Entramos en la 10ª semana de confinamiento, atenuado en el 70% de España, y arrecian las presiones políticas y económicas para una desescalada más rápida. La derecha y la extrema derecha votarán juntas contra el estado de alarma, que ha permitido frenar la pandemia. Y sus autonomías, en especial Madrid, siguen presionando al Gobierno Sánchez para pasar de fase, en una carrera política por no ser “los últimos”. Mientras, el poderoso sector turístico se queja de la cuarentena a los viajeros de fuera (vigente en 160 paises) y presionan para que se faciliten viajes internacionales, con apoyo de la Comisión Europea y el lobby turístico alemán, mientras esa Europa nos bloquea ayudas directas y dice que pidamos créditos. También los comercios tienen prisa y quieren rebajas (ya autorizadas). Todo ello mientras los contagios y los muertos crecen cada día (menos). Y cuando el Estudio de seroprevalencia revela que el 95% no hemos pasado el coronavirus. Si los que presionan consiguen que vayamos más rápido y hay rebrotes, puede ser dramático. Recuérdelo cada día.
enrique ortega |
El coronavirus avanza imparable por el mundo y el viernes 15 de mayo batió su récord: 100.200 nuevos contagios diarios. Son ya 4.716.931 contagiados hoy en 188 paises, con 315.248 muertes en cuatro meses y medio, según la Universidad Jhons Hopkins. El epicentro de la pandemia sigue estando en Europa (1.830.728 contagiados), pero donde más crece es en América, en Estados Unidos (1.486.742 contagios, +25.000 diarios) y Brasil (241.080, +15.000 diarios), y en Rusia (+10.000 diarios: hay 281.752 contagiados), destacando Reino Unido (244.995 contagiados), España (231.350), Italia (225.435), Francia (179.693) y Alemania (176.369). Una de cada cuatro muertes por coronavirus se ha dado en EEUU (89.564 fallecidos), seguido de lejos por Reino Unido (34.908 muertes), Italia (31.908), Francia (28.111), España (27.650), Brasil (16.122), Bélgica (9.052) y Alemania (7.962). El país con más muertos por cada millón de habitantes es Bélgica (790), seguido de España (588). Pero tenemos menos letalidad (muertos/contagiados: 12) que Francia (19,4), Bélgica (16,4), Reino Unido (14,4), Holanda (12,9) o Suecia (12,4), según los datos de Sanidad.
Tras 9 semanas de confinamiento, en España sigue bajo el ritmo de contagios, aunque se estabilizó esta última semana (+0,20%, 421 nuevos contagios ayer), quizás porque hay más movilidad. Los datos de Sanidad confirman que la pandemia sigue siendo muy desigual en España, aunque los datos “bailan” en algunas autonomías, por retrasos y poca homogeneidad. Hay 7 regiones con más contagios que la media (21,34 por 100.000 habitantes): Castilla y León (50,18), Cataluña (40,65), Madrid (38,69), Navarra (38,06), Castilla la Mancha (30,50), Aragón (24,26) y La Rioja (23,04), mientras son muy bajos en Canarias (3,34),Murcia (3,41), Andalucía (3,74), Melilla (4,62) y Asturias (5,38). Los nuevos contagios se concentran en Cataluña (123 ayer), Madrid (menos de 50), Castilla y León (74), País Vasco y Comunidad Valenciana (37) y Castilla la Mancha (28 ayer), mientras 8 autonomías, Ceuta y Melilla tienen entre 10 y ninguno. Los nuevos hospitalizados se concentran en Cataluña (110), Madrid (70), Castilla y León (41) y Castilla la Mancha (27), con menos de 10 en doce regiones. Los ingresos en UCIs están concentrados en Cataluña (13) y Madrid (7), con 10 regiones sin ningún ingreso. Y los muertos (+1.029 la última semana) aumentan en Cataluña (29 ayer), Madrid (21), Castilla la Mancha (10) y Castilla y León (6), mientras 5 regiones no tuvieron ninguno ayer y 8 uno o dos.
Con estos datos sanitarios, los Planes de detección y seguimiento de nuevos contagios más los riesgos de movilidad y recesión, Sanidad decidió el viernes que pasen hoy a la fase 1 toda la Comunidad Valenciana, toda Andalucía (se suman Granada y Málaga) y toda Castilla la Mancha (se incorporan Toledo, Ciudad Real y Cuenca), lo que incluye ya al 70% de españoles (32 millones). Siguen en la fase 0 la Comunidad de Madrid, área metropolitana de Barcelona y la mayoría de Castilla y León (el 90,6%), en total 14 millones de personas (30% de españoles), aunque con algunos “alivios”: apertura de comercios minoristas, préstamo libros en bibliotecas, museos y templos a un tercio del aforo y velatorios con 10 personas. Y pasan hoy a la fase 2 cuatro islas, donde viven 45.000 personas: Formentera, Hierro, la Gomera y la Graciosa.
Lo que más preocupa ahora a Sanidad es detectar a tiempo posibles rebrotes de la pandemia. La clave es que las autonomías sean capaces de detectar con rapidez los nuevos casos y rastrear sus contactos. Esta es la razón por la que Madrid no pasa de fase (ver Informe de Sanidad aquí). Su primer reto es multiplicar los test a los que tengan síntomas y comunicar los contagios en 48 horas. El primer problema es que no se hacen suficientes test, aunque el Gobierno habla de 40.000 PCR diarios. A 14 de mayo, se habían hecho 1.919.411 test PCR (detectan el virus) y 1.118.429 test serológicos (detectan anticuerpos que indican que se ha tenido el virus), según Sanidad. Pero hay mucha desigualdad por autonomías (ver cuadro), con 70 test PCR por 1.000 habitantes en el País Vasco y Asturias, 61 en Madrid y Navarra, 47 en Castilla y León, 45 en Cataluña, 29 en Castilla la Mancha, 26 en Extremadura, 19 en Murcia o 15 test en Andalucía. Además, los médicos de familia no dan abasto y les faltan test: en Madrid, al ambulatorio que hay debajo de mi casa les mandan 20 test PCR al día… Y como hay falsos negativos, tienen que repetir muchos.
El otro reto ahora es tener medios para rastrear los nuevos contagios que se detectan por PCR .Para ello, los ambulatorios deben dedicar sanitarios para llamar a los pacientes e investigar sus contactos. Y falta personal para hacerlo, por lo que todas las regiones han tenido que reforzar sus equipos (Madrid dice que ha hecho 648 contratos en atención primaria, pero muchos son renovaciones de sanitarios ya en activo). Y otras se apoyan en Call centers. Pero siguen siendo insuficientes. Alemania ha montado 3.280 equipos de rastreo de 5 personas cada uno y Reino Unido ha anunciado 18.000 contrataciones para rastrear contagios. Con estos baremos, España necesitaría 8.000 rastreadores.
El gran cambio ahora es que “el frente” en la lucha contra el coronavirus se ha desplazado de los hospitales (la 1ª línea estos meses) a los centros de salud, a la atención primaria, los responsables de detectar y rastrear los nuevos contagios. Y lo preocupante es que no tienen medios, básicamente porque han sufrido los recortes sanitarios (2009-2014) más (-16,7%) que el resto de la sanidad (-12,2%). Y así, tenemos menos médicos de atención primaria que la mayoría de Europa: 77 por 100.000 habitantes, frente a 253 en Portugal, 152 en Francia o 97 en Alemania). Y el reparto es muy desigual por autonomías, según los datos de Sanidad: 111 médicos de atención primaria por 100.000 habitantes en Castilla y León, 82 en Castilla la Mancha o Galicia, 80 en el País Vasco, 76 en Cataluña, 75 en Andalucía o Murcia, 68 en Madrid y 62 en Baleares. Y Madrid, el epicentro de la pandemia, tiene 3.627 médicos de familia más que en 2009 y 232.590 habitantes más. Y 74 enfermeras de atención primaria más que en 2009 (30.499 en total), la mitad de enfermeras que en Europa.
Otro frente clave para atacar esta pandemia son las residencias de ancianos, el origen del 60% de los muertos por coronavirus. Sigue faltando información y “medicalizarlas” o al menos establecer protocolos claros para detectar, rastrear y tratar los nuevos casos, para evitar que sean focos de contagio y muerte (algo que tampoco asegura Madrid, según el informe de Sanidad contra el cambio de fase). Este estudio hecho por El País revela que las residencias han sido la primera causa de propagación del coronavirus en 8 provincias de Castilla y León y Castilla la Mancha y la 2ª causa en Cuenca y Cáceres, por delante de la población, la movilidad o la falta de camas UCI. Y no es por casualidad: el informe del Defensor del Pueblo, hecho en 2019, denuncia que en las residencias falta personal especializado y atención sanitaria (médicos y enfermeras).
Hoy avanzamos en la desescalada cuando los datos preliminares de la Encuesta epidemiológica hecha a 60.000 españoles revelan algo preocupante: que sólo un 5% de españoles se han contagiado, (llegan al 14,2% en Soria o al 11,3% en Madrid, frente al 2% en Murcia y Asturias), lo que indica que un 95% de españoles no han cogido la enfermedad y podrían hacerlo. Primera reflexión: si un 5% de contagiados (2.339.826, un tercio de ellos asintomáticos) han colapsado la sanidad, ¿qué pasaría si hay rebrotes y se contagia una parte importante del 95% restante? Segundo dato preocupante del Estudio: la letalidad del coronavirus es muy elevada, 1,1 muertos por cada 100 contagiados, el doble de lo que pensaban los expertos. Y me lleva a una segunda reflexión: si hay rebrotes antes de que haya una vacuna y se contagiaran “sólo” la mitad de los españoles, tendríamos 258.000 muertos…
Es sólo un dato para que veamos la gravedad de esta pandemia, el tremendo riesgo al que nos enfrentamos. Y frente a este panorama, se multiplican las prisas por “volver a la normalidad”. Por un lado, las autonomías, lanzadas a una carrera por no ser la última, (salvo Cataluña y Castilla y León), con Madrid a la cabeza de la oposición al Gobierno, incluso con su presidenta azuzando las manifestaciones en la calle. Y con muchos gobiernos autonómicos intentando recuperar su poder, forzando elecciones en julio (País Vasco y Cataluña), criticando día a día (y torpedeando) el mando único de Sanidad. Y “prisas políticas” por salir del estado de alarma, con el PP y VOX votando esta semana contra ampliarlo un mes, hasta finales de junio (“Hay que convivir con el virus”, dijo Casado en Tele5). Una derecha y extrema derecha cada vez más radicalizadas, que han desunido a la población frente al coronavirus.
Y sobre todo, “prisas económicas”, de sectores empresariales que presionan día a día al Gobierno para que facilite sus negocios, presionando con los empleos y empresas en juego. Es el caso del comercio, que ha presionado para abrir cuanto antes (sobre todo en Madrid) y se quejó de que les prohibieran las rebajas (finalmente, se autorizan desde hoy). Y la industria turística, que lleva semanas presionando para que se permitan vuelos, hoteles y viajes cuanto antes. Y que ha puesto el grito en el cielo porque España haya impuesto una cuarentena de 14 días a los viajeros que vienen de fuera, como hacen 160 paises (ver mapa de Exteriores). ¿Qué pasa, que tenemos que dejar que entren turistas y repunten los contagios y los muertos?
Sorprende estas prisas y presiones del sector turístico y del comercio cuando son los dos sectores más protegidos por los ERTEs y las ayudas públicas, con dinero de todos, que además se han prorrogado hasta finales de junio. Así, de los 3,3 millones de trabajadores protegidos por los ERTEs, un 28% (929.855) son de empresas turísticas y otro 24% (880.075) del comercio. Y de los 1,17 millones de autónomos con ayudas por cese de actividad, 230.000 son autónomos ligados al turismo y 275.000 al comercio. En resumen, un 93% de los trabajadores afiliados (el 12 de marzo) a la hostelería cobran hoy ayudas de ERTEs, ceses de actividad de autónomos o desempleo, según dijo Pedro Sánchez el sábado en la Moncloa. En total, hostelería y comercio reciben unas ayudas públicas de 10.000 millones mensuales. Pero aún así, presionan para que se abran hoteles, bares, playas, aviones, comercios y grandes superficies, prometiendo "medidas de seguridad”. La bolsa antes que la vida.
El turismo es una industria europea muy potente y ha conseguido el apoyo de la Comisión Europea, tras la presión de los tour operadores alemanes (los que más se benefician de esta industria) ante Merkel. La semana pasada, la Comisión Europea dio luz verde a que los aviones puedan ir llenos (falta que los clientes quieran viajar así) y aprobó un plan de desescalada en tres fases, que prevé los viajes europeos a partir del 15 de junio, aunque con limitaciones y acuerdos (“pasillos”) entre paises. Sí, hay casi 3 millones de empleos ligados al turismo en España, pero no podemos olvidar que en julio y agosto de 2019 llegaron a España 20 millones de turistas. ¿Vamos a arriesgarnos a que vengan aunque sólo sean 5 millones? ¿Va a cargar la industria con la responsabilidad de posibles rebrotes y más muertos?
Sorprenden estas “presiones europeas” por la vuelta a la “medio libre circulación” cuando Europa es incapaz de aprobar ayudas para los paises más afectados por la pandemia, en especial Italia y España. La misma Comisión que intenta ayudar a las compañías aéreas y al turismo ha vuelto a retrasar la aprobación de un Fondo de reconstrucción europeo de 1,5 billones, como lleva semanas pidiendo la Europa del sur. Y se retrasa porque Alemania y Holanda (como Austria y los nórdicos) no quieren dar dinero a fondo perdido. Y por eso, insisten en que antes pidamos los créditos del fondo de rescate MEDE, que ya ofrece los primeros 240.000 millones para gastos sanitarios (España podría pedir 24.500 millones) al 0,115% y a devolver en 10 años. Pero España e Italia no parecen interesadas en pedir estos créditos, porque “huelen a rescate”, serían como “un estigma” más de la Europa del sur ante los mercados.
Mientras, la factura del coronavirus crece cada día y España ya lleva gastados 52.000 millones extras entre gastos sanitarios, transferencias a las autonomías, ayudas a ERTES, autónomos y parados, exención de cotizaciones e impuestos, avales y menos ingresos públicos. Y los expertos advierten que esta factura obligará a España a endeudarse en 110.000 millones de euros adicionales sobre los 190.000 ya previstos. En total, tendremos que “colocar” 300.000 millones de deuda este año, en un mercado donde todo el mundo tendrá que endeudarse: se habla de 1,5 billones de deuda extra en Europa. Eso disparará los costes y penalizará a los paises más endeudados ya antes de la pandemia, como España e Italia. De hecho, el tipo de la deuda española a 10 años ya ha subido al 0,810% (estaba en 0,460% en enero) y los especuladores “huelen la sangre” en unos meses: los seguros sobre la deuda española (los CDS) han disparado su precio, porque los fondos buitres apuestan que España (e Italia) tengan pronto problemas para financiarse. Nuestra UCI son las compras de deuda del BCE, recientemente cuestionadas por el Tribunal Constitucional alemán. Por eso es tan importante que Europa no ofrezca más deuda, sino ayudas a fondo perdido.
Y no sólo para pagar los costes del coronavirus, sino para afrontar los costes de la reconstrucción, que va a ser infinitamente mayores, porque habrá que salvar empleos y empresas con más ayudas este año y el que viene. Y además, hay que afrontar el coste social de esta pandemia, que ha disparado “las colas para comer” y ha sumado otros 6 millones de españoles a los que ya estaban en riesgo de pobreza (8,5 millones), según el informe FOESSA (Cáritas). Y eso porque un tercio de los hogares españoles, 6,3 millones, no tienen “hucha” para aguantar más de 3 meses sin ingresos, según este informe del BBVA.
Todo esto es muy preocupante, pero no perdamos de vista la prioridad: salvar vidas. Porque si no vencemos al virus, no salvaremos la economía. Y si las prisas se imponen a la prudencia en la desescalada, si hay un rebrote, el número de contagios y de muertos puede ser terrible, a la vista de los pocos españoles inmunizados. Seamos sensatos. Y volvamos poco a poco a una situación que no será de normalidad. Hagámonos a la idea de que el verano, el trabajo, los estudios, los viajes, la vida no serán como antes hasta que haya una vacuna. Y que todos, empresas y trabajadores, lo sufriremos para salvar vidas.
Me pareces un tío muy cabal, Javier. Gracias por tus reflexiones
ResponderEliminarJavier muchas gracias por tu información lo comparto
ResponderEliminarMuy bueno. Muy de acuerdo. El dilema salud versus presiones es la clave...y la salud (y a la larga la economía) puede perder. Las prisas y el cortoplacismo.
ResponderEliminarGracias a todos. Difundirlo si podéis. Y cuidaros
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