jueves, 15 de mayo de 2025

Aumentan los "mini empleos"

El  empleo en España ha superado otro récord histórico en abril, con 21.588.639 afiliados a la Seguridad Social. Pero no todos son empleos “decentes”: 1 de cada 7 ocupados, más de 3 millones de trabajadores, tienen un empleo a tiempo parcial, con menos jornada y mucho menos sueldo. Y lo más preocupante: casi la mitad de estos trabajadores tienen  mini empleos” porque no encuentran un trabajo a jornada completa, aunque el resto los tienen para cuidar a hijos o familiares y estudiar. Al final, el 6,5% de todos los ocupados (1,41 millones de trabajadores) están “subempleados”, el mayor porcentaje en Europa. Y las tres cuartas partes son mujeres. El contrato a tiempo parcial lo usan muchas empresas para contratar más barato y luego subir la jornada real, obligando a hacer horas (pagadas o no), lo que ha llevado a una campaña de la inspección de Trabajo en 2024. Urge aprobar un Plan de choque, para incentivar que los “mini empleos” no justificados se conviertan en empleos a tiempo completo.

                               Enrique Ortega

El empleo sigue batiendo récords en España, a pesar de la negativa coyuntura internacional y europea. A finales de marzo había en España 21.765.400 ocupados, según la EPA, algunos menos que a finales de 2024 (21.857.900), por una ligera caída en el primer trimestre. Pero en abril, con el empuje de la Semana Santa, el empleo ha vuelto a aumentar, como lo refleja el récord de afiliados a la Seguridad Social: 21.588.639 cotizantes. Pero estos datos tan positivos esconden un dato preocupante: crecen también los trabajadores con un contrato a tiempo parcial: a finales de marzo eran ya 3.075.900 los ocupados que trabajaban menos horas o días de lo habitual, un 14,13% del total de ocupados (1 de cada 7), según la última EPA. Una cifra que aumenta desde 2007 (2.380.900 ocupados a tiempo parcial, el 11,75% del total) y desde 2019 (2.944.800 ocupados parcialmente, el 14,74%).

España no es de los paises europeos con más ocupados a tiempo parcial, un tipo de contrato que se usa más en el centro y norte de Europa. Así, en 2024, la UE-27 tenía una media del  17,8% de contratos a tiempo parcial, siendo muy superior el porcentaje en Paises Bajos (42,2%), Austria (39,5%), Alemania (29,8%), Dinamarca o Bélgica (24,1%), paises donde muchos jóvenes y mayores utilizan este contrato a tiempo parcial para poder estudiar o hacer otras tareas (son los “mini jobs”). España ocupa el lugar 13º en este ranking de Eurostat, con un 13,4% de empleo a tiempo parcial (2024), inferior a Irlanda (19,6%), Francia o Italia (16,8%) y superior al de Portugal (7,3%), Grecia (6,3%) y los paises del Este y del Mediterráneo.

El problema de España  es que casi la mitad de este empleo a tiempo parcial es “indeseado: los trabajadores españoles trabajan menos horas (o días) no porque quieran, sino porque no encuentran un trabajo a tiempo completo. La última estadística de Eurostat es muy contundente: el 46,6% de los que trabajan a tiempo parcial en España es “porque no han encontrado otro trabajo” (48,3% de los hombres y 46% de las mujeres), mientras esto sólo les pasa al 18,2% de los ocupados a tiempo parcial en Europa (UE-27). Somos el tercer país con más trabajo parcial indeseado (46,6%), sólo por detrás de Rumanía (el 57%) e Italia(51,3%), muy lejos de lo que sucede en Alemania (sólo el 5% del trabajo parcial es “indeseado”), Paises Bajos (2,2%), Francia (22,6%) o Portugal (36,3%).

El 2º motivo más utilizado para tener un empleo a tiempo parcial es “poder cuidar niños o adultos con discapacidad”: lo utilizan el 21,4% de los que trabajan a tiempo parcial en Europa (UE-27) y el 13,9% de los que tienen este contrato en España (el 4,2% de los hombres y el 17,4% de las mujeres), subiendo al 32,3% en Paises Bajos, el 25,3% en Francia, el 11,9% en Italia y el 8,1% en Portugal, según Eurostat. El tercer motivo para trabajar parcialmente es poder estudiar y formarse: lo justifican el 14,4% de los trabajadores parciales en Europa (25,4% hombres y 10,7% mujeres), el 29,4% en Paises Bajos y el 13,3% en Alemania, siendo menor el porcentaje en España (12,7%: 21,9% hombres y 9,4% mujeres), Francia (8,1%) e Italia (4,2%). El resto de razones para tener un trabajo a tiempo parcial son la enfermedad o discapacidad (6,2% en la UE-27 y 2% en España, otras razones familiares (5% en la UE-27 y 2,2% en España) y otras razones personales (12,1% en la UE-27 y 4,4% en España).

Las estadísticas europeas consideran “subempleados” a los que trabajan menos horas de la jornada habitual porque no encuentran un empleo a tiempo completo. En España, son ese 46,6% de los que trabajan a tiempo parcial, 1.136.610 trabajadores “subempleados en 2024, el 5,2% del total de ocupados Y este porcentaje nos coloca, según Eurostat, como el país con más subempleados de Europa, por delante de Finlandia y Paises Bajos (5,1% de subempleados en 2024), Irlanda (4,6%), Dinamarca (4,3%), Francia (4,2%), Suecia (4,1%) y Portugal (2,8%), paises todos que tienen más “subempleo” que la media europea (2,6% del empleo total) y que Italia (2,1%), Grecia (2%) y Alemania (1,2% de subempleo).

Centrándonos en España, el subempleo (trabajo a tiempo parcial no deseado) se concentra mucho más en las mujeres (afecta al 8,1% de las trabajadoras y al 2,7% de los hombres). Mirando los datos globales, de todo el empleo a tiempo parcial (3.075.900 ocupados en marzo de 2025, según la EPA) revelan que las tres cuartas partes son mujeres (2.265.200 trabajan a tiempo parcial) y el resto son hombres (810.700), debido a que las mujeres escogen más estos “mini empleos” para poder cuidar de hijos y mayores y porque tienen más problemas para encontrar un trabajo a tiempo completo. Y además, si el empleo parcial ha aumentado en 131.000 ocupados desde 2019, el empleo parcial de las mujeres ha crecido el doble (+82.300 desde la pandemia) que el de los hombres (+48.700 ocupados parciales).

La última EPA (marzo 2025) refleja claramente los motivos por los que 3.075.900 ocupados trabajan a tiempo parcial en España: 1.418.600 (el 46,11%) porque no han encontrado otro trabajo a jornada completa (son los “subempleados: 1052.200 mujeres y 366.400 hombres), 403.500 trabajan parcialmente para estudiar o formarse (el 13,11%), 399.700(el 12,99%) para cuidar niños y adultos, 214.000 (6,95%) para atender otras obligaciones familiares o personales y 64.500 por enfermedad o incapacidad, siendo sólo 269.100 (8,74%) los que no quieren un trabajo a jornada completa, alegando el resto “otros motivos” para trabajar parcialmente.

El trabajo parcial se concentra en los servicios (2.825.000 ocupados (el 91,8% del total de empleos a tiempo parcial y el 17,01% del empleo total en este sector), sobre todo en hostelería, turismo, comercio y servicios varios, siendo muy escaso el trabajo parcial en la construcción (62.100 empleos parciales, el 4,2% del total), en la industria (137.300, el 4,7% del empleo industrial) y en la agricultura (51.500 empleos parciales, el 6,75% del empleo total en el campo). Y por categorías, el trabajo a tiempo parcial se concentra en las “ocupaciones elementales”, las que exigen menos formación (suponen el 30,09% del empleo).

Y por regiones, la mayor tasa de empleo parcial (14,1% de media en España) se da en el País Vasco (19,2% de todo el empleo, 190.900 ocupados), Comunidad Valenciana (16,4% del empleo, 386.400 ocupados), Castilla y León (15,2%, 156,900 ocupados), Madrid (14,4% del empleo, 509.900 ocupados parciales) y Extremadura (14,3%, 58.600 ocupados). Y tienen un porcentaje de trabajo parcial inferior a la media Ceuta (9,6% del empleo, 2.800 ocupados parciales), Baleares (10,1%, 55.800 ocupados), Canarias (10,6%, 108.300 ocupados), Melilla (11,7%, 3.400 ocupados), Cataluña (13,2% , 510.100 ocupados), Aragón (13,6%, 84.300 empleos) y Andalucía (13,8% del empleo, 484.100 ocupados parciales).

Lógicamente, estos empleos a tiempo parcial (3.075.900 en marzo) tienen sueldos bastante más bajos que los de los trabajadores a jornada completa. Según la última estadística completa de salarios del INE, de 2022, el salario bruto medio de los trabajadores a tiempo parcial era de 12.986,50 euros anuales, el 41,8% del sueldo de los trabajadores a jornada completa (ganaban 30.998,32 euros brutos anuales). Y en el caso de las mujeres, también ganan menos las que trabajan a tiempo parcial que los hombres con jornada recortada: 12.551 euros brutos anuales frente a 13.956 euros (una “brecha salarial” del -11,2%). Si tomamos otra estadística más reciente, el Decil de salarios de la EPA 2023, el salario medio bruto mensual de los que trabajan a tiempo parcial es de 915,68 euros, un 36,57% inferior al de los trabajadores a tiempo completo (2.503,81 euros mensuales).

Al final, el problema de estos trabajadores a tiempo parcial en España es que casi la mitad no han elegido ese tipo de trabajo, algo que sí sucede en la mayoría de Europa: trabajan menos horas porque las empresas no los contratan para trabajar una jornada completa. Y encima, en muchos casos, se ven obligados a trabajar más horas de las pactadas en el contrato, prolongando la jornada o haciendo horas extras no reconocidas (muchas no pagadas y otras pagadas “en negro”, sin  cotizar por ellas). Y este tipo de contratos a tiempo parcial están creciendo porque, tras la reforma laboral de 2022, muchas empresas los utilizan para cubrir con contratos parciales empleos que deberían ser a jornada completa.

Por todo este “fraude”, la inspección de Trabajo lanzó en noviembre de 2024 un Plan para detectar el fraude en la contratación a tiempo parcial, enviando 124.000 cartas a otras tantas empresas para pedirles información sobre 240.000 contratos, para que les informaran de las jornadas reales que hacen estos trabajadores. El problema es que en muchas empresas (sobre todo pymes) no hay un control eficaz de los horarios, aunque es obligatorio desde mayo de 2019. Ahora, el proyecto de Ley para recortar el horario laboral a 37,5 horas, aprobado por el Gobierno el 6 de mayo, exigirá a las empresas que ese control de horarios sea digital y accesible a la inspección de trabajo, lo que debería reducir el fraude.

Esta Ley que pretende recortar la jornada laboral legal (si el Gobierno logra aprobarla en el Congreso, algo difícil por la oposición del PP, Vox y Junts) incluye también otro cambio que afectará a los trabajadores con un contrato a tiempo parcial: en su Disposición transitoria 2ª señala que “las personas que trabajan a tiempo parcial tendrán derecho a seguir realizando el mismo número de horas de trabajo que viniesen efectuando antes de la entrada en vigor de la normas”. Pero también dice que “tendrán derecho a un incremento proporcional a su salario a partir de la aplicación de la jornada de 37,5 horas semanales…”

¿Cómo afectará el recorte de jornada a los trabajos a tiempo parcial? En principio, estos trabajadores tendrán que decidir si recortan su horario o lo mantienen, en cuyo caso, la empresa le tendrá que pagar más si se aprueba la Ley. . Así, si alguien trabajaba 30 horas semanales (el 75% de la jornada), ahora trabajará 28,12 horas o, si decide mantener su anterior jornada, la empresa le debe compensar (en este ejemplo, subirle un 6,26% el sueldo). Por eso, la vicepresidenta Yolanda Díaz ha dicho que el recorte de jornada “hará que crezcan los salarios de los trabajadores a tiempo parcial”.

No basta con este “parche” para mejorar la situación de los que trabajan a tiempo parcial. El problema de fondo es que un 6,5% de los que trabajan están “subempleados”: son 1.418.600 trabajadores (marzo 2025) que están mejor que si estuvieran en paro, pero que cobran poco más de un tercio que el resto de trabajadores y muchos son “pobres”, no pueden cubrir sus necesidades básicas porque ganan menos de 1.000 euros al mes. Un colectivo del que apenas se habla, integrado en su mayoría por mujeres y jóvenes, que sirven para mejorar las cifras de empleo y reducir el paro, pero que son “subempleados”.

Para atajar este problema, hay dos caminos. Por un lado, atacar y reducir el fraude de las empresas que los contratan a tiempo parcial para cubrir un puesto que requeriría jornada completa. Eso pasa por implantar el control digital de horarios (algo que tardará, hasta que se aprueba la Ley que recorta la jornada laboral) y por un aumento de las actuaciones de la inspección de Trabajo (escasa de inspectores y medios). Por otro lado, el Gobierno debería  pactar, con empresas y sindicatos, un Plan de choque contra el trabajo temporal “indeseado”, incentivando a las empresas (con cotizaciones y ayudas fiscales) a convertir contratos parciales en contratos a jornada completa. Porque no deberíamos consentir que una parte de los que trabajan malvivan por trabajar menos horas de las que quieren.

 

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