Cada año, en enero, suben muchos productos y servicios, lo que dificulta la ya empinada “cuesta de enero”. Este 2020 suben los billetes de cercanías y tren (que utilizan 506 millones de viajeros), el taxi y los autobuses en algunas ciudades, la mayoría de autovías (algunas se quedan “libres” de peajes), los carburantes (subirán impuestos al gasóleo), los hoteles, la vivienda y los alquileres, el IBI de los pisos en muchas ciudades, las cartas y paquetes de Correos, algunas tarifas de teléfono y muchas comisiones bancarias. Eso sí, bajarán el gas, la luz, las hipotecas y las tasas aéreas. Con todo, la inflación subirá algo más que en 2019, un 1% de media frente al 0,7%, permitiendo mantener el poder adquisitivo de los sueldos (subirán un 2%) y casi el de las pensiones (subirán un 0,9%). Así, subirán algo más los ingresos de la mayoría de españoles que los precios. Es la “gasolina” necesaria para seguir consumiendo y mantener la recuperación (más débil) en 2020.
enrique ortega |
La subida que afecta a más españoles es la de cercanías y trenes, que utilizan cada año 506 millones de viajeros. El 1 de enero, Renfe ha subido un 1% las tarifas de cercanías (utilizadas por 440 millones de viajeros al año y que no subía desde 2015) y trenes regionales (24,1 millones de viajeros anuales), salvo los trenes Avant (que suben un 1,2%). También suben un 1,10% los billetes de los trenes de largo recorrido (12,3 millones de viajeros) y los del AVE (21,33 millones de pasajeros), aunque Renfe lo encubre con la bajada del nuevo AVE low cost Madrid- Barcelona, que lanzará en Semana Santa, a un coste de 10 a 60 euros el billete. Esta subida de los AVE y trenes de larga distancia es la primera que hace Renfe desde 2017.
El transporte público (metro y autobuses) no sube en Madrid, Valencia o Sevilla, pero ha subido en el área metropolitana de Barcelona, tanto el billete normal (de 2,20 a 2,40 euros) como los bonos de 10 (de 10,20 a 11,35), mientras bajan los abonos mensuales (de 54 a 40 euros) y para jóvenes (de 105 a 80 euros). También en Zaragoza y Málaga ha subido 5 céntimos el billete de autobús. El servicio de taxis sube también unos céntimos en Madrid, Barcelona, Valencia y otras ciudades españoles.
Y desde el 1 de enero han subido un 0,84% los peajes del grueso de autopistas españolas, concretamente de 1.270 kilómetros de vías de alta velocidad (por las que circulan unos 21.000 usuarios diarios en cada tramo), una subida inferior a la de 2019 (+1,67%) y 2018 (+1,91%). En el caso de Galicia, los usuarios de la autopista AP-9 pagan un 2,5% más de peaje, porque a la subida estatal se les suma un canon por las obras del puente de Rande (Vigo) y para compensar a la empresa Aucalsa de la gratuidad del tramo Vigo-Pontevedra que regaló a los usuarios Ana Pastor en 2013. Las 9 autopistas “rescatadas” por el Estado en febrero de 2018 (las 4 radiales de Madrid, la M-12 al aeropuerto, la AP-41 Madrid-Toledo, la AP-36 Ocaña-La Roda, el tramo de la AP-7 entre Cartagena y Vera y la circunvalación de Alicante), 740 kilómetros, no suben tarifas. Y hay 2 tramos muy importantes, la AP-7 entre Tarragona y Alicante (374 kilómetros) y la AP-4 entre Sevilla y Cádiz (94 km) que son gratuitas desde el 1 de enero, al haber quedado libres de peaje tras más de 40 años de concesión, como pasó en diciembre de 2018 con el tramo Burgos-Armiñón en la AP-1.
Lo que sí subirán en 2020 serán los carburantes. Ya han comenzado el año con unos precios disparados, debido a la fuerte subida del petróleo en diciembre (de 61 a 66,52 dólares por barril): el gasóleo ha cerrado 2019 con un precio de 1,23 euros por litro, un 9,37% más caro que un año antes, y la gasolina a 1,30 euros por litro, un 7,53% más caro. Y todo apunta a que, tras rozar los 70 dólares en enero por el enfrentamiento EEUU-Irán, el crudo va a seguir caro hasta el verano, aunque luego podría bajar, porque hay un exceso de oferta (la OPEP no consigue reducir la producción real) y menos demanda. Pero la clave va a estar en los impuestos, porque si el Gobierno Sánchez consigue aprobar unos Presupuestos para 2020, podría intentar otra vez subir el impuesto al gasóleo y a la gasolina, que son diferentes y más bajos que en Europa. Así, el gasóleo paga en España 14,64 céntimos por litro menos de impuestos (59,09) que la media UE-28 (73,73 cts./l), según el último Boletín Petrolero europeo. Y la gasolina (69,88 cts./litro en España frente a 82,10 en la UE-28), 12,22 céntimos menos por litro. Y a su vez, el gasóleo (59,09 cts.) paga 10,79 céntimos/litro menos de impuestos que la gasolina (69,88 cts.) en España.
Las tarifas aéreas en principio no subirán, aunque AENA bajará un 1,44% las tasas aeroportuarias a partir de marzo de 2020. Pero las compañías aéreas no nos repercutirán esa bajada y lo que podría pasar incluso es que los billetes de avión suban en 2020, como ya viene pasando desde septiembre de 2019. Y eso, no sólo la reciente subida del petróleo, sino porque ha aumentado mucho la demanda y, sobre todo, porque la Comisión Europea estudia poner una tasa verde a los vuelos e incluir sus emisiones en el mercado europeo de CO2, con lo que volar (al menos dentro de Europa) puede ser más caro en 2020.
Junto a los billetes de avión, también han subido los precios de los hoteles en 2019 y podrían seguir subiendo en 2020, salvo que “pinche” más el turismo. Las tarifas hoteleras subirán un 5% en Barcelona y un 4% en Madrid, las dos ciudades que liderarán las subidas hoteleras en Europa, según el informe Hotel Monitor 2020 de American Express. Eso sí, subirán menos los precios en la costa y sobre todo en Canarias y Baleares, aunque se espera una subida de los hoteles, apartamentos y casas rurales del interior.
Para las familias, el gasto en el hogar podría bajar algo, ya que este año baja un 4% la tarifa del gas a los 1,6 millones de hogares que tienen la tarida de último recurso (TUR), por la bajada del gas natural en los mercados internacionales, que también podría beneficiar al resto de usuarios que tienen una tarifa “libre” (otros 6,3 millones de hogares). La tarifa del agua no subirá en la mayoría de ciudades, aunque sí en Sevilla y algunas otras poblaciones. Y la luz podría volver a bajar en 2020, tras una bajada del recibo del 7% de media en 2019. El Gobierno Sánchez en funciones ha congelado la parte regulada del recibo (45% de la factura) y la Comisión de la Competencia (CNMC) ha rebajado un 5,6% el coste que pagamos por el transporte y la distribución de la electricidad, lo que puede traducirse en una rebaja del 2% en el recibo de 2020. Pero otro 35% del recibo (el 25% restante son impuestos) depende del coste de producir la electricidad, de su precio en el mercado eléctrico, un componente que no debería subir, por el mayor peso de las renovables y el gas, ahora más baratas.
Con todo, la factura de la luz en 2020 va a depender mucho de a qué hora del día utilicemos la electricidad, porque el 1 de enero ha entrado en vigor la discriminación horaria: hay tres franjas del día donde el consumo se paga distinto. El consumo más barato es de 12 de la noche a 8 de la mañana, el horario ideal para poner la lavadora y el lavavajillas. El precio intermedio (un 20% más caro que por la noche) es de 8 a 10 de la mañana, de 2 a 6 de la tarde y de 10 a 12 de la noche. Y el consumo más caro (un 50% más costoso que por la noche) es ahora de 10 a 14 horas de la mañana, de 6 de la tarde a 10 de la noche y los fines de semana. Téngalo apuntado a mano, porque puede ahorrar en su recibo.
Un gasto familiar que sí sube para algunos es el pago del IBI municipal, por la vivienda. Hay 1.005 municipios españoles (1 de cada 8) que los suben en 2020 y 87 que los bajan. De ellos, hay 16 capitales de provincia que suben un 3% el IBI este año (Valencia, Sevilla, Córdoba, Cádiz, Jaén, Granada, Huelva, A Coruña, Lugo, Valladolid, Palencia, Tarragona, Girona, Huesca, Teruel y Logroño) y tres capitales que bajan el IBI un 3% (Zaragoza, Castellón y Guadalajara). Además, habrá autonomías y Ayuntamientos que suban otros impuestos y tasas, porque la mayoría andan “faltos de ingresos”.
La vivienda es un gasto básico de las familias y todo apunta a que seguirá subiendo. Los alquileres podrían subir menos que los años anteriores, entre un 4 y un 6% según los expertos, debido a que los precios han tocado techo en algunas grandes capitales y a que el próximo Gobierno quiere tomar medidas para limitar las subidas. En cuanto a los precios de venta de las viviendas, seguirán subiendo pero menos: si 2019 cerró con una subida de la vivienda del 5%, en 2020 podría subir un 3% de media (y un 5% las viviendas nuevas), según un sondeo realizado entre expertos y webs inmobiliarias.
Eso sí, las hipotecas no subirán de precio en 2020, aunque tampoco parece posible que sigan bajando los tipos, como en 2019 (2,02% TAE en octubre, frente a 3,24 en enero), porque los bancos tratarán de recuperar vía tipos y comisiones lo que pierden por tener que pagar ahora impuestos y costes de notario y registro. Y el Euribor, que cerró el año 2019 en negativo (-0,263%) no caerá tanto (podría bajar hasta -0,220 a finales de 2020, según Bankinter), con lo que el ahorro en una nueva hipoteca será escaso, inferior al de este año (-92 euros en el pago de una hipoteca tipo de 120.000 euros a 25 años). Lo que intentarán hacer los bancos es colocar más hipotecas a tipo fijo (ahora son el 45% del total), porque son más caras que las de tipo variable (3,02% TAE frente a 2,17%). Y si siguen cayendo los tipos de interés oficial y el Euribor otros dos años más, ellos ganan más con estas hipotecas a tipo fijo (asegurado).
Tengamos a no hipoteca, todos sufriremos el mayor cobro de comisiones que va a intentar la banca en 2020, para hacer frente a su deterioro de márgenes. El Banco Santander ya avisó a sus clientes que cobrará comisiones por su Cuenta 1,2 y 3 y cobrará 9 euros por su cuenta Día a Día. El BBVA ha elevado su comisión de mantenimiento de 60 a 100 euros al año. Y también han subido distintas comisiones Bankia y el Sabadell. Y todos buscan cobrar más comisiones por Fondos, Bolsa, seguros y operativa, tratando además de “deshacerse” de los no clientes (Bankia les reduce los días de atención) y de los clientes “no rentables”. Así que mire con lupa sus extractos y trate de pelear la rebaja de comisiones si se las suben.
Otro gasto que sube en 2020 es el envío de cartas (que ya casi no hacemos) y de paquetes (en auge). Correos ha subido el 1 de enero el envío de cartas y postales, un 8,33% dentro de España (subida inferior al 9% de 2019 y el 10% de 2018), un 3,57% en los envíos europeos y un 3,5% en los demás envíos internacionales. Y el envío de paquetes, el principal negocio de Correos, sube un 1,34% (el doble que en 2019, cuando subió un 0,88%). Eso sí, de momento no sabemos lo que subirán el teléfono y el móvil en febrero o marzo, como pasa todos los años, aunque Movistar ya ha anunciado una subida para el 15 de febrero de sus servicios complementarios de telefonía (llamada a tres, desvío o restricción de llamadas, mantenimiento o servicio de contestador). Y seguro que antes o después vuelve a subir sus “paquetes” de teléfono, internet y TV (a cambio de más servicios) y le siguen el resto.
Bueno, con todas estas subidas, el Gobierno y los expertos esperan algo más de inflación en 2020: cerrar el nuevo año con un IPC del +1,2%, frente al +0,8% que subió en 2019. Y una inflación media (la que hay que mirar) en todo el año del +1%, frente al 0,7% de inflación media en 2019. Eso permitirá que muchos españoles mejoren su poder adquisitivo en 2020, como ya han hecho en 2019, porque les suban más sus ingresos que los precios.
Por un lado, los que viven de un sueldo (16,8 millones de españoles) podrían tener este año una subida salarial algo superior al 2%, en línea con la subida del 2,1% que tuvieron en 2019 y mucho mayor que la de 2018 (+0,8%), sobre todo si se cumple el acuerdo firmado en 2018 entre la patronal y los sindicatos para que los sueldos subieran una media del 2% en el trienio 2018-2020, más hasta un 1% adicional por mejoras de productividad . Y los 2,5 millones de funcionarios públicos tienen asegurada (por su acuerdo plurianual con el Gobierno en 2018) una subida del +2% en 2020 (más un 0,3% adicional), frente al 2,5% que les subieron en 2019. Y el salario mínimo podría subir este año de 900 a 1.000 euros (+11,1%). Con ello, los que viven de un sueldo ganarán poder adquisitivo en 2020 (como en 2019).
Los pensionistas no tienen ningún acuerdo de subida para 2020, como los asalariados, pero el Gobierno Sánchez-Podemos se ha comprometido a subir las pensiones un +0,9% en 2020 (y más las mínimas), con lo que perderían un 0,1% de poder adquisitivo o lo mantendrían (depende de lo que haga el IPC medio), tras haber ganado 0,9% de poder adquisitivo en 2019 (y perder un -0,5% global entre 2008 y 2019). La clave estará en conseguir algún acuerdo político a lo largo de 2020, dentro del Pacto de Toledo, para fijar un sistema futuro de revalorización de pensiones que se pueda financiar y no quiebre el sistema.
Hasta aquí el repaso a las múltiples subidas y escasas bajadas que nos depara 2020. Y a los ingresos previsibles (salarios y pensiones) que vamos a tener la mayoría de españoles y que nos permitirán consumir algo más, el “motor” que siga tirando del crecimiento y el empleo (menores) en 2020,un año en que van a fallar las exportaciones y el turismo. Pero no basta con que podamos consumir algo más. Para mantener la recuperación y que no venga otra crisis hace falta que no se nuble el panorama internacional (ni guerras comerciales ni Brexit duro ni sustos del petróleo) y que en España tengamos estabilidad política y económica y un Presupuesto 2020 que no haga recortes, sino que afronte los mayores gastos que hacen falta (en casi todo) con mayores ingresos fiscales (sobre todo de las grandes empresas, bancos, multinacionales y los más ricos), para poder reducir el déficit y la deuda y cumplir con las exigencias de Europa. Un puzle difícil de completar.
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