jueves, 4 de diciembre de 2014

El negocio de las drogas, imparable


Las drogas ya no son una de las mayores preocupaciones de los españoles, como en los años 80. Ni de los políticos. Pero el problema sigue ahí y crece cada año: España es la puerta de entrada a la droga en Europa y aquí se producen un tercio de todas las incautaciones hechas en el continente. Y somos el segundo país europeo que más drogas consume, sobre todo hachís y cocaína. Además, la droga aumenta entre los jóvenes, que fuman porros o toman coca antes, desde los 15 años. Frente a este negocio, que mueve 24.000 millones al año en España, el Gobierno Rajoy ha hecho también recortes, en medios humanos y materiales contra la droga y en el Plan sobre Drogas, que tendrá en 2015 la mitad de recursos que en 2011.250.000 drogodependientes tienen problemas para ser tratados adecuadamente. Hay que tomarse en serio la lucha contra la droga, que destroza en silencio nuestra sociedad.
 
enrique ortega

Los últimos datos de incautaciones de drogas en España han dado la voz de alarma: los decomisos de droga (437.444) han aumentado un 6,9% en 2013, rompiendo una tendencia a la baja desde 2005-2008. Y alcanzan máximos históricos las denuncias por posesión y consumo de drogas (401.289) y los detenidos por tráfico de drogas (22.878 en 2013, el 65% de ellos españoles y el resto marroquíes y colombianos, sobre todo). Pero lo verdaderamente preocupante es el aumento de incautaciones en tres drogas: anfetaminas (incautadas 506.986 pastillas en 2013, más del doble que en 2012), cocaína (incautados 26.701 kilos, un 28,6% más que en 2012) y heroína (291 kilos incautados, un 3,2% más). Y además, hay una gran concentración de la droga decomisada: un tercio del hachís y la heroína se apresaron en la Comunidad Valenciana, seguida de lejos por Cataluña, Madrid y Andalucía.

Hay mucha incautación de droga porque España es la puerta de entrada de la droga marroquí (hachís) y latinoamericana (cocaína) a Europa: un 71,2% de todo el hachís y el 29,2 % de toda la cocaína incautada en Europa en 2012 se requisó en España, según el Informe europeo sobre Drogas 2014. Y somos el país con más incautaciones, junto a Gran Bretaña: un tercio de toda la droga que se requisa en Europa se requisa en España.

El negocio de la droga es uno de los grandes negocios del mundo y mueve 320.000 millones de dólares (unos 400.000 millones de euros), según el último balance de la ONU (ONUDD), aunque la DEA americana lo sube a 600.000 millones de dólares, el equivalente al negocio mundial de automóviles. Y lo peor es que alrededor de la droga se mueven otros negocios ilegales, desde la prostitución al tráfico de personas o de armas, lo que supone que el crimen organizado moviliza 870.000 millones de dólares al año. Y blanquea la mayor parte de ese dinero, un “lavado” que mueve ya 25 billones de dólares, el 3,5% del PIB mundial (para negocio de algunos bancos y países).

En España, el INE ha estimado recientemente que el negocio de la droga mueve 5.245 millones de euros anuales. Y el ministro del Interior habla de 6.000 millones anuales. Pero es mucho más. Si el valor de las drogas incautadas supone unos 3.000 millones al año (el Servicio de Vigilancia Aduanera dice que han incautado drogas por valor de 15.500 millones en los últimos cinco años) y se considera que se incauta entre el 10 y el 15% de la droga que se mueve, estaríamos hablando de un negocio de 24.000 millones de euros anuales en España. Casi la mitad de lo que facturan Telefónica (57.000 millones) o Repsol (55.000). Un negocio que ha blanqueado sus beneficios, dentro (propiedades inmobiliarias y empresas) y fuera de España (paraísos fiscales), liderado por mafias (688 según Interpol) colombianas, italianas, marroquíes, de países del Este y españolas, cada vez mejor organizadas.

El consumo de drogas ha estado estabilizado en Europa y en España pero ahora repunta, con el hachís, la cocaína, las anfetaminas y las drogas de diseño, que tienen mejor “Imagen social” que las jeringuillas de heroína de los años 80. En Europa, uno de cada cuatro europeos (80 millones) han consumido drogas alguna vez, sobre todo cannabis (un 21% lo ha consumido y lo fuman a diario un 1% de los adultos europeos) y cocaína (consumida alguna vez por el 3,4%), aunque ahora preocupan los nuevos opiáceos y drogas de síntesis (81 en 2013), muy activas en cantidades minúsculas. Eso abre una gran puerta a los traficantes, ya que pueden ganar mucho con drogas que ocupan muy poco espacio: si hacen falta 200 gramos de cocaína, 750 gramos de éxtasis o 100 gramos de anfetaminas para hacer 10.000 dosis de droga, se pueden conseguir ahora con 0,1 gramo de carfentanil o 2,5 gramos de metilfentantil, según el Informe europeo sobre Drogas 2014. De hecho, Bélgica y la Europa del Este son los grandes productores mundiales de drogas de diseño, que incluso se exportan. Europa también alerta del aumento del uso de medicamentos legales como drogas.

En España, el consumo de algunas drogas sigue creciendo entre el silencio general. Somos el primer país europeo en consumo de cocaína el último año: un 3,6% de la población de 15 a 64 años, 1,2 millones de españoles, según el Informe europeo sobre Drogas 2014. Y el tercer país europeo en el consumo de cannabis: 5,6 millones de españoles lo han fumado en el último año (un 17% personas 15-64 años). Y superamos también la media europea de consumo en anfetaminas (tercer país consumidor, un millón de españoles, el 3,3% de los adultos las han probado) y éxtasis (tercer país consumidor con el 3,6%, 1,18 millones más de españoles que las han probado). Y tenemos  360 muertes por droga por cada millón de habitantes, el 5º país europeo con más muertes, tras Alemania (908), Reino Unido (598), Italia (390) y Suecia (383).

Con ser preocupante, lo es más el auge de las drogas entre los más jóvenes. Así, un tercio (33,6%) de los jóvenes españoles entre 14 y 18 años habían probado alguna vez el cannabis (705.000 adolescentes), un 26,6% en el último año  y un 16,1% de ellos en el último mes (336.000 jóvenes), según los últimos datos de Sanidad (2012).Y un 3,6% de ellos (75.000) han probado alguna vez la cocaína, otro 3,1% los alucinógenos, un 3% el éxtasis y 2,4% las anfetaminas. Y además, un 18,5% de estos adolescentes toman tranquilizantes y somníferos, con o sin receta. Lo peor es que los jóvenes se inician cada vez antes en el consumo de las drogas: a los 14,9 años en el cannabis y a los 15,5 años en la cocaína y las anfetas.

Por si no fueran cifras preocupantes, hay 1.300.000 europeos recibiendo tratamiento por drogodependencias y que en España son ya 250.000 drogodependientes, una cifra que se esconde, entre otras cosas porque no hay centros de atención especializada más que para la mitad de ellos. Y los recortes han hecho que muchos drogodependientes tengan una peor atención, más “sanitarizada” y menos especializada, mientras otros buscan las ayudas de ONGs (Cáritas y Fundaciones) o si pueden pagan costosos tratamientos privados. Además de este coste humano y sanitario, la droga provoca otros costes, como la pobreza y la exclusión social de los drogodependientes y del aumento de la delincuencia: se estima que el 90% de los delitos en los países desarrollados tienen relación con la droga.

Frente a este panorama, los Gobiernos europeos miran para otro lado, porque ahora la droga no lleva aparejada la “alarma social” de los 80, cuando las jeringuillas de la heroína provocaron que las drogas fueran el tercer problema de los españoles (Barómetro del CIS octubre 1.988). Ahora, la droga ha ganado la batalla social y está ligada al ocio y a “salir de marcha: fumar un porro, hacerse una raya de coca o tomar una pastilla “no está tan mal visto” y menos entre los jóvenes. Y por eso, las drogas aparecen entre las últimas preocupaciones de los españoles: sólo son un problema para el 0,3% de los encuestados, según el último Barómetro del CIS. Pero estas drogas “sociales” hacen enfermar cada día a miles de personas y provocan muertes, además de inmensos costes sanitarios y sociales. Pero de esto apenas se habla.

Por eso, el Gobierno Rajoy ha bajado sus esfuerzos contra la droga. Y sus Presupuestos. España dedicó sólo 420,6 millones en 2011 (último dato oficial) a la lucha contra la droga, un 14% de lo incautado. Y desde entonces no han parado los recortes, tanto en el Estado como en las autonomías (que aportan dos tercios del gasto): son muchas las que han cerrado centros de atención a drogodependientes, la Comunidad Valenciana (líder en drogas) la mitad en 2013. Y se recortan los fondos para las ONGs (no llegan al millón de euros). Lo más llamativo es que el Plan Nacional sobre Drogas, creado en 1985 para tareas de prevención, atención a drogodependientes y rehabilitación, contará con sólo 14,6 millones de Presupuesto en 2015, la mitad que en 2011 (25) y lo que cuesta un solo kilómetro del AVE. Eso sí, a cambio de recortar en prevención y tratamiento, el Gobierno Rajoy aprobará este mes de diciembre una Ley de Seguridad Ciudadana que sube las sanciones por consumo de droga y hasta por tener una planta de marihuana en casa. Pero no pone más medios en luchar contra el narcotráfico, donde se han recortado medios y presupuesto desde 2009.

Las drogas son algo muy preocupante y el consumo en España demasiado elevado, sobre todo entre los jóvenes. Hay que hacer campañas más agresivas de prevención y dotar de más medios a la lucha contra los traficantes y al tratamiento de los drogodependientes. La sociedad no puede acostumbrarse a las nuevas drogas, porque enferman y matan, con un alto coste económico y social. Tomémoslo en serio y exijamos medidas. ¡No a las drogas¡

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