En España hay más de 22 millones de mascotas y sólo 7 millones de niños menores de 15 años, frente a 12 millones de perros registrados. El negocio de los animales de compañía crece como la espuma, en España y en toda Europa, facturando ya 40.000 millones de euros en comida, tratamientos veterinarios, accesorios y múltiples servicios, desde ropa a peluquería canina, residencias o tanatorios, lo que atrae al sector a fondos de inversión y aseguradoras. El gasto en mascotas ha crecido en España un 39% en los dos últimos años y ronda los 100 euros mensuales por familia. Y ya hay un perro, gato, pájaro, pez o mascota en 1 de cada 4 hogares españoles, mientras somos el país europeo donde nacen menos niños (1.000 al día, la mitad que en los años 60). Todo apunta a que el negocio de las mascotas seguirá creciendo, de la mano de los millenials, mientras los Ayuntamientos se plantean tasas y controles de heces para afrontar su aumento. Y entre tanto, siguen cayendo los nacimientos.
Las mascotas se multiplican en Europa. Ya hay 80 millones de hogares europeos, uno de cada cuatro, con mascotas: 209,7 millones en la UE (28 paises, con 512 millones de habitantes) y 290,57 millones en toda Europa (741 millones de habitantes), según los últimos datos (2017) de FEDIAF (las empresas fabricantes de alimentos para mascotas). Si nos centramos sólo en la Unión Europea, las mascotas más populares son los gatos (hay 71,4 millones, un gato en el 24% de los hogares europeos), seguidos de los perros (66,37 millones, un perro en el 21% de los hogares europeos), las aves (34,42 millones de estas mascotas), los pequeños mamíferos (21,71 millones), peces (9,31 millones) y reptiles (6,42 millones).
España es el 5º país
europeo con más mascotas, tras Reino Unido, Francia, Alemania e Italia. En
total hay más de 22 millones de mascotas
en España, en el 40% de los hogares, según
la última estadística (2017) de ANFAAC (asociación fabricantes alimentos para mascotas): 6,27 millones de
perros, 3,145 millones de gatos, 5,58 millones de peces, 5,3 millones de
pájaros, 1,07 millones de reptiles y 1,15 millones de pequeños mamíferos. Los
veterinarios de AMVAC (Asociación madrileña) rebajan la cifra a 20 millones de mascotas y estiman que 1 de
cada 4 hogares tiene una mascota. Al final, la estadística más fiable
es la de las mascotas oficialmente registradas, según la Red Española de
Identificación de Animales de Compañía (REIAC), que tenía controladas13 millones de mascotas en 2018, un 40% más que en 2013: 12,09 millones son perros, 780.000
gatos y el resto conejos, hámsteres y demás animales de compañía. Pero
reconocen que, salvo los perros, la mayoría de las mascotas no están oficialmente
registradas, lo que elevaría el número
real de mascotas en España por encima de los 20 millones, frente a 6,92 millones de niños menores de 15 años,
según el último censo del INE (enero 2019).
Alrededor de este millonario
número de mascotas ha ido creciendo
un negocio también millonario. En el mundo,
las mascotas mueven unos 120.000
millones de euros al año, según un informe de Gran View Research (2016), de los que la mitad (63.000 millones)
se gastan en Estados Unidos, el paraíso
de las mascotas, junto a Asia. En
Europa, los animales de compañía movilizaron un negocio de 39.500 millones en
2018, según la Asociación ANFAAC (alimentos de mascotas). La mayor parte de este
mercado son los alimentos para mascotas, que facturaron en Europa 21.000
millones de euros, vendidos por 132 empresas. Otros 9.000 millones anuales son servicios derivados (medicamentos y
tratamientos) y 7.000 millones más se obtienen por la venta anual de productos y accesorios para mascotas.
En España, el gasto en mascotas alcanzó en 2017 los 3.367 millones de euros, un 39% más que
en 2015, según la Encuesta de Presupuestos Familiares del INE. La parte principal del
negocio son los alimentos para mascotas, que facturaron 1.058 millones en 2018, casi un 50% más que hace una década, según los datos de ANFAAC: 700,7 millones los alimentos para perros y 357,8
millones la comida para gatos, con la curiosidad de que un 30% de la producción
(hay 12 fábricas) se exporta. Este mercado de alimentos para mascotas está dominado por Affinity (grupo Gallina
Blanca), que factura 417 millones, seguida muy de lejos por Nestlé
Purina (125 millones de ventas), Royal Canin del grupo Mars (121
millones) y la marca blanca de Mercadona, Compy (fabricada por Bynsa, de Burgo
de Ebro), que acaba de firmar un acuerdo con Amazon
para fabricar su marca blanca de comida para mascotas para
Europa. En general, las “marcas de fabricante” van por delante, pero se aprecia
una subida de las “marcas blancas”, sobre todo en supermercados y grandes
superficies.
Después de la alimentación, la otra parte del negocio de las mascotas se reparte entre las clínicas veterinarias y las tiendas de productos y servicios. En
España hay más de 6.000 clínicas
veterinarias, que crecen año tras año desde 2013 (cuando cayeron sus
ingresos por la crisis y la subida del IVA). La mayoría son clínicas pequeñas,
con uno o dos veterinarios, que facturan unos 240.000 euros de media, según un estudio de AMVAC (veterinarios madrileños), aunque hay un 12% de clínicas que facturan
500.000 euros y unas pocas que facturan más de 800.000, con un aumento de las grandes cadenas y los grandes hospitales veterinarios para mascotas.
Al hilo de este “boom” de las mascotas y las clínicas
veterinarias, en España se ha creado una
cierta “burbuja” de veterinarios,
según denuncia la propia profesión, que señala que tenemos “el doble de veterinarios por habitante que en Europa”: hay
un exceso de Facultades de Veterinaria (13, frente a 3 en Francia, 4 en Reino
Unido y 5 en Alemania), de las que salen cada año 1.300 licenciados, sin trabajo o con empleos muy precarios. De
hecho, los veterinarios son los licenciados con el sueldo más bajo: 1.063 euros
netos al mes, según el INE, mientras negocian un convenio colectivo estatal.
Otra parte del negocio de las mascotas se lo llevan las 5.000 tiendas especializadas, que
venden todo tipo de accesorios, incluida ropa
para mascotas y peluquerías caninas
(con un coste de 35 a 100 euros por animal). En paralelo están proliferando las
residencias caninas (que cobran de
14 a 50 euros día), los clubes de razas, las tiendas especializadas en centros
comerciales y zonas propias de grandes almacenes (Ikea tiene un catálogo
de mobiliario y accesorios para mascotas) y hasta los cementerios
para mascotas. La incineración de mascotas supone un coste de 250 a 300 euros (sólo en la Comunidad de
Madrid se incineran 35.ooo animales al año) y ya hay 4 cementerios autorizados
para perros (2 en Barcelona, uno en Madrid y otro en Valencia), que ofrecen
nichos (119 euros más una cuota anual de 65 euros) o fosas para mascotas (149
euros).
Al final, tener una
mascota suma gasto tras gasto, una media de 100 euros mensuales por animal, según datos del Ministerio de Agricultura.
Los veterinarios de AMVAC dicen que es menos, un coste medio de 2,23 euros diarios un perro (67 euros al mes, 813,95 euros anuales)
y 1,47 euros diarios (44.10 al mes y 530 euros al año), el 60% en comida y el
resto en veterinarios, medicamentos, higiene, ropa y servicios múltiples para las mascotas.
El “boom” de las mascotas ha atraído no sólo a las empresas
de alimentos, clínicas veterinarias y tiendas de servicios para mascotas. Cada
vez hay más hoteles que utilizan el
reclamo de que “aceptan mascotas” (hay
más de 1.000 hoteles “Pet Friendly” donde se puede ir con
un animal de compañía, pagando el correspondiente suplemento) y más de 300 playas que aceptan perros.
Pero, sobre todo, lo que más han crecido son los seguros para mascotas. Por un lado, cubren la responsabilidad civil del
propietario en caso de que la mascota provoque daños a un tercero. Y por otro,
cubren parte de los gastos (del 50 al 90%) en caso de que la mascota necesite
una operación o tratamiento veterinario, un alto gasto (entre 1.000 y 3.000
euros) que complica mucho las cuentas familiares. Actualmente, hay 20 aseguradoras que ofrecen seguros para
mascotas, con un coste mensual de 18 a 42 euros, según la cobertura y los
gastos veterinarios que reembolsen.
El negocio de las
mascotas ha atraído también en los dos últimos años a Fondos de inversión, españoles y extranjeros, lo que preocupa a los veterinarios españoles. Por un lado, el fondo español Collins ha comprado
un porcentaje minoritario de conocidos hospitales veterinarios en Barcelona,
Bilbao, Asturias y Madrid. Otro fondo español, Mihura Private Equity, compró la
cadena Tienda Animal. Y el fondo de inversión catalán Meridia Capital ha entrado en la cadena de
tiendas Kiwoko (líder en España y Portugal), donde antes había entrado el fondo
de inversión norteamericano TA Associated. Y ahora, varios Fondos de inversión
estudian entraren el capital de Elmubas Petfood, grupo español que fabrica alimentos para
mascotas con marca blanca para Carrefour, Eroski y Alcampo.
Mientras el dinero
planea sobre las mascotas, los Ayuntamientos
y los españoles sin mascotas sufren
también las consecuencias de este “boom” de los animales de compañía, al
tener que multiplicar las instalaciones para depositar heces de perro, zonas de
juego y dedicar recursos a “limpiar” las heces de los millones de perros que
pululan por las ciudades. Ya hay autonomías como la valenciana y Ayuntamientos
que se plantean poner una tasa a los propietarios de perros, para
paliar con ella los gastos que se generan. Y en paralelo, hay municipios de
Cataluña, Comunidad Valenciana, Málaga y Comunidad de Madrid que obligan a realizar
un censo genético a los propietarios de perros, para controlar las heces abandonadas
(hay ya más de 40.000 canes con su ADN censado). Mascotas sí, pero el coste que
generan lo tienen que asumir sus dueños, no el resto de contribuyentes.
Todos los que operan en el sector creen que el negocio de las mascotas va a seguir
creciendo, porque España tiene todavía menos animales de compañía que otros
paises y porque los “millenials” (los
nacidos entre 1981 y 1993) son muy favorables a las mascotas, como una especie de “anticipo de la
paternidad”: en EEUU, 3 de cada 4 personas
en la treintena tienen mascotas. Otro argumento es que está aumentando la longevidad de las mascotas (como la de sus dueños), gracias a un mejor trato y mayores
cuidados veterinarios. Tal es así que los perros viven ahora 11 años de media, 6
meses más que en 2002. Y los gatos, 12,1 años, 1 año más que hace 16 años. A
más años de vida, más gastos en comida y cuidados (los más viejos necesitan más
atención). Más negocio.
Cara a este futuro, con más mascotas que vivirán más años,
los expertos apuestan por Internet, tanto para la venta de alimentos como para la
prestación de servicios por Internet, que hoy suponen sólo el 5% del mercado pero
que alcanzarán el 25% para 2022. Por eso, acaba
de salir a Bolsa en junio la empresa Chewy, el Amazon de las mascotas, que ofrece más de 45.000 productos para
mascotas a 11 millones de clientes. El valor de la acción de Chewy se ha
duplicado en pocas semanas, porque los inversores creen en este negocio de las
mascotas, que moverá 75.000 millones de dólares en EEUU este año. Otro dato: ya
han surgido 3 Fondos (Allianz Pet, Pet Care y FactSet
PetCare) que invierten exclusivamente en
empresas ligadas al sector de las
mascotas (alimentación, compañías farmacéuticas, aseguradoras, tiendas y
venta online…), con elevadas rentabilidades anuales (+10%).
Todo indica que las
mascotas son “los nuevos hijos”,
lo que resulta especialmente chocante en España,
el país con la tasa de natalidad más baja de Europa (1,23 hijos por mujer, muy por
detrás de los 1,90 de Francia, los 1,78 de Suecia o los 1,74 de Reino Unido) y
que tiene un serio problema: va a caer la
población nacida en España, de 40,45
millones de habitantes en 2018 a los
35,53 millones previstos por el INE para 2068. Cinco millones
menos de “españoles” para pagar
impuestos y cotizar (menos mal que nos “salvarán los inmigrantes), por culpa de que los nacimientos caen a la
mitad (369.302 en 2018 frente al récord de 697.697 en 1964) mientras aumentan
las defunciones, por el envejecimiento de la población. Un verdadero “suicidio demográfico” mientras los Gobiernos no hacen nada por
fomentar la natalidad y las familias tienen menos
hijos y acogen más mascotas.
Mal negocio como país.
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