Más de 8 millones de
niños y jóvenes de colegios e institutos han iniciado esta semana un nuevo curso escolar, el cuarto con recortes. Y se han
encontrado con menos profesores y
muchos menos medios para más alumnos,
sobre todo en secundaria. Eso lleva a
unas clases más masificadas y a una
menor atención a los alumnos con problemas, lo que aumentará sin duda el abandono escolar, que ya afecta a uno de
cada cuatro alumnos, el doble que en Europa. Y lo peor es que en los Presupuestos para 2014, que el Gobierno
y las autonomías ultiman este mes, habrá
nuevos recortes en educación y en ayudas a las familias para gastos de comedor, libros y transporte
escolar. Urge parar estos recortes, porque el deterioro de la enseñanza es grave y lo va a pagar toda una generación
de jóvenes con un difícil futuro. Stop recortes.
enrique ortega |
Se ha iniciado el cuarto
curso escolar con recortes y quizás el que más se va a notar sus
efectos, sobre todo el duro ajuste
educativo aprobado por el Gobierno Rajoy en abril
de 2012. Son cuatro cursos en que el
gasto en Educación ha caído, entre el Estado y las autonomías, en 6.700
millones, un 13,5% (dos tercios entre 2012 y 2013, con Rajoy).
El mayor efecto de
estos recortes ha sido la reducción
de plantillas de profesores, al aumentar sus horas lectivas y el número de alumnos por clase, no cubriendo
las jubilaciones ni las bajas (hasta pasadas dos semanas). Un recorte cifrado por el Ministerio de Educación
en 22.689
profesores de centros públicos entre 2012 y 2013 (mientras crecían en
2.623 profesores las plantillas en la concertada
y la privada), aunque CCOO estima
que han perdido su empleo unos 60.000
docentes desde 2009, contando con interinos y
sustitutos. Dos tercios de los profesores perdidos lo han sido en los institutos, en la ESO,
Bachillerato y FP, sobre todo en Castilla
la Mancha, Murcia y Canarias.
Pero el ajuste no se ha limitado sólo a despedir profesores. Los que
quedan han visto sus salarios
congelados y la pérdida
de complementos e ingresos, con un aumento de horarios y una precarización de contratos (Madrid ha contratado
profesores por días, para corregir los exámenes de septiembre). Y la
falta de presupuesto ha deteriorado el
día a día de los centros escolares: recorte de horas de limpieza y calefacción, falta de material, recorte profesionales de apoyo,
imposibilidad de realizar obras de
acondicionamiento y paralización de nuevos centros (con miles de clases en
barracones).
Este nuevo curso
2013-2014, toda esta situación se
agrava, con nuevos recortes: un -14,3% en el Presupuesto estatal de
Educación 2013 y otro recorte del 10% de media en las autonomías. Con ello, se
estima que habrá unos 10.000 profesores
menos (CCOO habla de 50.000) y los centros tendrán que hacer nuevos encajes de bolillos para dar clase. El
resultado más patente es la masificación
y el deterioro
de la enseñanza: menos
profesores para más alumnos (191.484 en los dos últimos cursos y otros 50.000
más para este). Y eso sobre todo en la enseñanza pública, la
que más crece con la crisis porque muchos padres en paro o con problemas
económicos han cambiado a sus hijos de la privada o concertada a la
pública.
Con ello, niños y
jóvenes notarán este curso que hay más
alumnos en su clase, entre 28 y 35, con una media de 27 alumnos en primaria y 33 en secundaria. Eso eleva el
número de alumnos
por profesor en España, a 11,5, y lo acerca a la media europea (14,1
alumnos en primaria y 11,2 en secundaria), hasta ahora más masificada. La consecuencia
evidente es el deterioro de la calidad de la enseñanza. Y algo más
preocupante: hay menos profesores y menos medios para atender
a los alumnos con problemas, ya que los recortes dificultan los refuerzos, desdobles (clases más reducidas
algunos días) y las recuperaciones.
Algo que se va a traducir en un mayor abandono escolar, cuando en
España el 24,9%
de los jóvenes dejan de estudiar después de la ESO, el doble de abandono escolar que en Europa.
El otro problema
es que los recortes y la falta de medios
se están concentrando más en la
educación pública que en la concertada. Un ejemplo es Madrid, donde la inversión por alumno en la escuela pública
ha caído un 13,5% entre 2012 y 2013,
mientras en la concertada caía un 3,4%.
El mayor hachazo se lo llevan los Institutos (donde se gesta el mayor abandono
escolar), con un recorte del 21,7%, ocho veces más que en los centros
concertados. La consecuencia es un mayor
deterioro de la enseñanza pública, en
beneficio de la concertada,
que gana peso en toda España y sobre todo en
las autonomías gobernadas por el PP. Y eso cuando España es el país occidental con menos
peso de la educación pública: 67,8%
en la ESO frente al 85,8% en la OCDE (91,1% en Alemania) o 77,5% en secundaria postobligatoria
frente al 81,2% en la OCDE (92,5% en Alemania).
Pero los recortes no
sólo deterioran la enseñanza, sino que agravan la economía
de las familias,
al reducirse también las ayudas para gastos de comedor, libros o transporte,
mientras sube el gasto de la vuelta al cole: entre 329 y 500 euros de factura por alumno sólo en septiembre
(matrículas, libros, uniformes, material escolar, APA…) y un gasto
mensual luego que va de
109 euros (centros públicos) a 209
(concertados) y 527 (privados), según
la OCU. Una factura media de 1.874 euros al año por hijo que
muchos ya no pueden pagar y que contrasta con el recorte, también este curso,
de becas estatales y ayudas autonómicas.
Empezando por las becas
de estudio, el ministro Wert
ha endurecido para este curso 2013-14
los criterios académicos para conseguirlas:
se exige un 5 para FP y un 5,5 para Bachillerato y FP Superior. Y además, ha reducido la beca de escolaridad,
para Bachillerato y FP, de 581 a 200 euros. Y vuelven a reducirse las becas
de comedor en la mayoría de autonomías, aunque algunos Gobiernos
regionales han montado operativos para atender a los escolares más necesitados,
al haberse detectado malnutrición
en miles de escolares: Andalucía
dará 3 comidas diarias a 50.000 escolares, Canarias
seguirá con su programa de comidas gratis y Cataluña
concederá 3.000 becas comedor más, aunque 15.000 peticiones se han quedado
fuera en una autonomía donde hay más de 50.000
menores que malcomen. Y prácticamente se han suprimido las ayudas
para libros (salvo en Andalucía, Cataluña y Aragón) y para transporte
escolar, mientras siguen reduciéndose
rutas en zonas rurales.
Un negro panorama
que corre el riesgo de agravarse en 2014,
con los Presupuestos que ultiman el Gobierno y las autonomías, con más
recortes generales y en educación. De hecho, Rajoy ha prometido a Bruselas, para cumplir con el déficit, seguir
recortando el gasto en educación: del
5,01% del PIB en 2009 al 3,9% en 2015 (-12.000 millones de euros). Y eso, a
pesar de tener el doble
de paro (general y juvenil) que Europa y de estar confirmado que la competitividad y el empleo pasan
obligatoriamente por estar mejor formados.
El problema no es pues un recorte puntual, de un curso más, sino
que la
Educación está
en precario, tras cuatro años de recortes y los que se avecinan.
Los centros, los profesores, los alumnos y sus familias ya no pueden ajustarse
más sin perder calidad y eficacia. Están al
límite. Y con la amenaza, para el curso 2014-2015 de una nueva
Ley Educativa que impondrá un modelo
educativo segregador y desigual, rechazado por la
mayoría del sector. Urge repensar lo
que se está haciendo, frenar los
recortes y dedicar más
recursos y más personal a la educación, donde nos jugamos el futuro. SOS.
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