El Gobierno Rajoy
sigue buscando cómo dar confianza a los
mercados y ahora le toca el turno a bancos
y cajas: va a forzarles a un nuevo
saneamiento, el tercero en dos años, para que vendan pisos embargados y tapen los agujeros del ladrillo. Y así
dice que bajará la vivienda y habrá más crédito. Suena bien, pero es un espejismo. Si se obliga a bancos y
cajas a hacer más provisiones, darán menos crédito. Si no hay crédito, ahora
que los bancos tienen dinero barato del
BCE, es porque prefieren comprar
deuda pública que prestar a empresas
y particulares, muchos poco solventes. Con esta vuelta de tuerca, habrá nuevas fusiones (y más despidos) y la mayoría de cajas acabarán en manos de bancos.
Pero no habrá más crédito mientras
la economía esté en recesión.
enrique ortega |
Ahora, el Gobierno
Rajoy ha aprobado un tercer
ajuste: bancos y cajas tendrán que destinar otros 50.000 millones a hacer más
provisiones sobre sus créditos en suelo y vivienda (175.000 millones son “problemáticos”).
Antes de finales de 2012, salvo que se
fusionen con otra entidad (antes del 30 de mayo), en cuyo caso tienen dos años para sanearse y podrán recibir
ayudas públicas (créditos del FROB). Eso sí, el Gobierno ha rebajado
los sueldos de los directivos de
las 9 cajas intervenidas o con ayudas públicas (a la mitad o a la cuarta parte, como a Rato), algo que
nunca controló bien el Banco de España.
Con el nuevo ajuste,
el Gobierno ha abierto el baile de nuevas
fusiones, buscando que los buenos salven a los que están peor.
De momento, los que se acaban de fusionar
(Popular con Pastor, Sabadell con la CAM, BBK con la Kutxa y Unicaja con CajaDuero/España)
tendrán más fácil el ajuste. Bankia,
la caja con más ladrillo, intentará ganar un año más quedándose con una de las entidades
intervenidas (Unnim, NovaCaixa Galicia, Catalunya Caixa y Banco de Valencia ), por las
que también pujarán los grandes (Santander,
BBVA o la Caixa), los únicos que
tienen músculo para sanearse solos. Y el resto, tratarán de buscar
pareja para conseguir tiempo y ayudas. Al final, de los 55 bancos y cajas de hace año y medio podemos pasar a 13 entidades: 6 bancos (Santander +Banesto, BBVA, Popular, Sabadell y quizás Bankinter
y Banca March) y 7 cajas (Caixa, Bankia,
Unicaja, Ibercaja, Kutxabank y dos grupos más en torno a BMN (Caja Murcia) y
Banca Cívica.
En el camino, habrán
desaparecido 70
entidades en cuatro años, concentrándose el dinero en unos pocos bancos
y cajas, las que más pierden en esta reconversión. Un proceso que ha
costado 105.000 millones de saneamientos, 45.000
en ayudas públicas (créditos y capital, que habrá que ver si se
recuperan).Y se han perdido 20.000
empleos, aunque con costosas
pre-jubilaciones que en parte hemos pagado
todos. Ahora se habla de un recorte
de 40.000 empleos más en bancos y
cajas. Y otros 9.000 millones más en
créditos públicos.
Una costosa
reconversión que va a servir, según el Gobierno, para que baje el precio de la vivienda y haya más crédito. Los bancos ya intentan vender los pisos embargados (tienen 86.000
en sus Webs y el doble en la recámara), con rebajas del 20 al 30%, y
ahora los
bajarán más, para provisionar menos. El problema es encontrar alguien que
quiera comprar (al 95,7% de los
españoles no se les pasa por la cabeza, según la última encuesta del CIS) y sea solvente, que tenga un 30%
ahorrado (20% para la entrada y 10% para gastos) y un trabajo y un sueldo que le permitan conseguir
una hipoteca, cada vez más cara y difícil.
¿Y el crédito? En
principio, si bancos y cajas tienen que
hacer provisiones (inmovilizar dinero para cubrir créditos dudosos), podrán dar
menos créditos. Y si este año tienen
la cabeza en fusiones, no podrán
dedicarse a prestar. Teóricamente, si están más sanos, conseguirán financiarse en el mercado y tener más liquidez para prestar. Pero si Santander o BBVA tienen cerrados los mercados es porque
son españoles, porque los mercados
tienen dudas sobre España. Y por eso, el
BCE ha salido en su ayuda, y en la del resto de bancos europeos, inyectando liquidez al 1 %: casi medio billón de euros en diciembre y un billón para finales de febrero. Los bancos ya no tienen problemas de
liquidez. Lo que les falta son
empresas y particulares solventes que les pidan créditos. Por eso prefieren comprar
deuda pública, más segura y rentable. Y así seguirán, temiendo prestar
a empresas y particulares, porque está subiendo sin parar la morosidad.
Y los que son solventes, no están para endeudarse, porque sus negocios están parados (además, les prestan con cuentagotas).
En definitiva,
llevamos año y medio de reconversión financiera, con altos costes, y no fluye el crédito. Y tampoco
habrá más crédito ahora, porque el país está parado, no se vende ni se
invierte y los que necesitan dinero son cada vez menos solventes. Si se quiere sanear a la banca y que haya
crédito, hay que reanimar
la economía, luchar contra la recesión. Todo lo demás son ajustes de
cara a los mercados. Espejismos.
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