Enrique Ortega |
Los muertos en el mundo por la pandemia también llevan tres semanas bajando, de 69.500 semanales a finales de agosto a unos 55.000 ahora. Hoy se alcanzan los 4.748.389 muertos por COVID 19 (2.818.000 de ellos fallecidos este año 2021, el 60% del total), según la Universidad John Hopkins. Casi la mitad de los muertos se han producido en América (2.188.289 fallecidos) y otra cuarta parte larga en Europa (1.322.629 fallecidos), seguidas del sudeste de Asia (672.295 muertos), el Mediterráneo oriental (285.430), África (144.338) y el Pacífico (111.882 muertos), según la OMS. Los paises con más muertos por la pandemia son EEUU (688.033), Brasil (594.443) e India (447.194 fallecidos), seguidos a distancia por México (275.450 muertos), Rusia (200.245), Reino Unido (136.529), Italia (130.697), Colombia (126.145), Irán (119.360), Francia (117.182), Argentina (114.862), Alemania (93.409) y España (86.229 muertos, 35.392 de ellos este año 2021).
En Europa, los contagios por COVID 19 también han bajado en septiembre, alcanzando ahora una media de 155 contagios por 100.000 habitantes, según el Centro Europeo de Prevención de Enfermedades (ECDC), que vaticina nuevas bajadas, salvo en Italia y Alemania, donde la pandemia se mantiene estable. España ha pasado de ser uno de los paises con más contagios (finales de julio y agosto) a ser ahora (viernes 24 septiembre) el tercer país europeo con menos incidencia del virus, según Sanidad: 69,37 contagios por 100.000 habitantes (viernes 24), solo más que Polonia (23) y Chequia (56,2) y muy por debajo de la incidencia en Reino Unido (650,9), Francia (149,1), Alemania (147,3), Portugal (124,1) e Italia (97,7).
Esta drástica bajada de la incidencia en los dos últimos meses (del techo de la 5ª ola, los 701,91 contagios del 27 de julio a los 69 del viernes 24 de septiembre) ha sido generalizada en la mayoría de las autonomías, aunque ha sido mayor en tres regiones que tienen ya una baja incidencia: Asturias (17,77 contagios por 100.000 habitantes), la única autonomía en situación de “normalidad” (menos de 25 contagios), Galicia (45,97 contagios) y Castilla y León (49,06), según Sanidad. Las restantes están en un nivel de “riesgo medio” (50 a 150 contagios por 100.000 habitantes): Ceuta (142,51), Cantabria (100,19), Baleares (92,95), Cataluña (85,69), Aragón (80,61), Murcia (83,24), Castilla la Mancha (78,62), Navarra (65,49), Extremadura (63,44), Andalucía (60,91), Canarias (60,39) y Comunidad Valenciana (52,66). Sólo Melilla tiene un “riesgo alto”, con 167,67 contagios por 100.000 habitantes.
Los nuevos contagios (esta 5ª ola ha sumado 1.173.000, 1 de cada 5 contagiados en esta pandemia) se producen casi en su totalidad (98,6% de los positivos) por la variante Delta (India), más contagiosa y proclive a la hospitalización. Y siguen contagiándose más que la media los niños (113,19 contagios/100.000 habitantes en menores de 11 años) y los jóvenes y adolescentes (73,90 contagios entre 30 y 39 años, 70,22 entre 20 y 29 y 64,37 entre 12 y 19 años), según Sanidad. Pero han vuelto los contagios a los mayores de 80 años (67,92 contagios por 100.000 habitantes), aunque son menos graves porque están todos vacunados. Ahora se están haciendo menos pruebas (PCR y test antígenos), unas 615.000 diarios frente a 717.000 a principios de septiembre, pero han bajado mucho los positivos: son 3,52% de media (sólo Aragón, Castilla la Mancha, Murcia, Ceuta y Melilla superan el 5% de positivos), por debajo del 4% que la OMS utiliza como umbral para considerar una pandemia “bajo control”. Y la velocidad de transmisión (Rt) del virus es ahora muy baja, 0,64: cada positivo contagia a menos de 1.
Esta bajada drástica de positivos y contagiados se traduce en una caída importante de las hospitalizaciones por COVID: de alcanzar un máximo de 10.578 hospitalizados (el 8,90% de las camas disponibles) el 2 de agosto se pasó a 6.245 el 3 de septiembre y a 2.951 este viernes 24. Un 2,5% de ocupación hospitalaria, un “riesgo bajo”, sólo algo más preocupante en el País Vasco (5,16% de ocupación: un riesgo “medio”), con 6 autonomías en situación de “normalidad hospitalaria” (menos 2% camas COVID): Galicia, Asturias, la Rioja, Murcia, Comunidad Valenciana y Extremadura. En paralelo, también han caído drásticamente los enfermos COVID en UCIs: de un máximo de 2.031 camas ocupadas el 9 de agosto (el 21,98 % de las UCIS) se pasó a 1.460 el 3 de septiembre y a 850 camas COVID en UCIs el viernes, según Sanidad. Un 9,52% de ocupación UCI, que significa un “riesgo bajo”, aunque se supera en Madrid (18,47% ocupación UCIs: “riesgo alto”) y en otras 7 autonomías, con “riesgo medio” (10-15% ocupación UCIs): Cataluña (14,49%), País Vasco (12,89%), Aragón (11,16%), Canarias y Navarra (10,66), Baleares (10,33%), Castilla la Mancha (10,31%)..
Lo peor de la pandemia sigue siendo que deja demasiadas muertes, aunque también han bajado respecto a agosto (1.530 muertes la cuarta semana de agosto y 795 en la semana a caballo entre agosto y septiembre): han sido 446 muertes la última semana (viernes17-viernes 24), frente a 493 la anterior y 495 la primera semana de julio, con una media de 100 muertes diarias por COVID (bajaron a 44 el viernes). La cifra más alta de fallecidos se da en Madrid (27 la última semana), seguida de Andalucía (23), Extremadura (17), Castilla y León y Comunidad Valenciana (15 cada una). Los muertos han vuelto a las residencias de ancianos (800 fallecidos y más de 9.000 contagiados en esta 5ª ola), aunque han bajado mucho en septiembre, a 76 muertes por semana frente a 176 a mediados de agosto. Con todo, la reinfección supone un grave riesgo, por sus patologías previas, y se va a vacunar en breve con una 3ª dosis a los 300.000 ancianos que viven en residencias.
Esta importante mejoría en la pandemia, desde finales de agosto y más en septiembre, se debe sobre todo al avance de la vacunación en los dos últimos meses, aunque ahora el ritmo ha bajado (de los 500.000 vacunados diarios en vacaciones a los 200.000 actuales). Con todo, ya tienen 1 dosis el 79,2% de la población (37,57 millones de personas) y están inmunizados (con las 2 dosis o con una los contagiados que se hicieron PCR) el 76,6% de la población (36,33 millones), aunque los expertos creen que no es suficiente para lograr la inmunidad de rebajo, que hay que llegar al 90% de población vacunada.
Para conseguirlo, es
urgente seguir con las vacunaciones y repescar
a los que todavía no se han puesto la 2ª dosis (y sobre todo, los que no
tienen ni la primera), porque son muchos:
4.853.904 personas mayores de 12 años todavía sin inmunizar, según se
deduce del último balance
de vacunación de Sanidad (al 23 de septiembre). De ellos, la prioridad debe
ser completar la 2ª dosis de los mayores
de 40 años, porque falta inmunizar totalmente a 1 millón de ellos:
51.493 de 70 a 79 años, 160.042 de 60 a 69 años, 464.201 de 50 a 59 años y
331.262 de 40 a 49 años. Y entre los jóvenes
y adolescentes, hay otros 3,84 millones
sin completar la vacunación: 1.658.181 de 30 a 39 años, 1.146.102 de 20 a
29 años y 1.042.623 de 12 a 19 años. Un reto de vacunación (4,8 millones)
que debe completarse entre octubre y
noviembre, si queremos evitar una 6ª ola de contagios en Navidad.
En paralelo a las vacunaciones, habría que seguir con las restricciones en los contactos, insistiendo en evitar aglomeraciones y mantener distancias de seguridad y mascarillas. De momento, la mayoría de las autonomías han levantado sus restricciones en los últimos días (con Madrid a la cabeza), en la hostelería (ampliando horarios y aforos), el ocio nocturno, la cultura y espectáculos, así como en el comercio, mientras se ha reducido el teletrabajo y vuelve la enseñanza presencial, lo que agrava el riesgo de contagios y ya está reduciendo el ritmo de bajada de esta 5ª ola (a primeros de septiembre, la incidencia bajaba de 10 en 10 puntos y la última semana baja sólo 4 puntos diarios: 2 puntos el viernes).
Hay que tener cuidado con “abrir la mano” demasiado, porque el COVID 19 sigue ahí y puede volver a mutar, ahora que tiene menos población sin vacunar. Y no se sabe cómo se comportará cuando llegue el otoño y aparezcan otros virus estacionales (como la gripe). Ahora que estamos “al final del camino”, cerca de la “normalidad” (menos de 25 contagios por 100.000 habitantes), no podemos bajar la guardia y poner en peligro la salud y la recuperación. La economía ha empezado a crecer (un 1,1% en el 2º trimestre, según el INE), aunque menos de lo que se creía, y las empresas recuperan ventas y beneficios, mientras sigue creándose empleo (podrían ser +80.000 en septiembre, el 5º mes con aumento de ocupados), que ya roza el empleo que teníamos antes de la pandemia. Y con el tirón del turismo interior este verano y el aumento del consumo (50.000 millones ahorrados durante la pandemia que se están gastando), se espera que la economía crezca este año un +5% y +7% en 2022, recuperando así lo perdido en 2020 (-10,8%), con la ayuda de los Fondos europeos.
Pero esta recuperación económica se puede ir al traste si repuntan los contagios y no avanza la vacunación entre esos 4,8 millones de españoles que todavía no están inmunizados. Por eso hay que ser cuidadosos en la retirada de restricciones, en mantener distancias y mascarillas, en la vuelta al trabajo y a estudio y en reforzar la sanidad pública este otoño, con un Plan de choque para ultimar las vacunaciones y poder volver a la normalidad en la atención de los centros de salud, especialistas y hospitales. La pandemia no ha acabado.
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