jueves, 19 de junio de 2025

Verano: vuelos caros y aeropuertos saturados

Cada vez se viaja más en todo el mundo y los cielos están plagados de aviones: este año, las aerolíneas esperan tener 5.200 millones de viajeros, que crecen sobre todo en Asia y Oriente Medio. En Europa, superaremos los 1.000 millones de viajeros, mientras España espera 320 millones, con una demanda al alza y una falta de aviones que van a disparar este verano los precios de los billetes y colapsarán el tráfico aéreo europeo y muchos aeropuertos. Pero los turistas pagan lo que les pidan por volar y sufren retrasos y cancelaciones, mientras les cobran por llevar maletas a bordo, un tema donde la Comisión Europea apoya a las aerolíneas. En España hay 11 aeropuertos saturados y AENA tiene un Plan para invertir 10.000 millones de euros en ampliarlos y mejorarlos, desde Barajas y Palma al Prat de Barcelona, a costa de subir tarifas. Además, cada vez volamos más y eso contamina los cielos, aunque se exige más porcentaje de carburante ecológico, lo que también fuerza a la subida de los billetes

                            Enrique Ortega

La fiebre por viajar recorre el mundo después de la pandemia, aumentando año tras año los aviones y pasajeros en unos cielos cada vez más saturados. En 2024, las aerolíneas  tuvieron  4.890 millones de pasajeros (+10,4% sobre 2023), superando con creces los 4.520 millones de viajeros transportados antes de la pandemia (2019), según la IATA. El tráfico internacional, que representa casi dos tercios del mercado (61,8%) creció más en 2024 (+13,9%), aunque movió menos pasajeros que en 2019.Y el tráfico doméstico (38,2% del mercado) creció menos (+5,7%), pero es el que más ha crecido tras la pandemia. Por continentes, lo que más crecen son los viajeros de Asia-Pacífico (+16,9% en 2024, +12,3% en China frente al +3,7% en EEUU), seguidos de África (+13,2%) y Oriente Medio (+9,5%), mientras crecen menos que la media (+10,4%) los pasajeros de Europa (+8,7% y Latinoamérica (+7,8%). La ocupación media de los aviones fue alta, del 83%, y las aerolíneas ganaron 32.400 millones en 2024, un margen neto del 3,4% (7 dólares por pasajero: 10,3 $ en Norteamérica y 1,8$ en Asia).

En 2024, los españoles hicieron un gasto récord en viajes aéreos: gastaron 18.095 millones en viajes internacionales (el 34% del total gastado en vuelos), con un aumento anual del 18%, según los datos del INE. El 20% de todos los vuelos fueron a Europa, el 7% a América (donde más crecen los vuelos de los españoles, +25% en 2024), el 3% a África y el 4% restante al resto del mundo (crecen un 12% los vuelos a Asia). El 66% de los vuelos restantes de españoles fueron viajes dentro de España, con un gasto de 35.101 millones en 2024, sobre todo viajeros jóvenes y con rentas medias y altas.

En 2024, España tuvo un récord histórico de vuelos, gestionados por la empresa pública Enaire: 2.358.988 vuelos, un 7,6% más que en 2023, por encima del +5,2% que aumentaron los vuelos europeos. La mayoría (1.354,960) fueron vuelos internacionales (+9,5%), seguidos de los sobrevuelos (537.634, +5,5% y los vuelos nacionales (466.394, +4,9%). Y el récord histórico se dio el 10 de agosto de 2024, con 7.886 vuelos gestionados por España, 5,4 vuelos por minuto. En cuanto a viajeros, en 2024 más de 309 millones de viajeros utilizaron los aeropuertos españoles, según AENA, un récord histórico.

Todo apunta a que estas cifras históricas de viajes aéreos y pasajeros se superaran en 2025, (ver Web con vuelos en el mundo hoy), a la vista de que las aerolíneas han aumentado ya un 10% sus asientos para este verano. La IATA confía en alcanzar los 5.200 millones de viajeros a nivel mundial en 2025 (+6,7% sobre 2024), con un mayor aumento de pasajeros en Asia, especialmente en China e India (país que inauguró 100 nuevos aeropuertos en 2024). Las aerolíneas esperan un nuevo aumento de la demanda, a pesar de la incertidumbre por los aranceles y sus consecuencias, porque los clientes no renuncian a viajar y hay más empleo y menos inflación en el mundo. Eso sí, todas las aerolíneas están aumentando sus tarifas (de un 5 a un 12%), por la alta demanda y porque faltan aviones, lo que subirá la ocupación de las aeronaves al 83,4%.

