Los contagios llevan casi dos semanas disparados, superando los 316 casos por 100.000 habitantes, por encima del “pico” de la 4ª ola (abril 2021) y de la 1ª (abril 2020). El detonante son los contagios entre jóvenes, acelerados por el auge de la variante india, dominante ya en 4 regiones y en toda España para agosto. Pero esta variante también crece en Europa y los paises tienen muchos menos contagios que España, el segundo con más incidencia, tras Reino Unido, quizás porque los jóvenes tienen aquí más contactos y ocio nocturno. De momento, 8 autonomías están “en riesgo extremo” (las peores, Cataluña, Castilla y León, Cantabria y Navarra) y varias se plantean restringir el ocio nocturno y controlar horarios, mientras empiezan a vacunar a menores de 40 años. Con este repunte, se arriesga el turismo (Francia y Alemania recomiendan no viajar a España) y la recuperación económica. O se controlan los contagios, la movilidad y el ocio este verano, o no paramos esta 5ª ola hasta septiembre. No aprendemos.
Enrique Ortega |
En el mundo, los contagios por la COVID están subiendo ligeramente en las últimas tres semanas, en torno a los 464.000 diarios. Hoy, cumplido el primer año y medio de la pandemia, son ya más de 186 millones de personas contagiadas en 193 paises, según la Universidad Johns Hopkins. El continente más afectado sigue siendo América (73,45 millones de contagiados), pero se acercan Europa (56,73 millones) y el Sudeste asiático (35,72 millones), seguidos a distancia por el Mediterráneo oriental (11,34 millones), África (4,31 millones) y el Pacífico (3,73 millones de contagiados), según la OMS. Por paises, sigue liderando los contagios Estados Unidos (33,8 millones), pero se ha acercado en los últimos meses la India (30,8 millones), seguida de Brasil (19,08 millones) y, a distancia, Francia (5,8 millones), Rusia (5,7), Turquía (5,4), Reino Unido (5,1), Argentina (4,6), Colombia (4,4), Italia (4,27), España (3,97 millones) y Alemania (3,74 millones).
Los muertos por la pandemia siguen bajando, por debajo de los 8.400 fallecidos diarios, aunque el mundo ha superado ya los 4 millones de muertes por la COVID 19 (4.031.711 hoy), de ellas la mayoría en este año 2021 (2,2 millones de muertes desde enero), según la Universidad John Hopkins. Casi la mitad de los muertos se han dado en América (1.930.948) y más de la cuarta parte en Europa (1.194.308 fallecidos), seguidos muy de lejos por la mortalidad en el Sudeste asiático (505.706), el Mediterráneo oriental (221.164), África (101.541) y el Pacífico (57.154 muertes), según la OMS. Por paises, el ranking de mortalidad por COVID 19 lo encabeza EEUU (607.156 fallecidos), con Brasil (533.488) e India (408.764), seguidos de lejos por Rusia (140.635 muertos), Reino Unido (128.691), Italia (127.775), Colombia (111.731), Argentina (98.781), Alemania (91.245) y España (81.003 muertos).
En Europa, los contagios por COVID 19 han subido en la última quincena, por primera vez tras 11 semanas bajando, aunque la incidencia global es baja, 40 contagios por 100.000 habitantes. Pero preocupa el avance de la variante “Delta” (india), un 60% más contagiosa, que será dominante en agosto en el continente. De momento, lo es en los dos paises donde se han disparado los contagios, Reino Unido (507 contagios el viernes, 10 veces los que tenía a principios de junio) y Portugal (254 contagios, frente a 51 a comienzos de junio). Y en medio está España, el 2º país con más contagios de Europa: 316,17 el viernes 9 de julio, un salto desde el “suelo” de 92,25 contagios alcanzado el 22 de junio. Con muchos menos contagios están Francia (51,9), Italia (18,9), Alemania (10,7), Paises Bajos (90,3), Bélgica (87,6), Suecia (34,8), Austria (13,6), Polonia (3,3) y hasta Irlanda (117), según Sanidad.
El problema es que esta 5ª ola ha disparado los contagios muy rápidamente (en 2 semanas se ha pasado de 95 a 316 contagios/100.000 habitantes en los últimos 14 días) y que ya supera el techo máximo de contagios de la 4ª ola, la de Semana Santa (235,59 contagios el 26 de abril) e incluso el techo de contagios de la 1ª ola (217,3 contagios el 5 abril 2020). O sea que estamos ante una “5ª ola disparada”, que ha crecido por culpa del auge de la variante Delta (india), dominante ya en 4 autonomías (Cataluña, Madrid, Navarra y la Comunidad Valenciana) y en los cuerpos de los jóvenes, que sufren una incidencia de contagios mucho más virulenta. Así, los jóvenes de 20 a 29 años tenían el viernes un nivel de contagios de 1.047 por 100.000, más de tres veces la del conjunto de España. Y los jóvenes de 12 a 19 años tienen una incidencia de 891 contagios, casi el triple que la media, de la que también suben las personas de 30 a 39 años (392 contagios), siendo mucho más baja en edades más maduras (193 de 40 a 49 años y 107 de 50 a 59 años) y muy baja entre los mayores (93 entre 60 y 69 años, 37 entre 70 y 79 y 45 contagios/100.000 entre los mayores de 80 años).
El detonante de esta 5ª ola ha sido la mayor movilidad de los jóvenes tras el fin de los estudios y la EVAU, lo que ha multiplicado los contactos por toda España y la aparición de brotes, desde Mallorca a Conil o Salou, ligados a la mayor conectividad y el ocio nocturno. Y todo propiciado por el hecho de que la gran mayoría de jóvenes no están vacunados. Tampoco en Europa, pero todo parece indicar que en España tienen una mayor “cultura de ocio compartido”, se concentran más en la calle, playas y botellones, sin precaución suficiente (distancia, mascarillas) y sin que las autonomías lo hayan evitado.
Con todo, esta 5ª ola es muy desigual por autonomías, según los datos de Sanidad del viernes 9. Tenemos un grave problema de contagios en 8 regiones, que están “en riesgo extremo” (más de 250 contagios por 100.000 habitantes): Cataluña (725,59), Castilla y León (488,87), Cantabria (437,98), Navarra (411,22), Asturias (324,80), Aragón (300,14), Baleares (277,41) y Comunidad Valenciana (263).Y están en “riesgo alto” (150-250 contagios) otras 6 autonomías: Andalucía (242), Extremadura (229), País Vasco (226), La Rioja (213,81), Canarias (201,52) y Madrid (179,32 contagios). Además, están en “riesgo medio” (50-150 contagios) otras 4 regiones: Galicia (138,50), Murcia (120,83), Melilla (82,69) y Castilla la Mancha (93,05 contagios). Y sólo existe una, Ceuta (39,19 contagios/100.000) en situación de “riesgo bajo”, el objetivo buscado.
Otro problema de esta 5ª ola es que los nuevos contagios están provocando más hospitalizaciones (la variante delta las aumenta) aunque menos ingresos en UCIs, a pesar de que la mayoría de los contagiados son jóvenes y sin sintomatologías previas, con lo que muchos pasan la COVID con algo de fiebre y dolores de cabeza y muchos son asintomáticos. Pero ojo: el 25% de los hospitalizados COVID en Madrid tienen menos de 24 años y el 40% menos de 35 años. Con ellos, las hospitalizaciones COVID han subido: de 2.366 camas hace quince días a 3.121 el viernes 9. Eso sí, las camas COVID en UCIs han bajado de 641 a 627 en estas dos semanas, aunque Cataluña y, Madrid siguen teniendo una ocupación de “riesgo medio” (10-15% de camas UCI ocupadas por la pandemia).
El problema se está presentando en los Centros de Salud, a donde llegan las llamadas y los pacientes jóvenes contagiados, para hacerles rastreos y pruebas PCR. Si los médicos de familia y las enfermeras de barrios y pueblos ya estaban superados por la pandemia, ahora están peor, muchos con menos personal por las vacaciones o sin poder librar. Y la mayoría tienen que sacar tiempo para llamar a los pacientes y hacerles un seguimiento. Mientras, las autonomías no dan abasto para “rastrear” los contagios, para seguir los brotes y descubrir los jóvenes que pueden haberse contagiado y dónde están ahora. Hay autonomías, como Mallorca, que han vuelto a pedir rastreadores del Ejército, pero la mayoría de los brotes se rastrean poco y el seguimiento es muy incompleto.
Otra ventaja de esta 5ª ola es que provoca menos muertes, al contagiar a jóvenes, aunque también se están contagiando mayores de 40 años con patologías más preocupantes. Esto ha provocado 252 muertes por COVID 19 en las últimas dos semanas, según Sanidad, todavía “demasiadas”, pero menos que en la quincena anterior (278 muertes) y muchas menos que en las semanas anteriores (576 muertos entre el 21 de mayo y el 4 de junio y 1.201 entre el 23 de abril y el 7 de mayo, por poner dos ejemplos). Ahora , los muertos diarios rondan los 20 (10 el viernes 9) y hay 7 autonomías donde no ha habido ningún muerto por COVID 19 en la última semana (Ceuta, Melilla, Baleares, Castilla la Mancha Extremadura, Navarra y La Rioja), según Sanidad. Las regiones con más muertes COVID en la última quincena son Andalucía (67), Madrid (60), Cataluña (25) y la Comunidad Valencia (11).
Tras este balance de contagios, hospitalizaciones, camas UCI y muertes, Sanidad resume así la situación de la pandemia hoy (ver mapas): hay 2 provincias, Teruel y Palencia, en “alerta 3” (“riesgo alto”), 2 autonomías (Cataluña y Madrid) y 7 provincias (Ávila, Burgos, Soria, Huesca, Vizcaya, Jaén y Tenerife) en “alerta 2” (“riesgo medio”) y el resto de autonomías y provincias están en “alerta 1” (“riesgo bajo”), porque aunque tengan un nivel alto de contagios, no tienen un problema serio de positivos, hospitalizaciones y camas ocupadas en las UCIS, lo que determina cada nivel de alerta (de 1 a 4).
A pesar de que la mayoría de España esté en un nivel de alerta bajo, la 5ª ola es preocupante, porque los contagios se han disparado y seguirán aumentando, debido a la enorme movilidad durante estas vacaciones y a que los jóvenes se relacionan mucho entre ellos, muchas veces sin distancia de seguridad y sin mascarilla. Y sobre todo porque el COVID aprovecha que no están vacunados para contagiarles. Veamos la última cifra (8 julio): de 12 a 19 años sólo un 2,3% están vacunados (con una dosis), de 20 a 29 años, sólo el 15,8%, y de 30 a 39 años, el 39,8% (y sólo el 14,3% tienen dos dosis), según Sanidad.
Esto debería llevar a acelerar la vacunación de los jóvenes, pero antes debe cerrarse la vacunación de los mayores, porque un grave riesgo de la variante Delta es que puede contagiar más a las personas que aún no tengan puesta la 2ª dosis de la vacuna. Y al día de hoy (con datos del 8 de julio), todavía falta vacunar con la 2ª dosis un tercio (35%) de los que tienen entre 60 y 69 años, a un 18% de los que tienen entre 50 y 59 años y a un 55% de los que tienen entre 40 y 49 años, tres colectivos mucho más expuestos ahora, con el auge de la variante india y los múltiples contagios entre sus hijos y nietos. Hay que acelerar la aplicación de la 2ª dosis entre los mayores de 40 años, un 30% todavía sin ponérsela. Su vacunación debe ser prioritaria y no debería retrasarse para vacunar a jóvenes.
Ahora, todo apunta a que esta 5ª ola seguirá imparable, aupada por la tremenda movilidad de los españoles y la llegada de turistas extranjeros en julio y agosto. Y no será fácil pararla, aunque hay que intentarlo por varias vías. La fundamental, aumentar el ritmo de vacunación (el 58% de los españoles tienen ya 1 dosis y un 44,3% tienen las 2), lo que dependerá de que lleguen más vacunas y que los servicios de salud puedan inocularlas, ahora que las personas están fuera de su domicilio habitual. Mientras, hay que tomar otras medidas urgentes. La primera, reforzar el personal y los medios de los Centros de Salud, sobre todo en las localidades turísticas, facilitando muestreos de pruebas entre los jóvenes. Y aumentar el número de rastreadores y el seguimiento de los brotes, impidiendo que los contagios se difundan sin control. Pero, sobre todo, hay que controlar la movilidad y el ocio nocturno, para dificultar la propagación de los contagios.
Las autonomías, después de “abrir la mano” sin miedo hace un mes, se ven ahora obligadas a aprobar restricciones (ver Guía por regiones), desde los horarios de la hostelería al ocio nocturno, con los hosteleros y el sector turístico en contra y gran parte de los ciudadanos hartos de limitaciones. Sin olvidar que los jueces no son muy proclives a autorizar restricciones. Pero los gobiernos autonómicos tienen que tomar medidas más duras para intentar frenar el ritmo de contagios, sobre todo entre los jóvenes, aunque sea impopular. Si no lo hacen, la 5ª ola se cargará el turismo (el Gobierno francés ha recomendado no viajar a España y Alemania sitúa a toda España como “zona de riesgo”) y frenará en seco la recuperación esperada para este verano. Otra vez el falso dilema: salud o economía. Sin salud no hay recuperación.
El caso es que, con las vacaciones, ya tenemos la 5ª ola, como antes tuvimos la 2ª (con el verano pasado), la 3ª (con la Navidad) y la 4ª (con la Semana Santa). No hemos aprendido nada. Deberíamos saber que hasta septiembre no habrá un 70% de españoles vacunados y que por tanto hay que seguir con cuidado, porque el virus sigue ahí y sobrevive atacando a los que menos se cuidan y no están vacunados, los jóvenes. Pero eso trasciende de ellos y pone en peligro al resto del país, al turismo, al consumo, a la economía y al empleo. O se toman medidas serias, para frenar y atajar de raíz los nuevos contagios, o tendremos 5ª ola hasta septiembre. Y se retrasará otro trimestre más la salida del túnel. Aprendamos algo de los errores pasados. Sigamos cuidándonos.
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