El 2º trimestre del año suele ser bueno para el empleo, por la Semana Santa (cayó en abril) y por los contratos previos al verano. Este año 2025, tras un primer trimestre donde cayó el empleo (-92.500), el 2º trimestre ha seguido la tradición y se han creado 503.000 nuevos empleos, según la EPA, el 2º mayor aumento en este trimestre tras el de 2023 (+603.900 empleos). Con ello, se afianza la recuperación del empleo iniciada en el verano de 2022, tras la pandemia, y la ocupación en España supera los 22 millones de personas: exactamente, 22.268.700 personas trabajando a finales de junio, la mayor cifra de ocupados de nuestra historia. Y 2.301.800 personas más trabajando que a finales de 2019.
jueves, 24 de julio de 2025
EPA junio 2025: 22 millones trabajando
Hoy se ha conocido un dato histórico: España tiene más de 22
millones de personas trabajando: 22.268.700 ocupados a finales de junio.
Una cifra nunca vista en España: son 10 millones más trabajando que hace 60
años y 2,3 millones más que antes de la pandemia, gracias al fuerte
crecimiento de la economía y a los efectos favorables de la reforma laboral (el
84,6% de los asalariados son ahora fijos). Además, el paro roza el 10%
(10,29%), la tasa más baja desde 2008, aunque seguimos teniendo el doble de
paro que en Europa y casi la mitad de los parados no cobran nada.
Todo apunta a que la creación de empleo seguirá fuerte este año, pero podría
“pinchar” a finales de año, por culpa de los aranceles de Trump y la
crisis geopolítica. Por eso, urge estar vigilantes y preparar medidas para
fortalecer el empleo si hay problemas. Y sobre todo, urge reformar las oficinas de empleo, porque están colapsadas y no recolocan a
los parados. Enrique Ortega
El 2º trimestre del año suele ser bueno para el empleo, por la Semana Santa (cayó en abril) y por los contratos previos al verano. Este año 2025, tras un primer trimestre donde cayó el empleo (-92.500), el 2º trimestre ha seguido la tradición y se han creado 503.000 nuevos empleos, según la EPA, el 2º mayor aumento en este trimestre tras el de 2023 (+603.900 empleos). Con ello, se afianza la recuperación del empleo iniciada en el verano de 2022, tras la pandemia, y la ocupación en España supera los 22 millones de personas: exactamente, 22.268.700 personas trabajando a finales de junio, la mayor cifra de ocupados de nuestra historia. Y 2.301.800 personas más trabajando que a finales de 2019.
Para valorar el carácter histórico de los 22 millones de
ocupados basta hacer un
repaso al empleo en los últimos 60 años: en 1965 había 12
millones de personas trabajando en España (12.024.150) y una cifra similar
a la muerte de Franco (12.857.720 en 1975), para caer después a un mínimo
histórico en 1985 (11.004.200 trabajando, por la reconversión industrial) y
remontar a finales de siglo (14.689.830 ocupados en 1999). A partir de
ahí, los ocupados crecen, hasta 16,6
millones en 2002, 18,9 millones en 2005 y se alcanza el máximo en
septiembre de 2007 (20.753.500 ocupados). Con la crisis financiera, el
empleo cae año tras año hasta alcanzar el
mínimo en diciembre de 2013 (17.135.200 ocupados). Luego se
recupera poco a poco, para cerrar 2019 con 19.966.900 trabajadores. Y la
pandemia hunde el empleo a otro mínimo en 2020 (18.607.300 ocupados en
junio). Pero a partir de este suelo, el empleo se recupera con fuerza y supera
los 20 millones en marzo de 2022 (20.084.799) y los 21 millones en junio
de 2023 (21.056.600), para superar ahora los 22 millones de trabajadores, 10
millones más de personas trabajando que hace 60 años.
En el 2º
trimestre, el aumento del empleo ha sido gracias a los servicios (+364.800 empleos creados), sobre todo
la hostelería (180.500 empleos) y el turismo, pero también han creado empleo la industria (+90.300), la construcción (+45.900)
y la agricultura (+2.800 empleos). El empleo se ha creado básicamente en el sector privado (+480.500 empleos)
y poco (+22.900 empleos) en el sector público, por el fin de
contratos en enseñanza y sanidad, según
la EPA de junio. La creación de empleo se ha repartido casi por igual entre los hombres (+265.800 empleos) que
entre las mujeres (+237.500). Y ha sido porcentualmente mayor la creación de
empleo entre los menores de 25 años (+136.700 empleos) y entre los mayores de 55 años (+120.100
empleos). Esta vez, la mayoría del empleo creado ha sido para españoles
(+356.300 empleos), creciendo menos entre los de doble nacionalidad (+31.500) y
extranjeros (+115.600). Por autonomías,
donde más creció porcentualmente el empleo fue en Baleares (+91.800), creciendo
mucho en Cataluña (+91.800), Andalucía (+70.600) y Madrid (+65.400), cayendo
sólo el empleo en Canarias (-2.200).
La importante mejora del empleo en el 2º trimestre (+503.000
empleos) no se traducido toda en una bajada
similar del paro (-236.100 parados),
porque en paralelo han
aumentado los españoles activos, las personas que buscan trabajo ahora:
los “activos”
han aumentado en +267.200 personas, impidiendo bajar más las cifras del
paro. Es un proceso que se ve trimestre a trimestre (hay 381.800 personas
más buscando trabajo que hace un año). Y hay un récord histórico de adultos
“activos” (trabajando y
buscando trabajo): 24.821.800 activos, 1,66 millones más que antes de la
pandemia (23.158.800 “activos” a finales de 2019). Todo apunta a que seguiremos
así, con lo que en los próximos meses sucederá lo mismo que ahora: el
paro bajará menos de lo que sube el empleo.
El paro ha bajado en el 2º trimestre (-236.100
parados) gracias a los servicios (-178.500 parados), por el tirón en el
turismo, la hostelería y el comercio, y a los que perdieron su primer
empleo hace un año (-42.100 parados ahora), aunque sube el paro en la
industria (+3.800) y entre los jóvenes que buscan su primer
empleo (+3.700), según
la EPA de junio. El desempleo baja más entre las personas de 25 a 54 años
(- 202.400 parados) y sólo aumenta entre los menores de 19 años (+23.200
parados). Y baja algo más el paro entre las mujeres (-129.100) que entre
los hombres (-107.000 parados), reduciéndose más entre españoles y con doble
nacionalidad (-203.200) que entre extranjeros (-32.900 parados). Por autonomías,
baja porcentualmente más en Balares (-44.500 parados), Madrid (-51.800) y
Andalucía (-50.600), subiendo el paro sólo en Navarra y Castilla la Mancha
(+2.000 parados cada una).
La cifra total de parados EPA roza los 2,5 millones (2.553.100 parados a finales de junio
2025), un dato que no se veía desde septiembre de 2008 (2.598.800 parados). Y
la tasa de paro baja al 10,29%, según
la EPA, mucho más baja que antes de la pandemia (13,78% en 2019) y la menor
tasa de paro desde junio de 2008 (10,36%).
Eso sí, todavía duplicamos la tasa de paro europea (5,9% en la UE-27 en mayo) y
cuadruplicamos la alemana (2,9% de paro), según
Eurostat. También baja mucho este trimestre la tasa de paro de los jóvenes
(menores 25 años), al 24,5% (14,4% en la UE-27).
Hay otros datos preocupantes del paro que también mejoran.
El primero, que hay 796.000 hogares con todos sus miembros en paro (86.100 hogares menos que hace un
año). El segundo, que seguimos con 8 regiones con más tasa de paro que la media (10,29%) : Melilla (25,91%), Ceuta (23,74%), Extremadura (15,48%), Andalucía (14,85%), Canarias (13,33%), Castilla la Mancha (13,23%), Murcia (11,61%) y Comunidad Valenciana (11,52%). Pero hay 11 autonomías con un paro
del 8% o menos (7,13% en el País Vasco y 7,41% en Baleares. Y el
tercero, que bajan los parados de larga duración, los que llevan más de
1 año sin trabajo: son 991.500, el 38,8
% de los parados (eran el 40% hace un año).
Esto provoca que a muchos parados se les acabe el desempleo
y no cobren ya ningún subsidio, pasando a una situación de
pobreza extrema. En mayo de 2025, último
dato de Trabajo, cobraban alguna ayuda 1.455.261 desempleados: algo
más de la mitad (52,5%) cobraban un subsidio contributivo (según lo cotizado)
de 1.004,5 euros de media y el resto (47,5%) cobraban un subsidio asistencial
de 480 euros. Así que sólo el 60,5% de los parados registrados en las
oficinas de empleo (2.405.963 en junio) cobran algún subsidio. Pero
en realidad, con los datos del paro estimado hoy (2.553.100 parados), sólo
cobran alguna ayuda el 57% de los
parados EPA. Eso significa que casi la mitad de los parados reales (47%%) no
cobran ninguna ayuda pública, empeorando la cobertura de 2019 (no cobraban el
38,5%). Así que baja el paro, pero también los que reciben ayudas.
Con todo, lo más positivo sigue siendo la mejor calidad
del empleo que se crea en España, tras la reforma laboral de 2022. Este
primer semestre, el
42,67% de los contratos firmados fueron indefinidos, algo menos que hace un
año (42,87% el primer trimestre de 2024) pero un porcentaje muy superior a los
de 2023 (38,7%), 2021 (10,9%) y la media de 2014 a 2020 (sólo entre el 6 y el
8% de los contratos eran indefinidos). Con ello, ya hay 16.057.400
asalariados con contrato indefinido, el 84,6% del total,
frente al 74,61% de trabajadores fijos a finales de 2021, antes de la reforma
laboral). Lo que no mejora son los contratos a tiempo parcial (por horas o
días), que aumentan (+151.300 en el último año) y superan los 3 millones de
asalariados, sobre todo por las mujeres (el 73,16% de estos contratos), que
trabajan a tiempo parcial porque no encuentran trabajos a jornada completa o
para cuidar a hijos y mayores.
