Por 5º año consecutivo, España será otra vez el país occidental que más crecerá en 2025 (+2,6%), según acaba de vaticinar la OCDE, tras haber crecido por encima de la media europea en 2021 (+6,7%), 2022 (+6,4%), 2023 (+2,5%) y 2024 (+3,5%), según el INE. Pero la realidad es que muchos españoles no notan en sus hogares esta “bonanza económica”, la mayoría porque la inflación de estos años “se ha comido” la subida de sueldos y además ven que han de gastar mucho más para alquilar una vivienda (comprarla es imposible para muchos) y han de dedicar más dinero para la sanidad, la educación o el cuidado de los mayores, por el peor funcionamiento del “Estado del Bienestar”, porque las autonomías han reducido el peso de los gastos sociales en sus Presupuestos.
lunes, 6 de octubre de 2025
Los salarios crecen, pero menos
Los sueldos subieron un +2,7% anual en el 2º
trimestre, la menor subida en los últimos años y menos de lo que
suben los precios (+2,9%). Lo peor es que los salarios llevan varios años creciendo
poco y los trabajadores han perdido poder adquisitivo desde 2019. Y aumenta
la brecha con los sueldos europeos, un 25% más altos. Por ello, casi la
mitad de hogares tienen problemas para llegar a fin de mes, según
el INE. Sobre todo jóvenes, mujeres y los que trabajan en los sectores y
regiones peor pagados, porque en España hay enormes diferencias de
sueldos, mientras el 70% de asalariados ganan menos
de 2.500 euros brutos mensuales. Estos bajos sueldos explican que mucha
gente no sienta en sus bolsillos la buena situación de la economía
española, que crece más que el resto. Ahora que toca a sindicatos y
patronal negociar las subidas salariales para 2026-28, urge mejorar los
sueldos más bajos, no sólo el salario mínimo. Para repartir mejor el
crecimiento y que lo note más gente. Enrique Ortega
Por 5º año consecutivo, España será otra vez el país occidental que más crecerá en 2025 (+2,6%), según acaba de vaticinar la OCDE, tras haber crecido por encima de la media europea en 2021 (+6,7%), 2022 (+6,4%), 2023 (+2,5%) y 2024 (+3,5%), según el INE. Pero la realidad es que muchos españoles no notan en sus hogares esta “bonanza económica”, la mayoría porque la inflación de estos años “se ha comido” la subida de sueldos y además ven que han de gastar mucho más para alquilar una vivienda (comprarla es imposible para muchos) y han de dedicar más dinero para la sanidad, la educación o el cuidado de los mayores, por el peor funcionamiento del “Estado del Bienestar”, porque las autonomías han reducido el peso de los gastos sociales en sus Presupuestos.
La consecuencia es, que aunque crecemos más que
Europa y creamos más empleo que nunca (hay 22 millones de personas trabajando) hay
muchas personas que no llegan a fin de mes, según la Encuesta
de Condiciones de Vida del INE : el 9,1% de los españoles llega “con
mucha dificultad” (eran el 7,8% en 2019), el 12,7% llegan “con dificultad”
(14,2% en 2019) y el 25,6% llegan “con cierta dificultad” (27,3% en 2019). O
sea, que el 47,4% de los españoles tienen algún problema para llegar a
fin de mes (49,3% en 2019), a pesar de los buenos datos económicos. Y
eso, sin olvidar que España es el 5º
país con más pobreza de Europa (19,7% de la población, 9,6 millones de
españoles ingresan menos del 60% de la media del país). Y el 2º país europeo,
tras Rumanía, con más pobreza
infantil: 2,5 millones de niños y niñas que viven en hogares pobres,
casi 1 millón de ellos con pobreza “severa”.
Así que “la economía va bien”, pero mucha
gente no lo nota y tiene dificultades económicas, como reconocen
los Barómetros del CIS. ¿Qué está pasando? Básicamente, que muchos
españoles tienen sueldos bajos y la inflación acumulada desde la
pandemia se ha comido su poder adquisitivo, junto al mayor gasto
en vivienda y servicios sociales. Y encima, los salarios están creciendo
menos que antes: el coste salarial total en el 2º trimestre fue de
2.416,50 euros brutos por trabajador, un aumento del 2,7% anual, menor al del
trimestre anterior (+3,8%) y al de un año antes (+4,1% en el 2º trimestre 2024)
y el menor aumento salarial de los últimos años, según la Encuesta trimestral de
Coste Laboral del INE.
Eso significa que los salarios están subiendo este año menos que la inflación (+2,9% hasta septiembre). Y si tomamos los años anteriores, vemos
que los
trabajadores han perdido poder adquisitivo: el coste salarial ha
subido de 2.075,43 euros a finales de 2019 a 2.416,50 euros (brutos) ahora, un
aumento salarial del +16,4%. Pero en ese mismo periodo, los precios (el IPC)
han subido un +22,4%, así que la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores
ha sido del -6% en estos 5 años y medio. Y si tomamos sólo los
trabajadores con convenio (menos que los incluidos la Encuesta del INE), la
subida salarial pactada entre 2020 y 2025 ha sido de +16,64%, lo que revela una
pérdida de poder adquisitivo similar (-5,76%).
Esto explica porque los trabajadores y sus familias tienen problemas
para llegar a fin de mes, sobre todo los jóvenes, las mujeres y las
familias con hijos o dependientes y que pagan un alquiler o una hipoteca.
Además, tras la pandemia, la brecha salarial que hemos tenido siempre con
Europa se ha agravado, porque los salarios españoles han crecido menos. Los
datos de Eurostat son claros: el salario por hora en España
era en 2024 de 18,9 euros, un 25% menos que el salario medio por hora de
la UE-27 (25,2 euros) y aún más alejado de los 27,8 euros por
hora que se pagan en la zona euro, los 22,3 euros en Italia, los 29,7 euros en
Francia, los 33,3 euros/hora en Alemania o los 43,6 euros que se pagan
en Dinamarca. Y además, entre 2020 y 2024, el salario por hora ha
subido un +11,17% en España, menos que el +17,2% que han
subido en la UE-27, el +12,92% en Francia o el +16,4% que han subido en
Alemania (en Italia han subido un +6,19%, pero en Portugal un +19,5% y en
Grecia un +20,9%).
Así que los salarios en España siguen siendo de los más
bajos de Europa y crecen poco, menos
que en la mayoría del continente. Y así viene pasando desde principios de
siglo: los salarios reales en España (descontando la inflación) han
subido sólo un +5,1% entre los años 2000 y 2024, mientras han crecido
mucho más en la mayoría de Europa, según
los datos del profesor Manuel Alejandro Hidalgo, que trata de explicar por
qué los salarios medios en España son entre un 35 y un 40% inferiores a los de
Alemania, Francia y los paises nórdicos.
La razón principal es que somos un país menos
productivo que ellos: producimos menos por trabajador y por eso los
sueldos son más bajos. De hecho, España es la 4ª mayor economía europea, porque
el valor de lo producido (PIB:
1.594.330 millones de euros en 2024) sólo lo superan Alemania (4.328.970
millones euros), Francia ( 2.921.412 millones) e Italia ( 2.199.619 millones euros). Pero
este es
un dato engañoso, porque hay que tener en cuenta la población, lo que
produce cada país por habitante. Y lo que ha pasado en España tras la pandemia
es que el PIB ha crecido mucho (+27% entre 2019 y 2024) pero también ha
crecido mucho la población residente, por los inmigrantes (de 47
a 49 millones). Así que el PIB por
habitante ha crecido menos (de 26.670 euros en 2019 a 32.461 en 2024,
+21,7%).
Y al tener en cuenta lo que producimos por habitante, España
ya no es la 4ª principal economía de Europa, sino que somos
el país europeo nº 14 por productividad
(PIB por habitante), por detrás de Luxemburgo, Irlanda, Paises Bajos,
Dinamarca, Bélgica, Austria, Alemania, Suecia y Malta (los 9 paises más
productivos que la media de la UE-27), Finlandia, Francia, Italia y Chipre.
Concretamente, producimos por habitante el
92% de la media europea, mientras Francia produce el 99%, Alemania el
115% y Paises Bajos el 136%. Por eso, los salarios españoles son más bajos que
los de otros paises.
Pero hay otras razones que explican esta menor
productividad y están detrás de que España tenga los sueldos entre un
35 y un 40% más bajos que los paises más productivos de Europa. Una, que
estamos comparando el total de los trabajadores de cada país: si comparásemos
trabajadores similares de España y Alemania (con similar edad, formación,
ocupación y tipo de contrato), la “brecha salarial” se reduciría a la mitad (al
17%), según
el profesor Hidalgo, quien hace hincapié en dos factores que explican la
mitad de la diferencia salarial de España con Alemania y la Europa rica: la
formación y la experiencia de los trabajadores.
La menor formación de la mayoría de los
trabajadores españoles explicaría por sí sola una cuarta parte de la brecha
salarial con Alemania, por ejemplo. Y otra cuarta parte viene de la “menor
experiencia” de nuestra mano de obra, debido a que la anterior
regulación laboral ha incentivado una excesiva rotación en los empleos,
acumulando menos experiencia. Además, hay otros
factores que explican la menor productividad
y la consiguiente diferencia salarial: el tipo de economía (en España pesan
más los servicios que la industria, mejor pagada), el menor uso de la
tecnología y la digitalización, la menor tecnología e innovación en los
procesos productivos, el menor tamaño de nuestras empresas (las grandes son más
productivas), la menor internacionalización (los exportadores son más
productivos), la menor formación de los empresarios, una sindicalización menor
y una mayor regulación y burocracia…
Así que ya sabemos el camino (no sencillo) para
conseguir subir más los salarios y acercarnos a los europeos: más
formación, más tecnología e innovación, empresas más grandes y mejor
gestionadas, menos regulación, más industria y más exportación… En
definitiva, modernizar la economía y capacitar a los trabajadores para producir
más por persona y así cobrar más. Un proceso que tarda años y que es el
objetivo a medio plazo del Plan de recuperación y de los Fondos europeos. Pero
antes, hay que mejorar cuanto antes una parte de los salarios que
tenemos, los más bajos, porque es la única manera de seguir alimentando
el consumo, que junto al turismo y las exportaciones, son el motor del
crecimiento español. No basta sólo con que el conjunto de salarios suban más (y
no pierdan poder adquisitivo) sino empezar a corregir la desigualdad salarial
que hay en España, que es tremenda.
El gran problema de los salarios españoles es que muchos de
ellos son bajos, con lo que hay muchos trabajadores propensos a tener problemas
para llegar a fin de mes. Lo revelan los últimos datos del INE (Decil de salarios 2023):
el salario medio bruto era de 2.273 euros mensuales en 2023 (1.932
euros netos), sólo 290 euros más que en 2019 (ha subido un +14,66%
mientras la inflación subía más estos cuatro años: +17,9%). Pero lo más
llamativo es que 5,4 millones de asalariados cobran menos de 1.534,7 euros
brutos mensuales (1.304 netos) y otros 7,2 millones ganan entre 1.534 euros
brutos y 2.548 euros (2.166 netos). En definitiva, que el 70% de los asalariados
(12.600.000) ganan menos de 2.166 euros netos al mes. Y ganan aún menos
las mujeres (2.063 euros brutos), los más jóvenes (1.387 euros
brutos entre 16 y 24 años), los poco formados, los que trabajan a
media jornada (ganan menos de 1.534 euros brutos), los que tienen contrato
temporal (1.832 euros brutos), los que trabajan en el campo, la
hostelería, el servicio doméstico y la construcción, los que trabajan en micropymes
(la mayoría ganan menos de 1.534 euros brutos) y los asalariados de Extremadura,
Canarias, Castilla la Mancha, Murcia, Valencia o Andalucía.
Todos estos colectivos son los que las pasan
canutas para llegar a fin de mes y no acaban de ver que la economía
“vaya bien” , aunque crezcamos más que el resto. Por eso, la prioridad
de la próxima negociación salarial, que deben abordar sindicatos y patronal
para firmar otro
Acuerdo para 2026-2028, debería ser subir más los salarios más bajos,
para reducir las tremendas desigualdades actuales y mejorar la vida de muchos
hogares con problemas para llegar a fin de mes. Una medida importante será volver
a subir el Salario Mínimo en 2026, tras subirlo de 735 euros en 2018
a 1.184 en 2025 (+61%), porque afecta a 2,5 millones de asalariados con los
sueldo más bajos (dos tercios mujeres y una cuarta parte jóvenes) y porque la
subida del SMI “tira” del resto. Pero además, habría que ir sector a sector subiendo los sueldos más bajos, para reducir desigualdades.
España lleva décadas compitiendo en el mundo
gracias a nuestros bajos sueldos. Es hora de dejar de ser “la China
de Europa” y empezar a competir más en innovación, tecnología y bajando otros
costes (la energía, por ejemplo, gracias a las renovables), aumentando el peso
de la industria y los sectores de futuro, que conllevan más productividad y
mejores sueldos. Las empresas llevan 5 años mejorando ventas y márgenes,
aumentando sus beneficios, y es hora de que también los trabajadores se
beneficien de la recuperación, con mejores sueldos, sobre todo los que
menos ganan. Unos sueldos más decentes son además la base de un mayor
consumo, mayor crecimiento y más empleo. Hay que conseguir que más
españoles noten la mejoría de la economía, repartir mejor el crecimiento.
Y para eso tienen que subir más los salarios en los próximos años, sobre todo
los más bajos. Se puede y se debe.
Por 5º año consecutivo, España será otra vez el país occidental que más crecerá en 2025 (+2,6%), según acaba de vaticinar la OCDE, tras haber crecido por encima de la media europea en 2021 (+6,7%), 2022 (+6,4%), 2023 (+2,5%) y 2024 (+3,5%), según el INE. Pero la realidad es que muchos españoles no notan en sus hogares esta “bonanza económica”, la mayoría porque la inflación de estos años “se ha comido” la subida de sueldos y además ven que han de gastar mucho más para alquilar una vivienda (comprarla es imposible para muchos) y han de dedicar más dinero para la sanidad, la educación o el cuidado de los mayores, por el peor funcionamiento del “Estado del Bienestar”, porque las autonomías han reducido el peso de los gastos sociales en sus Presupuestos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario