lunes, 1 de julio de 2024

Urge impulsar el coche eléctrico

El Gobierno aprobó el martes ampliar hasta fin de año las ayudas a la compra de coches eléctricos y destinar 350 millones más, junto a la desgravación en el IRPF. Es su respuesta al enfado de la patronal ANFAC, cuyo presidente dimitió el 13 de junio como protesta por la falta de impulsos al coche eléctrico. Los datos son preocupantes: en mayo, la venta de coches eléctricos e híbridos enchufables cayó respecto a 2023.Y entre enero y mayo se han vendido 45.153 coches electrificados, el 10,45% del total, menos que coches de gasolina (41%) y casi como los diesel (9,98%). Hay varios problemas: alto coste, lentitud en recibir las ayudas (hasta 2 años) y escasez de puntos de recarga (además, 1 de cada 4 instalados no funcionan). España está a la cola del coche electrificado en Europa (19,8% de media, 89,5% Noruega, 44,8% Holanda, 25,6% Francia o 18,29% Alemania). Y sólo se han vendido el 16% de los electrificados previstos para todo 2024 año. Urgen medidas eficaces.

                      Enrique Ortega

Las ventas de coches en general siguen al ralentí, creciendo pero poco: se vendieron 431.884 turismos entre enero y mayo de 2024, un 6,8% más que al inicio del año pasado. Un aumento de ventas inferior al de todo 2023 (949.359 turismos vendidos, +16,7% sobre 2022), donde parecía que el sector salía del bache, tras las bajas ventas de 2022 (813.376 coches), 2021 (859.477 turismos) y 2020 (851.211 vehículos), por la pandemia, que desplomó las ventas récord de 2019 (1.258.251 coches vendidos, un 24,5% más que ahora). Con todo, las ventas de coches mejoran en España (+6,8%) y crecen más que en Alemania (+5,2% de enero a mayo), Francia (+4,9%) o Italia (+3,4%), según la patronal europea ACEA.

Lo que no tira en España son las ventas de coches “electrificados” (eléctricos puros e híbridos enchufables). Los datos de mayo 2024, recién conocidos, han hecho saltar las alarmas en el sector: se vendieron 9.180 coches “electrificados”, un 11,9% menos que en mayo de 2023, según la patronal ANFAC . Y entre enero y mayo se vendieron 45.153 coches electrificados, un 3,5% más que al inicio de 2023, pero baja su cuota de mercado: si el año pasado (con 43.630 electrificados vendidos) suponían el 10,79% de todas las ventas, en los cinco primeros meses de 2024 su cuota baja al 10,45%.  Muy por debajo de la cuota de los vehículos “electrificados” en todo 2023 (11,99%) y poco mayor que la de 2022 (9,03%), aunque suponga “un salto” sobre la cuota de estos coches en 2019 (1,39%).

La venta de coches “electrificados” va tan despacio, a pesar de las ayudas, que ocupan el tercer lugar en el ranking de coches más vendidos. Este año (ventas enero-mayo), el segmento líder siguen siendo los coches de gasolina (176.981 vendidos, el 40,98% del total), seguidos de los coches híbridos no enchufables (153.557 vendidos, el 35,56% de cuota), coches en su gran mayoría de gasolina (93%) que incluyen una pequeña batería para ahorrar consumo y conseguir la etiqueta ECO, los coches cuyas ventas más crecen (+ 26,5% en 2024). Les siguen los coches “electrificados” (eléctricos puros más los híbridos enchufables), que suman 45.153 ventas en 2024 (10,45% de cuota), casi las mismas que los coches de gasoil vendidos (43.090, el 9,98% de cuota). Y si tomamos sólo los coches “eléctricos puros”, ocuparían el 5º lugar del ranking de ventas (19.610 este año, el 4,54% del total), por detrás de los coches de gasolina, híbridos, diesel e híbridos enchufables (25.543 vendidos, el 5,91%), según las estadísticas de ANFAC.

Este bajo porcentaje de ventas de vehículos eléctricos (4,54%) e incluso de los vehículos “electrificados” (10,45% de cuota con los híbridos enchufables) coloca a España a la cola de Europa en vehículos alternativos, con bajas emisiones de CO2. Así, entre enero y mayo de 2024, se vendieron en Europa (UE-27) 556.276 vehículos “eléctricos puros”, el 12,10% del total, una cuota triple que la de España (4,54%). A la cabeza de este ranking se sitúa Dinamarca (43,4% de los coches vendidos son “eléctricos puros”, 10 veces más que en España), seguida de Suecia (30,75% de cuota eléctricos), Holanda (30,74%), Bélgica (23,71%), Francia (17,5%), Portugal (16%, casi 4 veces más que España) y Alemania (11,98%), siendo solo menor la penetración eléctrica en Italia (2,97%) y paises del Este. Pero el país que destaca en ventas de “eléctricos puros” es Noruega (fuera UE): un 86,90% de los coches vendidos este año (hasta mayo), son “eléctricos puros”, según los datos de ACEA. 

Si sumamos a estos “eléctricos puros” los híbridos enchufables (que contaminan poco), los datos de “vehículos electrificados” también nos sitúan a la cola de Europa: son el 10,45% de todas las ventas en España (enero-mayo 2024), casi la mitad que su cuota en Europa (19,18% en la UE-27) y muy por debajo de los paises líderes en “vehículos electrificados”: otra vez Noruega (89,58% de las ventas totales), Suecia (54,75%), Dinamarca (48,10%), Holanda (44,81%), Bélgica (42,19%), Portugal (28,36% de las ventas, casi el triple que España), Francia (25,63% o Alemania (18,29%), con Italia (6,19%) y Polonia (5,62%) como los “farolillos rojos” del coche alternativo, según los datos de ACEA.

A pesar de que el coche eléctrico y “electrificado” avanzan mucho más en Europa que en España, los fabricantes europeos están muy preocupados y piden un mayor impulso a la próxima Comisión Europea. Reiteran que la industria europea del automóvil “está haciendo sus deberes, al comprometerse a invertir más de 250.000 millones de euros hasta 2030 para fabricar coches alternativos. Y creen que son los distintos Gobiernos europeos los que tienen que apostar más por el coche eléctrico, unificando y ampliando ayudas a la compra e incentivos fiscales (cada país “va a su aire” y tiene las suyas, unas más eficaces que otras) y, sobre todo, resolviendo el mayor problema que detectan, la falta de puntos de recarga. La patronal ACEA alerta que Europa necesita instalar 1,2 millones de puntos de recarga al año hasta 2030 y sólo se instalan 150.000. Además, dos tercios de los puntos existentes se concentran en 3 paises (Paises Bajos, Francia y Alemania). 

Además de mejorar las ayudas, incentivos y puntos de recarga, los fabricantes piden a la Comisión una estrategia industrial europea, desde la investigación de baterías y vehículos a la fabricación y el reciclaje, para reducir costes y asegurar el abastecimiento de materias primas (litio, cobalto) y microchips. Los fabricantes europeos están también preocupados por el aluvión de coches eléctricos importados de China, que controla el 8% de estas ventas y podría llegar a una cuota del 25% en 2025. Y se quejan de la competencia desleal de los vehículos eléctricos chinos, más baratos (entre un 20 y un 40%), gracias a sus menores costes, a una industria con mucha más tradición y oferta y a las múltiples ayudas públicas a la producción, la energía y la exportación. Ayudas chinas que han provocado el anuncio de la Comisión de implantar próximamente un arancel adicional del 17,4 al 38,1% a los coches eléctricos chinos (se sumaría al 10% de arancel que se cobra ahora en Europa a la importación de cualquier vehículo chino, eléctrico o no).

Cobrar aranceles no es una buena solución a medio plazo para competir con China, algo que exige una estrategia industrial europea más agresiva, en producto, calidad y precio, sin olvidar que hay que mejorar la demanda de coches eléctricos en Europa, todavía baja, con más y mejores ayudas y con una amplia red europea de postes de recarga. España tiene esos mismos problemas, pero elevados a la enésima potencia, dada la bajísima cuota del coche eléctrico y electrificado, a pesar de la Ley contra el Cambio Climático de 2021, donde el Gobierno Sánchez preveía la venta de 190.000 “vehículos electrificados” en 2023  (se vendieron 113.774,), 280.000 en 2024 (se han vendido 45.000 hasta mayo), otros 372.000 en 2025 y 787.800 “vehículos electrificados” en 2030

¿Por qué apenas se venden coches eléctricos y “electrificados”? La 1ª razón es su elevado precio : los coches eléctricos puros y los híbridos enchufables son más caros que los coches de combustión, cuestan entre 5.000 y 18.000 euros más, un factor que pesa mucho a la hora de comprar, a pesar de las ayudas (hasta 10.000 euros por coche, entre la ayuda del Plan Moves III y los 3.000 euros de deducción en el IRPF) y del ahorro de combustible. Hay cada día más ofertas, sobre todo de los nuevos coches chinos, pero el precio de un coche eléctrico oscila entre los 30.000 y los 54.450 euros (el tope de precio para poder solicitar las ayudas públicas). Y este precio tardará en bajar, mientras no aumente la producción de estos modelos en Europa y en España (los eléctricos más vendidos se importan).

El segundo factor clave es la escasez de puntos de recarga, el primer motivo por el que muchos conductores no comprar un coche eléctrico o híbrido enchufable. El problema es grave: en 2024 (marzo) había en España 32.422 puntos de recarga de acceso público, sólo 3.121 nuevos este año, menos del 10% de los 63.500 puntos de recarga nuevos previstos para todo 2024. Y hay dos datos más preocupantes. Uno, que el 57% son postes en zonas urbanas (concentrados en Madrid, Barcelona) y sólo un 43% fuera de las ciudades. Y el otro, que de estos 32.422 puntos de recarga, sólo una minoría son de carga rápida: 719 recargan entre 10 y 15 minutos y 1.384 recargan entre 15 y 27 minutos. Pero lo más chocante es que hay 8.642 puntos de recarga fuera de servicio (1 por cada 4 que funcionan), por avería, mal estado o desconexión a la red.

Con estos datos, parece lógico que muchos conductores no piensen comprar un coche eléctrico, porque no tendrán un punto donde recargarlo y si lo encuentran, la mayoría (24.249) tardan entre 3 y 19 horas, según ANFAC. Y además, no se les garantiza que funcionen y son muy escasos en carreteras y autopistas, lo que complica un viaje largo. Nadie quiere asumir la responsabilidad de que falten puntos de recarga, pero afecta a las eléctricas (no dan facilidades a particulares, comunidades de vecinos, empresas), los Ayuntamientos (no facilitan las licencias de instalación), las empresas (no priorizan instalarlas). Y también es muy  complejo solicitar (y recibir) las ayudas públicas para instalar estos postes. Al ritmo que vamos (12.000 nuevos al año), será imposible cumplir con el objetivo del Gobierno: 63.500 postes en 2024, 91.000 en 2025 y 300.000 en 2030.

El tercer problema que tiene la venta de coches alternativos es que no funcionan las ayudas públicas a la compra de “coches electrificados”, aunque existen desde 2019. Está en vigor el Plan Moves III, aprobado en abril de 2021 y prorrogado varias veces, con un Presupuesto para ayudas públicas de 1.200 millones, 876 transferidos a las autonomías, que son las que gestionan la mayoría. El Plan concede una ayuda de hasta 7.000 euros a los que compren un coche eléctrico (hasta 5.000 si es un híbrido enchufable), siempre que achatarren el viejo (9.000 euros en el caso de furgonetas), con un precio máximo de 54.450 euros. Pero hay dos problemas que retraen a los conductores. Uno, esta ayuda tarda en cobrarse (hasta 1 y 2 años en algunas autonomías, por falta de personal que revisan los expedientes). Y el otro, que esta ayuda hay que declararla a Hacienda. Además, el comprador de un coche electrificado puede deducirse hasta 3.000 euros más en la declaración del IRPF.

Ante la caída de ventas en mayo de coches “electrificables, los fabricantes quisieron dar  la voz de alarma, con una protesta inédita: el presidente de la patronal ANFAC, Wayne Griffiths (presidente de Seat y Cupra), dimitió el 13 de junio, por entender que el Gobierno incumplía sus compromisos para apoyar el coche eléctrico. Su planteamiento era claro: los fabricantes instalados en España han comprometido una inversión de 20.000 millones de euros en impulsar el coche eléctrico (10.000 millones Volkswagen y 4.000 Stellantis) y el Gobierno debe mejorar las ayudas y la instalación de postes, que frenan las ventas.

Sólo dos semanas ha tardado el Gobierno en responder al órdago de los fabricantes: el martes 25 de junio, el Consejo de Ministros aprobaba la ampliación de las ayudas del Plan Moves III (que terminaba el 31 de julio) hasta el 31 de diciembre, prometiendo 350 millones más (porque en muchas autonomías se han agotado los recursos: faltan 248 millones para cubrir las solicitudes ya hechas y sólo en Madrid hay el doble de solicitudes que el dinero asignado). Y parece que también han prometido a los fabricantes acelerar la concesión de los Fondos UE para el automóvil. Pero los fabricantes creen que es insuficiente. Y piden que las ayudas se concedan en el momento de la compra (MG, Fiat y Renault  ya las adelantan), que su concesión sea más ágil y que no haya que declararlo a Hacienda. También piden  suprimir el IVA a los coches eléctricos (pagan el 10%) y quitarles el impuesto de circulación (pagan el 25%). Pero sobre todo, piden impulsar a tope la instalación de puntos de recarga, rápidos y por toda la geografía.

Otra medida importante para promover el coche alternativo y frenar el uso de los vehículos más contaminantes en las grandes ciudades es aprobar de una vez la Ley de Movilidad Sostenible. La aprobó el Gobierno Sánchez en diciembre de 2022, pero no se tramitó por el adelanto electoral. Y la volvió a aprobar el Consejo del 13 de febrero de 2024, para tramitarlo por el procedimiento de urgencia. Pero su debate se retrasa en el Congreso, como lo demuestra que se haya ampliado ¡17 veces ! el periodo de presentación de enmiendas (la última hasta el 26 de junio, un día antes de terminar el periodo de sesiones…). Así que la Ley se retrasará hasta 2025, ante el temor del Gobierno Sánchez de no conseguir sacarla adelante, por la reticencia de muchos grupos a limitar la circulación en las grandes ciudades, un retraso que no beneficia tampoco a la venta de vehículos electrificables.

Seamos serios: decimos que estamos en contra del Cambio Climático, pero no acabamos de cambiar de coche para contaminar menos (1 de cada 2 coches tienen más de 15 años de vida en España). Y encima, los fabricantes europeos no se ponen las pilas para ofrecernos más coches “electrificables” (sólo algunos se fabrican en España), a precios más bajos, mientras se dispara la oferta china. Y las administraciones, desde el Gobierno a las autonomías y Ayuntamientos, no agilizan las ayudas e incentivos para que compremos estos coches, ni se vuelcan en  poner postes de recarga por todo el país. Por todo ello, apenas compramos “coches electrificados” y estamos a la cola de Europa. Urge cambiarlo.

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