En Europa se espera superar este año la cifra de 1.000 millones de viajeros transportados, superando la cifra de 960 millones de viajeros transportados en 2024.Y en España, Aena espera que utilicen los aeropuertos españoles unos 320 millones de pasajeros (+3,4% que en 2024). En invierno (hasta marzo) ya se han transportado 111,3 millones de pasajeros )+6,6%) y la previsión de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA) es que entre abril y septiembre se transporten 245,9 millones de pasajeros, +5,9% que el verano pasado (y un 8% más en Canarias). Estas previsiones de más vuelos y pasajeros no tienen en cuenta el efecto negativo de 3 problemas que tiene hoy volar: los altos precios de los billetes (por la falta de aviones), la saturación del tráfico aéreo europeo y los problemas de retrasos y cobro de maletas.

El mayor problema al que se enfrentan las aerolíneas (y que sufren sus clientes) es la falta de aviones. El problema se arrastra desde la pandemia, por la ruptura de las cadenas de suministro y la caída brusca de la demanda, factores que llevaron a la entrega de sólo 7.000 aviones entre 2019 y 2024, frente a los 12.000 programados antes de la pandemia. Y en estos años, no se han resuelto los problemas de suministros y de las cadenas de producción (en varios paises). La consecuencia es que se entregan menos aviones de los que hacen falta: en 2024, Airbus y Boeing entregaron un 30% menos de lo programado: 766 aviones Airbus (frente a 863 en 2019) y sólo 348 aviones Boeing. En 2025, ambas compañías van a entregar un 20% menos de aviones de los programados. Y ambos estiman que harán falta 43.000 aviones nuevos en los próximos 20 años.

Este recorte en las entregas fuerza a las aerolíneas a ajustar mucho más sus rutas y ocupaciones, lo que lleva a mayores costes (al operar con aviones antiguos, que consumen más) y a subir los billetes para “filtrar” la demanda. La ventaja que tienen es que está bajando el precio del combustible, aunque las tensiones geopolíticas (ahora la guerra de Israel e Irán) están encareciendo el petróleo y sus derivados (keroseno aviación).Otra consecuencia de la falta de aviones es la mayor ocupación de las aeronaves, lo que es un riesgo para la seguridad, además de provocar problemas de saturación en rutas y aeropuertos. También faltan pilotos, otro factor que sube costes y billetes.

En Europa, a la falta de aviones se suma un problema muy preocupante: la congestión del tráfico aéreo, sobre todo en Francia y centro Europa, lo que ya provocó graves problemas el verano pasado: el 30% de los vuelos europeos tuvieron retrasos o cancelaciones. Y este verano , las aerolíneas se temen aún más problemas, debido a la falta de personal en los centros de control de Francia, Bélgica, Paises Bajos y Reino Unido, más las huelgas ya programadas en varios aeropuertos y centros de control europeos. Ya el domingo 1 de junio hubo problemas en más de 30.000 vuelos en toda Europa, con 5.000 horas de demora. Al día siguiente, Ryanair envió una carta a la presidencia de la Comisión Europea y a los Gobiernos europeos para pedirles que solucionen los problemas que sufren los centros de control aéreo: escasez de personal y deficiente planificación.

Ya en 2024, España ocupó el 4º lugar europeo en retrasos y cancelaciones de vuelos, tras Reino Unido, Italia y Francia: la tasa de retraso atribuible a España (que gestiona el 22% del tráfico aéreo europeo, con más de 1 millón de vuelos y 145 millones de viajeros) fue del 26%, por debajo de los retrasos de Reino Unido (32%, con 145 millones de pasajeros), Italia (32%, con 105 millones de pasajeros) y Francia (31%, con 98 millones de pasajeros). En 2024, casi 2,25 millones de pasajeros pudieron reclamar a su aerolínea por problemas en un vuelo con origen en España. Los aeropuertos españoles con más retrasos fueron los de Barcelona (26% retrasos), Madrid (23%), Ibiza (31%) y Murcia (30%), siendo escasos en Palma (sólo un 3,5% de vuelos con incidencias) y Bilbao (17%).

Estos altos porcentajes de retrasos y cancelaciones provocan un 2º problema a los viajeros: les resulta muy complicado reclamar y recibir luego compensaciones, según las múltiples quejas de las asociaciones de consumidores. Y a eso se suma que muchas aerolíneas llevan meses peleando con sus clientes para cobrarles por llevar una maleta de mano en el avión. De hecho, en noviembre de 2024, el Ministerio de Consumo español  aprobó una multa de 179 millones a 5 aerolíneas (Ryanair, Vueling, Easy jet, Norwegian y Volotea) por “prácticas y cobros abusivos”, multa que está recurrida mientras el tema se aborda a nivel europeo.