Ahora, en 2025, el Gobierno y los expertos creen que España
seguirá creando empleo, más que el resto de Europa pero menos que en 2023 y
2024, porque creceremos algo menos (+2,6%, frente al +3,2% en 2024). La
previsión enviada
por el Gobierno a Bruselas, en octubre de 2024, apostaba por crear 1,6
millones de empleos entre 2024 (+556.132 empleos, aunque realmente se han
creado +468.100), 2025 (548.645 empleos)
y 2026 (494.878 empleos), con el objetivo de que España roce los 23 millones de
ocupados (22.989.350 en 2026) y baje su tasa de paro del 10% en 2026 (ahora
parece más factible).
Los datos indican que estamos en el buen camino para lograr
ambos objetivos. Pero el Gobierno Sánchez no puede “lanzar las campanas
al vuelo” con el empleo y el paro, por dos razones. Una, porque
seguimos siendo el país de Europa y de la OCDE (36 paises) con la mayor tasa de
paro: 10,29 % en España frente al 5,9%
en la UE-27 y el 4,9%
en la OCDE. Y la otra, porque la tasa de empleo en España es mucho más baja
que en Europa: a finales de 2024 trabajaban el 71,4% de los que tienen entre 20
y 64 años, frente al 75,8% que trabajaban en Europa, el 75,1% en Francia o el
81,3% en Alemania, según
Eurostat. A lo claro :que España tiene todavía 1,08 millones de
personas menos trabajando que las que deberíamos tener si fuéramos como
la media europea. Y que trabajan 2,4 millones de españoles menos de los que
deberían trabajar si tuviéramos la tasa
de empleo de Alemania.
Ese es nuestro gran reto: reformar la economía
para que ofrezca empleo a más gente (entre 1 y 2 millones más) y eso permita
reducir la tasa de paro “a niveles europeos”. En eso deberíamos centrarnos a
medio plazo, sin regodearnos en los récords. Y eso implica tomar 2
medidas a corto plazo, que exigen (¡ cómo no¡ ) un pacto político
económico y social. Una, aprobar un Plan de empleo, para fomentar la
contratación de parados mayores de 45 años, mujeres y jóvenes, sobre todo en
esas 8 regiones con más paro que la media, canalizando inversiones públicas y
privadas e incentivos a las
contrataciones.
Y la otra, reformar de verdad las oficinas de
empleo, porque están
colapsadas (se tarda días en conseguir que te den por teléfono una cita
previa para solicitar el subsidio) y además no ayudan a los parados a
recolocarse. Se han cumplido 2 años de la Ley de Empleo (entró en vigor el
2 de marzo de 2023) y no ha funcionado: ni se ha hecho un perfil de los parados
ni se les ayuda individualmente a colocarse. De hecho, las oficinas de empleo sólo
colocan al 1,9% de los parados y apenas un 10% de los desempleados hacen
cursos de formación (largos y poco útiles). Y en la web del SEPE sólo hay
registradas 85.786 empresas y 32.827 ofertas de empleo. Urge reforzar la
plantilla de la SEPE (con 2.000 trabajadores menos de los necesarios),
mejorar su sistema informático (pésimo) y cambiar la operativa de estas
oficinas (gestionadas
de forma muy desigual según las autonomías), para dedicarse menos a
tareas burocráticas y más a recolocar a los parados.
En definitiva, todos debemos alegrarnos porque haya 22
millones de personas trabajando en España, 10 millones más que hace 60
años, pero todavía trabaja menos gente que en Europa (de los que
están en edad de trabajar) y muchos empleos son todavía precarios, demasiados a
tiempo parcial y con bajos salarios. Y, sobre todo, muchos empleos se
concentran en los servicios, con altibajos en las contrataciones, y todavía
pocos en la industria, las empresas tecnológicas y exportadoras, que ofrecen
empleos más estables y mejor pagados. Además, no olvidemos que hay
mucha incertidumbre en la economía mundial, por los aranceles de
Trump, y esto acabará perjudicando al empleo. Así que habrá que estar
vigilantes y dispuestos a tomar medidas para salvar esos 22 millones de
empleos y conseguir que sigan creciendo. Debería ser nuestro gran reto
como país.
El 2º trimestre del año suele ser bueno para el empleo, por la Semana Santa (cayó en abril) y por los contratos previos al verano. Este año 2025, tras un primer trimestre donde cayó el empleo (-92.500), el 2º trimestre ha seguido la tradición y se han creado 503.000 nuevos empleos, según la EPA, el 2º mayor aumento en este trimestre tras el de 2023 (+603.900 empleos). Con ello, se afianza la recuperación del empleo iniciada en el verano de 2022, tras la pandemia, y la ocupación en España supera los 22 millones de personas: exactamente, 22.268.700 personas trabajando a finales de junio, la mayor cifra de ocupados de nuestra historia. Y 2.301.800 personas más trabajando que a finales de 2019.
Etiquetas:
22 millones trabajando,
empleo,
empleo fijo,
empleo récord,
EPA 2º trimestre 2025,
incertidumbre,
oficinas de empleo,
paro,
tasa de paro
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario