de Alemania.

Ese es nuestro gran reto: reformar la economía para que ofrezca empleo a más gente (entre 1 y 2 millones más) y eso permita reducir la tasa de paro “a niveles europeos”. En eso deberíamos centrarnos a medio plazo, sin regodearnos en los récords. Y eso implica tomar 2 medidas a corto plazo, que exigen (¡ cómo no¡ ) un pacto político económico y social. Una, aprobar un Plan de empleo, para fomentar la contratación de parados mayores de 45 años, mujeres y jóvenes, sobre todo en esas 8 regiones con más paro que la media, canalizando inversiones públicas y privadas  e incentivos a las contrataciones.

Y la otra, reformar de verdad las oficinas de empleo, porque están colapsadas (se tarda días en conseguir que te den por teléfono una cita previa para solicitar el subsidio) y además no ayudan a los parados a recolocarse. Se han cumplido 2 años de la Ley de Empleo (entró en vigor el 2 de marzo de 2023) y no ha funcionado: ni se ha hecho un perfil de los parados ni se les ayuda individualmente a colocarse. De hecho, las oficinas de empleo sólo colocan al 1,9% de los parados y apenas un 10% de los desempleados hacen cursos de formación (largos y poco útiles). Y en la web del SEPE sólo hay registradas 85.786 empresas y 32.827 ofertas de empleo. Urge reforzar la plantilla de la SEPE (con 2.000 trabajadores menos de los necesarios), mejorar su sistema informático (pésimo) y cambiar la operativa de estas oficinas (gestionadas de forma muy desigual según las autonomías), para dedicarse menos a tareas burocráticas y más a recolocar a los parados.

En definitiva, todos debemos alegrarnos porque haya 22 millones de personas trabajando en España, 10 millones más que hace 60 años, pero todavía trabaja menos gente que en Europa (de los que están en edad de trabajar) y muchos empleos son todavía precarios, demasiados a tiempo parcial y con bajos salarios. Y, sobre todo, muchos empleos se concentran en los servicios, con altibajos en las contrataciones, y todavía pocos en la industria, las empresas tecnológicas y exportadoras, que ofrecen empleos más estables y mejor pagados. Además, no olvidemos que hay mucha incertidumbre en la economía mundial, por los aranceles de Trump, y esto acabará perjudicando al empleo. Así que habrá que estar vigilantes y dispuestos a tomar medidas para salvar esos 22 millones de empleos y conseguir que sigan creciendo. Debería ser nuestro gran reto como país.

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