enrique ortega |
El precio medio del agua en 2011 era de 1,65 euros por m3, para los usuarios con un consumo medio y un contador de 15mm, el más habitual (el diámetro de la tubería y el caudal es un factor clave en la factura). Las ciudades con el agua más cara son Alicante (4,20 € m3), Murcia (3,12 € m3), Córdoba y Tenerife (2,28 € m3) y las más baratas Valladolid (0,79 € m3), Ciudad Real (0,92 € m3) y Coruña (1,02€ m3), según FACUA. Y entre las grandes ciudades, la más barata es Zaragoza (1,06 € m3), seguida de Bilbao (1,16 € m3), Madrid (1,53 € m3), Valencia (1,60 € m3), Barcelona (1,79 € m3) y Sevilla (1,89 € m3).
Estos precios del agua
son más
bajos que en Europa. Así, el agua en Madrid (1,53 € m3) o Barcelona
(1,78 € m3) dista mucho de los 4,92 € m3 que se paga en Berlín, los 2,56 € m3 de Londres
o los 2,12 € m3 de París. Y si
homogeneizamos precios con rentas, el porcentaje
de sus ingresos que dedica un español a pagar el agua es la mitad que el de un europeo.
Y eso, porque el recibo del agua
está subvencionado, no paga los
costes reales del abastecimiento (60% del recibo) y saneamiento
(un 40% para alcantarillado y depuración). Se estima que el recibo paga del
57 al 95% de los costes, según ciudades, con una media del 70% de lo que cuesta abastecer y depurar el agua.
Esto promueve el consumo y el mal uso del
agua, un bien escaso, por lo que Bruselas aprobó en octubre de 2000 una Directiva
Marco del Agua (DMA) que obligaba a los países europeos a repercutir
los costes en las tarifas… en 2010. Y la OCDE,
en su último informe
sobre España, recomienda “un aumento
gradual de los precios del agua que contemple la recuperación total de los
costes”.
En los últimos cuatro
años, el agua ha
subido más, pero no es suficiente. Muchos ayuntamientos y autonomías tienen medio quebrada su empresa pública
de aguas (el déficit de la Agencia
Catalana de Agua es de 1.300 millones). Y no tienen dinero para realizar las inversiones necesarias en infraestructuras, desde acometidas y depuradoras
(muchos pueblos de menos de 5.000 habitantes carecen de depuradora, sobre
todo en la costa y las islas) hasta sustitución
de tuberías centenarias. Hace falta invertir
19.000 millones de euros, que ya no van a venir de los fondos europeos.
El recorte de proyectos ya ha forzado a salir al extranjero a muchas empresas
españolas de gestión del agua, que son punteras en el mundo (sobre todo en desalinización), con grandes
proyectos en EEUU, Oriente Medio y África.
La solución es
que una gran parte de las inversiones futuras y la gestión de las instalaciones
actuales se paguen con las tarifas,
con un mayor precio del agua. ¿Cuánto más? Cataluña
estudia subir el recibo del agua un 75% en cinco años. Y muchos expertos
defienden que habría que duplicar el
precio del agua. Algo asumible para
el usuario, ya que gastamos
una media de 130 litros por persona al día, lo que supone un gasto de 6,5 euros al mes, que pasaría a 13 euros por habitante,
52 euros al mes por familia en agua, menos
que en móviles.
A cambio, habría que
poner orden en la gestión
del agua, repartida entre ayuntamientos y hasta 8 administraciones más,
con tarifas y recibos muy dispares
entre ciudades y poco transparentes para el usuario, demasiadas pérdidas por roturas y fugas (¡ hasta un 16,8% ¡ ) y una
desigual calidad, en general baja,
como demuestra el boom de ventas del agua
embotellada. Actualmente, la gestión
del agua se reparte al 50% entre empresas
públicas y privadas (Agbar y FCC controlan el 90%) y hay políticos, como en
Madrid, que defienden privatizar el agua. Los Ayuntamientos
ganan porque ingresan más, al cobrar un canon no finalista a la concesionaria,
que pagamos los consumidores sin que tengamos la seguridad de que va a
costear un mejor servicio del agua y no a pagar las nóminas municipales o una rotonda.
Con gestión pública o privada, hace falta una Agencia Estatal del Agua que ponga orden en la gestión y el suministro
del agua, homogeneizando el servicio y garantizando la calidad. Y un esfuerzo público en infraestructuras,
para hacer frente a la sequía y modernizar un país donde hay muchos
pueblos y urbanizaciones con vertidos a los ríos y al mar y con traídas de
aguas obsoletas. Y hace falta un Pacto
político por el agua entre las administraciones. Sólo así nos pueden pedir que
paguemos más en el recibo. Claro como
el agua.
No hay comentarios:
Publicar un comentario