De hecho, los ministros de Transporte de la UE-27 aprobaron el pasado 5 de junio una reforma del Reglamento de Derechos de los pasajeros aéreos para modificar las normas de indemnización por retrasos y sobre el cobro de maletas de mano. Por un lado, aprobaron que se puede solicitar indemnización (300 euros) por un retraso de 4 horas (ahora son 3 horas) en vuelos de 3.500 km y por un retraso de 6 horas en vuelos de más de 3.500 euros (600 euros de indemnización., habilitando un nuevo formulario para tramitar la indemnización de forma automática en caso de cancelación. Y por otro, abrieron la vía a que las aerolíneas cobren por el equipaje de mano tras permitir que lleven debajo del asiendo un pequeño bulto (mochila, bolso o ordenador, de 40x30x15 cm). Estos cambios fueron aprobados por mayoría cualificada de dos tercios pero con el voto en contra de España, Portugal, Alemania y Eslovenia, más la abstención de Austria y Estonia. Las organizaciones europeas de consumidores critican que la Comisión se haya plegado al “lobby” de las aerolíneas y darán la batalla en el Parlamento Europeo, que tiene que aprobar o rechazar estos cambios en septiembre.

El problema de fondo en Europa no es sólo la pelea por los derechos de los viajeros sino que todos los paises tienen un problema de saturación del tráfico aéreo y de los principales aeropuertos europeos, que no están preparados para la fiebre por volar desatada tras la pandemia. En el caso de España, hay 11 aeropuertos (ver listado) de los 15 con más tráfico que están saturados, que reciben vuelos y pasajeros que superan el 90% de su capacidad (y 6 superan el 100%), según AENA: Sevilla (al 119%), Bilbao (105,9%), Menorca (104,3%), Tenerife sur (104%), Valencia (103%), el Prat (100,1%), Palma (97,9%), Lanzarote (96,8%), Alicante (96,7%), Madrid (94,6%) e Ibiza (90,7%).

AENA, la empresa pública que gestiona los aeropuertos españoles, está debatiendo con las aerolíneas el Plan de inversiones aeroportuarias 2027-31, para invertir en estos aeropuertos saturados con criterios técnicos (de evolución del trafico y pasajeros) y no políticos (por presión de autonomías y ciudades). Y eso debe llevar a fijar unas tarifas de uso de los aeropuertos que financien esas inversiones, que en su mayoría no paga el Presupuesto. Se trata de buscar un equilibrio entre financiación de inversiones y tarifas, porque si suben en exceso, los aeropuertos españoles dejarían de ser competitivos.

El Plan de Aena (Dora III) pretende invertir 10.000 millones en mejorar los aeropuertos españoles en los próximos 5 años, a costa de las tarifas que pagan las aerolíneas y que luego nos cargan en los billetes (otra razón más para subirlos). La mayor inversión (2.400 millones) se hará en el aeropuerto de Madrid-Barajas, para ampliar la T4 y la T4 Satélite, así como mejorar la T1,T2 y T3, buscando un mayor espacio en una remodelación que espera terminarse para febrero de 2031. Antes debe culminarse la remodelación del aeropuerto de Palma, en diciembre de 2027. Y para 2033 se prevé la importante remodelación del aeropuerto del Prat, en Barcelona, con una inversión de 3.200 millones para alargar 500 metros la tercera pista, la remodelación de la T1 y la T2 y una nueva terminal.

Al final, España es la 2ª potencia turística del mundo y este año espera recibir 100 millones de turistas extranjeros, lo que satura nuestro espacio aéreo y provoca problemas de retrasos y cancelaciones en unos aeropuertos que no están preparados para tantos aviones y pasajeros. Se trata de planificar el futuro de los vuelos, sabiendo que además hay un problema ecológico: los vuelos (que sólo usan el 10% de la población mundial) son responsables del 2,5% de las emisiones de CO2 y cada vez viajamos más en avión en vuelos cortos que podrían sustituirse por el tren o el autobús. Existe un Plan europeo para que las aerolíneas consuman cada año más combustible ecológico (el 2% en 2025 y el 70% en 2050), pero hay 2 problemas: las aerolíneas se quejan de que las petroleras no lo producen y que su precio es entre 3 y 6 veces más caro que el keroseno tradicional. Así que este año, otra razón de las subidas de los billetes de avión, es que deben utilizar un 2% de combustible ecológico…

En resumen, que los cielos del mundo, Europa y España están cada vez más saturados de aviones y los aeropuertos españoles y del resto del mundo no dan abasto a recibir tantos vuelos y pasajeros, que además contaminan en exceso. Así que urge poner orden en el tráfico aéreo, para evitar otro caos este verano, y reordenar vuelos y aeropuertos, fomentando otras alternativas de viaje para trayectos cortos. Pero mientras, el exceso de demanda (queremos viajar a miles de destinos) y la falta de aviones disparan los precios de los billetes. Y además, las aerolíneas cada vez nos imponen más condiciones y pagos. No tiene fácil arreglo.

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