Las empresas
apenas contratan hombres y menos
mujeres, pero en los próximos años tendrán que buscar directivas para que
representen el 40% de su Consejo de
Administración, al menos las que coticen
en Bolsa y tengan más de 250 trabajadores. Es una medida que avanza
en Europa, aunque Merkel y nueve países no quieren que
sea una Directiva, sino que lo decida libremente cada país. Es un avance sobre
el 15% de mujeres Consejeras que hay
en las grandes empresas del IBEX, pero no deja de ser un espejismo sobre la
igualdad de la mujer, cada vez más discriminada en Europa
y sobre todo en España: menos trabajo,
menos salario, menos seguro de paro y menos pensiones que los hombres. Con la crisis,
no se ha avanzado apenas en Planes de igualdad, que aplican menos del 10% de grandes empresas.
Ser mujer es un mal negocio, con o
sin cuotas en los Consejos.
enrique ortega |
La lucha por la igualdad de la mujer
acaba de dar otro paso, con la
aprobación en noviembre por el Parlamento
Europeo (459 votos a favor, 148 en contra y 81 abstenciones) de la propuesta
de la Comisión Europea para que las mujeres sean al menos un 40% de los Consejos de administración de
las empresas europeas que cotizan en
Bolsa (una minoría) para 2020 (y
para 2018 en las empresas públicas).
Ahora queda lo más difícil: que
lo aprueben los jefes de Estado de los 28, para que sea una Directiva,
aunque no se contemplan sanciones. Y
costará, porque tanto Ángela
Merkel como 9
países (Gran Bretaña, Holanda, Malta y 6 países del Este) están en contra de que se apruebe una norma europea y defienden que sea
algo que se autorregule, sin imponerlo a las empresas, a nivel de cada país.
El debate
vuelve a ser que la igualdad no puede
imponerse por una Directiva, pero la historia demuestra que sin
leyes no hay igualdad. De hecho, la UE tiene Directivas
sobre igualdad de género desde 1975 y apenas
se ha avanzado: las empresas europeas sólo tienen hoy un 17,6%
de mujeres en sus Consejos. Y la discriminación de la mujer
se ha agravado con la crisis. Basten dos
datos. El 59% de las mujeres
europeas en edad de trabajar tienen empleo
frente al 73% los hombres. Y las que
trabajan, ganan un 17,1% menos que
los hombres. Problemas que no abordan ni la Comisión ni los Gobiernos
europeos, enzarzados en la batalla de las cuotas, más mediática pero más marginal para la
mayoría de mujeres del continente.
En España, la Ley
de Igualdad de 2007 y el Código
de Buenas Prácticas para empresas cotizadas (2006) impulsaron la entrada de mujeres
en los Consejos de las empresas
del IBEX, pasando de ser 17 en
2005 (3,3%) a 44 en 2008 (6%), 53 en 2010 (10,64%),68 en 2012 y 73 actualmente, un 14,86% de mujeres en los
Consejos, muy lejos del 40% propuesto para 2020, que sólo cumplen
hoy dos empresas: Realia y
Jazztel, aunque hay otras tres empresas cotizadas cerca (Red Eléctrica 36%, Prosegur 33% y Acciona
31%). Pero todavía hay 4 empresas del IBEX sin
una sola mujer en el Consejo: Endesa, Gas Natural, Sacyr y Técnicas
Reunidas. Si ampliamos el foco a los
Consejos de todas
las empresas que cotizan en Bolsa (123), el porcentaje baja: sólo un 10,5% de las consejeras son mujeres.
Y si miramos a las empresas
(3.084) con más de 250 trabajadores, sólo un 37% tiene al menos una mujer en su Consejo de administración: dos tercios las dirigen sólo hombres.
Muchos expertos
aseguran que si hay pocas mujeres en los
Consejos es porque hay
pocas directivas de las que tirar, poca
“cantera”. Y es cierto: en las 35 empresas del IBEX sólo hay 39
mujeres directivas frente a 463 hombres, un 8,41% (una de 23
altos directivos en el Santander, cero en Telefónica, por ejemplo). Y si analizamos todas
las empresas cotizadas, sólo hay un
11% de mujeres en la alta dirección (y un
22% de mandos intermedios), aunque las
mujeres son el 37% de las plantillas. Ampliando el foco a todas las
empresas con más de 100 empleados, sólo hay un
21% de mujeres directivas,
menos que la media europea (25%) y mundial (24%), liderada
por los países emergentes: en China hay un 51% de directivas y en el sudeste asiático un 32%.
Como puede verse, queda
mucho camino en España para conseguir esa cuota del 40% entre las mujeres directivas. Pero este debate no
puede ocultar la realidad más dura de las
mujeres de a pie, discriminadas
desde que estudian hasta que se jubilan. De entrada, tienen más difícil trabajar:
si hay 15.006.400 mujeres en edad de trabajar (16-64 años), casi igual que
hombres (15.044.500), sólo trabajan 7.654.000
(septiembre 2013), un millón y medio
menos que hombres (9.169.200). Y las que trabajan, tardan cuatro meses más en conseguir un empleo, según el CES, a
pesar de que están más preparadas
(51% de los titulados y el 60% de los nuevos licenciados).
Trabajan menos, tienen
un menor abanico de empleos (la
mitad se concentran en 6 trabajos: empleadas domésticas y limpiadoras,
cuidadoras, administrativas, hostelería y administrativas) y peores contratos: muchos temporales
(26,1% frente al 23,9% los hombres) y a
tiempo parcial (8 de cada 10 contratos). Con empleos poco cualificados,
contratos más precarios y menos jornada y antigüedad (por atender a hijos y
padres), las mujeres ganan un 23% menos
que los hombres, según el INE. Su sueldo medio es
19.767 euros (2011), frente a 25.667 los hombres, 5.900 € menos al año. Y hay más
mujeres mileuristas,
porque muchas tienen contratos temporales (ganan 31,8% menos) y a tiempo
parcial (reciben la mitad de salario).
Las mujeres sufren
también más el paro: un 26,55% están sin trabajo frente al
25,98% los hombres, según la última EPA. Y hay
más paradas registradas en
el SEPE: 2.479.700 mujeres frente a 2.329.208 hombres (noviembre 2013).Como
paradas, sufren dos
discriminaciones más. Una, que hay
menos mujeres cobrando algún tipo de
desempleo: sólo el 47,20% de las paradas registradas, frente a un 60,71% de
parados que cobran algo. Y además, cobran
un 15% menos de paro que los hombres (753€ frente a 889€, de media).
Y llegamos a la jubilación.
Las mujeres se jubilan más tarde (a los 62,4 años, frente
a los 61,8 años los hombres), con menos
años cotizados (58% menos) por peores sueldos. Resultado: las pensiones de
las mujeres (4.667.049 pensionistas) son un 38% inferiores a las
de los hombres. De media, 660,64€ al mes
(octubre 2013) frente a 1.064,48 los hombres. En las pensiones de jubilación,
la diferencia es mayor (-39,3%): de
694.16€ a 1.148,62€. Y 1 de cada 5
mujeres pensionistas cobran menos de 400 euros al mes, mientras entre los
hombres es 1 de cada 15. Y con estas menores
pensiones, las mujeres han de sobrevivir más años, hasta los 85 de media
(los hombres, hasta los 78 años).
Son datos que demuestran que ser
mujer es un mal negocio en España, con
o sin cuotas. Hace falta un gran cambio social para poner a la
mujer en el sitio que le corresponde: ser
igual que el hombre, de arriba a abajo de la empresa y en la sociedad. Las
cuotas y la legislación a favor de la igualdad pueden ayudar, pero hace falta un Plan integral de igualdad de género, que
tome medidas
a favor de la mujer en muchos ámbitos: educación
y formación (exceso de mujeres en carreras humanísticas y escasez en carreras técnicas), selección de personal, políticas
retributivas y convenios, planes de promoción en las empresas, horarios
y conciliación
laboral, política de guarderías
y atención a la Dependencia.
Y, sobre todo, hay que promover los
planes de igualdad en las empresas, que tienen
menos
del 10% de las grandes, aunque son
obligatorios desde 2007 para las de más de 250 trabajadores.
Las mujeres son el
51% del país y el 37% de los trabajadores, pero pintan poco en las empresas
y en la sociedad, mientras trabajan más en casa (dedican 4,3
horas a las tareas domésticas frente a 2,3 horas los hombres, según el INE). Su capacidad y sus
valores están infravalorados, lo que es injusto
y además antieconómico. Al ritmo
actual, hará falta medio siglo para lograr
la igualdad. Es una
barbaridad: se perderían dos generaciones, nuestras hijas y nietas. Hay que
avanzar más rápido. Ayudémoslas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario