Somos un millón más de españoles, pero más viejos y con
menos hijos. Vivimos repartidos en más hogares, porque hay más viejos que viven
solos, aunque un tercio de los jóvenes siguen con sus padres. Somos el país con
más propietarios de Europa, pero crece el alquiler. Tenemos más del doble de
paro y sólo trabajan 17 millones de personas, la mitad de las personas en edad
de trabajar. La mitad de los españoles viven ya con menos de 1.000 euros al
mes, con lo que han restringido su consumo, centrado en marcas blancas y
productos low cost. Y el ocio lo centramos en la TV e Internet. Este puede ser
el retrato robot de los nuevos españoles, tras la crisis. Ahora, el reto básico
es conseguir un empleo para los 3.802.800 que lo han perdido desde 2007. Y una
herramienta clave es la educación y la formación, además de reanimar la
economía. Habrá que recuperar una década perdida.
enrique ortega |
La crisis ha forzado el retorno de inmigrantes y la marcha
de españoles al extranjero (524.910 entre 2008 y 2014, según
el INE), con lo que la población se redujo en 2013 en 404,619 personas,
aunque vivimos 46.725.164 personas
en España (41.724.906 españoles y 5 millones de extranjeros), un millón más
que en 2007. Lo más llamativo
es el envejecimiento de la
población: el 19,5% tiene más de 65 años, más de 9,11 millones de viejos,
cuando en 1975 eran sólo 3,5 millones (10,5% del país). La crisis de fecundidad
de los años 80 y 90 ha desplomado la tasa
de natalidad en España (1,38 hijos por mujer, frente a 1,59 en UE-27) y con
ello, los jóvenes entre 15 y 29 años han disminuido un 20% en España en la
última década. Hay menos niños y el 30%
son hijos
únicos. Para 2052, el 36,58% de los españoles (15,2 millones) serán
viejos, según el INE.
Los españoles vivimos más dispersos que antes: en 18,21
millones de hogares, frente a 14,18 millones en 2001, según el INE. La familia más
frecuente (35%) es la pareja con hijos, aunque han caído en picado las familias
numerosas (sólo 3,2% hogares) y lo habitual es con uno o dos hijos, mientras
crecen los hogares con un cónyuge sólo (82% madres) con hijo (9,4%). También
crecen los viejos que viven solos (24,2% hogares), la mayoría mujeres con más
de 65 años (llamativo: un tercio de los mayores de 85 años viven solos). Y un
tercio de los jóvenes siguen viviendo
con sus padres (el 48,5% de los que tienen entre 25 y 29 años).
España es un país de propietarios, con un 78,9% de españoles
que viven en propiedad, frente al 60% de media en Europa (44% en Alemania),
pero ha crecido la vivienda en alquiler (del 11,4% en 2001 al 13,5% en 2013, según el INE). La mayoría de los
pisos tienen entre 76 y 90 metros cuadrados y un tercio de los hogares tienen 5
habitaciones. De los 14,37 millones de propietarios, casi un tercio (4.312.000 hogares) tienen su hipoteca
pendiente de pagar y dos tercios de ellos dedican más del 40% de sus
ingresos a pagarla cada mes.
A finales de marzo, sólo trabajaban
16.950.600 españoles (9,1 millones hombres y 7,7 millones mujeres), poco más de
la mitad (55,8%) de las personas en edad de trabajar (16-65 años) y 3,8
millones menos que en 2007. De
ellos, unos 3 millones son autónomos y de los 13,9 millones de asalariados, un
23% tienen contrato temporal y el 77% fijo. Los sueldos
llevan cayendo desde 2010 (más desde 2012), siendo el salario más frecuente
15.500 euros brutos al año (2012), según el INE. Y 7,5 millones de trabajadores
declaran a Hacienda ser mileuristas, ganar
menos de 1.000 euros al mes (la mitad son minieuristas: ganan entre 400 y
1.000 euros).
Una cuarta parte de los españoles viven del Estado: parados,
pensionistas y dependientes. El paro roza los 6
millones (5.933.300 a finales de marzo), frente a 1,77 millones antes de la
crisis (junio 1977). El 40% lleva más de 2 años sin trabajo (2,41 millones). Y más
de la mitad de los parados EPA no cobran ya ningún subsidio: sólo 2.750.074 (el
46,3%) cobraban algún subsidio
en febrero (1,1 millones de parados cobraban la prestación contributiva de 823
euros al mes y el resto la asistencial de 426 euros). Por otro lado, hay 8.328.658
pensionistas,
que perciben una pensión media de 867,53 euros al mes, todavía baja pero un
21,6 % superior a la de antes de la crisis (713 euros en 2008), con lo que han
ganado poder adquisitivo (+11%). Claro que todavía hay medio millón de
pensionistas que cobran
menos de 400 euros y otros 3,22 millones que reciben una pensión entre 400 y
700 euros al mes. En tercer lugar, hay 737.754 familias que reciben ayudas
a la dependencia (que se han recortado
drásticamente desde 2012), entre 400 y 530 euros de media al mes (la
mayoría para cuidar a personas mayores), mientras otras 186.138 con prestación
reconocida están pendientes de recibirlas. Y luego, otras 200.000 familias
reciben la renta
de inserción, unos 400 euros de ayuda de las autonomías.
Con el recorte salarial y de las ayudas públicas, los
ingresos de los españoles han caído drásticamente con la crisis, entre un 10% (Fundación
la Caixa) y un 15% (Fundación
BBVA e IVIE), mientras crecían los beneficios y márgenes empresariales. Con
ello, la renta media de los españoles es de 24.400 euros (2012), la
tercera más baja de la zona euro (tras Grecia y Portugal), un 96% de la
renta media comunitaria (25.500 €), cuando antes de la crisis teníamos el 106% de
la renta europea (2007). Y hay un dato llamativo: la mitad de los españoles
vive con menos de 1.000 euros al mes, según acaba de publicar Eurostat.
Y además, España es el segundo país europeo (tras Irlanda) donde más ha crecido la pobreza
con la crisis y hay 13,1 millones de españoles (28,2% de la población) en el
umbral de la pobreza. Y lo peor: España es el segundo país europeo (tras
Rumanía) en pobreza infantil: 2.826.549 niños, uno de cada tres, está en riesgo
de exclusión según
Save the Children.
Con esta caída de las rentas, un 17% de los hogares tienen
dificultad para llegar a fín de mes, un 41% no puede afrontar gastos
imprevistos y un 46% no puede tomar vacaciones una semana al año, según el INE. Por todo ello, los
españoles hemos reducido drásticamente nuestro
consumo: el gasto por hogar ha
bajado un 12,5%, de 32.000 euros (2007) a 28.152 (2012). Ahora gastamos menos
en ocio (5,9%), hoteles, bares y restaurantes (8,7%), transportes (11,8%), ropa
y calzado (3,1%), muebles y equipamiento de la vivienda (4,4%), pero gastamos más en
vivienda, luz y agua (32% gasto), alimentación (14,7%) y tres gastos en los que
antes gastábamos poco: comunicaciones (3,06% para teléfono e Internet) y salud
(3,1%) y enseñanza (1,1%), por los recortes del Estado. Eso sí, hemos cambiado
los hábitos de compra y cada vez comprados más marcas
blancas (37% cesta compra) y ofertas
low cost (viajes, seguros, restaurantes, coches, telefonía, ropa,
transportes, cine, pan…). Y también ha cambiado el ocio:
salimos menos fuera de casa y nos concentramos en ver TV (4 horas y 3 minutos
de media en 2013) e Internet
(25 millones de internautas enganchados).
Cara al futuro, la primera preocupación de los españoles es
que vuelvan a trabajar la mayoría de las 3.802.800 personas
que han perdido su empleo con la crisis y sus hijos, además de que mejoren
los salarios y condiciones de trabajo del resto. Eso pasa porque se recupere
con más fuerza la economía de Europa
y tire de España, con la ayuda de menos
recortes y más medidas para reanimar el consumo, la inversión y la
economía. Pero aquí, un factor clave es la educación:
casi la mitad de los españoles entre 24 y 64 años (46%) tiene un nivel
educativo básico (no superan la primera etapa de la ESO), casi el doble que la
media europea (24%), según
la OCDE. Y sólo el 22% de españoles tienen estudios medios (bachillerato y
PF), frente al 48% en Europa, aunque tenemos más universitarios (32% frente a
29%).
La primera consecuencia de tener un nivel educativo tan bajo
es que tenemos más del doble de paro,
porque los menos formados son los primeros que han caído con la crisis (la tasa
de paro de los analfabetos es del 50,3% y de los universitarios del 12,8%)
y porque con baja formación es difícil encontrar trabajo: un 55% de los parados
no superan la primera etapa de la ESO. Y eso será peor en el futuro, según la UE: para
2020, el 50% de los empleos serán para trabajadores con niveles medios
de formación (sólo tenemos el 22% de españoles), el 35% serán para
niveles altos y sólo quedarán un 15% de empleos para personas con baja
formación (el 46% de los españoles). Dramático.
Hay que ponerse las pilas ya, mejorando
la formación de los parados y trabajadores y preparando lo mejor
posible a los jóvenes, luchando a muerte contra el abandono
escolar temprano, que agrava nuestro futuro : el 23,5% de los
jóvenes de 18 a 24 años había dejado sus estudios tras completar la educación
obligatoria (ESO) en 2013, frente al 11,9% en Europa (y el 9,7% en Francia o el
9,9% en Alemania). Hace falta tomar conciencia del problema y afrontar la
brecha de formación de España frente a Europa. Con o sin crisis es nuestro
mayor problema estructural, junto al escaso
peso de la industria y la tecnología.
Hay que terminar de una vez con los recortes en educación (-7.300
millones, un -16,7% desde 2010) y en formación para trabajadores y parados (-2.413
millones, un 25% menos desde 2009), volcando más recursos y esfuerzos en
formar a los españoles para el futuro. Si no, saldremos de la crisis, tras perder
una década, pero no cogeremos el tren de 2020.
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