La TV sigue fuerte, pero muy diferente
Mucha gente pensaba que Internet y las redes sociales acabarían
con la televisión. Pero 30,6 millones de españoles se conectan cada
día a la TV, aunque la audiencia sea la más baja de la historia. Y crece
la TV conectada a Internet y las plataformas de TV de pago, que
tienen ya 6 de cada 10 hogares y utilizan 28 millones de españoles. Además,
la TV sigue siendo el 2º medio que acapara más publicidad, tras Internet
y las redes sociales: las TV en abierto ingresaron 1.520 millones en 2023, más
que radios, diarios, revistas, dominicales, publicidad exterior y cine juntos. La
publicidad en TV sigue controlada por el
duopolio de Mediaset y Atresmedia (79%), aunque donde más crece es en
las TV de pago. Los expertos creen que la TV “tiene mucho
futuro”, con cambios en la TV tradicional y un auge de la TV conectada
a Internet, prioridad para los publicitarios. La “caja tonta” es
cada vez más “lista”. Enrique Ortega
La televisión es un medio de comunicación y ocio relativamente
reciente. Comenzó a verse en Nueva York, en julio de 1941, y en
España comenzaron las emisiones en 1956,
primero en blanco y negro y desde
1972 en color (con las Olimpiadas de Múnich). Y no ha parado de
evolucionar. Al inicio de los 90 llegaron a España las
TV privadas, con Antena 3 (enero 1990), Tele5 (marzo 1990) y Canal+
(junio 1990). Y el siguiente hito, en la pasada década, fue la irrupción de las
TV de pago españolas (Movistar 2013) y
la posterior llegada de las plataformas
internacionales de TV de pago: Netflix (octubre 2015), HBIO (noviembre
2016), Amazon Prime (diciembre 2016), Sky TV (septiembre 2017), el canal de
deportes DAZN (febrero 2019), Apple TV+ (noviembre 2019) y Disney+ (marzo
2020).
Una evolución constante que ha permitido a la TV mantener una
audiencia millonaria, a pesar del auge de Internet y las redes
sociales, que parecía iban a acabar con “la caja tonta”. Pero no ha sido
así: 30,6 millones de españoles (el 66,3% de la población mayor de 4
años) se conectaron cada día a la TV en España en 2023, 1 millón más que
en 2022, según
el último balance de Barlovento TV. Esto es posible porque la bajada de
audiencia de la TV convencional (“la de siempre”) ha sido compensada con
el aumento de espectadores en la TV conectada a Internet, por el auge de
las plataformas de TV de pago. Veámoslo.
La “televisión tradicional” (lineal y en
diferido: un 4% de espectadores ven los programas después de emitirse) tuvo
una audiencia de 28,2 millones de espectadores diarios en 2023 (el 61%
de los potenciales espectadores), 636.000 espectadores menos que
en 2022 (-2,2%), según
los datos de Barlovento TV. Y estos espectadores ven muchas horas de
televisión cada día, a pesar de la competencia de Internet y las redes
sociales: el consumo diario por espectador fue de 297 minutos en 2023 (4
horas y 57 minutos), menos que en 2020 (337 minutos, un récord en plena
pandemia) pero un consumo similar al de 2009 (297 minutos). Eso sí, si tomamos
el consumo de TV tradicional por persona, baja, porque mucha gente ve
menos TV y más el móvil y las redes sociales: el 2023, el consumo medio de TV
tradicional por persona fue de 181 minutos (3 horas y un minuto), el consumo
per cápita más bajo de la historia (el máximo fue 2016, con 246 minutos por
persona).
Aunque han caído los espectadores y el tiempo que ven
la TV tradicional, en la última década está creciendo el consumo
de “la otra TV”, la llamada TV
“híbrida” o “TV conectada”: utilizar el aparato de TV para
conectarse a Internet y ver programas, vídeos, ver y oír música y radio o
jugar a videojuegos. En 2023, 11,3 millones de espectadores se
conectaron diariamente en algún momento a esta TV híbrida,
1,4 millones más que en 2022 (+13,1%), según
los datos de Barlovento TV. Eso significa que consumen esta TV conectada el
25,6% de toda la audiencia potencial (mayores de 4 años). Y los espectadores
que la siguen la ven mucho tiempo: 171 minutos de media (2 horas y
51 minutos) en 2023, el máximo anual. Y si vemos el consumo medio de esta TV
por persona, baja (porque muchos todavía no la ven), pero supone ya 44
minutos de consumo per cápita, otro récord.
En la TV tradicional (“la de toda la vida”),
la edad media de los telespectadores ha subido a 57 años, la más
alta de toda la serie histórica. Las mujeres ven esta TV tradicional más
tiempo que los hombres (34 minutos más al día) y también la ven más los más
mayores (de 45 a 64 años, 6 horas y 49 minutos al día de media y 5 horas y
9 minutos los de 45 a 60 años). Pero no es verdad que los jóvenes no vean
la TV tradicional: la ven (160 minutos los niños al día los niños. 178
minutos los jóvenes de 13 a 24 años y 209 minutos los de 24 a 45 años), aunque
menos que la media (297 minutos al día por espectador), según
Barlovento TV. Por regiones, los que ven más la TV tradicional son
los espectadores de Asturias, Andalucía, País Vasco, Comunidad Valenciana,
Canarias y Aragón, que superan las 5 horas diarias de TV.
En la otra TV, la “híbrida” o conectada”, la
edad media de los telespectadores es más baja, pero tampoco mucho: 41 años.
En este caso, ven algo más la TV conectada los hombres (172 minutos) que
las mujeres y el mayor consumo de da entre las personas de 25 a 44 años,
sobre todo en las zonas urbanas de Cataluña, Andalucía, Madrid y Murcia.
Y un
dato llamativo: hay 2,5 millones de españoles que sólo ven esta TV “híbrida”
o “conectada”, que no consumen ya ni un minuto de la TV tradicional. Y
lo que consumen es básicamente TV de pago, vídeos, videojuegos y radio por
Internet en la TV.
Muchos espectadores consumen ambos modelos de TV
(la “tradicional” y la “conectada”), en conjunto esos 30,6 millones de
personas que la ven diariamente, dos tercios de los telespectadores
potenciales. Y entre las dos, el consumo medio por espectador fue de 340
minutos en 2023 (5 horas y 40 minutos, una barbaridad…), 3 minutos más
que en 2022, según
Barlovento TV. Y eso supone 225 minutos (3 horas y 45 minutos) de consumo
medio ”mixto” por persona. Y los que más optan por “ambas ofertas” de TV a la
vez son las mujeres, los mayores de 44 años y los que viven en Asturias,
Castilla la Mancha, Andalucía y Aragón.
La nueva modalidad de TV, la llamada “TV conectada”
es la que más crece en los últimos años, mientras el consumo de
TV tradicional baja, pero menos de lo que se temía. Según
un reciente estudio de IAB Spain, el 90% de los internautas de 16 a
75 años consumen contenidos audiovisuales a través de Internet,
muchos a través del móvil y la Tablet, pero también a través de la TV de su
casa (Smart TV o con dispositivos adaptados a su TV tradicional). Eso supone
que hay 31 millones de españoles que consumen “TV conectada”, no
sólo jóvenes, sino también mujeres (el 92% de los internautas) y con edades
medias (el 94% de los internautas de 35 a 54 años se conectan). Y estos
usuarios de contenidos audiovisuales de TV están conectados una media de 132
minutos al día, según IAB Spain.
El gran empujón a esta nueva forma de ver TV, el consumo de “TV
conectada” (a través de un TV conectado a Internet) lo han dado las plataformas
de TV de pago, apoyadas en las telecos (que ofrecen servicios de telefonía
e Internet más cadenas de TV de pago). Su avance en estos años ha
sido espectacular: en 2023, el 62% de los hogares con acceso a Internet
(son ya el 98% de los hogares) pagaban una cuota por ver una TV de pago,
frente a sólo el 40,5% que la tenían y pagaban en 2019, según la
Comisión de la Competencia (CNMC). Eso significa que hay más de 11 millones
de hogares y más de 28 millones de personas que pagan cada mes una cuota por
ver las distintas plataformas de TV de pago. Eso suponen 10 millones
más de personas con TV de pago que antes de la pandemia.
Casi dos tercios de estos clientes (el 64%) de las TV
de pago ven más de una plataforma: el 24,3% tiene acceso a dos,
el 17,2% a 3 y el 22,7% de todos los clientes ven 4 o más, según la
CNMC. Las plataformas más vistas son Netflix (39,8% del total de
usuarios), Amazon Prime (21,6%), Movistar (17,6%), Disney (7,4%),
HBO (7,3%), DZN y otras (6,3%). En cuanto al perfil de usuarios,
tampoco aquí es verdad que los que más vean plataformas sean los jóvenes: entre
semana, los usuarios que más las ventas son los que tienen entre 35 y 49 años,
aunque crece entre los más mayores y los jubilados. Y aumenta entre niños y
jóvenes los fines de semana. Pero en muchos casos y franjas de edad, la
mayoría de espectadores ven todavía más horas la TV de siempre que las TV de
pago.
Mientras el consumo global de horas de TV sube
ligeramente, aunque caiga la audiencia de la TV tradicional, la
TV también consigue mantener sus ingresos publicitarios. En 2023, la
facturación publicitaria que fue a todas las TV fue de 1.735 millones
de euros, prácticamente la misma que en 2022 (1.730 millones), aunque ha
caído un 5% desde 2016 (1.825 millones facturados), según
los datos de Infoadex. Eso supone que la TV se llevó casi un 30% (29,40%) de
todo el mercado publicitario en España, siendo el 2º destino de la publicidad, sólo
por detrás de la publicidad que se dirigió a Internet, búsquedas y redes
sociales (2.757 millones, el 46,7% del total). Y la TV, a pesar de la
estabilización de audiencias, copa un mayor trozo del pastel publicitario
en España que la radio (461 millones), la publicidad exterior
(406 millones), los diarios (332,9 millones), las revistas
(126 millones), el cine (20,5 millones) o los suplementos
dominicales (8,3 millones) juntos. Así que no es la TV el
medio que está “en crisis”, según los publicitarios…
De esos 1.735 millones de publicidad que fueron a las TV en
2023, la gran mayoría fue a las TV nacionales en abierto (se llevaron
1.480 millones), un pastel que siguen repartiéndose casi en totalidad el grupo Mediaset
(687,1 millones de ingresos publicitarios) y Atresmedia (682,4 millones), un
“duopolio” televisivo que acapara
el 78,9% de toda la publicidad que se dirige a la TV en España, tras la
decisión del Gobierno Zapatero en 2019 de eliminar la publicidad en TVE. El resto
de TV nacionales se llevó 110,5 millones de publicidad, las autonómicas
94,2 millones, los canales de pago 76,4 millones, 2,3 millones fueron a las TV
locales y los 82,2 millones restantes los ingresó la “TV conectada”,
los canales de TV por Internet que empiezan a poner anuncios (incluidas algunas
TV de pago). Curiosamente, en 2023, la TV donde más crecieron los
ingresos publicitarios fue en la TV conectada: un +120,9%, según
los datos de Infoadex.
Estos son los ingresos publicitarios de la TV en España.
Pero hace ya tiempo, desde 2016, que la TV de pago factura más
ingresos (por cuotas) que la TV convencional por la publicidad.
Ese año 2016, la TV de pago facturó 1.886 millones, frente a 1.825 millones la
TV en abierto, según
las estadísticas de la CNMC. En 2020, con la pandemia,
la TV de pago facturó 2.114 millones, frente a una caída de ingresos de la TV
en abierto (1.439 millones). Y en 2022, ultimo dato publicado por la CNMC, los
ingresos de la TV de pago ya habían subido a
2.844 millones, frente a 1.730 millones facturados por las TV en abierto. Y
aunque los costes de la industria audiovisual han subido, los canales
de pago también han subido sus cuotas a los clientes y tratan
de incluir publicidad, para bajar tarifas y subir ingresos. Además, las
plataformas ya no pelean tanto ahora por captar nuevos clientes como por ser
rentables.
Cara al futuro de la TV, los
expertos creen que seguirá bajando la audiencia de la TV tradicional y
subiendo la de la TV conectada, pero que ambas están llamadas a “convivir
en el futuro”. Eso sí, con cambios y transformaciones, “reinventándose”.
La TV tradicional tendrá que ajustar sus medios y recursos a una audiencia menor
y mucho más fragmentada, que tiene acceso a una oferta casi infinita. Por
eso, los programas de éxito en abierto ahora apenas
superan el millón de telespectadores (Got Talent, la Voz, Master Chef
Celebrity o Gran Hermano) , una audiencia que hace 6 años sería un fracaso… Y
mientras, el futuro avanza hacia “la TV conectada”, la oferta
audiovisual por Internet a través de la TV.
El primer reto de la futura TV será medir
mejor las audiencias (las “métricas”), porque van a ser muy
diferentes (más envejecidas), más multiculturales (la única población que crece
son los inmigrantes) y con un gran cambio en los hábitos de consumo. Hay que
mejorar los actuales sistemas de medición de audiencias (deficientes) y sobre
todo aprovechar las herramientas que permite la “TV conectada” para conocer
mejor al consumidor y sus gustos audiovisuales. La tecnología permite
conocer al minuto lo que ve y ofrecer una TV a la carta, que es
además el sueño de todas las empresas y vendedores de publicidad. Por eso, ya
ahora, 9
de cada 10 profesionales de la publicidad
incluyen la TV conectada en sus campañas. Y apuestan por nuevos
formatos publicitarios en la TV por Internet, vídeos y videojuegos.
En definitiva, la TV no es un medio en declive,
sino un medio de ocio y comunicación con
gran
futuro, aunque tiene que reconvertirse a fondo y buscar nuevas
ofertas y modelos de negocio, compartiendo la TV tradicional con la TV
conectada. En los próximos años, la televisión no será “la caja tonta”,
sino una
“caja lista”, cada vez más grande y plana, con una oferta
infinita de servicios y productos audiovisuales, que compartiremos con el
móvil. Y que estaremos dispuestos a pagar, como ahora, porque seguiremos
“enganchados” a la tele. A otra tele distinta a la actual, con posibilidades
casi infinitas.
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