jueves, 2 de mayo de 2024

1º Mayo: salarios pierden frente a beneficios

El 1º de Mayo es la oportunidad para cogerse un “macropuente” y no una fecha reivindicativa. Pero podemos aprovecharla para analizar la situación de los trabajadores, tras la pandemia y la superinflación. La conclusión parece clara: quienes se han beneficiado de la última crisis han sido las empresas, que han recuperado ventas, márgenes y beneficios, mientras los trabajadores perdieron poder adquisitivo y sus salarios crecieron la mitad que los márgenes empresariales, según un estudio de CCOO. Y lo más importante: en el reparto del pastel de la riqueza creada los últimos 15 años, los trabajadores han perdido peso, ganándolo las empresas. Por eso, es hora de reequilibrar la balanza y aprovechar estos mejores resultados empresariales para subir ahora más los salarios en España, que siguen estando entre los más bajos de Europa. Sin embargo, suben este año menos del 3%, menos que la inflación. Es hora de un mejor reparto del pastel, no sólo por justicia sino para lograr un crecimiento más equilibrado y sano.

                      Enrique Ortega

Durante la última crisis, tras la pandemia y durante la inflación disparada de 2022 y 2023, las empresas han conseguido aumentar sus ventas, márgenes y beneficios, según un reciente estudio elaborado por CCOO a partir de los datos incluidos en el nuevo Observatorio de Márgenes Empresariales, creado por el Ministerio de Economía, la Agencia Tributaria y el Banco de España, con datos de cerca de 1 millón de empresas. El valor añadido (VAB) generado por los distintos sectores de la economía (valor de las ventas menos el de las compras) creció un +46,2% entre 2018 y 2023, un aumento inédito antes en nuestra economía: entre 2009 y 2015, el valor de lo producido se estancó (+0,14%), creció un 20% entre 2015 y 2018, con la recuperación, pero el valor añadido se duplicó con creces (+46,2%) en los últimos cinco años, a pesar de la pandemia, la guerra en Ucrania y la superinflación.

¿Qué ha pasado, por qué el valor de lo que ha producido las empresas ha crecido tanto, a pesar de la crisis? . Por un doble efecto. Dos tercios de la mayor producción (del aumento del VAB) se debe a la inflación, a que las empresas han trasladado a los precios finales sus aumentos de costes. Pero otro tercio se debe también a que las empresas han vendido más, a un aumento de la facturación entre 2018 y 2023, a pesar de la crisis. Y eso ha pasado en todos los sectores, no sólo en la energía. De hecho, si excluimos las empresas energéticas, el conjunto de empresas españolas ha aumentado la producción generada (VAB: valor de las ventas-valor compras) en un +35%, más que nunca en este siglo.

Si la facturación y las ventas han sido récord, también lo han sido los resultados de las empresas españolas en el último quinquenio, a pesar de las crisis. Así, los márgenes empresariales, el resultado bruto de explotación (ingresos por ventas menos gastos por compras y costes de personal) también han tenido un crecimiento récord, según el Observatorio de Márgenes Empresariales: de 189.540 millones brutos ganados en 2021 se pasó a 310.527 millones ganados en 2023, un aumento del +63,8%, todo un récord histórico. Y aunque una parte de estos extraordinarios resultados se deben a las empresas energéticas, si las descontamos, los márgenes empresariales del resto de los sectores han aumentado un +40,83% entre 2021 y 2023  (y +25,7% sólo en 2023)…

Está claro que la inflación juega un papel clave en estos buenos resultados empresariales, ya que se vende a precios más altos y eso sube la facturación y los resultados. Pero si deflactamos los datos, si deducimos el efecto de la inflación en este aumento del margen empresarial, todavía subió un +35,8% entre 2018 y 2023. Y eso porque las empresas consiguieron trasladar el aumento de costes a los precios y trasladárselo a los consumidores y a la economía, provocando una inflación adicional, como reflejan con claridad los datos del Observatorio de Márgenes Empresariales (y como había alertado el BCE).

Este positivo balance de las empresas, al conseguir un aumento histórico de sus márgenes a pesar de la crisis, se ha concentrado sobre todo en el 20% de las empresas analizadas, las más grandes, que concentran el 91% del valor añadido (VAB) y el 98% de los márgenes empresariales, consiguiendo una mayor rentabilidad por sus ventas, según los datos del Observatorio de Márgenes Empresariales. Las actividades que han salido mejor paradas de la última crisis, que más han conseguido mejorar sus ventas y márgenes entre 2018 y 2023 son las actividades inmobiliarias (su beneficio operativo sobre ventas fue del 32% en 2023), la energía (24%), la hostelería (19%), la agricultura (+12%) y el comercio (+11% de beneficio operativo sobre ventas). La mejora de resultados se concentró en 2022 en la energía y en 2023 en los demás sectores.

Recopilando, las empresas españolas han aumentado sus márgenes brutos (beneficio operativo tras restar compras y costes a la facturación) un +63,8% entre 2018 y 2023, a pesar de las crisis, el doble de lo que subieron los salarios (+29,8% en esos 5 años), según destaca el informe de CCOO, a partir de los datos aportados por el Observatorio de Márgenes Empresariales. Y eso porque los trabajadores no han tenido fuerza para conseguir mayores aumentos de salarios en estos años, cuando han perdido poder adquisitivo: entre 2018 y 2023, los salarios crecieron un 4,75% por debajo de la inflación media.

Ya no se trata sólo de que las empresas mejoren su beneficio operativo y los trabajadores no consigan con sus salarios compensar la inflación. Es que, además, en el reparto de la producción que se crea año tras año, las empresas han aumentado el trozo de pastel que se quedan y los trabajadores llevan años reduciéndolo. Vayamos por partes.

Primero, veamos qué ha sucedido en los últimos 5 años. El valor de la producción generada (Valor Añadido Bruto, VAB: valor ventas menos valor compras) ha aumentado de 394.807 millones a 574.416 millones (ese +46,2%) entre 2018 y 2023. Pues bien, dos tercios  (el 67%) de ese aumento del pastel se ha ido a aumentar los márgenes empresariales y sólo un tercio (el 33%) a mejorar los salarios. Y como eso se viene repitiendo desde antes, el resultado es que las empresas (beneficios empresariales) se llevan ya más de la mitad de la producción generada (VAB): su cuota subió en 2023 al 54% del VAB total, frente al 48% que se llevaron en 2018 y al 45% en 2009. Y en contrapartida, los salarios se han llevado en 2023 un 46% del pastel generado (VAB), frente al 52% en 2018 y al 55% en 2009.

A lo claro: que España ha mejorado lo que produce, pero este crecimiento se lo han llevado más los beneficios empresariales que los salarios de los trabajadores, que año tras año se llevan un trozo menor del pastel, aunque crezca.  Este es el trasfondo de quien ha salido ganando y perdiendo de la penúltima crisis, la de la pandemia y la alta inflación (como también sucedió, y con peores resultados, tras la crisis financiera).

Tras este análisis, el informe de CCOO señala que la excelente situación contable de las empresas, con unos márgenes y beneficios históricos, es “un buen punto de partida para subir los salarios sin riesgo a generar presiones inflacionistas”. Su idea es que las empresas viven un gran momento de ventas y márgenes, un fuerte dinamismo, que además está mejorando por otros factores que ayudan: la electricidad y la energía sigue con precios bajos (lo que rebaja costes), muchas materias primas se han abaratado y el BCE va a reducir los tipos de interés a partir de junio, lo que debería reanimar la actividad y la inversión. Por todo ello, insiste CCOO, las empresas tienen margen para asumir subidas de salarios.

Pero la realidad no apoya sus deseos. De hecho, los sueldos están subiendo este año 2024 menos que en 2023, a pesar de estos excelentes resultados empresariales: hasta marzo, los 8,4 millones de trabajadores con convenio han pactado una subida media del +2,91%, inferior a la subida de 2023 (+3,60%) y 2022 (+3,02%), según Trabajo. Y una subida salarial inferior también a la inflación anual (+3,3% en abril, según el INE). Así que, de momento, los trabajadores con convenio pierden poder adquisitivo en 2024, tras perder un -8,66% entre 2021 y 2023. Y si los sueldos suben este año en torno al 3% y la inflación oscila entre el 2,7 y el 3% (como esperan el FMI y el Banco de España), poco van a ganar de poder adquisitivo los trabajadores. Sobre todo, los 6 millones que no han firmado convenio. Y de los que han firmado, si la inflación se dispara (por el petróleo, las guerras o nueva crisis), sólo un tercio tienen firmada cláusula de revisión salarial.

A la vista del hecho, probado por el Observatorio de Márgenes Empresariales, de que las empresas han mejorado sus ventas, márgenes y beneficios, es hora de plantearse que los salarios deben mejorar en España, porque las empresas tienen más “colchón” para subirlos, a costa de una parte de sus márgenes, no a costa de disparar otra vez la inflación. Hasta ahora, la estrategia de España ha sido ser la China de Europa, competir fuera (exportaciones) y dentro (ofertas “low cost”) gracias a tener unos sueldos de los más bajos del continente. Los datos son claros: el sueldo por hora de los españoles es  18,2 euros, frente a 24 euros de media en la UE-27, 31,6 euros en Alemania, 28,7 en Francia o 21,5 euros en Italia, siendo sólo menores en Portugal (13,7) o Grecia (12,8 euros), según Eurostat. Y ese dato mide sólo los sueldos en empresas de 10 y más trabajadores, con lo que el sueldo medio real por hora, contando las microempresas, debe ser menor.

Además de ser sueldos muy bajos en el contexto europeo, los trabajadores españoles llevan años con menores subidas de sueldos que el resto de trabajadores europeos. Así, entre 2018 y 2023, el pago por hora trabajada ha crecido un +27% en España y casi el doble en la media europea (+49%), un +45% en Alemania, un +37% en Francia, un 35% en Italia o un 38% en Portugal, según Eurostat. Eso significa que si los sueldos suben menos y la inflación lo mismo o más (en los últimos meses), los trabajadores españoles están entre los europeos que más pierden poder adquisitivo, un -0,4 % desde el año 2.000, según la OCDE.

Y además, esos son datos medios, porque la pérdida de poder adquisitivo ha sido mayor entre los trabajadores que menos ganan, que en España son demasiados. Así, aunque el sueldo medio bruto en España sea de 2.128 euros mensuales (1.800 euros netos), según el INE, un 30% de los asalariados ganan menos de 1.440 euros brutos (1.224 netos) y otro 40% gana entre 1.440 y 2.373 euros brutos  (entre 1.224 y 2.000 euros netos). Así que un 70% de trabajadores tienen sueldos más bajos que la media, sobre todo mujeres y jóvenes (que ganan de media 1.005,21 euros al mes en 12 pagas, según el Observatorio de la Juventud).

Tener los salarios mucho más bajos que el resto de Europa puede ayudar a las empresas a competir (deberían competir por producto y calidad, no sólo por costes), pero tiene dos graves consecuencias. Una, que afecta muy negativamente a muchas familias, que no pueden llegar a fin de mes. De hecho, casi la mitad de las familias (46,4%) tienen problemas: un 8,9% llegan a fin de mes “con mucha dificultad”, otro 12,7% llegan “con dificultad” y un 24,8% más llegan a fin de mes “con cierta dificultad”, según la Encuesta de Condiciones de Vida 2023. Y otra Encuesta de la OCU eleva al 63% las familias “con dificultades para llegar a fin de mes”. Esto es un riesgo para la economía, porque si los trabajadores y sus familias no pueden consumir, se retrae uno de los motores del crecimiento y el empleo.

Así que este 1º de Mayo tiene todo el sentido relanzar el debate de los salarios, defender que las empresas que pueden (sobre todo las más grandes y rentables) deben subir más los salarios de sus trabajadores, para sostener el consumo y la actividad, siempre que en contrapartida se trate de mejorar la productividad. Una productividad que mejoraría si suben los salarios, porque 4 de cada 10 trabajadores se consideran mal pagados, según una Encuesta del Instituto 40dB para El País publicada en enero pasado.

Cara a lo que queda de 2024, el dilema es claro: o los salarios se moderan (como proponen las subidas ofrecidas por la patronal) o las empresas moderan sus márgenes y beneficios, para poder subir algo más los salarios (el 4% y más) sin que repunte la inflación. Es lo que llaman un “Pacto de rentas, algo de lo que no quieren hablar la patronal y la derecha. Por eso, otro año más, intentan “moderar” los salarios para no “moderar” los beneficios. Una opción que no sólo es injusta socialmente, sino también perjudicial para la economía: necesitamos que el consumo familiar  siga tirando de la economía, para que no se frenen el crecimiento y el empleo. Y eso será difícil si los sueldos crecen el 3% o menos, como muchos proponen. Así que las empresas deberían pagar salarios más altos (aunque ganen menos) para vender más y que la economía crezca en 2024. Si no, la economía se desinflará y todos perderemos. Un debate para este 1º de mayo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario