El turismo en España ya se recuperó en 2023 de la grave crisis causada por la pandemia en 2020, 2021 y parte de 2022. Así, el año 2023 cerró con un nuevo récord histórico de turistas: 85.169.050 extranjeros, superando ya (+2%) los turistas llegados en 2019 (83,5 millones). Y sobre todo, se dispararon los ingresos por turismo que dejaron en España, alimentados por una fuerte subida de precios en viajes, hoteles y estancias: el gasto turístico fue de 108.789 millones de euros, un +18,36% que en 2019, antes de la pandemia. Pero lo más importante no son las cifras, sino el hecho de que la pandemia ha cambiado el turismo en el mundo: la gente tiene ahora más “ansia” de viajar, de salir, de moverse y los viajes y vacaciones se han convertido en un gasto prioritario, en Europa y en el mundo.
lunes, 4 de noviembre de 2024
Turismo: más repartido y verano récord
Este verano llegaron a España 31,37 millones de turistas
extranjeros, 2,2 millones más que el verano de 2023 y un nuevo récord
histórico, sobre todo en septiembre. El 85% de los turistas llegaron de
Europa, pero aumentaron más las llegadas desde América y Asia, que
gastan más. Precisamente, el gasto turístico también fue récord este
verano: 43.411 millones (+12,6% que el verano anterior) , en parte por la fuerte
subida de precios. Con todo, lo importante es que el turismo extranjero ha
sido también récord de enero a junio y cada vez aumentan más los
turistas que vienen fuera de temporada y de fuera de Europa. Ahora
llevamos ya casi 74 millones de turistas y se espera cerrar el año con 93
millones (y llegar a 100 millones en 2025…). Una locura, que colapsa
pueblos, ciudades, infraestructuras y servicios. Urge un Plan a medio plazo,
para reordenar el turismo y que sea sostenible y aceptable
socialmente. Si no, nos cargaremos “la gallina de los huevos de oro”. Enrique Ortega
El turismo en España ya se recuperó en 2023 de la grave crisis causada por la pandemia en 2020, 2021 y parte de 2022. Así, el año 2023 cerró con un nuevo récord histórico de turistas: 85.169.050 extranjeros, superando ya (+2%) los turistas llegados en 2019 (83,5 millones). Y sobre todo, se dispararon los ingresos por turismo que dejaron en España, alimentados por una fuerte subida de precios en viajes, hoteles y estancias: el gasto turístico fue de 108.789 millones de euros, un +18,36% que en 2019, antes de la pandemia. Pero lo más importante no son las cifras, sino el hecho de que la pandemia ha cambiado el turismo en el mundo: la gente tiene ahora más “ansia” de viajar, de salir, de moverse y los viajes y vacaciones se han convertido en un gasto prioritario, en Europa y en el mundo.
Y esto está beneficiando a España, la 2ª potencia
turística del mundo, en turistas (tras Francia) y en ingresos (tras EEUU) y
podría ser la 1ª a finales de 2024 o en 2025. Somos líderes en
competitividad turística y nos está “beneficiando” el conflicto en
Oriente Próximo, que nos prioriza como destino turístico mundial frente a
otros paises mediterráneos. Por todo ello, 2024
está siendo un año récord para el turismo en España, incluso “mejor de
lo esperado”. La primera sorpresa se dio en el primer trimestre, cuando la
llegada de extranjeros dio el primer salto, que continuó en el 2º trimestre. Y
con ello, de enero a junio ya se batieron los récord de llegadas de turistas:
42.525.988
extranjeros, casi 5 millones más de turistas (+13,2%) que en la primera
mitad de 2023. Y además, se gastaron también mucho más, sobre todo por
los altos precios: 55.573 millones de gasto (+20,6%).
La racha de turistas y gasto del primer semestre continuó
este verano, según
los datos del INE conocidos el jueves: entre junio y septiembre llegaron a
España 31.377.058 turistas extranjeros, 2,27 millones más que el verano de
2023 (+7,8%), un nuevo récord histórico, que ha superado el anterior
récord de turistas del verano de 2017 (29,76 millones). Aumentaron los turistas
en los tres meses de verano, pero sobre
todo en septiembre (que cerró
con casi 800.000 turistas más que en septiembre de 2023). Este tirón histórico
del verano se ha debido al aumento de los turistas europeos (a pesar de la
crisis en Alemania y Reino Unido), pero sobre todo a un aumento mayor de los
turistas de America (han crecido un +11% en lo que va de año), Asia y el
resto del mundo (las llegadas crecen un +21,3%).
Han llegado muchos más turistas este verano y se han gastado
mucho más, aunque su estancia media sigue estabilizada (6,7 días de
media): los ingresos por turismo han sido de 43.511
millones de euros en los tres meses de verano, un 12,6% más que el
verano anterior. Eso significa que el gasto crece más que los turistas
(+12,6% frente al +7,8%). Primero porque han subido mucho los precios
turísticos de enero a septiembre: un +32,5% los hoteles y un 3,4% los
restaurantes y un +6,4% los vuelos internacionales, según el INE). Y
segundo, porque aumenta la llegada de los turistas que gastan más,
sobre todo americanos y asiáticos: el gasto medio por turista fue de
1.315 euros en septiembre, variando de 891 euros los italianos, 929 los
franceses, 1,200 los británicos, 1.256 los alemanes y 1.366 euros los nórdicos
a 1.535 euros diarios que se gastaron los turistas llegados de fuera de Europa.
“El verano ha sido mejor de lo esperado”,
señala la patronal turística Exceltur en
su último informe, donde indican los tres factores que han
llevado a datos récord: la recuperación de rentas en los paises de origen
(a pesar del estancamiento económico en la UE), la estabilidad geopolítica
de España (“ayudada” por el conflicto de Oriente Próximo y el tirón de
las Olimpiadas de París) y la elevada
competitividad del sector turístico. Las empresas turísticas han
aumentado sus ingresos un +6,3% este verano, destacando que
los negocios que han ido mejor son las empresas de transporte, alquiler de
coches y ocio. Y destacan que el negocio ha crecido sobre todo por los
turistas extranjeros, cuyas estancias y pernoctaciones han crecido más que las
de los españoles, que han viajado más al extranjero este verano. Y las llegadas
e ingresos han crecido más en Baleares, Canarias, Cataluña, Comunidad
Valenciana y Madrid, mientras el turismo nacional crecía más en el interior
y las costas.
El sector turístico espera que el final de 2024 será
también muy bueno para el turismo y que las empresas cerrarán con otro récord
de ingresos (207.929 millones de euros), con un PIB turístico que
crecerá este año un
+6,3% sobre 2023, el doble que la economía (+2,9%). Y con 500.000
nuevos empleos en el sector, que emplea ya a casi 2,9 millones de trabajadores
(un 13,5% del empleo total, 1 de cada 7 ocupados). Pero en medio del optimismo,
sobre 2024 y 2025, la
patronal turística ve “dos puntos negros” en el sector: la
oleada de protestas contra la masificación del turismo en muchas
regiones (Baleares, Canarias, Cataluña) y la competencia desleal de los “pisos
turísticos”, que no paran de crecer, disparando una oferta de turismo “low
cost”: contabilizan 388.453 plazas en agosto en 25 ciudades, +55.295 que
en junio y casi tantas como plazas hoteleras disponibles (420.736).
Con todo, lo más destacable del turismo en España este año
es que asistimos a una cierta
“desestacionalización” del turismo extranjero: ya no sólo vienen
mucho en verano (aunque haya sido récord), sino que vienen también muchos
más turistas el resto del año, lo que indica que su “fiebre de viajar” (ahora
no sólo en verano) “cuenta con España”, empujados además por los viajes de los
jubilados europeos y los teletrabajadores. Los datos de pernoctaciones
de extranjeros en hoteles (INE)
son muy ilustrativos: crecieron un +11,2% entre enero y junio, aumentando sólo
+5,2% en julio, +4,9% en agosto y +4,4% en septiembre. Esto
es un buen indicativo de que los turistas
extranjeros ya no vienen sólo en pleno verano (incluso en septiembre
han llegado más que nunca ese mes), lo que facilita a las empresas mantener su
actividad y empleo casi todos los meses, evitando “baches” y cierres.
Otro factor muy positivo es la mayor diversificación
geográfica de los turistas que nos visitan, aunque el 85% sigan siendo
europeos. Pero crecen los turistas de otros continentes, que hacen
viajes largos y con más gasto, fuera del verano y que no buscan sol y playa
sino ocio, gastronomía, negocios, deportes o salud. Un ejemplo es el
aumento de estos turistas no europeos hasta septiembre: llegaron 3,35 millones
de norteamericanos (+12,5%), 3,90 millones de otros americanos
(+10,38%) y 4,4 millones del resto del mundo (+21,3%), frente a 8,04
millones de alemanes (+9,3%) o 14,7 millones de británicos (+7,45%).
Lo que no mejora es la
excesiva concentración del turismo en sólo una parte de España. Del
total de turistas extranjeros llegados a España en 2024 (enero-septiembre), dos
tercios de las llegadas (68,76%) se concentran en 4 regiones:
Cataluña (21,35% del total), Baleares ( 18%), Canarias
(14,84%) y Andalucía (14,57%). Y si añadimos Comunidad Valenciana
(12,79%) y Madrid (8,98%), resulta que el 90,53% de los turistas se
quedan en 6 de las 17 autonomías que tenemos. Y en
cuanto al gasto, estas 6 mismas autonomías se benefician del 92,35%
de todos los ingresos que se gastan los turistas extranjeros.
Así que necesitamos avanzar en un turismo más
desestacionalizado (menos en verano y más repartido en el resto del año) y
menos concentrado en sólo 6 regiones españolas, que se benefician
especialmente de sus ingresos y empleos. Pero sobre todo, necesitamos un
turismo “más sostenible”, porque hay zonas y regiones
totalmente saturadas de turistas (extranjeros y españoles). Y estamos
alcanzando “una cifra de turistas imposible”. Hasta septiembre
nos han visitado ya casi 74 millones de extranjeros (73.903.045
turistas), según el INE. Y si en el 4º trimestre llegan un 10% más que el
año pasado (llegaron 18,5 millones de octubre a diciembre), serían otros 20
millones más y podríamos cerrar 2024 con los 93 millones de
turistas extranjeros que algunos
anticiparon hace meses. Y hay estimaciones de alcanzar los 100
millones de turistas en 2025, más del doble que el año 2.000
(46,4 millones y el triple que en 1995 (32,97 millones). Unas cifras de vértigo…
Es un horizonte turístico insostenible, sobre
todo en algunas ciudades y regiones, donde el turismo extranjero (y nacional)
ha tensionado precios, alquileres y servicios, reventando las
costuras de las infraestructuras, sanidad, seguridad y otros servicios
públicos en verano, provocando rechazo y contestación social de
los que no viven del turismo. La propia patronal turística Exceltur ha firmado
un Manifiesto
en defensa del turismo sostenible, donde piden un rediseño de
las zonas turísticas, con colaboración pública y privada, para asegurar
un control de los alojamientos turísticos y dotar a las infraestructuras
turísticas de recursos humanos y
materiales, para evitar aglomeraciones y quejas. Además, piden una mayor adaptación
del turismo al cambio climático, una exigencia vital.
Tras la confirmación de este verano récord, hay
que huir del triunfalismo ciego: es prioritario que el Gobierno, las
autonomías (que tienen la competencia) y los grandes municipios
turísticos se sienten con las empresas del sector y los sindicatos para
alcanzar un gran Pacto
por el futuro del turismo, para conseguir que sea sostenible,
social y ambientalmente. Porque no puede seguir creciendo sin
control, salvo que queramos “matar
la gallina de los huevos de oro”. Hay que regular su crecimiento
y su futuro, limitando la afluencia de turistas en algunas zonas y
fechas, tratando de diversificar y ampliar la oferta, tanto en origen como en
destino, para que no lleguen la mitad de los turistas en cuatro meses, sino más
a lo largo del año, de nuevos países y a destinos menos masificados.
En definitiva, el turismo sigue salvando la economía y el
empleo en España, pero hay que pensar en el futuro y evitar que la
burbuja turística nos coma y reviente. Urge una
“hoja de ruta” para planificar el turismo en la próxima
década, reconvertir la oferta y hacerla sostenible con el medio
ambiente y la sociedad que no vive del turismo y lo sufre. Podemos y debemos
ser una potencia turística, pero promoviendo un
turismo menos masivo y de más calidad, ” evitando que nuestros aeropuertos,
carreteras, trenes, hoteles, bares, restaurantes, playas y monumentos sean “una
monumental cola”. Eso no es turismo ni vacaciones ni descanso: es agobio
y desencanto. Y se nos volverá en contra. Planifiquen.
El turismo en España ya se recuperó en 2023 de la grave crisis causada por la pandemia en 2020, 2021 y parte de 2022. Así, el año 2023 cerró con un nuevo récord histórico de turistas: 85.169.050 extranjeros, superando ya (+2%) los turistas llegados en 2019 (83,5 millones). Y sobre todo, se dispararon los ingresos por turismo que dejaron en España, alimentados por una fuerte subida de precios en viajes, hoteles y estancias: el gasto turístico fue de 108.789 millones de euros, un +18,36% que en 2019, antes de la pandemia. Pero lo más importante no son las cifras, sino el hecho de que la pandemia ha cambiado el turismo en el mundo: la gente tiene ahora más “ansia” de viajar, de salir, de moverse y los viajes y vacaciones se han convertido en un gasto prioritario, en Europa y en el mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario