lunes, 20 de septiembre de 2021

Los ganadores y perdedores de la pandemia

Parece claro que con la pandemia hemos perdido todos, en vidas, salud, empleos, empresas e ingresos. Pero si se mira con detalle, se ve que unos han perdido más que otros, sobre todo los jóvenes, mujeres e inmigrantes que trabajaban en hostelería, turismo, comercio, transporte, construcción y algunas industrias, especialmente en Baleares, Canarias, Cataluña, Madrid y la Rioja. Y resulta llamativo que, en este balance, hayan salido ganando algunos sectores y empresas, que ya venden incluso más que antes de la crisis: alimentación, supermercados, ventas online, logística, ocio digital, telecomunicaciones, sanidad privada, educación online, finanzas y farmacéuticas, mientras tienen más empleo que antes de la pandemia Andalucía, Murcia, Extremadura y Castilla la Mancha. Son los ganadores y perdedores de una crisis que ha agravado la desigualdad. Ahora, cuando ha empezado la recuperación, es importante volcarse más en los perdedores. Y aprovechar los Fondos europeos y el Plan de recuperación para modernizar la economía y conseguir ser menos vulnerables cuando llegue la próxima crisis.

Enrique Ortega

La recesión provocada por la pandemia ha sido la más grave del último siglo, desde la crisis de 1929. Y también ha sido muy diferente a la crisis financiera de  2008, que duró hasta 2014 y coleó hasta 2018. La anterior recesión se inició en EEUU, pero enseguida se contagió a todo el mundo, desde Europa a los paises en desarrollo, con caídas generalizadas en la economía y el empleo. Ahora, esta recesión provocada por el COVID19 ha sido más desigual, afectando más a unos paises que a otros. Así, España fue el país occidental que más cayó en 2020 (-10,8% el PIB), mientras la zona euro caía menos (-6,5%), la Europa rica del norte aún menos (-4,8% Alemania y -2,8% Finlandia), también menos EEUU (-3,5%) y Japón (-4,8%) e incluso China creció en el primer año de la pandemia (+2,3%). Otra diferencia es que esta crisis va a ser más corta que la de 2008, por las ayudas públicas: hay muchos paises que en 2021 van a recuperar el crecimiento perdido (España en 2022), mientras en la anterior crisis financiera, los paises necesitaron entre 4 y 6 años para recuperarse.

En España, el impacto económico de la pandemia también ha sido muy desigual, tanto entre los trabajadores como entre empresas, y también por regiones, afectando más negativamente a las actividades ligadas al turismo, la hostelería y los servicios. Y golpeando especialmente a los jóvenes, las mujeres y los inmigrantes (igual que en la anterior crisis). En líneas generales, podríamos hacer una lista de los perdedores de esta crisis: hostelería y turismo (perdieron 70.000 millones de ingresos en 2020 y habrán cerrado 85.000 bares y restaurantes), el comercio minorista (caída de ventas del -6,8% en 2020, 63.000 millones perdidos y 63.000 negocios cerrados), el transporte (estiman una pérdida de 50.000 millones), el ocio y cultura, la construcción (caída del 15%) y las inmobiliarias, además de muchas industrias, como el automóvil (400.000 coches menos vendidos en 2020). Y un sinnúmero de pymes y  autónomos, que escapan de las grandes estadísticas.

Pero también ha habido ganadores en esta crisis: el sector de la alimentación y los supermercados (un ejemplo: Carrefour disparó su beneficio en España un 120%, tras la mayor cifra de ventas desde 2008), el comercio online (Amazon y también la venta de ropa por Internet: Inditex vende ahora un 9% más que antes de la pandemia y tiene beneficios históricos, con 800 tiendas menos), la logística y distribución (incluyendo la comida a domicilio), la industria ligada al ocio (Netflix) , las videollamadas (Zoom, WhatsApp), el juego y los videojuegos online, las empresas tecnológicas y de ciberseguridad, la sanidad privada, la educación online, las finanzas y seguros y la industria farmacéutica.

Esta es la “impresión” de los ganadores y perdedores, a bote pronto. Pero Estadística nos acaba de aportar datos concretos, en la última estadística del PIB trimestral (2º trimestre 2021). Ahí se ve que, en el último año y medio, la economía española ha caído un -3,7% (-5,4% en el primer trimestre de 2020, -17,8% en el 2º, +17,1% en el 3º, 0% en el 4º, -0,4% en el primer trimestre de 2021 y +2,8% en el 2º trimestre de este año). Pero no todos los sectores han caído, así que gracias a esta estadística, podemos concretar los sectores perdedores  y ganadores de la pandemia, los que han caído y los que han crecido en el último año y medio.

Y así resulta esta lista de los sectores perdedores de la pandemia: construcción (su aportación al PIB cae -15% en el último año y medio), ocio (-6,6%), información y comunicación (-4,5%), actividades profesionales, científicas y técnicas (-3,4%), inmobiliarias (-1,5%) y la última, curiosamente, comercio, transporte y hostelería (-0,4%), debido a que cayó mucho en la primera mitad de 2020 pero luego, al acabar el confinamiento ha estado creciendo y tirando del conjunto de la economía hasta ahora. La estadística del INE revela que hay sectores ganadores de la pandemia, cuyo balance es de un crecimiento en el último año y medio: banca y seguros (su aportación al PIB crece +7,2%), Administraciones Públicas, educación y sanidad (+5,6%), por las ayudas públicas y el aumento de empleo, la agricultura, ganadería y pesca (+4,8%) y la industria manufacturera (+1,7%).

Otro estudio reciente, publicado por la AIReF, nos permite analizar la caída de actividad por la pandemia en las autonomías, donde su impacto económico ha sido también muy desigual. Ahí se estima que la economía española ha caído un -6,8% sobre los niveles pre-crisis (entre enero 2020 y junio 2021). Y que hay 5 autonomías que han caído más que la media española: Baleares (-16,9%), Canarias (-9,6%), Cataluña (-8,1%), Madrid (-7%) y la Rioja (-6,9%). Y aunque ninguna autonomía ha recuperado todavía el crecimiento de 2019, hay 4 regiones que son las que menos han sufrido los efectos económicos de la pandemia: Extremadura (cae -3,7%), Castilla la Mancha (-4,1%), Murcia (-4,4%) y Galicia (-4,7%). Y las 8 autonomías restantes tienen un balance intermedio, con caídas del -6,6 al -5,3%.

Un balance importante es el del empleo con la pandemia. La última EPA (2º trimestre 2021) permite saber los empleos perdidos en el último año y medio (enero 2020-junio 2021) en España: se han perdido 295.200 empleos netos (19.671.700 ocupados frente a 19.966.900), aunque falta recuperar 200.000 empleos en los hombres y sólo 95.00 en las mujeres. Por edades, todavía hay menos jóvenes trabajando que en 2019, pero hay más ocupados de 45 a 49 años (+54.500) y de más de 55 años (+237.000), los menos afectados laboralmente por la pandemia. Y es importante saber que hay ya más gente trabajado en la construcción (+40.900 que en 2019) y en el campo (+17.200), aunque todavía trabajan menos que antes de la pandemia en la industria (-98.600) y, sobre todo, en los servicios (-254.800). También destaca que 5 autonomías tienen ya más gente trabajando que antes del COVID: Murcia (+36.700), Extremadura (+20.500), Andalucía (+18.000), Castilla la Mancha (+15.300) y Canarias (+12.000 ocupados que a finales de 2019).

El mencionado informe del INE sobre el crecimiento del 2º trimestre revela también datos significativos sobre el empleo, como que 40 de los 78 sectores económicos han recuperado ya (en junio de 2021) el empleo de 2019 y  algunos lo han mejorado. Los que ganan empleo, en línea con lo que refleja la EPA, son la construcción (+2,6%), la logística y el sector de la información y las comunicaciones (+11,5%), la banca y seguros (+5,1%) y la Administración pública, Educación y Sanidad (+15,4% empleo). Y en el otro extremo, los sectores que han perdido más empleo con la pandemia son el comercio, transporte y hostelería (el empleo ha caído un 35,1%), el ocio y las actividades recreativas y artísticas (-25,3%), la industria (-22,8%), las inmobiliarias (-15,7%) y el campo (-10,3%).

Para terminar este balance, la Seguridad Social nos da también pistas sobre los efectos de la pandemia, con los afiliados, que ya casi son tantos como antes del COVID: 14.777.429 afiliados a la SS a finales de agosto de 2021 frente a 19.479.814 afiliados en febrero de 2020. Eso indicaría que el empleo, la afiliación, se ha recuperado ya en año y medio de recesión por la COVID, cuando en la anterior crisis (2008), el empleo tardó en recuperarse en España 129 meses (más de 10 años), según la Seguridad Social. Hay dos motivos. Uno, que entonces se apostó (en España y en Europa) por los recortes (que agravaron la recesión y destruyeron empleo) y ahora se ha optado (en España y en Europa) por las ayudas públicas, que han mitigado la recesión. Y el otro motivo son los ERTEs, un mecanismo que ha permitido “aparcar” trabajadores de sectores en crisis (hubo 3.552.326 trabajadores en lo peor de la pandemia y ahora hay 272.190), cobrando el 70% sueldo y cotizando por ellos.

Parece que lo peor de la recesión COVID ha pasado y que la recuperación económica se inició en España esta primavera, con un crecimiento del PIB del +2,8% en el 2º trimestre, según el INE, tras caer la economía en el anterior (-0,4%) y estancarse a finales del año pasado (+0% PIB 4º trimestre), tras el tirón aislado del verano 2020 (+17.1%). Este fuerte crecimiento de la economía española ahora es mayor que el europeo (+2,1% la UE-27) y que el de los grandes paises del continente (+2,7% Italia, +1,6% Alemania y +1,1% Francia), según Eurostat, y sólo nos supera el crecimiento actual de Irlanda (+6,3%), Portugal (+4,9%), Letonia (+4,4%), Austria (+3,6%), Grecia (3,4%) y Paises Bajos (+3,1%).

Un indicador clave de la recuperación es que muchas empresas ya han recuperado su nivel de ventas anterior a la pandemia. Y algunas, sus beneficios. Así, las empresas cotizadas ganaron 30.304 millones de euros en el primer semestre, frente a los 14.144 millones perdidos el primer semestre del año pasado, en plena pandemia. Y eso se debe básicamente a una recuperación de las ventas, que han crecido un 5,63%.

Hay sectores, como la construcción, que espera crecer este año un 7%, gracias al aumento de obra nueva y a la rehabilitación de viviendas, mientras las grandes constructoras han duplicado sus beneficios en el primer semestre. La industria también se recupera y los indicadores señalan que crece al mayor ritmo de los últimos 23 años, aunque tienen dos preocupaciones: la falta de suministros (chips, materias primas) y la subida de precios de los suministros y la energía, que dificulta el aumento de la producción. La hostelería y el turismo, muy dañados, también se recuperan, con una afluencia de inversiones a la compra de hoteles. Sin embargo, el sector se queja de falta de mano de obra formada, como también la construcción, en ambos casos porque las dos crisis han provocado fuga de trabajadores (en la construcción estiman que faltan 700.000 trabajadores para ejecutar los proyectos europeos previstos de aquí a 2026). Y la gran banca ha vuelto a tener ya grandes beneficios: +11.127 millones en el primer semestre (frente a unas pérdidas de -11.495 en ese periodo de 2020), gracias al aumento del crédito y las menores provisiones y a pesar del coste que han tenido con el cierre de oficinas y despidos (14.000 en 2021).

Mientras las empresas que han sobrevivido a la pandemia (44.640 han cerrado, según Cepyme) recuperan ventas y beneficios, los trabajadores con empleo apenas han visto aumentar sus sueldos, un 1,5% los que han firmado convenio este año (frente a un 3,3% que han subido los precios). Y un dato muy esclarecedor: en el inicio de la recuperación, caen los costes laborales: un -0,7% anual, lo que contrasta con el aumento del +3,6% de los beneficios empresariales (excedente bruto de explotación). Eso se explica porque las empresas están haciendo frente a la recuperación con menos trabajadores que tienen sueldos más bajos (nuevos contratos) que antes de la pandemia.  Por eso, este otoño saltará el debate de que han de subir los salarios (no sólo los 15 euros mes que sube el salario mínimo), ahora que las empresas recuperan ventas y beneficios y dado que la inflación está muy alta (+3,3%) y seguirá elevada. La subida de salarios (mayor del 2% previsto antes) y la creación de empleo serán así, las dos asignaturas pendientes de la recuperación.

Con todo, el gran reto ahora es terminar con la pandemia (será un riesgo también económico hasta que estén vacunados el 90% de los españoles) y poner en marcha el Plan de recuperación presentado por el Gobierno en Bruselas, acelerando las inversiones previstas y los proyectos, que van a contar con 70.000 millones de ayudas europeas. Los primeros 9.000 millones llegaron en agosto y se prevé recibir otros 15.000 millones antes de fin de año. Hacienda dice que el 41% de este dinero está ya comprometido y que el 18,7% ya se ha transferido (la mayoría a las autonomías). Ahora falta acelerar los proyectos y que este dinero público (de la UE y de los Presupuestos) movilice mucho más en inversiones privadas. Y que se gaste bien, con agilidad y eficacia, buscando crear empleo y modernizar la economía.

La pandemia ha sido una dura prueba, que ha dejado al descubierto las debilidades de la economía española (un país de playas, hoteles y bares, pero poco competitivo). Pero es también una oportunidad histórica para cambiar y modernizar la economía y el país, poniendo en marcha las reformas que llevan décadas pendientes (laboral, pensiones, energética, tecnológica, educativa, de servicios públicos, empresarial) y consiguiendo unas empresas más competitivas y que creen más empleo estable. Ahora vamos a tener un Plan y dinero. Falta pactar los proyectos, agilizarlos y aplicarlos con rigor. Se puede. Hagámoslo.


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