enrique ortega |
Pero también el boom demográfico está mal repartido: la población se dispara en Asia, África y países emergentes, pero no en Europa, que apenas ha crecido en los últimos 30 años (de 693 a 740 millones de habitantes) y donde la ONU prevé un estancamiento hasta 2025, para caer la población hasta 2050, por culpa de la baja natalidad y el envejecimiento de la población. España seguirá esta pauta, incluso antes: este año 2011 ya está bajando la población, algo nunca visto desde 1939: perderemos 34.193 habitantes, quedando 46.118.733 a fin de año, según el INE.
La primera causa es la crisis: se están yendo los inmigrantes que llegaron con el boom (hasta un millón en 2007) y crecen también los emigrantes españoles que salen a buscar trabajo (50.521 hasta septiembre, el doble que el año pasado). Con ello, el INE espera terminar 2011 con un saldo migratorio negativo (-130.850), por primera vez en la última década: entrarán 450.000 extranjeros y saldrán 580.850 residentes (9 de cada 10, extranjeros). Desde 2009 se están marchando los inmigrantes, pero la novedad este año es que aumentan las salidas de mujeres hasta casi igualar a los hombres, quizás porque los españoles ya no las podemos pagar que nos ayuden en casa o cuiden a nuestros niños y ancianos.
La fuga de población (inmigrantes y españoles) se va a mantener en los próximos años, hasta perder 945.663 habitantes entre 2011 y 2020. Pero la crisis no es la única causa de pérdida de población: la tasa de natalidad de España, una de las más bajas de Occidente, cae desde 2009 y se espera que continúen bajando los nacimientos, al haber menos mujeres inmigrantes (generan un 20% de los nacimientos, con 1,81 niños por mujer, frente a 1,38 las españolas). Y mientras, el país envejece y aumentan las defunciones, con lo que en 2019 habrá ya más muertes que nacimientos. Y aunque hasta entonces habrá crecimiento demográfico, no ayudará a compensar la salida de inmigrantes: España perderá 567.351 habitantes hasta 2021, en que seremos 45.585.574 residentes. La pérdida de población se dará sólo en 8 autonomías, concentrándose en cinco: Cataluña (casi la cuarta parte del total), Comunidad Valenciana y País Vasco, Castilla y León y Galicia.
Para 2021, España será el país más envejecido de Occidente, según la ONU, con 9,276 millones de habitantes mayores de 64 años (20 % población). Habrá también menos niños menores de 5 años y una fuerte caída de la población entre 20 y 40 años, con lo que tendremos menos mujeres en edad fértil, menos madres para el futuro. Y como aumentará la esperanza de vida unos 6 años (84,3 para los hombres y 89,9 para las mujeres), seguirá el envejecimiento de la población, con 15,3 millones de habitantes mayores de 64 años para 2049, uno de cada tres españoles.
Menos niños, menos mujeres jóvenes y más viejos, una bomba de relojería demográfica y social. Porque si en 2011 tenemos 2 españoles activos (en edad de trabajar, aunque un 22% en paro) por 1 inactivo (con menos de 16 años o más de 64), en 2021 serán 1,7 activos por 1 inactivo y para 2049, la previsión es de 1,1 activo por 1 inactivo. Un cocktail explosivo, que no sólo se resuelve recortando las pensiones futuras y que exige tomar ya medidas demográficas. Y pensar que cuando salgamos de la crisis (que saldremos), harán falta de nuevo los emigrantes para apoyar el crecimiento, porque habremos perdido población.
España debe apoyar la natalidad, con ayudas a la conciliación familiar (horarios razonables, más guarderías públicas, trabajo a tiempo parcial), a promover el trabajo de las mujeres para que sea compatible con la maternidad (un 23 % de las mujeres con hijos menores de 5 años hayan dejado su empleo para atenderlos) y de los jóvenes, para que puedan encontrar empleo y formar una familia, ya que si no perderemos una generación de madres, las que rondan hoy los 25 años y están en paro y sin perspectivas. De hecho, España gasta poco en protección a la familia (el 0,7% del PIB frente al 2,3% en la UE) y gasta mal, por falta de coordinación entre administraciones. Así no hay manera de frenar la caída de población.
No podemos seguir perdiendo población, en España y en Europa, porque es un suicidio demográfico que nos lleva a un suicidio económico, al no contar con jóvenes trabajadores que puedan mantener a viejos que van a vivir cada vez más años. Y la emigración debe ser una variable de ajuste, no la alternativa a no tener hijos. Pero hay que ayudar a los jóvenes a tenerlos. Nos jugamos nuestro futuro.
Me parece normal que España pierda población con los tiempos que corren en estos momentos.
ResponderEliminarMuchos de los inmigrantes que llegaron aquí entre 2007 en adelante vuelvan a sus países de origen al cabo de un tiempo, al igual que hicieron muchos inmigrantes españoles cuando en España empezaron a mejorar las cosas.
Tampoco debería sorprendernos que en un mundo global como el actual los jóvenes busquen experiencias en otros países, si contando con que aquí su formación no se va a exprimir al máximo y no van a avanzar porque sectores como el farmacéutico o la ingeniería tienen mas salidas en países extranjeros. Esto es incluso recomendable. Muchos volverán para con nuevos conocimientos y formas de ver la vida.
¿Como pretenden que la natalidad no aumente? Estamos en un momento de crisis en el que 2 de cada 3 personas esta en paro y en muchas de las casas españolas no se puede hacer frente a muchos de los gastos económicos de primera necesidad (el carrito de la compra, más caro). Los jóvenes que están en edad de procrear prefieren estudiar y tener una mejor formación profesional para un mejor futuro y poder ofrecer a sus hijos una mejor vida. Como dice el texto España debe apoyar la natalidad, con ayudas a la conciliación familiar, promover el trabajo de las mujeres para que sea compatible con la maternidad y de los jóvenes, para que puedan encontrar empleo y formar una familia si no se perderá una generación de madres.Quizás aplicando esos medios las parejas tendrían mas seguridad al tener un hijo y no se plantearían tantos problemas como ahora. La baja natalidad existe por el simple hecho de que a la larga tener hijos a una temprana edad tendrá consecuencias.
El descenso de la población tampoco debería ser preocupante teniendo en cuenta las altas tasas de paro en nuestra sociedad.
Aunque con el aumento del envejecimiento peligra el sistema de pensiones publico.
Ahora solo queda esperar y ver que nos depara el futuro, pero esta claro que necesitamos una solución urgentemente sino, al cabo de unos años esto pasará una gran factura.